PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

martes, 30 de abril de 2019

LA DENSIDAD INTELECTUAL DE JORGE MARIO BERGOGLIO, por José Antonio Hernández Guerrero




La densidad intelectual de Jorge Mario Bergoglio.



Confío que, entre los sacerdotes, los religiosos y los laicos creyentes, este libro despierte una curiosidad, una atención y un interés parecidos a los que ha generado en un amplio sector de profesores y de investigadores de las Ciencias Humanas, incluso entre algunos críticos alejados de la Iglesia. Escrito por el doctor Massimo Borghesi, Profesor Titular de Filosofía Moral en el Departamento de Filosofía, Ciencias Sociales, Humanas y de la Formación, de la Universidad de Perugia, nos ofrece unos análisis minuciosos, amplios y profundos de la génesis y del desarrollo del pensamiento de Jorge Mario Bergoglio. Apoyado en una exhaustiva documentación, nos dibuja el panorama filosófico, antropológico, teológico y literario propio de un intelectual comprometido con el Evangelio, con la Iglesia y con los hombres y mujeres que sufren las consecuencias de un mundo desestructurado. Este estudio, serio y riguroso, además de deshacer las interpretaciones superficiales de su popularidad y, además de desenmascarar la inconsistencia de los prejuicios infundados contra el pensamiento del Papa Francisco, nos explica los rasgos peculiares e, incluso, la profunda densidad del cuerpo teórico que proporcionan solidez, sustancia y fuerza a sus palabras, a sus gestos, a sus actitudes y a sus comportamientos pastorales.


Ya en el prólogo, Guzmán Carriquiry, Vicepresidente de la Comisión Pontificia para América Latina, nos explica cómo, en su opinión, la escasa valoración teórica que, a veces, alcanzan sus homilías, sus catequesis y sus mensajes, se debe a una inconsistente y errónea interpretación de su sencillez y de su claridad. Como podemos comprobar en la historia milenaria de la Retórica, esa “difícil sencillez” -no el ingenuo simplismo- es el fruto de un ejercicio laborioso para lograr que los asuntos complejos sean entendidos, comprendidos y aceptados por los destinatarios de los discursos: es un valor oratorio y una característica de la eficacia comunicativa.


Especial valor poseen, a mi juicio, las grabaciones que el Papa Francisco envió al autor, en las que expone detalladamente la génesis de su pensamiento a partir de sus interpretaciones de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, que sitúan el “centro de tensión dialéctica” entre la gracia y la libertad, y su profundización en la dialéctica polar de Romano Guardini y el posterior desarrollo gracias a la influencia de algunos jesuitas como, por ejemplo, el padre Miguel Ángel Fiorito, que “se tomaba muy en serio la idea del ressurcement, una renovación que implicaba el `carisma primitivo´ de los primeros jesuitas, adoptándolo a los tiempos modernos”. Para los que estén interesados en la posición que adopta la Iglesia ante los retos de los tiempos actuales, resultarán esclarecedoras las ideas expuestas en los capítulos titulados “Iglesia y modernidad”, “Un mundo sin vínculos. El primado de la economía en la época de la globalización”, “La vida como testimonio”, “Cristianismo y mundo contemporáneo”, “El nuevo equilibrio entre kerigma y moral” o “El estilo cristiano del siglo XXI”.


Como conclusión me atrevo a afirmar que este estudio concienzudo pone de manifiesto la solidez intelectual, antropológica, filosófica y teológica del magisterio del Papa Francisco, su cercanía a la realidad de este mundo, su deseo de prestar eficaz servicio a las personas concretas que padecen problemas serios y su opción preferente por los excluidos, adoptada desde una profunda y firme fe en el amor misericordioso de Dios.



José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Actualmente, nos envía también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.


[Massimo Borghesi
Jorge Mario Bergoglio.
Una biografía intelectual.
Dialéctica y mística
Madrid,
Ediciones Encuentro, 2018]


jueves, 25 de abril de 2019

ORAR EN EL MUNDO OBRERO: «SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA» CICLO “C” (28 DE ABRIL DE 2019)


2º Domingo de Pascua (28 de abril)

25 ABRIL 2019 | POR 
¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡Cristo ha resucitado! ¡Aleluya, aleluya!


Como Iglesia somos enviados a anunciar la Buena Noticia de que vive; de que el Crucificado es quien ha resucitado, y por eso hay otra vida posible, hay presente y futuro posible de vida para quienes se nos revelan crucificados en este mundo: los pobres y olvidados, los marginados y excluidos, los descartados de esta sociedad. Hay dignidad y esperanza para el mundo obrero.


Es el encuentro con el Resucitado lo único capaz de transformar nuestra vida y de llenarla de la alegría del Evangelio. Y si no hay esa alegría, a lo mejor no hemos llegado aún donde nos espera. La Pascua es tiempo de echarse al camino con pies ligeros, los ojos abiertos, los oídos atentos, para reconocer al Resucitado presente en la vida.



San Juan 20,19-31:
«Paz a vosotros.
Como el Padre me ha enviado,
así también os envío yo».

Con mi proyecto de vida por delante,
releo este Evangelio,
me reconozco en él,
y hago mía la necesidad de abrirme
a la capacidad de reconocer
los signos de la presencia
vivificadora del Resucitado,
en la Iglesia y en el mundo obrero y del trabajo.

¿Qué necesito para reconocer y realizar
esos signos en lo cotidiano?

  
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miércoles, 24 de abril de 2019

«LA FIESTA DEL 1 DE MAYO, DÍA DEL TRABAJO 2019»: Celebración de la EUCARISTÍA Domingo 28 de abril a las 11:00 horas En la parroquia de San Servando y San Germán de San Fernando.




LA HOAC DIOCESANA PARTICIPA EN LA MANIFESTACIÓN EN CÁDIZ CON MOTIVO DEL PRIMERO DE MAYO


1º MAYO | PRIORIZANDO A LAS PERSONAS, DESCARTAMOS LA INDECENTE PRECARIEDAD

1Mayo | Priorizando a las personas, descartamos la indecente precariedad

23 ABRIL 2019 | POR 
Manifiesto de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) ante el Primero de Mayo. [descarga del pdf | nota de prensa | microcampaña en redes]

De nuevo, ante el 1º de MayoDía Internacional del Trabajo, las organizaciones que promovemos la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente unimos nuestras voces y fuerzas en esta fiesta de los trabajadores y trabajadoras y de san José obrero para celebrar el sentido creador del trabajo, y para poner de relieve la urgente necesidad de poner fin a la lacra de la precariedad laboral que caracteriza el actual sistema de relaciones labores y que lesiona los derechos de las personas trabajadoras y de sus familias.
Constatamos que el trabajo decente, que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es un elemento imprescindible para la justicia social y la cohesión de toda la humanidad.
Como denuncia César, de Zaragoza, “la mayoría de trabajos que me ofrecen las empresas son precarios, horas sueltas, sustituciones puntuales… No dan para vivir de forma digna, ni mucho menos. Este tipo de trabajo me genera mucho estrés y tengo miedo del día de mañana. Por eso, este 1º de Mayo acudiré a la calle para junto a otros intentar conseguir un trabajo digno”.
La indecente precariedad del trabajo está afectando duramente a la juventud hundida en una pobreza crónica que les imposibilita un proyecto de vida; a familias cuyas necesidades básicas quedan sin asegurar o sin cubrir, como son el techo, luz, comida, ropa o medicamentos; y a personas mayores que sufren una vejez sin calidad a causa de unas pensiones indignas. Se trata de situaciones provocadas por un sistema capitalista injusto que sitúa el trabajo, no como fuente de vida y dignidad, sino como recurso al servicio imperioso del capital a costa de la precariedad latente de las personas trabajadoras y de la exclusión de todos a los que el papa Francisco define como “descartados”.
Afirmamos que el trabajo es esencial para la vida de las personas porque ayuda a construir nuestra humanidad. A través de él potenciamos, desarrollamos y expandimos nuestras capacidades y cualidades. Es necesario repensar el sentido del trabajo, de la economía y de la empresa, devaluadas en nuestra sociedad. Para ello tenemos que exigir a políticos, gobernantes y poderes económicos unos derechos que son básicos para la construcción de una sociedad cuyo sentido y función sirvan al bien común.
El trabajo está en función de la persona y no la persona en función del trabajo como señaló Juan Pablo II en Laborem exercens, 6. En la reflexión sobre el futuro del trabajo realizada por la Organización Internacional del Trabajo con motivo de la celebración del centenario de su creación hace hincapié en la urgencia de unificar la lucha contra la precariedad. Propone, para ello, un programa centrado en las personas y basado en la inversión en las capacidades de los individuos, las instituciones laborales y en el trabajo decente y sostenible.

Desde estas constataciones, reclamamos:
■ Que se sitúe a la persona en el centro de la vida política, de las relaciones laborales y del trabajo, a fin de abordar la indecente precariedad que descarta a millones de personas al acceso “a un trabajo decente y no de cualquier modo”, en palabras del papa Francisco, y de facilitar el diálogo social entre los gobiernos y las organizaciones de trabajadores y trabajadoras, empresariado y agentes sociales.
■ Que se haga efectivo por parte de los poderes públicos el derecho a un trabajo digno para todas las personas, ya que el trabajo es expresión de la propia dignidad.
■ Que se reconozca social y jurídicamente el trabajo de cuidados. Para ello necesitamos un planteamiento nuevo de políticas sociales, de género y educativas que facilite una prestación de los cuidados compartida por hombres y mujeres, y que posibilite una igualdad real de oportunidades en el lugar de trabajo.
■ Afirmamos que el trabajo es para la vida, por lo que se tiene que producir en unas condiciones laborales que garanticen la integridad física y psíquica de la persona, y que garanticen su protección social. Por eso reclamamos: Ni una persona muerta más por accidente de trabajo.
Como entidades de la Iglesia sensibles y comprometidas con la realidad en el mundo obrero y del trabajo, en este 1º de Mayo y de san José obrero invitamos a las comunidades cristianas a celebrar la Eucaristía como signo de solidaridad con quienes sufren la precariedad y deshumanización del trabajo.
Invitamos, igualmente, a participar en aquellas actividades que convoquen las organizaciones sindicales para exigir un trabajo decente acorde con la dignidad de todas las personas.
Madrid, 23 de abril de 2019.
***
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https://www.hoac.es/2019/04/23/1mayo-priorizando-a-las-personas-descartamos-la-indecente-precariedad/



MMTC | 1º MAYO:
COMPROMISO CON LA DIGNIDAD HUMANA, LA COGESTIÓN Y
LA SOSTENIBILIDAD

MMTC | 1º Mayo: Compromiso con la dignidad humana,
la cogestión y la sostenibilidad

25 ABRIL 2019 | POR 
Declaración del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos con motivo del Día Internacional del Trabajo,
 1º de Mayo
.
El trabajo es un elemento indispensable de la dignidad humana. Por eso la dignidad de la persona, dada por Dios, debe ser respetada en el mundo del trabajo. En Europa y en todo el mundo, millones de personas no tienen trabajo para alimentarse a ellas y a sus familias. La mecanización, la automatización y la digitalización no deben llevar a la exclusión de millones de personas. La explotación de los recursos causa daños irreparables y condiciones de trabajo inhumanas. La digitalización de la economía conduce a condiciones laborales precarias; en todo el mundo, el 60 por ciento están empleados en el sector informal: sin seguridad social, sin derechos laborales y con salarios bajos.
Con el papa Francisco, decimos “no a una economía de exclusión y de la inequidad. ¡Esa economía mata!” (…) “Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida” (Evangelii gaudium, 53).

¡Exigimos trabajo para todos y salarios decentes en el mundo digital!
Los cien años de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) no han otorgado a los trabajadores de todo el mundo los derechos sociales y laborales estipulados en las normas de la OIT. Millones de ellos se ven privados de derechos laborales y humanos fundamentales; no pueden constituir comités de empresa ni organizarse. El desarrollo hacia la paz, el progreso y la justicia social solo es posible si todos los países del mundo ratifican dichas normas.

¡Exigimos la aplicación global de la cogestión y los derechos laborales de acuerdo con la OIT!
El trabajo y las condiciones labores siguen causando daños en la salud y muerte. El trabajo decente significa condiciones saludables y que proporciona un medio de vida. Europa necesita una regulación global para un salario mínimo digno en los diferentes países de la UE. Las compañías que operan a escala mundial deben estar legalmente obligadas a aplicar los derechos laborales y las normas de salario mínimo en sus cadenas de producción.

¡Exigimos un salario mínimo justo y sostenible en todo el mundo!
Hay que poner fin a la explotación de los seres humanos y de nuestra madre Tierra. La paz, el progreso y la justicia social para todos sólo serán posibles si se alcanzan los objetivos del desarrollo sostenible en todo el mundo.
No hay paz sin desarrollo sostenible
y sin justicia.

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martes, 23 de abril de 2019

IGLESIA POR EL TRABAJO DECENTE URGE PRIORIZAR A LAS PERSONAS PARA DESCARTAR LA INDECENTE PRECARIEDAD



Iglesia por el Trabajo Decente
urge priorizar a las personas para descartar la indecente precariedad


23 ABRIL 2019 | POR 


Denuncia el impacto que la precariedad tiene en la juventud abocada a unas condiciones de pobreza crónica, en las familias que no pueden garantizar sus necesidades básicas y en los mayores que perciben unas pensiones indignas. [Imágenes para redes. Etiqueta #NoSoyUnDescarte]

Ante la celebración del 1º de Mayo, las entidades promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) –Cáritas, Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC) y Juventud Obrera Cristiana (JOC)— unen sus voces, por segundo año consecutivo, para “celebrar el sentido creador del trabajo” y reclamar la erradicación de “la lacra de la precariedad laboral que caracteriza el actual sistema de relaciones labores y que lesiona los derechos de las personas trabajadoras y de sus familias”.

En el manifiesto Priorizando a las personas, descartamos la indecente precariedad (pdf) elaborado con motivo de esta fiesta de los trabajadores y de san José Obrero, recuerdan que “el trabajo decente, que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es un elemento imprescindible para la justicia social y la cohesión de toda la humanidad”.

Efectos en jóvenes, familias y mayores
Las entidades de la Iglesia denuncian los graves efectos que la precariedad laboral está teniendo en “la juventud hundida en una pobreza crónica que les imposibilita un proyecto de vida”, en las “familias cuyas necesidades básicas quedan sin asegurar o sin cubrir, como son el techo, luz, comida, ropa o medicamentos” y en las “personas mayores que sufren una vejez sin calidad a causa de unas pensiones indignas”.

Además de subrayar que “el trabajo es esencial para la vida de las personas porque ayuda a construir nuestra humanidad”, las organizaciones exigen “a políticos, gobernantes y poderes económicos unos derechos que son básicos para la construcción de una sociedad cuyo sentido y función sirvan al bien común”. Para ello proponen, recogiendo uno de los focos señalados por la Organización Internacional del Trabajo con motivo de la celebración del centenario, “un programa centrado en las personas y basado en la inversión en las capacidades de los individuos, las instituciones laborales y en el trabajo decente y sostenible”.

El manifiesto incluye el testimonio de César, un joven de Zaragoza, quien sufre en carne propia los efectos de la precariedad laboral y que explica cómo “la mayoría de trabajos que me ofrecen las empresas son precarios, horas sueltas, sustituciones puntuales… No dan para vivir de forma digna, ni mucho menos. Este tipo de trabajo me genera mucho estrés y tengo miedo del día de mañana. Por eso, este 1º de Mayo acudiré a la calle para junto a otros intentar conseguir un trabajo digno”.

Indecente precariedad
Una situación de indecente precariedad reflejada en los índices de:
■ Desempleo. 3.304.300 personas paradas y sin posibilidad de trabajar (EPA 2018).

■ Calidad del empleo. La tasa de temporalidad es del 26,86% (EPA 2018). El trabajo a tiempo parcial involuntario es del 58%; 58,2% en hombres; 68,5% en mujeres (EPA 2017).

■ Pobreza laboral. Un total de 12.338.187 personas, el 26,6 % de la población está en riesgo de pobreza y/o exclusión social. El 14,1% de las personas ocupadas son personas trabajadoras pobres. (Informe AROPE, EAPN, 2018)

 Horas extras. Se realizan 7 millones de horas extras a la semana, de las que 3 millones no se cobran. 364.400 trabajadores trabajan horas de más sin cobrarlas y otros 415.400 los que las hacen cobrando. (CCOO, EPA 2018)

■ Redes de protección. La tasa de cobertura de personas sin trabajo y con prestaciones es del 61%. 1,39 millones de personas carecen de trabajo y de prestación social carece de prestación (SPEE, 02/04/2019). 2.835.000 pensionistas (el 29,6%) tienen una pensión por debajo del umbral de pobreza (609€/mes). Más de 1,5 millones de pensionistas (15 %) tienen un importe mensual de entre 609 € y 650 €. (Informe AROPE, EAPN, 2018)

■ Salarios. El salario medio anual de las mujeres fue de 20.131,41 euros, mientras que el de los hombres fue de 25.924,43 euros en 2016. El sueldo más frecuente se situó en torno a 16.497,40 euros (INE 2018).

■ Seguridad y salud laboral. El número de accidentes de trabajo con baja en 2018 fue 47.435. De los accidentes en jornada con baja, se produjeron 297 accidentes graves y 37 accidentes mortales. El número total de accidentes de trabajo con baja in itinerefue 6.135, de los cuales el 44% (2.729) afectaron a varones, mientras que el 56% restante (3.406) afectaron a mujeres. Por gravedad, 73 fueron accidentes in itineregraves y 7 accidentes in itinere mortales. (MITRAMISS, avance 2019)

■ Participación de los trabajadores. El 51,3% de los asalariados no tiene representante sindical en la empresa (Encuesta de Condiciones de Trabajo. 6ª EWCS, 2015. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo).

 Descanso. El 22,4% de los ocupados trabaja más de 40 horas a la semana. El 33% trabaja en domingo, una o más veces al mes. El 24,6% tiene un horario que no se adapta a sus compromisos familiares y personales (Ibidem).

Situar a las personas en centro
Con objeto de transformar estas condiciones de quiebra de derechos y de dignidad, Cáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, JEC y JOC plantean estas reclamaciones:
 Que se sitúe a la persona en el centro de la vida política, de las relaciones laborales y del trabajo, a fin de abordar la indecente precariedad que descarta a millones de personas al acceso a un trabajo decente, y de facilitar el diálogo social entre los gobiernos y las organizaciones de trabajadores y trabajadoras, empresariado y agentes sociales.
 Que los poderes públicos hagan efectivo el derecho a un trabajo digno para todas las personas, ya que el trabajo es expresión de la propia dignidad
 Que se reconozca social y jurídicamente el trabajo de cuidados, basado en un planteamiento nuevo de políticas sociales, de género y educativas que facilite una prestación de los cuidados compartida por hombres y mujeres.
 Que se promuevan unas condiciones laborales que garanticen la integridad física y psíquica de la persona, y su protección social, para que no haya ni una persona muerta más por accidente de trabajo.
En el marco del 1º de Mayo, las entidades que lideran la ITD han convocado en todo el país una apretada agenda de actividades de movilización pública para exigir, de la mano de las organizaciones sindicales, un trabajo decente acorde con la dignidad de todas las personas.
***
Imágenes para redes sociales
Fotos | Vía gratisography, pxhere y ONU Mujeres.
https://www.hoac.es/2019/04/23/iglesia-por-el-trabajo-decente-urge-priorizar-a-las-personas-para-descartar-la-indecente-precariedad/


https://www.iglesiaporeltrabajodecente.org/2019/04/23/iglesia-por-el-trabajo-decente-urge-priorizar-a-las-personas-para-descartar-la-indecente-precariedad/


https://www.iglesiaporeltrabajodecente.org/2019/04/23/priorizando-a-las-personas-descartamos-la-indecente-precariedad/






lunes, 22 de abril de 2019

MONS. ANTONIO DORADO SOTO, OBISPO DE TRES DIÓCESIS ANDALUZAS, por José Antonio Hernández Guerrero




Mons. Antonio Dorado Soto,
obispo de tres diócesis andaluzas.




Si es cierto que, como el autor declara, este libro no es una biografía ni una “glorificación” del protagonista del relato, en mi opinión, tampoco es sólo una manifestación del afecto de quien fue un discípulo aventajado, un acompañante fiel, un colaborador leal y un amigo predilecto durante la mayor parte del ministerio episcopal de don Antonio Dorado Soto, obispo sucesivamente de Guadix, de Cádiz y de Málaga. Tras la lectura detenida de sus 222 páginas, he llegado a la conclusión de que sus claras reflexiones nos informan sobre las actitudes y sobre los comportamientos de un hombre lúcido, dotado de un alto nivel de calidad humana, y de que sus oportunos análisis nos descubren el fondo evangélico de su exquisita sensibilidad cristiana y de su evidente compromiso sacerdotal en una época especialmente compleja de la Iglesia andaluza. Singular valor posee, a mi juicio, la explicación de las coordenadas en las que se inscriben los contenidos de los ricos textos escritos por un obispo sencillo que siguió siendo y actuando como sacerdote, como cristiano, como hermano y como amigo del autor, Juan Antonio Paredes, “un hombre magnánimo de corazón limpio y libre”, como lo retrata el que fuera su alumno, Manolo de la Puente.


A mi juicio, la importancia de este libro radica en la fuerza con la que nos empuja para que mantengamos en nuestras memorias la presencia de un pastor que, con sus comportamientos coherentes, nos dictó los mensajes nucleares del Evangelio y nos explicó las enseñanzas de la Iglesia conectadas con los asuntos importantes de la sociedad actual. Dejando claras su visión trascendente y la interpretación evangélica de sus propuestas, Juan Antonio nos explica cómo don Antonio huía de la mera teorización ingeniosa y aplicaba las nociones fundamentales de los mensajes cristianos animándonos a los fieles para que lleváramos a cabo esos pequeños cambios que culminan en el crecimiento de la dignidad personal, en el desarrollo de la solidaridad humana y en la maduración de la fe. Y es que, efectivamente, este obispo bueno nos hablaba aplicando la antigua y la nueva pedagogía de Jesús de Nazaret.


“Hombre de Dios” y consciente de su responsabilidad episcopal, fomentó la pastoral de una Iglesia-comunión orientando las actividades de los diferentes agentes a través de unos planes elaborados a partir de las propuestas del Consejo de Pastoral y ejerciendo el diálogo con la sociedad humana en la que ejercía su ministerio. Siguiendo las orientaciones del Evangelio y del Vaticano II, se acercó, acompañó, cuidó y protegió, de manera preferente, a los pobres y a los marginados tanto de manera personal y directa como a través de los equipos de Cáritas, y trató a sus hermanos, los sacerdotes, de forma que se sintieran comprendidos, aceptados y valorados. Todos sabían que era un hombre bueno en el que, en las situaciones delicadas, podían confiar plenamente porque siempre ofrecía su mano tendida.


Opino que es un acierto ubicar la figura de don Antonio e interpretar su forma de servir a la Iglesia y a la sociedad en el contexto sociológico, político y eclesial de la España del último tercio del siglo XX. Estoy convencido de que sólo teniendo en cuenta esta situación histórica es posible calibrar la verdadera dimensión de las tareas que desarrolló en las tres diócesis de las que fue obispo despertando, en los creyentes y en los hombres y en las mujeres de buena voluntad, cariño, admiración y respeto. Estoy convencido de que los mensajes aquí formulados con precisión y con claridad irán adquiriendo mayor lozanía y mayor vitalidad al ritmo de los nuevos y saludables cambios que se están produciendo en la Iglesia.



José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Actualmente, nos envía también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.


[Juan Antonio Paredes
Al servicio de Dios y del hombre:
Antonio Dorado Soto
Madrid, PPC, 2019]


miércoles, 17 de abril de 2019

ORAR EN EL MUNDO OBRERO: «DOMINGO DE PASCUA» CICLO “C” (21 DE ABRIL DE 2019)


Domingo de Pascua (21 de abril)

17 ABRIL 2019 | POR 
La santidad es vivir
en unión con Él
los misterios de su vida.

Consiste en asociarse a la muerte
y resurrección del Señor
de una manera única y personal,
en morir y resucitar
constantemente con Él (GE 20).





San Juan 20,1-9:
«Él había de resucitar
de entre los muertos».

Con mi proyecto de vida por delante, me pregunto:
¿Qué signos de resurrección necesito
concretar en mi existencia?

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lunes, 15 de abril de 2019

NUESTRO REENCUENTRO CON LA MISERICORDIA: TAMBIÉN NOSOTROS NECESITAMOS SER EVANGELIZADOS, por José Antonio Hernández Guerrero




Nuestro reencuentro con la Misericordia: también nosotros necesitamos ser evangelizados.



Tras dirigir una visión panorámica de los manuales sobre Evangelización, he llegado a la conclusión de que, en la mayoría de ellos, se relaciona esta actividad pastoral fundamental con la Historia, con la Sociología, con la Economía, con la Política e, incluso, con las Artes. Escasean, sin embargo, los trabajos que tienen en cuenta una disciplina que, a mi juicio, es importante: la Psicología. Otra característica, también bastante general, es la casi exclusiva referencia a los destinatarios de los mensajes, que suelen ser los otros, y, en especial, los alejados, los indiferentes, los agnósticos y los ateos. No abundan las reflexiones sobre la conexión de las labores evangelizadoras con el ámbito psicológico, con ese mundo determinante y, a veces ignorado, de la mente de los propios agentes de las acciones pastorales. En este libro, Simone Pacot -abogada francesa nacida en Marruecos y animadora sobre “evangelización de las profundidades”, en la asociación Bethasda- nos cuenta el trayecto de su conversión durante sus actividades en favor de la reconciliación de las comunidades musulmanas, judías y cristianas.


Tras sufrir varias crisis interiores y algunos problemas profundos que no lograba resolver mediante la oración, empezó a descubrir la importancia de la dimensión psicológica de su vida logrando, poco a poco, que su fe fuera más verdadera, más viva, más arraigada y más humilde. Con un lenguaje sencillo, nos expone los frutos de sus reflexiones hondas que, progresivamente, la orientaron hacia el camino de la curación interior a través de la evangelización.


En sucesivos capítulos nos responde a la pregunta introductoria: ¿Estamos evangelizados hasta las profundidades de nuestro ser y en todos los componentes de nuestra mente y de nuestro espíritu? A mi juicio, su respuesta inicial constituye la clave para acertar con el recorrido correcto orientado hacia la salud mental y espiritual: Nuestra historia -son sus palabras- no puede cambiarse pero sí es posible cambiar las consecuencias de nuestro pasado en el presente. Nuestra historia puede ser un lugar de encerramiento, de angustia, de vergüenza, o un trampolín, un motor para una vida que va a partir de lo que somos, de lo que hemos vivido. Por eso ella afirma categóricamente que sólo podemos recorrer este trayecto en el “reencuentro con la misericordia” y que, para eso, es imprescindible que tomemos conciencia de nuestros verdaderos “lugares de conversión”.


Otras de sus ideas -a mi juicio-, importantes, son la concepción del amor de Dios como “paternal” y “maternal”, como debería ser cualquier amor, y la distinción clara que establece entre los tres componentes del ser humano: el espíritu -o corazón profundo- el alma -o psique- y el cuerpo. Pero, tras fijar con claridad el punto de partida de la propia evangelización en el conocimiento y reconocimiento de nuestra personal situación como necesitados de evangelización, nos señala la ineludible meta que está situada en la evangelización de los otros. El libro concluye con la advertencia de que, aunque el recorrido del camino es una tarea personal e indelegable, hemos de reconocer también la necesidad de sentirnos acompañados por otros hermanos que también se dirigen hacia la unificación del ser.



José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Actualmente, nos envía también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.


[Simone Parot
Evangelizar lo profundo del corazón.
Aceptar los límites y curar las heridas.

Madrid, Narcea]


jueves, 11 de abril de 2019

ORAR EN EL MUNDO OBRERO: «DOMINGO DE RAMOS» CICLO “C” (14 DE ABRIL DE 2019)


Domingo de Ramos (14 de abril)

11 ABRIL 2019 | POR 
Las elecciones próximas nos
ponen en un contexto adecuado
para orar en este
Domingo de Ramos.

Manifestaciones o mítines
como en Jerusalén,
el pueblo que aclama,
que busca, que espera…
promesas esparcidas,
esperanzas agostadas,
“mesías” que se presentan
como propuestas de liberación…
ruidos y palabras vacías…
¿a quién sigue nuestro pueblo?
¿Por qué?
¿También ha visto milagros?
¿Qué espera?
¿Qué necesita?...



«Es bueno seguir a Jesús;
es bueno ir con Jesús;
es bueno el mensaje de Jesús;
es bueno salir de uno mismo,
a las periferias del mundo
y de la existencia,
para llevar a Jesús»
(Francisco, Homilía
Domingo de Ramos 2013).


San Lucas 19,28-40:
«Bendito el que viene
en nombre del Señor».

Para mi proyecto de vida:

Con mi proyecto de vida por delante,
hoy me pregunto:
¿cómo sigo yo a Jesús?
¿Cuáles son, de verdad,
mis razones más profundas?
¿Qué busco en él?
¿Qué necesito purificar en mi seguimiento?

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lunes, 8 de abril de 2019

RENOVAR LA DEMOCRACIA: Reflexión de la HOAC sobre los procesos electorales, 2019

La HOAC hace pública una reflexión sobre la importancia de la política y de votar en los próximos procesos electorales

08 ABRIL 2019 | POR 
Renovar la democracia es la reflexión elaborada por este movimiento de trabajadores cristianos para ayudar a profundizar en las implicaciones y las responsabilidades de nuestro voto. Para las elecciones europeas, se adhiere a la Declaración del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa (MTCE).

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) invita a reflexionar sobre el derecho y el deber que tenemos «de votar con libertad para promover el bien común» (Gaudium et spes, 75) y a ejercer la política como «vocación de servicio, diaconía laical que promueve la amistad social para la generación de bien común» (Papa Francisco, marzo 2019).

Justo en un momento delicado de la vida social, marcado por la desigualdad generada por los «sacrificios impuestos», «el auge de mesianismos racistas y ultranacionalistas» en toda Europa, las nuevas forma de exclusión que deterioran la vida de inmigrantes o de las personas mayores, pero también por una demanda abrumadora de compromisos para avanzar en la igualdad de las mujeres y por la creciente concienciación ante los problemas medioambientales.

Las candidaturas que concurran a las elecciones deben garantizar las oportunidades para la participación política y respetar las normas de las sociedad, sus instituciones y sus derechos civiles, para reforzar la legitimidad de las medidas adoptadas por los líderes políticos y generar el apoyo necesario para ser eficaces.

Los temas sin agenda
Sin la pretensión de abordar una extensa relación de temas sin agenda, la reflexión fija la atención en lo alejado «que están de las maquinarias electorales» aquellos que afectan a la vida de las  trabajadoras y los trabajadores, en especial los más vulnerables, que deberían ser el objetivo principal de una acción política a la altura de la dignidad humana, como son: la pobreza y exclusión, el empleo insuficiente y precario; la insostenible deuda pública y privada, la orientación económica hacia el crecimiento que no resuelve la desigualdad entre sectores de la población, ni entre comunidades autónomas, ni atiende las necesidades de las personas; la débil solidaridad y cooperación internacional al tiempo que aumenta el gasto militar; y el fracaso de las políticas contra el calentamiento global basadas en la mercantilización del entorno.

El papel de los medios de
comunicación social
Los medios de comunicación social, convertidos en actores principales de la vida pública, tienen la responsabilidad de transmitir la información adecuada para que las personas sean cada vez más conscientes de «la dignidad de su humanidad, más responsables, más abiertas a los demás, particularmente a los más necesitados y a los más débiles» (Redemptor hominis, 15). Sin embargo, a menudo promueven una visión de las campañas electorales como «una competencia descarnada por el poder, sin mayor vocación de servicio», sustituyendo el debate de ideas y propuestas por el espectáculo y el escándalo. Es deseable acabar con la práctica de «insulto, la falacia y la crítica indiscriminada a la clase política», para no contribuir «al envilecimiento de la vida social y al deterioro de la conciencia cívica». Lo que depende también del papel de cada persona y colectivo en las redes sociales y de los medios elegidos para informarnos.

Renovar nuestra cultura política
Este periodo es «una oportunidad extraordinaria para promover otra política», a través de «un mayor grado de participación y compromiso personal» que va más allá del voto. Incorporando la dimensión política a nuestras vidas podemos exigir que «se atienda a las verdaderas necesidades del pueblo, buscando el bien común y priorizando a los más empobrecidos, y que los programas reflejen la acción de gobierno que efectivamente se quiere llevar a cabo».


Superar el pensamiento único
La HOAC apuesta por «una mayor democratización de las estructuras de poder» y «la transformación social en función del bien común». Para ello, apoya las propuestas que van en línea de favorecer y reforzar «la presencia de los agentes sociales, para fomentar el asociacionismo y promover una ciudadanía activa», de tal forma que la solidaridad sea el estilo y el medio para la realización de una política que quiera mirar al verdadero desarrollo humano «por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos». (Christifideles laici, 42).

Finalmente, la Hermandad Obrera de Acción Católica invita a los trabajadores cristianos a hacer suya esta reflexión, ampliada con la Declaración del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa, y a compartirla en sus lugares de trabajo, en los ambientes en los que se relacionan y en las organizaciones de la sociedad civil en las que participan, junto con la lectura crítica de los programa electorales, pues «permite hacerse una idea bastante aproximada del alcance de las reformas que se plantean unos y otros, de las prioridades y de cómo se concibe la asignación de los recursos. Incluso las ausencias, los silencios programáticos, permiten discernir mejor entre las opciones que se presentan aparentemente diferenciadas por cuestiones poco relevantes».
■ Imágenes para redes sociales.


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