PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

lunes, 18 de noviembre de 2019

ACOMPAÑAR A LOS ENFERMOS TERMINALES Y A LOS QUE VIVEN EL DUELO, por José Antonio Hernández Guerrero




Acompañar a los enfermos terminales
y a los que viven el duelo.




Aunque es cierto que las obras de misericordia “proclaman” con fuerza y con claridad que los creyentes en Jesús de Nazaret hemos de expresar y vivir la fe acompañando a los próximos que atraviesan por situaciones dolorosas, también es verdad que a todos nos resulta útil conocer las pautas pastorales que, en momentos difíciles, han seguido los “maestros experimentados”. He usado deliberadamente esta denominación para referirme al autor de este libro porque, tras su detenida lectura, he llegado a la conclusión de que sus análisis y sus orientaciones son los frutos madurados de un dilatado proceso de trabajo acompañado de una reflexión profunda, de una oración intensa y de los análisis detenidos de sus experiencias enriquecedoras.


Parto del supuesto de que acompañar a los enfermos terminales y, sobre todo, proporcionar consuelo a los familiares de los fallecidos son tareas que, además de generosidad, exigen el conocimiento de estrategias y de técnicas que sólo proporcionan las “vivencias intensamente vividas”. No se trata sólo de “estar junto” al que sufre sino, además, de emplear las palabras adecuadas, los silencios oportunos, las miradas comprensivas, los gestos precisos y el tiempo justo con el fin de reconfortar en la sagrada intimidad a los que sienten esa soledad que, a veces, se experimenta como abandono.


Además de las reflexiones sobre el replanteamiento de las relaciones familiares durante “el duelo anticipado” en el que la enfermedad se prolonga, juzgo oportunas las respuestas a las frecuentes preguntas que nos hacemos en esos momentos sobre el sentido de la vida, sobre la propia muerte y sobre el futuro que a todos nos espera. Muy sugerentes me han resultado las detalladas propuestas para que los agentes de pastoral se hagan presentes tras la muerte, en la despedida en el tanatorio, en el entierro y la incineración, en las celebraciones de los funerales, en la eucaristía dominical y en la conmemoración de los fieles difuntos. Práctica, sin duda alguna, es la selección de textos para leer, meditar y comentar en las diferentes etapas de ese proceso de despedida y, por supuesto, las ideas para las homilías en funerales peculiares como, por ejemplo, las de los suicidios, de las muertes repentinas o de los accidentes.


En mi opinión, las orientaciones fundamentadas y prácticas de Jesús García Herrero, que durante cuarenta años ha sido párroco y que ha ejercido las delicadas tareas pastorales de capellán en el tanatorio de la M-30 de Madrid, constituyen una herramienta notablemente útil, no sólo para los delegados de la pastoral de los enfermos, para los sacerdotes y para los diáconos con responsabilidades en parroquias, hospitales y tanatorios sino también para esos creyentes laicos que, ineludiblemente, poseen el privilegio de acompañar en momentos tan delicados a seres queridos. La lectura de este libro a todos nos resultará provechosa porque, efectivamente, la primera lección fundamental que hemos de que tener en cuenta es que nos vamos a morir, que tenemos que acompañar a nuestros seres amados y que la mejor manera de encajar este hecho seguro es situando la muerte en la vida.


[Jesús García Herrero
"Acompañamiento pastoral
del duelo desde la parroquia"

Madrid, PPC, 2019]



José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Actualmente, nos envía también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.



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