PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

lunes, 20 de febrero de 2012

«AMIGOS DE JESÚS Y
SOLIDARIOS DE LOS POBRES».
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
1ª SEMANA DE CUARESMA
(26 febrero 2012)


Dibujos de Cerezo



ORAR EN EL MUNDO OBRERO

Ciclo “B”  (2011-2012)


1ª SEMANA DE CUARESMA

(26 febrero 2012)


A lo largo de toda su vida pública,
Jesús va a ser tentado, es decir,
va a ser incitado a desviarse de su línea mesiánica,
del compromiso expresado en su bautismo.

¿No experimentamos también nosotros
la tentación de abandonar y traicionar
la evangelización de los obreros con la excusa
de las dificultades y otras asquerosas pamplinas?



I. «Esta mañana he visto
a un padre trabajador
cogido de la mano de su hijo,
acompañándolo a la escuela.

Y he de confesar
que se me han saltado
las lágrimas de los ojos
al contemplar algo inaudito,
utópico, impensable.

¡Qué maravilla!

¡Un simple trabajador
teniendo tiempo
para estar con su hijo!

Luego, de repente, me encontraba en la cama…
estaba sonando el despertador».


La situación de la familia trabajadora,
¿cómo va a quedar tras esta nueva reforma laboral?

La oración es el tiempo
de ver la realidad actual
con el corazón de Dios…
de esforzarnos por entender
lo que lleva a la salvación o
a la condenación de los pobres…


Testimonio de Mari Carmen:

«Cuando dicen que el trabajo
y la vida familiar en una mujer
hoy en día es fácil de compaginar,
me pregunto si se refieren a la mujer en general
o la mujer con estudios de clase alta.



Mi propia experiencia me demuestra,
por todo lo que he vivido
y he compartido con otras mujeres
simples amas de casa
de clase media baja y sin estudios,
que por circunstancias de vida
tenemos que salir a trabajar
en condiciones precarias.

No tenemos más remedio
que tragar porque nos hace falta
y la gente se aprovecha
de nuestra falta de medios
para buscar otra cosa
en mejores condiciones.


Cuando comencé a trabajar,
mis hijas contaban con
la edad de cuatro años,
mi marido estaba en paro
y encontré una casa.

Al principio estaba muy bien.

Me levantaba a la siete de la mañana
para realizar las tareas de la casa
y llevaba a las niñas a
casa de mi suegra o de mi madre
para que las llevase al colegio.


Luego iba a trabajar
hasta las tres de la tarde
desde las ocho y media de la mañana.

Años más tarde,
la señora necesitaba más horas y,
si yo no quería, buscaba otra mujer,
aunque llevaba seis años trabajando con ella.

No podía permitirme el lujo de perderlo,
ya que mi marido trabajaba de vez en cuando,
no le salía un trabajo estable.

No tuve más remedio que
quedarme y trabajar 9 horas al día,
saliendo a las cuatro y a las cinco de la tarde
por 400 euros al mes,
sin derecho a pagas dobles,
ni estar dada de alta.

Así aguanté catorce años
porque con tanto paro
había mucha gente como yo,
que por necesidad
estaría dispuesta a hacerlo,
y a mí me hacía mucha falta.

Durante estos años viví para trabajar
sin apenas tiempo libre para
poder dedicarlo a mí y a mi familia.

Cuando llegaba a casa cansada
me tenía que poner a hacer
todas las tareas de mi casa.

Así estuve hasta que decidí
valorarme y mirar por mí,
porque ningún sueldo precario
paga la pérdida de la dignidad.

Así que, cuando pedí mis derechos
y harta de aguantar tantas cosas,
me tuve que ir sin nada
después de tantos años de
darlo todo por esa familia.

De la noche al día me encontré en la calle
con casi cuarenta años y
sin saber por dónde empezar
porque para la gente que contrata
ya eres mayor y no interesas».
(Sacado de “El libro del trabajo”,
HOAC Ciudad Real).


II. Las reformas laborales
en contra de los trabajadores
vienen de muy antiguo
:

«Aquel día el faraón ordenó a
los capataces y a los inspectores:
“No volváis a proveer de paja
al pueblo para fabricar adobes,
como hacíais antes;
que ellos vayan y se busquen la paja.

Pero les exigiréis la misma cantidad
de adobes que hacían antes,
sin disminuir nada
”».


Pero hay un Dios que ha optado
por los explotados
:

«Yo soy el Señor y os sacaré de
los duros trabajos de Egipto,
os rescataré de vuestra esclavitud…
para que sepáis que yo soy el Señor vuestro Dios,
que os saca de los duros trabajos de Egipto.
»




ORAMOS

¡Dios, que nos derrotan!

¡Que tiran nuestras conquistas sociales a la mierda!

Míralos como imponen a tu pueblo duras pruebas,
haciéndole beber el vino amargo del Ajuste:
ni un trabajador se salva, ni uno solo.

¡Respóndenos, Señor,
que están aniquilando
los derechos laborales!

Desde sus poltronas,
desde la fachada de la Bolsa de valores,
desde la escalinata del Parlamento nacional,
como peleles en manos de Mamón,
políticos vendidos y banqueros sinvergüenzas
someten el país al mandato de los mercados.

Fortalécenos, Señor,
que en tu nombre
salgamos a la calle
con aquella confianza que das a
los obreros curtidos en conflictos:
que organizados permanezcamos
unidos en la lucha necesaria,
en comunión de acción,
sin romperla, como siempre,
por viles protagonismos estériles y sectarios.

¡Es mucho lo que nos jugamos con estos vainas!

¡Dios, que fracasen sus ajustes recesivos,
que el pueblo eche abajo
sus planes sanguinarios!




EVANGELIO (Mc 2,1-12)

«Inmediatamente el Espíritu
lo empujó al desierto.


Estuvo en el desierto cuarenta días,
tentado por Satanás;
estaba entre las fieras y
los ángeles le prestaban servicio.


Después que entregaron a Juan
llegó Jesús a Galilea
y se puso a proclamar
la buena noticia
de parte de Dios.


Decía:
“Se ha cumplido el plazo,
está cerca el reinado de Dios.

Enmendaos y tened fe
en la buena noticia».




Pequeña explicación

El Espíritu
(al que vio Jesús descender
sobre él en el bautismo)
lo “empuja” al desierto.

Se trata de un impulso irresistible
el que experimenta Jesús,
porque el Espíritu es un constituyente de su ser:
En su labor Jesús va a actuar siempre
movido por el Espíritu, que está en él.


El plan de Dios sobre Jesús
consistía figuradamente en
recorrer el camino de un éxodo
(Mc 1,2).

El “desierto” representaría el lugar
donde Jesús ha de recorrer su camino
hacia la tierra prometida.


Veamos los datos literarios del texto:
Jesús entra en el desierto
llevado por la fuerza del Espíritu;
permanece en él por un periodo
(“cuarenta días”), es tentado,
se encuentra rodeado de fieras
y se le presta servicio;
finalmente, no ejerce actividad alguna
(ni ora ni ayuna)
ni recibe comunicación divina
(ya recibida en el Bautismo).


La calidad de los seres que pueblan este desierto
(Satanás, las fieras, los ángeles)
lo convierten en un desierto figurado-teológico.

Podemos formular la siguiente hipótesis:


·         El desierto representa a la sociedad
en la que Jesús va a ejercer su ministerio,
pero en cuanto que no comparte sus principios,
no acepta sus valores, no se integra en ella.
El Espíritu empuja a Jesús
a entrar en la sociedad judía,
pero manteniendo
la plena ruptura con sus valores.


Destaquemos la realidad de la tentación:
a lo largo de toda su vida pública,
Jesús va a ser tentado,
es decir, va a ser incitado a
desviarse de su línea mesiánica,
del compromiso expresado
en su bautismo.



Satanás
(que significa
“adversario”, “acusador”)
en tiempos de Jesús
significaba el que quiere destruir
la obra de Dios en el hombre.
Es el que querrá apartar a Jesús
de su compromiso,
el que lo inducirá a
traicionar su compromiso.
El poder de las ideologías.



Para el significado de las “fieras”
podemos formular otra hipótesis:



·         Serían un complemento de “Satanás”.
Mientras “Satanás” sería figura del
poder como ideología,
-que va corrompiendo
el interior del corazón de
las personas y se ejerce
por vía de persuasión−,
las “fieras” serían figuras
de los poderes que actúan
desde el exterior del hombre,
ejerciendo la violencia física
e imponiendo el miedo
sobre las personas.


[“No tengáis miedo a los que matan el cuerpo,
pero no pueden matar el alma” (Mt 10,28).
A las “fieras”, a los poderes políticos y económicos,
no debemos tenerles ningún miedo;
a lo que tenemos que tener miedo es
a las “maneras de pensar, sentir y actuar
que nos pueden apartar
de los valores del evangelio”].


La función de los ángeles
es colaborar con Jesús.
El verbo “servir” admite
una variada gama de matices,
desde “servir a la mesa”
(ama de casa, camarero),
hasta “colaborar, ayudar”.
Los ángeles representarían a los que,
por adhesión a Jesús,
le ayudan en su tarea y
colaboran con su misión.


[En el material “Orar en el mundo obrero”
de la semana 3ª del tiempo ordinario
(domingo 22 de enero)
se puede volver a repasar
para meditar la segunda parte
del evangelio de hoy].

JESÚS EN EL DESIERTO


Vamos a rumiar nuestro compromiso:
¿qué tentaciones (ideológicas)
están intentando apartarnos
del compromiso,
traicionarlo?
Pensemos en los miedos
que nos van atenazando…
¿Y la presencia del Espíritu?
Recordemos con el corazón
el compromiso adquirido
en el Bautismo.
Y otras cuestiones que
nos suscite el texto del evangelio.

SALMOS DE HOY

I.
Señor, nosotros los obreros
ya no somos lo que fuimos:
fuerza incontenible
de libertad y justicia…


Ahora somos el hazmerreir
de banqueros y políticos,
leones sin dientes
guardados en zoológicos,
perritos falderos de
señoras burguesas...
eso somos.

Sindicatos divididos
en guerras intestinas
para alegría de los amos;
partidos de nuestra clase,
que reniegan de nosotros…
eso somos.

¿Y qué se puede hacer
con gente tan cobarde?

¿Cómo hacer frente a
Estados y banqueros,
si el miedo nos ahoga
y aterra el sacrificio?

Del obrero seguirán riéndose
por generación y generación a no ser…


II.
Por amor de mi pueblo,
mi pobre pueblo,
no callaré,
por amor de todos los olvidados
no descansaré,
pues llegó la aurora de la justicia,
y el Reino de Dios llegó con Él.


Jesús, los que creemos en ti
no vamos a concederte descanso,
no te concederemos descanso
hasta que tu reino triunfe en esta tierra
y la igualdad habite entre nosotros.

«Ese día la tierra será del que trabaja,
y el vino de los que pisan el lagar».


Con María, tu madre
y nuestra madre,
gritaremos su canto por las calles
en medio de las luchas de tu pueblo,
por ofrecer la esperanza que nos llena
a quienes tienta la prueba y el cansancio.

¡Entonemos, pues, su canto subversivo
marchando entrelazados codo a codo!


LEYENDO A ROVIROSA

− Sin aquella «amistad íntima»
propia de los “verdaderos”
seguidores de Jesús,
¿qué clase de «místicos obreros» seríamos?
Seríamos sencillamente un engaño monumental.

Pero lo nuestro es llegar a ser “místicos obreros”.

− Sin aquella «praxis evangélica»
propia de los “verdaderos”
trabajadores del Reino de Dios,
¿qué clase de militantes seríamos?


Un inútil engañabobos.

Pero nosotros hemos de llegar a
ser “militantes del reino”.


Todos sabemos,
¡bien que lo sabemos!,
que para ser cristianos
necesitamos ser místicos y militantes,
amigos de Jesús y solidarios de los pobres.

Se trata de la «y» propia de Jesús,
verdadero Dios y verdadero hombre,
sin distinción ni confusión.

Cuanto más amigos de Jesús,
más solidarios con los pobres;
cuanto más solidarios con los pobres,
más amigos de Jesús.

Una amistad con Jesús
que no me lanza a
la praxis del Reino,
a la lucha solidaria…
es pura palabrería de
«obradores de iniquidad»
(cf. Mt 7,21ss).

Una praxis solidaria
con los últimos…
sin la fuerza íntima
de la amistad con Jesús,
tiene el peligro cierto
de durar lo que el rocío mañanero,
cuando viene inmisericorde
la crisis y el fracaso de la cruz,
que vienen sin remedio.

La amistad la cultivamos
en la soledad de
la oración personal
y en el bullicio de
la comunidad orante.


Pero sólo fructifica
al cumplir cada día
la voluntad del Padre.


¡Nuestra militancia
no es para los ratos libres,
ni para cuando
las circunstancias son favorables!

Nosotros nos hemos comprometido
con los últimos
para siempre y hasta el final,
como Jesús.

Lo podemos hacer,
no por nuestras fuerzas,
que son las que son,
sino porque el Espíritu de Dios
habita nuestros corazones.

¿Aún no hemos experimentado que
“necesitamos la oración de Jesús
como el aire los pulmones”?

“Sin Mí no podéis hacer nada” (Jn 15,5).



-           Lectura del libro del Génesis 9,8-15:
El pacto de Dios con Noé salvado del diluvio.

-           Salmo 24,4bc-5ab. 6-7bc. 8-9:
Dios salvador, Dios de la alianza, que olvida nuestros pecados para no recordar más que su ternura.

-           Lectura de la primera carta del apóstol
san Pedro 3,18-22:
Actualmente os salva el bautismo.

-           Lectura del santo evangelio según San Marcos 1,12-15:
Se dejaba tentar por Satanás, y los ángeles le servían.



Convertíos y creed en el Evangelio.

La conversión va seguida de un pacto gozoso, de la creencia y del agua bautismal.

Después que la creación entera fuera lavada y purificada por el diluvio, Dios establece un pacto con Noé, llenando el universo de color y de esperanza (1 lect.).

Jesús vive la experiencia del desierto, supera la tentación e invita a la conversión y a la creencia (Ev.).

El diluvio, figura del bautismo.

La conversión purifica y transmite vida y gracia en virtud de la resurrección de Cristo (2 lect.).