PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

jueves, 1 de diciembre de 2022

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO» (4 DE DICIEMBRE DE 2022) CICLO “A”


2º Domingo de Adviento

01 DICIEMBRE 2022 | POR 

Queridas y queridos hermanos:

Vivir con intensidad
un acontecimiento
que se espera requiere
prepararlo con dedicación,
atendiendo a los detalles
más insignificantes,
sobre todo en nuestro interior,
en la actitud necesaria
para acogerlo, vivirlo,
disfrutarlo y hacerlo nuestro.

Preparar la llegada del Señor,
posibilitar su llegada,
requiere de nosotros
la actitud que el profeta Isaías
nos pide en nombre de Dios:
preparar el camino,
allanar los senderos,
convertirnos de nuevo al Señor,
pero aún más requiere de nosotros
la disposición a soñar con esperanza
el mañana nuevo
que el Niño que nacerá
nos trae haciendo posible en nosotros
la acogida de su amor.

Eso nos ofrece
la profecía de Isaías (11,1-10):
un futuro de vida y vida plena,
un futuro de armonía con la creación,
un futuro de humanidad
que hemos de atrevernos a soñar,
a soñar juntos,
haciendo del sueño
nuestra tarea.

Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y

Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.



Del evangelio según
san Mateo 3,1-12.
«Preparad el camino al Señor,
allanad sus senderos».

Como bautizados/as estamos llamados/as
a anunciar esa cercana presencia del Señor
que requiere como condición
la humanización de nuestra existencia
y la práctica de la misericordia
y la justicia como expresión del amor
que puede construir la fraternidad
que el profeta Isaías propone,
y a la que Jesucristo
convoca con su vida.

 

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«ORAR CON LA IGLESIA»

TIEMPO DE ADVIENTO (Ciclo ‘A’)
Segunda Semana de Adviento
Del 04 al 10 de diciembre de 2022.


Domingo, Segundo de Adviento.
San Juan Damasceno, presbítero
y doctor de la Iglesia.
04 de diciembre de 2022.

- Isaías 11,1-10: Juzgará a los pobres con justicia.

- Salmo 71: R/. Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.

- Romanos 15,4-9: Cristo salva a todos los hombres.

En este domingo se nos presenta una de las figuras del Adviento, Juan Bautista, el precursor del Señor que en el Evangelio de hoy nos llama a la conversión.  Necesitamos seguir convirtiéndonos.  Cristo es el renuevo del tronco de Jesé, el hijo de David, que viene a salvar a todos: «Cristo acoge a los gentiles para que alaben a Dios» (1 y 2 Lect).  «Él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra» (Sal resp).  Desde aquí, hemos de sentirnos movidos a anunciar a todos la cercanía de la venida de Cristo, con nuestras palabras y, sobre todo, con nuestro ejemplo.

Del Evangelio según san Mateo 3,1-12.

“Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos”.

Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: -"Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos".  Éste es el que anunció el profeta Isaías diciendo: Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos".  Dad el fruto que pide la conversión.  Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias.  Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.

COMENTARIO

Juan Bautista aparece llamando a la conversión; preparando el camino y allanando los senderos al Mesías.  Su voz resuena hoy con la misma urgencia y necesidad: ¡Convertíos porque el Reino está cerca!.  La conversión es una reorientación de la vida desde la raíz: Un "cambio de sentido" que nos lleve a la verdadera meta: Cristo.  De nosotros depende el que se realice una verdadera conversión de corazón o el que siga habiendo una voz que clama en el desierto.

ORACIÓN

Necesito Señor convertirme del conformismo, del consumismo, del materialismo, necesito ser bautizado de nuevo por el fuego de tu Espíritu.  Quiero descubrir que está cerca el reino de los cielos.  Quiero preparar el camino de tu venida Señor, allanar los senderos del individualismo, de mi egoísmo, de mi soberbia, quiero escuchar tu voz que me grita: prepara el camino, da el fruto de la conversión.  Sí, ven Señor para que mi conversión dé frutos de alegría y paz.  Ven Señor para que camine por senderos de amor, justicia y bondad.  Ven Señor.  Ven Señor para que mi conversión dé frutos de alegría y paz. Ven Señor.


Lunes, 2ª Semana de Adviento.
Santa Crispina Thagorense, mártir.
05 de diciembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 5,17-26.

“Hoy hemos visto cosas admirables”.

Unos hombres traían en una camilla a un paralítico.  No encontrando por dónde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla delante de Jesús.  Él, viendo la fe que tenían, dijo: -“Hombre, tus pecados están perdonados”.  Los escribas y los fariseos pensaban: -“¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?”.  Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: -“Para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa”.  Él, levantándose tomó la camilla y marchó a su casa dando gloria a Dios.

COMENTARIO

La palabra pecado tiene hoy un sentido principalmente religioso.  Dios que es padre siente como una ofensa toda injusticia cometida contra alguien de su familia.  Toda ofensa hecha a cada uno de los hombres-mujeres es una ofensa a Dios mismo, que se identifica con los hombres-mujeres, sus hijos/as.  Por eso, el pecado es castigado pero también perdonado.  El perdón es gratuito siempre, y además se perdona dando una oportunidad.  Hoy agradece que Dios sea Dios de perdón.

ORACIÓN

Oh Dios, dame la gracia de reconocer debidamente mis pecados ante Ti, y de arrepentirme de ellos verdaderamente.  Borra de tu libro, Señor de misericordia, mis múltiples acciones cometidas contra Ti.  Perdóname, mis pecados de omisión, y mis pecados deliberados contra la conciencia.  Dame luz para ver lo que he de hacer, valor para emprenderlo y firmeza para llevarlo a cabo.  Que en todas las cosas avance en la obra de santificación, de la realización de tu voluntad; y que en definitiva, por tu misericordia, pueda alcanzar la gloria de tu Reino eterno.  Ven Señor y perdónanos.


Martes 2ª Semana de Adviento.
San Nicolás de Bari, obispo,
06 de diciembre de 2022.

Del Evangelio de san Mateo 18,12-14.

Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños”.

Dijo Jesús a sus discípulos: -"¿Qué os parece?  Suponed que un hombre tiene cien ovejas: Si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida?  Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.  Lo mismo vuestro Padre del cielo: No quiere que se pierda ni uno de estos pequeños".

COMENTARIO

Cuando un hijo "desaparece de casa", los padres le buscan por todas partes; la preocupación y el insomnio se apoderan de ellos hasta que se resuelve el problema.  Jesús acude a estos ejemplos para hacernos comprender lo mucho que nuestro Padre Dios nos quiere, nos cuida, nos busca, nos espera y nos perdona.  El Señor cuida de su pueblo con ternura; especialmente con los más necesitados.  Alegrémonos porque Dios nos busca para darnos su paz, porque "no quiere que ni uno se pierda".

ORACIÓN

Ven Señor a libertarnos ven, tu pueblo a redimir; purifica nuestras vidas no tardes en venir.  Te esperamos anhelantes sabemos qué vendrás deseamos ver tu rostro que nos vengas a rescatar.  Ven Señor abre tus brazos llévame en tus hombros que perdido no quiero estar.  Ven pronto Señor y lléname de tu luz, vísteme de alegría, y lléname de tu paz.  Cuando me pierda búscame Señor te necesito.  Cuando me extravíe ven a mi encuentro.  Ven Señor, ven, no tardes que te esperamos, ven pronto Señor.


Miércoles 2ª Semana de Adviento.
San Ambrosio de Milán,
obispo y doctor de la Iglesia.
07 de diciembre de 2022.

Del Evangelio de san Mateo 11,28-30.

“Venid a mí todos los que estáis cansados”.

Exclamó Jesús: -"Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.  Cargad con mí yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso.  Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera".

COMENTARIO

Jesús se dirige a los oprimidos para aliviarlos, para hacer su vida más soportable.  Esto supone, la confianza, la fe en Él.  En efecto, era la fe la que sanaba a los enfermos que le traían, y era la fe la que procuraba el perdón de los pecados a los que se convertían a Él.  La misma fe, hará más leve la vida de los que hoy, cansados se dirijan a Jesús.  El mundo cambiará cuando lo veamos a través de unos ojos nuevos.  Sabremos encontrar la paz en medio de la confusión y en las tempestades del mundo cuando se pacifiquen las olas del corazón, cuando este se haga manso, como el corazón de Jesús.

ORACIÓN

Por los hombres-mujeres aplastados por el peso de la miseria ven, Jesús con tu corazón humano y humilde.  Por los hombres-mujeres desanimados por el peso de la ley, ven Señor; mesías de los humildes y sencillos.  Por los hombres-mujeres alejados de Dios por el hastío y el cansancio ven Jesús rostro amoroso del Padre.  Ven señor Jesús.


LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Jueves 2ª Semana de Adviento.
08 de diciembre de 2022.

Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, que, realmente llena de gracia y bendita entre las mujeres en previsión del Nacimiento y de la Muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el mismo primer instante de su Concepción fue preservada de toda culpa original, por singular privilegio de Dios.  En este mismo día fue definida el año 1854 por el papa Pío IX como verdad dogmática recibida por antigua tradición (elog. del Martirologio Romano).

- Génesis 3,9-15.20. Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujer.

- Salmo 97. R/. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.

- Efesios 1,3-6.11-12. Dios nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo.

Celebramos hoy que la Virgen María fue concebida sin pecado original para que así el Hijo de Dios, al hacerse hombre en su seno, encontrara una digna morada.  Y fue preservada de todo pecado, en previsión de la muerte del Hijo (Co).  Ella es comienzo e imagen de la Iglesia, la segunda Eva, esposa e imagen de Cristo, el nuevo Adán (Pf).  En ella se cumple la profecía hecha a la serpiente en el paraíso: la estirpe de Eva «te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón» (1 Lect).  Por todo esto la saludamos como la llena de gracia, con quien está el Señor.

Del Evangelio de san Lucas 1,26-38.
“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”.

El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una virgen llamada María.  El ángel, entrando en su presencia, dijo: -“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.  No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.  Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús”.  Y María dijo al ángel: -“¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?”.  El ángel le contestó: -“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios”.  María contestó: -“Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”.

COMENTARIO

María es grande, paraíso, bien sin mal, memoria de Dios, maravilla absoluta, prodigio sin fin, cima y cielo.  María es plena, rebosante, como una fuente.  María está llena de Dios, pero es sencilla.  Eso, como una fuente que siempre está manando, corre incesantemente, se da sin medida, y en el fondo es pura y transparente.  Sí, han dicho de ella que era inmaculada desde el primer instante, que no hubo en ella pecado, que fue como un enclave de luz en este mundo...  El Evangelio lo dijo más sencillamente: ‘Llena de gracia’.  Haz como ella: Vive sin pecado y dile al Señor: Hágase en mí según tu palabra.

ORACIÓN

Madre Inmaculada, haznos a nosotros limpios de corazón.  Tú que eres victoria sobre el mal, haz que en nosotros venza el bien para que también en nuestras vidas podamos acoger a Cristo.  Te pedimos, María, que nos ayudes a engendrar a Cristo en nuestro interior y que sepamos acogerlo a tu Hijo con la sencillez de los pastores, con la humildad de José, con la atención y búsqueda de los magos, con el amor con que los primeros creyentes.  Que con fe viva digamos como tú: Hágase en mí según tu Palabra.


Viernes 2ª Semana de Adviento.
San Juan Diego Cuauhtlatoatzin.
09 de diciembre de 2022.

Del Evangelio de san Mateo 11,16-19.

“No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre”.

Dijo Jesús a la gente: -“¿A quién se parece esta generación?.  Se parece a los niños sentados en la plaza que gritan a otros: «Hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado».  Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: «Tiene un demonio» Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: «Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores.  Pero los hechos dan razón a la Sabiduría de Dios”.

COMENTARIO

Hoy Jesús denuncia la postura de los que se sitúan como espectadores de todo lo que pasa.  Estos espectadores achacan a Juan Bautista su carácter austero.  A Jesús le critican porque hace vida normal: Come, bebe, acepta invitaciones de los amigos.  A este género de personas las anécdotas les impide ver lo esencial: Los signos de novedad, la cercanía de Dios en Jesús, que está metido en todo lo nuestro.  Se pierden la verdad porque no quieren (o no pueden) ver la realidad.  Hoy, recibimos una invitación para revisar nuestra tendencia a las excusas y nuestra postura de espectadores ante la realidad que tocamos y ante el Dios que invocamos.

ORACIÓN

Qué fácil me resulta criticar todo Señor sin comprometerme en nada.  Que tu Palabra me de sabiduría para ser sincero, para no llamar prudencia a la cobardía, al conformismo, a la comodidad... para no criticar al que hace porque hace y al que no hace porque no hace.  Qué fácil es criticar a la Iglesia o a las instituciones y ponerme yo al margen.  Qué fácil justificar con la crítica mi falta de compromiso.  Dame Señor la Sabiduría que me haga ver tus acciones Señor en la vida de los hombres-mujeres.


Sábado 2ª Semana de Adviento.
Santa Eulalia de Mérida, virgen y mártir.
Nuestra Señora de Loreto.

10 de diciembre de 2022.

Del Evangelio de san Mateo 17,10-13.
“Elías ya ha venido y no lo reconocieron”.

Cuando bajaban de la montaña, los discípulos preguntaron a Jesús: -“¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?”.  Él les contestó: -“Elías vendrá y lo renovará todo.  Pero os digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que lo trataron a su antojo.  Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos.  Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan, el Bautista.

COMENTARIO

Los discípulos haciéndose eco de la doctrina de los letrados preguntan a Jesús ¿dónde está o cuándo va a volver Elías?.  Jesús les quiere hacer ver que el ardor apostólico de Elías se ha encarnado ya y ha llegado a su plenitud en Juan.  Los judíos que esperaban la vuelta de Elías, decapitaron al que encarnaba su espíritu.  Y tampoco reconocieron al Mesías porque no hizo su aparición en la espectacularidad por ellos imaginada, y lo llevaron a la cruz.  Preparar el camino del Señor pasa por romper esquemas que encasillan a Dios y lo reducen a un dios pequeño, hechura de nuestras manos.  Ese dios nunca llegará.

ORACIÓN

Señor, tampoco hoy sabemos reconocerte en el pobre o en el hermano, en el que tiene distinto color de piel o en la persona que sufre.  No te reconocemos en el que sufre nuestras injusticias o es víctima de nuestra comodidad.  Ayúdanos a romper nuestros esquemas y estar abiertos a tu manera de hacer las cosas; abiertos a tus sorpresas y a tu Espíritu.  Quiero prepararme en este adviento a que renueves mi mentalidad y mis falsas imágenes de Dios.  Ven Señor, renuévanos desde dentro.  Ven Señor.


LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN

1.      Hago silencio, exterior e interior.

Estoy en la presencia del Señor

Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.

2.      Petición:

«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad.  Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».

3.      Palabra de Dios:

Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia.  Me fijo bien en todos los detalles.

4.      Ante la Palabra leída:

Ø  ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).

Ø  ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).

Ø  Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).

Ø  ¡Quiero identificarme contigo, Señor!.  ¿Qué hacer?.

(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).

5.      Oración:

Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta al texto evangélico.  Al final puede añadirse la siguiente:

«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado.  Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».