PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

jueves, 17 de agosto de 2023

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO» (20 DE AGOSTO DE 2023) CICLO “A”


20º Domingo del Tiempo Ordinario (20 agosto)

17 AGOSTO 2023 | POR 

Queridas hermanas y hermanos:

Hace una semana
que estábamos
de asamblea.

Hemos experimentado en ella
la compasión del Señor con nosotros,
y la llamada a seguir viviendo, como Él,
de manera compasiva y misericordiosa.

Acojo y agradezco
su amor compasivo
y misericordioso.

Acojo en mi oración
a quienes necesitan
y esperan esa
misma compasión
por mi cauce.

Desde esa necesidad
de compasión, oro.

¡Hasta mañana en el altar!




Del evangelio según
san Mateo 15,21-28.

«Ten compasión de mí».

Jesús alaba esa fe,
la de una mujer que,
pese a las dificultades,
por amor,
no duda en invocarle
con insistencia.

No mide la fe
por los logros o
prácticas religiosas,
no mide la calidad de la fe
por la eficacia
y la capacidad
transformadora
del compromiso [...]

Mi proyecto de vida
en tanto testigo
del Resucitado
es un proyecto
evangelizador
que escucha,
acoge,
se compadece
del sufrimiento humano,
desde el amor,
que pone en la oración
las alegrías y las penas,
los trabajos y las luchas…

¿Qué he de convertir, aún,
en mi vida y mi oración,
para crecer en mi fe?

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«ORAR CON LA IGLESIA»

20ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘A’)
Del 20 al 26 de agosto de 2023.


Domingo 20º del Tiempo Ordinario.
San Bernardo de Claraval, abad y doctor de la Iglesia.
20 de agosto de 2023.

Lo que salva es la fe, con independencia de pueblo o nación.  Así aparece ya en el Antiguo Testamento, cuando Isaías anuncia que Dios traerá a los extranjeros a su monte santo, porque su casa es casa de oración (1 Lect).  El salmo responsorial va en la misma línea del mensaje universal de salvación: «Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben».  Y la segunda lectura relaciona la conversión de los gentiles con la esperanza de la conversión de Israel a Jesucristo.  En el Evangelio, Jesús ensalza la fe de una mujer cananea, por tanto gentil, y cura a su hija.  Desde aquí tenemos que renovar nuestro compromiso misionero.

- Isaías 56,1.6-7: A los extranjeros los traeré a mi monte santo.

- Salmo 66: R./ Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

- Romanos 11,13-15.29-32: Los dones y la llamada de Dios son irrevocables para Israel.

Del Evangelio de san Mateo 15,21-28.
“Mujer, qué grande es tu fe”.

Una mujer cananea, se puso a gritarle: -"Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David.  Mi hija tiene un demonio muy malo".  Él no le respondió nada.  Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: -"Señor, socórreme".  Él le contestó: -"No está bien echar a los perros el pan de los hijos".  Pero ella repuso: -"Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos".  Jesús le respondió: -"Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas".  En aquel momento quedó curada su hija.

COMENTARIO

¡Señor, ten piedad!.  Es la plegaria de una madre que siente como propio el dolor y la enfermedad de su hija.  La fuerza de su ruego, la sinceridad de su plegaria y la confianza en Cristo-Jesús, hace posible su petición: Que se cure su hija.  En nosotros la rutina es capaz de vaciar de sentido, incluso lo más sagrado, como es el ruego y la súplica del perdón.  En muchas ocasiones no alcanzamos el perdón porque no lo pedimos con confianza, con sinceridad, con atrevimiento.  La mujer del Evangelio sí alcanza lo que pide porque lo hace con fe sincera.

ORACIÓN

Aquí estoy Señor para que me toques con Tu mano antes de comenzar yo mi día.  ¡Descansa un momento tus ojos en mis ojos; déjame que me lleve a mi trabajo la certeza de tu amistad.  Amigo mío!  ¡Llena mis pensamientos de tu música, para que me acompañe en mis tareas!.  Señor socorrerme, para que la fe haga en mí lo imposible: Tu palabra en mi corazón, tu caricia en mi mejilla, tu camino en mi vida.  Señor ten compasión de mí, libérame de las esclavitudes, sana mi mundo interior.  Señor deja: Tu palabra en mi corazón, tu caricia en mi mejilla, tu camino en mi vida.


Lunes de la 20ª Semana T. Ordinario.
San Pío X, papa.
21 de agosto de 2023.

Del Evangelio de san Mateo 19,16-22.

“Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes,
así tendrás un tesoro en el cielo”.

Uno le preguntó a Jesús: -“¿Qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?”.  Jesús le contestó: -“Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.  No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo”.  El muchacho le dijo: -“Todo eso lo he cumplido.  ¿Qué me falta?”.  Jesús le contestó: -“Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego vente conmigo”.  Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.

COMENTARIO

Seguir a Jesús significa compartir su vida, sus actitudes y destino.  No nos contentamos con “admirar” a Cristo; hemos de “seguirlo” en pobreza afectiva y efectiva.  Hoy como ayer, hay hombres y mujeres que sienten el asombro de Dios y su llamada; unámonos a ellos.  Sus labios y sus corazones perciben el fuego del Espíritu que los purifica y los marca para una misión.  Unámonos a ellos y respondamos desde lo más profundo de nuestro ser: ‘Aquí estoy, cuenta conmigo, Señor’.

ORACIÓN

Señor, Dios del cielo y de la tierra, queremos seguirte y escuchar tu palabra, para alcanzar la vida eterna.  Tenemos necesidad de tu luz, para ver que tus mandamientos son camino de vida nueva.  Tenemos necesidad de una Fe más grande en tus promesas, de una Esperanza más firme en tu gracia, de un Amor más ardiente por Ti y por nuestro prójimo, para no dejarnos arrastrar por el materialismo agobiante.  No permitas que los bienes materiales nos aparten del camino que lleva a la vida, o nos alejen de Ti Señor.


Martes de la 20ª Semana T. Ordinario.
Santa María Virgen María, Reina del cielo
y Madre de misericordia.

22 de agosto de 2023.

Del Evangelio de san Mateo 19,23-30.

“Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja,
que a un rico entrar en el reino de Dios.

 

Dijo Jesús a sus discípulos: -"Creedme; difícilmente entrará un rico en el Reino de los cielos.  Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los cielos".  Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: -"Entonces, ¿quién puede salvarse?".  Jesús se les quedó mirando y les dijo: -"Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo".

 

COMENTARIO

Si los bienes materiales pueden dar la impresión de arreglarlo todo, el Evangelio tiene otra opinión.  El tener es necesario para vivir pero la ambición de tener engendra en el corazón defectos contrarios al Reino de los Cielos.  Las riquezas pueden ser bendición de Dios o un grave peligro contra el amor debido a Dios y contra las exigencias de la solidaridad debida al prójimo.  Ante esta problemática Pedro le dijo a Jesús: -"Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?".  Jesús les dijo: -"Creedme, cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel.  El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre y madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna".

 

ORACIÓN

Ten piedad Señor porque esta sociedad nos llena de escaparates y nos aleja de Ti.  Esta sociedad nos tienta al lujo, a poseer más, hace del dinero su dios y nos deja vacíos, nos esclaviza con las modas y con tener lo último.  Escúchame Señor abre mis ojos para que no caiga en el materialismo.  Señor que sepa dejar lujos, caprichos, comodidades, y en la solidaridad con los necesitados encuentre hermanos y una nueva familia con la que heredar la vida eterna.  Ten piedad Señor porque esta sociedad nos llena de escaparates y nos aleja de Ti.  Señor abre mis ojos para que no caiga en el materialismo.


Miércoles de la 20ª Semana T. Ordinario.
Santa Rosa de Lima, Virgen.
23 de agosto de 2023.

Del Evangelio de san Mateo 20,1-16.
¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.

Dijo Jesús: -“El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña.  Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.  Salió otra vez a media mañana, salió de nuevo hacia mediodía y al caer la tarde y les dijo: ‘Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido’.  Cuando oscureció el dueño dijo al capataz: Llama a los jornaleros y págales el jornal.  Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.  Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno”.

COMENTARIO

La llamada del Señor produce en todos/as el mismo efecto: La Salvación.  La recompensa de Dios es un “don”, un regalo igual para todos un “regalo” del Señor y no el fruto de sus esfuerzos personales.  Desde el punto de vista de los “méritos”, estamos ante una aparente “injusticia” de Dios.  Pero escucha la respuesta del Señor: -"Amigo, no te hago ninguna injusticia.  ¿No nos ajustamos en un denario?  Toma lo tuyo y vete.  Quiero darle a este último igual que a ti.  ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos?  ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?".  Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.

ORACIÓN

Señor Tú que nos invitas a trabajar en tu reino recompénsanos no según nuestros méritos sino según la medida de tu misericordia.  No permitas que midamos tus obras según nuestros criterios humanos, ni aceptes que juzguemos tu bondad desde nuestras envidias.  Haznos comprender que la salvación es un don tuyo para todos los hombres-mujeres.  Bendito seas Padre porque a todos das según los cálculos de tu amor.  Bendito seas Padre por el don de la salvación.


San Bartolomé, Apóstol.
Jueves de la 20ª Semana T. Ordinario.
24 de agosto de 2023.

Fiesta de san Bartolomé, apóstol, a quien generalmente se identifica con Natanael.  Nacido en Caná de Galilea, fue presentado por Felipe a Cristo Jesús en las cercanías del Jordán, donde el Señor le invitó a seguirle, agregándolo a los Doce.  Después de la Ascensión del Señor, es tradición que predicó el Evangelio en la India y que allí fue coronado con el martirio (elog. del Martirologio Romano).

Del Evangelio de san Juan 1,45-51.
“Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”.

Felipe encuentra a Natanael y le dice: -“Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret”.  Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: -“Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”.  Natanael le contesta: -“¿De qué me conoces?”.  Jesús le responde: -“Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi”.  Natanael respondió: -“Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”.

COMENTARIO

Se nos invita a sentirnos Iglesia y a ser también testigos de la Buena Noticia. Bartolomé, uno de los primeros llamados, siguió a Jesús con todas sus consecuencias.  También nosotros tenemos que seguirle con todas las consecuencias, cada uno en su género de vida, con coherencia y ánimo decidido.  Afianza en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé se entregó sinceramente a Cristo.

ORACIÓN

Señor ayúdame a romper mis ataduras para que sea capaz de dejar cosas por seguirte.  Cuando sienta tu delicada voz, invitándome a dejarlo todo como San Bartolomé, haz que no cambie de conversación ni ponga otra sintonía; al contrario, ayúdame a escucharte y a mirarte cara a cara.  Aquí me tienes, Jesús, entusiásmame para que te diga «sí» y lo deje todo con alegría.  Dame tu mano para que confiese con fe viva que Tú eres el Hijo de Dios.


Viernes de la 20ª Semana T. Ordinario.
San José de Calasanz, Presbítero
Fundador de los Escolapios.
San Luis IX de Francia, rey
.
25 de agosto de 2023.

Del Evangelio de san Mateo 22,34-40.
“Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo”.

Los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: -"Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?".  Él le dijo: -“Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.  Este mandamiento es el principal y primero.  El segundo es semejante a él: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’.  Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas".

COMENTARIO

Para los fariseos y “maestros” de la ley, todos los preceptos tienen el mismo valor ya que, por ellos, se alcanza la salvación.  La pregunta que le hacen es importante por la confusión que reinaba ante los seiscientos trece preceptos (365 prohibiciones y 248 mandatos positivos) que los expertos habían sacado de la Ley.  Cualquier incumplimiento de alguno de ellos, significaba una inobservancia de la Alianza.  Para Jesús en este mandamiento de “amor a Dios y al prójimo” tienen su origen y su resumen todas las enseñanzas de la ley y de los profetas.  Para el creyente el Señor establece el camino fundamental para alcanzar su liberación: El camino del “amar a Dios con toda el alma y al prójimo como a sí mismo”.

ORACIÓN

Señor, te damos gracias porque eres amor.  Porque nos has hecho tan semejantes a Ti que hasta podemos amar.  Gracias, por ser algo más que instinto; gracias, por el misterio del amor.  Gracias por mis amistades.  Gracias, porque amando has dado sentido a nuestro dolor y a nuestra espera.  Gracias, Señor, porque un acto de amor es un chispazo definitivo del corazón de Dios.  Señor que no estropeemos el amor con nuestro egoísmo.  Jesucristo, enséñanos a amar totalmente, hasta la última consecuencia; y no dejes que se envejezca nuestro corazón.  Jesucristo, enséñanos a amar hasta la última consecuencia; y no dejes que se envejezca nuestro corazón.


Sábado de la 20ª Semana T. Ordinario.
Santa Teresa de Jesús Jornet Ibars,
virgen, Patrona de la ancianidad.
26 de agosto de 2023.

Del Evangelio de san Mateo 23,1-12.
“Ellos, no hacen lo que dicen”.

Jesús habló diciendo: -"En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.  Vosotros, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos.  Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.

COMENTARIO

Hoy se lee una invitación a sincerar la conducta.  Hay conductas insinceras y en las que proceden con sinceridad no se excluye la posibilidad de error.  Lo que se pide es caminar en la verdad.  Se interpela en primer lugar a los líderes del pueblo, administradores de la palabra de Dios.  Se les acusa de incoherencia.  No cumplen lo que enseñan, son incomprensiblemente duros con los demás y excesivamente indulgentes consigo mismos.  Su conducta es más una ostentación de vanidad que un acto de servicio.  Con estas palabras se pone al descubierto una religiosidad sin nada o poco que ver con la vida diaria y sus realidades.  Es una ideología en vez de una vida.  “Esta postura inequívoca es liberadora.  Dondequiera que los hombres-mujeres no reconocen a Dios como Señor del mundo, la vida pierde todo aspecto divino y se hace intolerablemente inhumana”.

ORACIÓN

Hoy Dios mío te quiero llamar Padre porque quiero vivir como hijo tuyo.  Hoy Dios mío quiero que Tu seas mi único maestro, porque quiero aprender de Ti ternura misericordia, bondad.  Quiero aprender de Ti los caminos de la vida plena y la felicidad, los caminos de la alegría y el perdón, de la fraternidad y el cariño.  De Ti quiero aprender rectitud y coherencia de vida quiero aprender a vivir en verdad sabiendo que todos los hombres-mujeres son mis hermanos/as.  Hoy Dios mío te quiero llamar Padre porque quiero vivir como hijo/a tuyo/a.


LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN

1.      Hago silencio, exterior e interior.

Estoy en la presencia del Señor:

Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.

2.      Petición:

«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad.  Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».

3.      Palabra de Dios:

Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia.  Me fijo bien en todos los detalles.

4.      Ante la Palabra leída:

Ø  ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).

Ø  ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).

Ø  Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).

Ø  ¡Quiero identificarme contigo, Señor!.  ¿Qué hacer?.

(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).

5.      Oración:

Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta al texto evangélico.  Al final puede añadirse la siguiente:

«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado.  Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».