PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

miércoles, 16 de marzo de 2016

PARA DEFENDER LOS DERECHOS HUMANOS
DE LAS PERSONAS SOLICITANTES
DE REFUGIO EN EUROPA



La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) manifestó en una nota, su apoyo al comunicado de las entidades de acción social de la Iglesia, y expresó su rechazo al acuerdo anunciado entre la Unión Europea y Turquía, que supone un grave retroceso en derechos humanos. Por otro lado, su Comisión Permanente respondió a la invitación de participar en una reunión de coordinación de organizaciones sociales, eclesiales y políticas convocada con la intención de contrastar opiniones y aunar esfuerzos para mostrar su disconformidad y rechazo a las soluciones dada por la UE ante este problema.

Estas organizaciones comparten su rechazo al preacuerdo (Plan de Acción Conjunto) entre los jefes de Estado y de Gobierno de la UE con el Gobierno de Turquía por considerarlo “ilegal e inmoral” y por entender que atenta contra los derechos humanos más básicos de las personas solicitantes de refugio. Este Plan de Acción tiene que ser ratificado el próximo 18 de marzo, en una nueva reunión del Consejo Europeo. Es por ello, que consideramos necesario que la ciudadanía exprese su solidaridad con las personas necesitadas de refugio y exija a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE a que garantice la protección y la acogida, también con un pasaje seguro, de toda vida humana desprotegida y víctima del conflicto y la persecución.
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La HOAC se suma al rechazo del acuerdo anunciado entre la Unión Europea y Turquía sobre los refugiados

09 marzo 2016 | Por
La HOAC se suma al rechazo del acuerdo anunciado entre la Unión Europea y Turquía sobre los refugiados

La Comisión Permanente de la HOAC manifiesta su apoyo al comunicado de las entidades de acción social de la Iglesia y expresa su rechazo al acuerdo anunciado entre la Unión Europea y Turquía, que supone un grave retroceso en derechos humanos.

La HOAC no queremos ser indiferentes ante profundo dolor por el que pasan miles de personas que, huyendo de la guerra, el conflicto y la persecución religiosa, buscan asilo y reclaman a Europa auxilio y acogida. Unimos nuestra voz también a la de los pastores de la Iglesia que manifiestan «su inmenso dolor ante esta y todas las últimas tragedias humanitarias que afectan a emigrantes y refugiados. Nos olvidamos que detrás de estos flujos migratorios, en continuo aumento, está siempre la inhumanidad de un sistema económico injusto en que prevalece el lucro sobre la dignidad de la persona y el bien común;  o la violencia y la ruina que genera la guerra, la persecución o el hambre.»

Pensamos que en la Unión Europea faltamos gravemente al deber de hospitalidad, al deber humano de acoger y cuidar a quienes están en grave riesgo de perder su vida. Hemos asistido al inadmisible espectáculo de los regateos y «subasta de cupos» por parte de los  gobiernos europeos. Hay mucha generosidad, solidaridad y humanidad en comportamientos de personas, grupos y algunas instituciones, pero, en su conjunto, la reacción de las sociedades europeas está lejos de la que debiera.
En consecuencia, nos sumamos a la denuncia de este acuerdo que supone un grave retroceso en materia de derechos humanos. Recuerda la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) que las expulsiones colectivas que recoge este acuerdo, «son contrarias al derecho internacional. La evaluación de una solicitud de asilo debe ser individual y además no puede estar basada exclusivamente en la nacionalidad, ya que sería discriminatorio».

Recuerdan también las entidades de acción social de la Iglesia, en su rechazo a este acuerdo que «viola los convenios internacionales y europeos ratificados por los Estados miembros que prohíben expresamente la devolución de personas que son objeto de persecución o víctimas de guerra. Es, por tanto, inaplicable. Además, supondrá un incremento mayor si cabe del inmenso saldo de sufrimiento, dolor y muerte por parte de quienes siguen arriesgando cada día sus vidas mientras buscan bienestar, seguridad y protección a las puertas de Europa».

Por tanto, alzamos también nuestra voz  y pedimos al gobierno y a los partidos políticos del arco parlamentario que acuerden una posición que, en la reunión del Consejo Europeo del próximo 18 de marzo, manifieste la posición española de expresar nuestra solidaridad y la responsabilidad de la UE de garantizar la protección y la acogida, también con un pasaje seguro, de toda vida humana desprotegida y víctima del conflicto y la persecución.

El papa Francisco insiste en Laudato si’ sobre las actitudes morales que necesitamos cultivar con seriedad y urgencia: «La grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo» (n. 178). «Hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos. Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre superficialidad nos ha servido de poco» (n. 229).

Llamamos también a la comunidad cristiana y a las organizaciones sociales sensibles a esta situación a expresar su rechazo a estas políticas.
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