PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

jueves, 23 de octubre de 2008

Presentación de la recogida de firmas de la HOAC

Fuente: ECCLESIA
“¡Ni un muerto más!
No a la siniestralidad laboral” 2008/2009
La Hermandad Obrera de Acción Católica ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para denunciar la siniestralidad laboral a nivel de toda Andalucía, con la intención de dirigirlas al Parlamento Andaluz el próximo 28 de abril de 2009 “Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo”.

Foto: Cardenal Carlos Amigo, Arzobispo de Sevilla
Con esta iniciativa -explica Juan Francisco Garrido, miembro de la Comisión diocesana de la HOAC de Córdoba- se pretende instar al Parlamento “a que abra un debate para afrontar este probema y se tomen medidas serias al respecto”.

Francisco Povedano Cáliz, Presidente de la HOAC de Córdoba, manifiesta que “la siniestralidad aparece invisible a pesar de los accidentes mortales que hay cada año”, concretamente este año los accidentes en Andalucía han crecido casi un 80% respecto al año anterior.


Con esta iniciativa, la HOAC, como Iglesia inserta en el mundo del trabajo, quiere contribuir a denunciar la creciente siniestralidad laboral en la sociedad actual y a sensibilizar sobre un problema social y político con unas causas y unos responsables concretos. Hasta el 31 de julio (últimos datos oficiales del Ministerio de Trabajo e Inmigración): 683 muertes en España (diariamente más de 3 trabajadores, 2 más que en 2007); 120 en Andalucía, (1 muerto cada 2 días en la Comunidad Autónoma andaluza); y 13 en Córdoba. Para la Hermandad Obrera de Acción Católica “se trata, sin duda, de una realidad que desgarra y destruye cualquier proyecto de familia. Los accidentes laborales son la punta del iceberg de la salud laboral y de las condiciones de trabajo; lo que se ve es la mínima expresión del problema aunque, en muchos casos, es la más terrible”.
Por ello, la Iglesia, desde su preocupación, respeto, promoción y cuidado de la vida humana, tiene que alzar su voz profética ante esta amenaza que es la precariedad y la siniestralidad laboral. El Evangelio lleva a proclamar con fuerza que el trabajo es para la vida. Son contrarias al mismo unas condiciones y organización del trabajo y de la producción que generan precariedad y muerte. En este terreno los empresarios y las instituciones públicas tienen mucha responsabilidad. Francisco Povedano manifiesta “que los accidentes no son causa de una fatalidad, sino un problema de la justicia que es la que tiene que actuar”; “esto es evitable, la ambición desmedida no puede llevar a las empresas a que lo primero sea el benefico y lo último la vida de los trabajadores”.

Maribel Magro, hija de una víctima de accidente laboral, pide que se haga justicia, porque aunque “se que a mi padre no me lo van devolver por lo menos nos sentiremos reconfortados si se puede evitar que alguna persona muera en su puesto de trabajo”.