PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

jueves, 30 de abril de 2020

LA AMENAZA DEL CORONAVIRUS NOS INVITA A DISFRUTAR CON UNA SIMPLE BOCANADA DE AIRE PURO, por José Antonio Hernández Guerrero




La amenaza del coronavirus nos invita
a disfrutar con una simple bocanada
de aire puro.




Hoy -querido amigo Alfonso- me voy a permitir reunir algunas de las reflexiones que, en momentos diferentes de nuestra dilatada amistad, hemos intercambiado sin proponernos hacer un discurso filosófico sobre la vida humana. Recuerdo, por ejemplo, cómo refiriéndonos al vertiginoso correr del tiempo, mostrábamos nuestro convencimiento de que cuanto más vivimos, mayor capacidad poseemos para vivir. Tú sabes que aquella afirmación no era, como otros pensaban, una piadosa invitación para que cerráramos los ojos a la realidad y para que, ingenuamente, nos creyéramos que éramos inmortales sino, simplemente, una llamada amable para que adquiriéramos consciencia de que todos los episodios que empiezan se acaban y de que todas las realidades humanas tienen unos insoslayables límites.


En otra ocasión -¿recuerdas?- conversamos sobre las lecciones que nos dictan las pérdidas y que nos sirven para valorar adecuadamente nuestros objetos más útiles y, sobre todo, para apreciar la importancia de algunas personas en nuestras vidas. Y es que, efectivamente, el conocimiento de los confines de los objetos y la percepción de los finales de las acciones les proporcionan unos atractivos singulares y a nosotros nos estimulan para que aprovechemos sus valores y para que disfrutemos de esos instantes de bienestar que, aunque efímeros, nos permiten volver a saborearlos.


Hemos comentado más de una vez la fruición que nos producen aquellos momentos que, previamente, sabemos que son cortos. Sí; las despedidas y las separaciones aumentan las perspectivas y, paradójicamente, mejoran nuestra visión de las cosas. Es lamentable que no comprendamos plenamente la importancia de un ser querido hasta que -siempre demasiado tarde- calibramos las enormes dimensiones del irrellenable hueco que nos ha dejado. Medimos mejor el tiempo cuando notamos que se aproxima el final de un trayecto. ¿Recuerdas con qué intensidad vivimos, por ejemplo, los últimos minutos de nuestras últimas conversaciones? A medida en que comprobamos que se acortaba el camino, lo ensanchábamos y, cuando advertíamos que sólo nos quedaba una copa, la paladeábamos con mayor fruición. Por el contrario, hay que ver cómo desperdiciábamos el tiempo cuando creíamos que íbamos a ser eternos, cuando ignorábamos la existencia de ese vasto océano en el que irremisiblemente desembocaremos. Por eso, más que en acumular, hemos de esforzarnos en administrar adecuadamente nuestros ratos juntos por muy exiguos que nos parezcan. Hemos de desarrollar la difícil habilidad de extraer todo el jugo a los episodios por muy insignificantes que, a primera vista, aparenten ser. Si sabemos que pronto se esfumarán, una palabra amable, una sonrisa complaciente, un día de sol o una conversación distendida nos parecerán regalos inmerecidos. La marcha imparable de la edad, la amenaza de una enfermedad o la proximidad siempre inmediata de la muerte nos invitan a deleitarnos con una simple bocanada de aire puro, con la lectura reposada de un libro interesante o con la escucha relajada de una melodía.


El paso imparable del tiempo nos enseña a leer la vida con nuevos ojos y a comprobar cómo, simplemente, respirar con libertad puede proporcionarnos un placer intenso. Lo malo es que, sin apenas advertirlo, despilfarramos el enorme caudal y dejamos que se fugue el misterioso regalo que nos aportan las heterogéneas experiencias cotidianas y los múltiples quehaceres habituales. En nuestra sociedad agitada y bulliciosa, el tiempo excesivamente repleto de ruidos y la vida demasiado vacía de melodías se han convertido en herramientas de uso y de lucro, y, además, en amenazas aniquiladoras. Expropiados de la vida, es decir, del tiempo, de los días y de los ocios, el uso previsible de un tiempo languidecido entre horas muertas nos puede ahogar en un vacío. Cuando, por haber sufrido la pérdida de un ser querido, advertimos que también nuestra muerte se aproxima, en vez de dejarnos arrastrar por el temor o por la tristeza ante el final, podríamos animarnos mutuamente para palpar y para exprimir con detenimiento cada uno de los insondables instantes que nos restan por vivir.



José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. También nos envía reseñas sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.


ACTUALIDAD DE LA DIÓCESIS:
http://www.obispadocadizyceuta.es/category/actualidad-diocesis/



martes, 28 de abril de 2020

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «4º DOMINGO DE PASCUA» CICLO “A” (03 DE MAYO DE 2020)


4º Domingo de Pascua (3 mayo 2020)

28 ABRIL 2020 | POR 
Queridas y queridos hermanos:

Otra semana más el Orar del mundo obrero
nos hace ser conscientes de la realidad
en la que estamos viviendo.

Esto es lo que nos dice
nuestro Consiliario general:

Toda la situación que vivimos
con la crisis de la COVID 19
ha puesto ante nosotros,
con mucha mayor intensidad,
la necesidad de refundar este sistema,
esta sociedad, esta existencia
desde las claves de vida
que el Resucitado nos ofrece.

Ha puesto ante nosotros
la necesidad de que haya
buenos pastores que
caminen con su pueblo,
que lo conozcan y acompañen
para que tengan vida abundante,
para que no le sigan robando la vida
y aprovechándose de él
los malos pastores.

Pastores capaces de acompañar
desde la libertad y el amor.

Quizá nunca más que ahora
sentimos la orfandad de
líderes capaces de estar
al servicio de las personas,
pese a que muchos
se autoproclamen como
líderes o salvadores;
sigue habiendo
mucho ladrón,
mucho falso líder,
mucha falsa alternativa.

En esta situación
¿cómo hemos de ser nosotros
buenos pastores de este pueblo?

Buena semana
para todas y todos

¡Hasta mañana en el altar!

Un fuerte abrazo.

Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y

Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria


San Juan 10,1-10.-
«Para que tengan
vida abundante».
Todos somos
responsables
para hacer algo.

Somos todos responsables.
Todos estamos llamados
a ser pastores y a velar
unos por otros.

¿Cómo puedo ser yo
pastor-cuidador
de quienes están
en mi pequeño mundo?

Accede a más oraciones aquí.

También en Issuu

 

https://issuu.com/hoac/docs/4__domingo_de_pascua_359f3c94d64455 

 

https://www.hoac.es/wp-content/uploads/2020/04/4%C2%BA-Domingo-de-Pascua.pdf 

 

https://www.hoac.es/2020/04/28/4o-domingo-de-pascua-3-mayo-2020/

 

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domingo, 26 de abril de 2020

«LA FIESTA DEL 1 DE MAYO, DÍA DEL TRABAJO 2020»: Un 1º de Mayo extraordinariamente marcado por la crisis de la COVID-19 y sus graves consecuencias socioeconómicas


Asunto: «LA FIESTA DEL 1 DE MAYO, DÍA DEL TRABAJO 2020»

Estimado/a amigo/a:

Recibe un saludo muy cordial de la HOAC diocesana y del Secretariado diocesano de Pastoral Obrera de Cádiz y Ceuta.

Tenemos el gusto de hacerle partícipe de la Nota de Prensa y del Manifiesto, que con motivo de este 1º de Mayo excepcional hace público Iglesia por el Trabajo Decente (ITD).

Las entidades de inspiración cristiana que impulsan en España esta iniciativa ITD reclaman con urgencia la aprobación de un ingreso mínimo garantizado, el reconocimiento del derecho a la prestación por desempleo para las personas empleadas de hogar, la regularización extraordinaria e inmediata de los trabajadores “sin papeles” y un pacto de Estado que apueste por la centralidad de la persona y el trabajo decente.

Al objeto de que puedan darle el tratamiento informativo que consideren más oportuno.  Para más información le remitimos a nuestras págs. en internet

Con este motivo, aprovechamos la ocasión para saludarle atentamente,


Eugenio Díaz Melero
Obispado de Cádiz y Ceuta
Secretariado Diocesano
de Pastoral Obrera

Francisco Güeto Moreno
Presidente Diocesano de la HOAC
e-mail: guetomatavera@telefonica.net
Móvil: 660 137 231
CÁDIZ



#1Mayo2020 | ITD reclama un ingreso mínimo vital y medidas urgentes para los trabajadores más vulnerables

27 ABRIL 2020 | POR 
Propone, entre otras, la prestación por desempleo para las empleadas de hogar y la regularización extraordinaria de los trabajadores “sin papeles”
En el manifiesto que con motivo de este 1º de Mayo hace público Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), las entidades de inspiración cristiana que impulsan esta iniciativa (Cáritas, Conferencia Española de Religiosos-CONFER, Hermandad Obrera de Acción Católica-HOAC, Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica-JEC y Juventud Obrera Cristiana-JOC) reclaman con urgencia la aprobación de un ingreso mínimo garantizado, el reconocimiento del derecho a la prestación por desempleo para las personas empleadas de hogar, la regularización extraordinaria e inmediata de los trabajadores “sin papeles” y un pacto de Estado que apueste por la centralidad de la persona y el trabajo decente.
En este Primero de Mayo “extraordinariamente marcado por la crisis de la pandemia”, el manifiesto reafirma “que el trabajo es para la vida, que debe garantizarse unas condiciones laborales que protejan la integridad física y psíquica de la persona, y que favorezca su protección social, esenciales para una vida digna”.
Como subrayan las entidades de ITD, “no nos cabe duda de que la crisis laboral y económica provocada por la pandemia del COVID-19 hubiera tenido un menor impacto sin la indecente precariedad laboral, ese ‘virus’ que caracteriza el sistema de relaciones labores, que lesiona los derechos de las personas trabajadoras y de sus familias; si la sanidad y el conjunto de políticas sociales hubieran contado con los recursos que necesitan y que fueron recortados como consecuencia de la anterior crisis financiera”.
El manifiesto pone el foco en “los empleos más precarizados, como son los de personas trabajadoras del hogar y de cuidados, de la agricultura, de establecimientos de alimentación o repartidoras, que hasta el momento han estado invisibilizados y no han tenido un justo reconocimiento laboral y social”. Se trata de unos sectores laborales que “en este momento de crisis sanitaria, se han ‘descubierto’ como esenciales para la sostenibilidad de la vida, para garantizar el bienestar de todas las personas y que no nos falten alimentos y cuidados durante el periodo de cuarentena”. A pesar de ello, estos trabajadores y trabajadoras siguen “ejerciendo sus funciones en condiciones precarias y en la mayoría de los casos sin la protección adecuada”.
En la actual emergencia social causada por el coronavirus, “el empleo que en primer lugar se ha destruido —denuncia ITD— es el más débil, el que carece de redes de protección social”. Por ello, lanza una llamada “para que se articulen e impulsen todas las medidas necesarias evitando que esto vuelva a pasar y para construir una red de protección social para quienes han perdido empleo, salario y derechos, para que nadie se quede atrás”.
De manera concreta, ITD en España demanda:
 El reconocimiento de un ingreso mínimo garantizado en un programa articulado que integre las políticas sociales en España.

 El derecho a la prestación por desempleo para las personas empleadas de hogar, así como el reconocimiento social del trabajo de hogar y de cuidados.

 La regularización extraordinaria y urgente de los trabajadores y las trabajadoras “sin papeles” y descartados de los derechos de ciudadanía.

 Un pacto de Estado que, entre otras cuestiones, apueste por la centralidad de la persona y el trabajo decente, piedra angular sobre lo que se sostiene todo lo demás.

 El fortalecimiento del pilar de los derechos sociales en Europa.

El manifiesto finaliza con una invitación “a las comunidades cristianas a unirnos, desde la distancia física obligatoria, desde nuestras casas, en la celebración y la oración”, y a “participar con creatividad en aquellas acciones que puedan hacer visible la necesidad de un trabajo decente acorde con la dignidad humana”. En Twitter: #AplausoporElTrabajoDecente
Debacle del empleo
ITD subraya los datos más recientes de la realidad del empleo y que, en esta ocasión, muestra un panorama desolador:
– 4 millones de trabajadores afectados por un ERTE, según previsiones del Gobierno.
– 3.548.312 personas desempleadas, según paro registrado a 31 de marzo de 2020.
– 1,4 millones de autónomos han cesado su actividad (solicitudes de ayuda por cese de actividad).
– 833.979 empleos destruidos.
– Más de 1 millón de parados (1.004.595) no reciben ninguna tipo de prestación ni subsidio.

Cabe destacar, además, que el grueso de la pérdida de afiliación se concentra en el régimen general (836.603 personas menos, un descenso del 5,6%), seguido a gran distancia por el régimen de autónomos (40.877 personas menos y un retroceso del 1,3%), el sistema especial del hogar (descenso de 12.060 personas, es decir, una bajada del 1,6%), el sistema especial agrario (6.418 personas menos, descenso del 1,6%) y el régimen especial del mar (pérdida de 2.863 afiliados, lo que supone una merma del 4,5%).
Asimismo, la pérdida de población afiliada por tipo de contrato desde el 12 de marzo se concentra entre la población asalariada con contrato temporal (-550.651 personas, -17,3%) frente a la población asalariada con contrato indefinido (-162.582, -1,9%).
Ha sido la extinción y no renovación de contratos temporales la que, en gran medida, ha provocado la destrucción de empleo. Tanto es así que el porcentaje de caída de la afiliación en los contratos indefinidos, según datos de la Seguridad Social, es del 1,92%, mientras que el porcentaje en relación con la contratación temporal alcanza el 17,30%.



1 Mayo

Las entidades promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) priorizan dinámicas de sensibilización, visibilización y denuncia sobre el trabajo humano, clave y central en la sociedad y esencial en la vida de millones de personas.
Un eje de intervención está orientado a la celebración de la fiesta de san José obrero y Día Internacional de los trabajadores y las trabajadoras, el 1º de Mayo, que abordan conjuntamente desde el año 2018.
ITD aporta a esta cita un manifiesto que recogerá la situación del trabajo decente en España y las principales reivindicaciones, en torno a situaciones como la calidad del empleo, los niveles de desempleo, la pobreza laboral existente, las redes de protección social, los salarios, la seguridad y la salud laboral, la participación de los trabajadores y las trabajadoras en la empresas, el descanso, etc. que configuran el concepto de trabajo decente, y son una preocupación y una prioridad de la Iglesia, en palabras del papa Francisco.
En el año del Gran Confinamiento, provocado por la pandemia de la COVID-19, ITD incorpora a su manifiesto una realidad muchas veces silenciada como es el trabajo escasamente valorado de trabajadores que pese a sus condiciones laborales débiles y precarias, son esenciales para el cuidado de la vida. Además incorpora una serie de reclamaciones para dar respuesta a esta crisis socioeconómica.
A diferencia de otros años, las convocatorias de este Primero de Mayo tendrá un carácter extraordinario, por motivos de confinamiento y distanciamiento social necesario en este tiempo, pero esta situación no nos mantendrá invisibilizados, lo haremos a través de las redes sociales y del nuevo espacio público: nuestros balcones.
 CONVOCATORIA 2020 
 Manifiesto. Se hará público el día 27 de abril a las 11h.

 Nota de prensa. Se hará pública el día 27 de abril a las 11h.


 Propuesta de gesto de visibilización en los balcones. Carteles (próximamente).

 Campaña en redes sociales (próximamente).




VIDA NUEVA entrevista a: Gonzalo Ruiz, presidente de la HOAC: “En esta crisis del coronavirus, o se rescata a las personas, o se hunde la sociedad entera”


  • “Cuando se rescató a los bancos, nadie puso el grito en el cielo por su coste”, asegura

  • “Los Estados están obligados a procurar una renta mínima para que las personas vivan con dignidad”


Gonzalo-Ruiz-presidente-HOAC

Con un horizonte de paro de alrededor de cinco millones de personas a consecuencia de la pandemia del coronavirus, desde la HOAC tienen muy claro que la renta básica –o ingreso mínimo vital, como lo denomina en Gobierno– es un derecho que los Estados tienen que procurar a sus ciudadanos. Es una de sus reivindicaciones ineludibles en vísperas del Primero de Mayo, porque si hay algo que rescatar en esta crisis económica que ya tenemos encima, es, como sostiene Gonzalo Ruiz, presidente de la HOAC, a las personas, “cueste lo que cueste”.

PREGUNTA.- ¿Qué le parece la petición que ha hecho el papa Francisco de un salario universal para los trabajadores más desfavorecidos?
RESPUESTA.- Es una cuestión que lleva mucho tiempo planteándose. Que el papa Francisco lo proponga, pone de manifiesto su cercanía y sensibilidad hacia los colectivos más pobres y desprotegidos, que conoce de primera mano cuáles son las necesidades y la situación en la que se encuentran millones y millones de trabajadores y trabajadoras precarios.
Los derechos de los trabajadores y trabajadoras no pueden vincularse a tener empleo o no tenerlo. Sus derechos están vinculados a su condición de personas. La dignidad de la persona está por encima de cualquier otra circunstancia y condición, por tanto, los Estados están obligados a procurar una renta mínima que les permita vivir con dignidad y poder desarrollarse plenamente como personas.

Cubrir las necesidades básicas de las familias

P.- España va poner en marcha en unas semanas un ingreso mínimo vital. ¿Qué cuantía mínima cree que debería tener y a quién beneficiar?
R.- No soy técnico en la materia, pero ha de ser una cantidad que permita cubrir las necesidades básicas, vitales de las personas y las familias. Se habla de que debería estar entre los quinientos y los seiscientos euros. Debe ir dirigida a todas las personas que se encuentran en situación de desempleo y no tengan prestación por el mismo.
Estos ingresos mínimos han de darse con la suficiente agilidad y rapidez como para que no pasen meses en situación de desamparo total las personas afectadas, como es el caso en miles de ellas. Además, debe permitir que en el momento en que una persona en situación de precariedad pierda el empleo, que, por lo general, es temporal y precario, automáticamente vuelva a tener de nuevo la renta mínima, con objeto de que estas personas se muestren activas en la búsqueda de empleo.
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P.- Hay un millón de parados en nuestro país que no tienen prestación por desempleo. Los efectos económicos de esta pandemia dejarán en España un nivel de paro superior al 20%. Todavía con los efectos de la Gran Recesión de 2008 en el horizonte, ¿está preparada nuestra sociedad para asumir las consecuencias derivadas de esta destrucción de empleo y su impacto en las familias?
R.- Nunca una sociedad está preparada para sufrir este impacto tan brutal, y menos la nuestra. Porque a esta situación viene a sumarse las consecuencias que todavía estamos padeciendo de la crisis anterior. Los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad, parados de larga duración, mayores de 45 años, jóvenes, mujeres, migrantes, familias monoparentales… han quedado seriamente dañadas por la crisis anterior, a ellos no ha llegado aún la recuperación económica que a nivel macroeconómico se ha producido en estos años.
Por tanto, esta crisis viene a golpear de nuevo –y más fuertemente que a los demás– a los más débiles, a los más desprotegidos. Como dice Francisco, estos colectivos sufren doblemente ante esta situación que estamos viviendo, quedan sin empleo, sin recursos económicos y tienen más dificultad que los demás para vivir el confinamiento por la falta de condiciones de sus viviendas y el hacinamiento que sufren.
Por tanto, el Gobierno, los poderes públicos, han de poner todos los medios para que se pongan en marcha todo tipo de ayudas económicas y sociales para paliar la situación de los trabajadores y trabajadoras, evitando que pierdan sus empleos, y a aquellos que llevan años y años sin empleo, sin ningún tipo de rentas y ayudas, que las administraciones públicas las pongan en marcha para que no queden definitivamente expulsados de esta sociedad, descartados, como gusta decir al Papa. Es la ocasión para que todos y todas salgamos adelante, que nadie se quede atrás.

Reivindicar los servicios públicos

P.- ¿Qué enseñanzas nos puede dejar el impacto de esta pandemia a la hora de valorar y dignificar el trabajo de tantos trabajadores que están en primera línea en servicios esenciales y que, por lo general, no son bien valorados, además de mal pagados?
R.- Si durante años y años no se hubiera centrado el crecimiento económico en la creciente desprotección de los trabajadores y trabajadoras, no se hubiera precarizado hasta el extremo sus condiciones laborales, con una pérdida continua y constante de sus derechos laborales y no se hubiera hecho un trasvase brutal de la renta de los trabajadores a las rentas del capital, ahora estaríamos en muchísimas mejores condiciones para afrontar esta crisis. De igual manera, si no se hubiera producido el deterioro de la sanidad pública, la situación precaria de muchos trabajadores y trabajadoras del sector sanitario, donde está instalada plenamente la precariedad laboral, estaríamos respondiendo mucho mejor a los desafíos que nos plantea esta pandemia.
Para que nuestra sociedad sea cada vez más justa e inclusiva, son necesarios unos servicios públicos suficientes. Necesitamos una sanidad pública eficiente, que se garantice el derecho a una prestación sanitaria universal para todos y todas, unos servicios sociales y comunitarios, suficientes para atender a todas las personas que están en situación precaria, un sistema educativo que garantice una educación de calidad para todos y todas, que no ponga de manifiesto la brecha que sufre el alumnado según su origen o procedencia social, como se está poniendo de manifiesto con esta crisis. En definitiva, necesitamos unas prestaciones de los servicios públicos que ayuden a paliar las diferencias sociales y que permitan vivir con dignidad a todas las personas que vivimos en esta sociedad.
Se pone de manifiesto también cuáles son los verdaderos servicios que hacen posible que una sociedad funcione, frente a tanta superficialidad y falsas expectativas que esta sociedad nos pone como señuelos, centrando la felicidad y realización de las personas en consumir, tener, poseer, gozar; frente al ser, compartir, acompañar, respetar.

Millones de personas en la cuneta

P.- ¿Cree que ante la nueva recesión (o depresión, según algunos especialistas) la salida es volver a incidir en los recortes económicos como se hizo en la crisis precedente?
R.- Si se siguiera el mismo camino que en la crisis anterior, el resultado sería un desastre total. Se acabaría rematando a los millones de personas que aún no han superado la crisis anterior, además de tirar a la cuneta a millones de personas más. En esta ocasión, o se rescata a las personas o esto no va a tener solución, se hundirá la sociedad entera.

Para que la salida de esta crisis haga posible que vayamos construyendo una sociedad mejor, hay que pensar en rescatar a las personas, cueste lo que cueste, se endeude el Estado lo que se endeude. Es curioso que cuando se habla ahora de establecer una renta mínima, enseguida se resalte el coste que ello va a tener y se pone el grito en el cielo. Sin embargo, cuando se rescató a los bancos dándoles miles de millones, ese endeudamiento parecía no tener importancia.

«UNA MESA Y CASA COMÚN EN JUSTICIA
Y SOLIDARIDAD»

MMTC | 1º de Mayo: Una mesa y casa común en justicia y solidaridad

24 ABRIL 2020 | POR 
Declaración del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos.
El 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) conmemora:
La gesta liberadora de los obreros mártires de Chicago, EEUU, 1884. Quienes con sus jornadas de protesta, paros y boicots, del 1 al 4 de mayo de 1884, reivindicaron una jornada laboral de 8 horas diarias: “ocho horas para el trabajo, ocho horas para la casa y ocho horas para el sueño” (Federación Americana del Trabajo).
Nuestro compromiso como movimiento obrero cristiano, articulado a las luchas de todos los obreros y trabajadores del campo y la ciudad; en la consecución de una vida digna expresada en: jornadas de trabajo decente, salarios justos y condiciones humanas en el ambiente de trabajo.
Vemos, analizamos y actuamos, desde nuestras múltiples miradas, saberes, experiencias y compromisos; inmersos en una realidad marcada por dos modelos de vida que se contraponen:

I.– LA ECONOMÍA CAPITALISTA MUNDIAL
Renovando sus estrategias de dominación y sometimiento se nos impone cada vez más de manera brutal y salvaje. Sus características más visibles: nuevo orden geopolítico mundial con dominio del capital financiero y empresas transnacionales, endeudando, despojando y explotando los bienes naturales y culturales de nuestros pueblos; aumento de las migraciones forzadas del sur al norte; implementación de políticas y estrategias de exclusión, marginación, criminalización y muerte; la guerra biotecnológica como última expresión de poder: control, dominio y sometimiento de las naciones.
Resultados: más del 75% de la población mundial en pobreza extrema, sobreexplotación y destrucción de la casa común y un éxodo migratorio creciente hacia la muerte. Todo un arrebato grotesco de la dignidad de las personas creadas a imagen del Dios de la vida.

II.– LA PROTECCIÓN, SEGURIDAD Y LA ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA
Manifiesta en múltiples miradas y caminos, avanzamos lentamente hacia un modelo alternativo de vida. Con un enfoque agroecológico sustentable, en equilibrio y armonía con la madre naturaleza promovemos: diversas estrategias familiares y comunitarias de producción agrícola, pecuaria, pequeña industria, cooperativismo, mutuales de servicios y la comercialización colectiva de los excedentes a través de los múltiples mercados solidarios.
La conquista de iniciativas de protección, seguridad economía social, ante el capital, nos ha representado largas jornadas de luchas jurídicas y políticas. Para ello ha sido vital la articulación con diversos movimientos sociales de Mujeres, trabajadores/as domésticas, trabajadores de economía informal, emigrantes, trabajadoras sexuales, campesinos y campesinas, comunidades y pueblos originarios-indígenas.
Con el oportuno y solidario acompañamiento de la comunidad internacional y la observancia de diversos organismos políticos y jurídicos internacionales (OIT, ONU, OIM, Cortes de Justicia, etc.), cada una desde su propia naturaleza y propósitos, hemos establecido mecanismos de observación con una agenda permanente sobre el cumplimiento de los derechos humanos y colectivos, establecidos y ratificados por nuestros Estados mediante declaraciones, tratados, convenios, acuerdos y pactos.
Resultados: La defensa y promoción de la vida, nuestros territorios y nuestra madre tierra, fundamentados desde nuestras raíces culturales. Desde esta experiencia sectorial, familiar y comunitaria renovamos principios y valores que fundamentan una nueva espiritualidad de la vida: trabajo, tierra y techo. Caminamos con la conciencia y la certeza que otro mundo es posible, fundamentado en el ser humano y la madre naturaleza por encima del capital y el mercado.
Desde este caminar de sueños y esperanzas, el MMTC, familia y comunidad internacional, reafirmamos nuestro compromiso asumido en la última Asamblea General (Ávila, España 2017): contribuir desde lo local, nacional y continental a dignificar la vida de la clase trabajadora y a la construcción de una mesa y una casa común, en justicia y solidaridad.

sábado, 25 de abril de 2020

LAS TRAGEDIAS DE LOS ACCIDENTES DE TRABAJO

Las tragedias de los accidentes de trabajo



E
n 2019 se produjeron 635.227 accidentes de trabajo, 695 con muerte y 5.245 graves, que incluyen también a los muy graves.


La muerte de una persona es una tragedia para toda familia, lo es más aún cuando se produce de forma violenta, inesperada, en el trabajo, ganándose el pan que la familia necesita, en condiciones precarias, sin derechos, sin la debida protección (las que tienen contrato temporal sufren una tasa de accidentes un 50% mayor que los indefinidos). Se sale por la mañana en busca de la dignidad que da el trabajo y no se regresa. Después la tragedia de buscar la justicia que se niega.

Los accidentes graves y muy graves, que no terminan en muerte, generan diversas lesiones que incapacitan para toda la vida. Lesiones que requieren atención y cuidado de la familia, dedicación y tiempo que no hay, y dinero, mucho dinero, que tampoco lo hay. Son procesos largos por el laberinto de las leyes y de las instituciones, cuyos protocolos de actuación buscan principalmente reducir el gasto. Un accidentado cuenta:

«…Sigo con la baja de la Seguridad Social y la mutua me pide que vaya a hacerme con ellos también las revisiones. Les llamé para decirles que no puedo desplazarme a la localidad que ellos me indican para verme porque no puedo conducir… mi médico, tampoco me aconseja coger transporte publico, por la medicación que tomo y el dolor que sufro y la poca movilidad que tengo, se lo hice saber a la Mutua y aun así, ellos me han mandado un escrito diciendo que me suspenden el subsidio… este mes solo me han pagado 470 euros cuando venían pagándome 1.088 euros».

Los accidentes de trabajo cargan cuatro tragedias sobre la familia obrera: muerte, incapacidad, desamparo y pobreza. Es verdad que esta economía mata y descarta.

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viernes, 24 de abril de 2020

«VIDA NUEVA» REVISTA Nº 3.175 (del 25 de abril al 01 de mayo de 2020)


https://www.vidanuevadigital.com/


SUMARIO
Portada VN Nº 3175

REVISTA Nº 3.175

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NOTAS AL PIE

  • La forma o el fondo. Por José Beltrán, director de Vida Nueva [leer]

EDITORIAL

  • Coronavirus: reconstruir desde el servicio [leer]
  • Frenar la sospecha de la pederastia clerical [leer]

TRIBUNA

  • Carlos Amigo, cardenal arzobispo emérito de Sevilla: Pascua de Resurrección
  • Jesús Sánchez Camacho, periodista: Del púlpito a la experiencia ciberreligiosa
  • Lucetta Scaraffia, historiadora: La soledad del médico
  • José Lorenzo, redactor jefe de Vida Nueva: Que Dios nos pille confinados [leer]

A FONDO

  • La hora de renacer ante el coronavirus [resumen]
    • Aurora, otra vez empezar de cero
    • Javier, la pastoral del teléfono
    • Paula, ¿dónde está el Resucitado?
    • Augusto, el sabor de la libertad
    • Cristina y Manuel, la boda más especial
  • ¿Unas Navidades también en casa?
  • Los obispos reclaman una “renta básica” para los más vulnerables
  • El Vaticano se prepara para el virus social del ‘día después’
  • Llamada eclesial a que la UE acoja a los refugiados en Lesbos
  • Una misionera española relata el cauto desconfinamiento eclesial en Corea del Sur
  • Entrevista a Jolanta Kafka: “Las mujeres podemos cruzar las tinieblas del COVID-19”
  • Opinión de Emili Turú: Los virus nos informan

PLIEGO

  • Florecer en tiempo de heladas [resumen]

IGLESIA EN ESPAÑA

  • Los seminaristas estrenan plan

IGLESIA EN EL MUNDO

  • El calvario de Pell: absuelto de abusos tres años después
  • Segunda vuelta al debate sobre el diaconado femenino
  • El nuevo Organismo Episcopal Panamazónico ya tiene su hoja de ruta
  • El español José Luis del Palacio, cesado como obispo del Callao, en Perú

CULTURAS

  • CULTURA: Notre Dame, reforma en cuarentena
  • CINE EN CASA: La trinchera infinita: Víctimas con alma de héroes
  • DE PALABRA: Escáner bíblico, por Pedro Barrado. Orar en un tuit, por José María Rodríguez Olaizola, sj. Más listo que un profeta, por Mateo González

LIBROS. EDICIÓN MENSUAL ESPECIAL

  • El libro del mes: ‘El principio compasión’, José Ramón Pascual García (PPC)
  • ‘Vialucis’, Juanjo Ruiz Husillos y Maximino Cerezo Barredo (PPC)
  • ‘Busco tu rostro’, Cristina González Alba (Desclée De Brouwer)
  • Fernando Prado: “Después del coronavirus quedará lo mejor de nosotros”
  • El escaparate. Por Ángeles López
  • El libro de mi vida. Por Jesús Muñoz Morcillo. Poeta
  • En mi mesilla de noche. Por Enrique Benavent
  • El marcapáginas. Por José Luis Celada
  • Carlo Frabetti y Nando López ganan los Premios Barco de Vapor y Gran Angular

LA ÚLTIMA

  • ¿Una enfermedad que mata a los mayores? Por Pablo d’Ors

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VidaNueva
24/04/2020 - Boletín semanal nº 513
 
portadaVidaNuevaRenacer ante el coronavirus
Volver a creer en medio del Covid-19
La Pascua es un momento propicio para interiorizar en la propia vida y tratar de ver en ella signos de resurrección. ¿Esto es posible, también, en plena pandemia de coronavirus? Lo es… como lo demuestran estos testimonios de quienes, pese a tanto dolor, encarnan el 'plan para resucitar' al que nos llamaba el papa Francisco en el anterior número de 'Vida Nueva'.

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 Sumario nº 3.175
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 ¿Unas Navidades también en casa?
La 'desescalada' eclesial
"Muy pegados a lo que vayan diciendo los técnicos del Gobierno en materia sanitaria… e incluso un paso por detrás". La precaución –pese a las presiones de algunos grupos que quieren que se abran los templos al culto ya, independientemente de lo que digan las autoridades– preside la toma de decisiones en Añastro con respecto a la 'desescalada' eclesial para cuando se levanten las medidas del vigente estado de alarma. Visor gratis
  
  Florecer en tiempo de heladas
Por Antonio Gómez Cantero
La Pascua ya está aquí, aunque siga pareciendo Cuaresma por esta pandemia que nos aflige. Tenemos la impresión de que una insólita helada de primavera amenaza los frutos del próximo verano, pero Pascua significa volver a florecer incluso en tiempo de heladas. Lo cual implica perder los miedos, restañar heridas, estrechar lazos y buscar lo esencial: la Vida. Leer más
La forma o el fondo
'Notas al pie'. Por José Beltrán, director de Vida Nueva
Hay quien se empeña en volver ya a misa y llenar su parroquia bajo el argumento de los bienes de primera necesidad y con real decreto bajo el brazo. "Como comprar el pan". Peligrosa comparación. Comercio sacramental. No sé si hemos aprendido de verdad la lección de todo esto. El rito o la vida. La forma o el fondo. Leer más
Que Dios nos pille confinados
'Un minuto'. Por José Lorenzo, redactor jefe de Vida Nueva
Como el Papa habla solo, ningún político ha oído su advertencia de que peor que el coronavirus "es el virus del egoísmo indiferente". Si lo hubieran escuchado, sabrían que este Parlamento es el mayor foco de contagio. Leer más
 
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Enviado a hoaccadizyceuta@gmail.com por Vida Nueva