PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

lunes, 22 de enero de 2024

«UNA TEOLOGÍA DE LIBERACIÓN DE PALESTINA», por José Manuel Carrascosa Freire.




«Una teología de liberación de Palestina».



A propósito de la actual guerra de Israel-Hamas que se inició a finales del año 2023 nos ha de impulsar a reflexionar sobre ésta enquistada crisis de convivencia en una tierra en la que conviven las tres religiones monoteístas del Dios de Israel, el Dios de Jesús y el Dios de Alá.


Palestina era una tierra que fue ocupada por el Imperio romano tras el éxodo judío, cuando se produjeron las guerras judías en los años 66 y 135 d.C. quedando sobre esas tierras, solo judíos nómadas, y sin presencia como pueblo ya que el Éxodo del mismo se extendió por todo el mundo, quedando sobre Palestina, palestinos y árabes. Cuando cayó el Imperio romano esas tierras fueron colonizadas por Grecia, otomanos y finalmente por los británicos. Algo más del siglo XVIII sin presencia del Pueblo Judío como tal por tierras de Judea y/o Palestina. Una tierra ésta en que la colonización ahogaba el devenir de los únicos pueblos existentes, el palestino y el árabe, pues el judío aún seguía en el exilio tras años de haber colonizado, dominado, vencido a los habitantes de Canaán desde el mismo momento que arribaron a Jericó procedentes del desierto de Judea, la Tierra Prometida por Dios al Pueblo judío según la Biblia, (Josué 6,1), aunque una versión científica de la causa fue un movimiento telúrico de tierra.


Es difícil de entender que el primer episodio de la entrada en la Tierra Prometida del pueblo judío, como fue su encuentro con los habitantes de Jericó en el año 1400 a.C. con la destrucción de sus murallas y de sus habitantes. ¿Verdaderamente Dios quiso que el Pueblo de Dios derramara tanta sangre de palestinos y árabes? Eso es lo que nos vendieron con la excusa del nombre de Dios. ¿Un dios guerrero, un dios de muerte, un dios vengativo? Más de MMD años de colonización hasta el momento presente, de saqueos y muertes provocadas a los originarios habitantes de Palestina, esto no me manifiesta la imagen del Dios amoroso y liberador al que tanto sufrimiento se le achaca por el integrismo judío, de igual manera que por el integrismo cristiano y por el islamismo integrista. ¿Cómo mostrar a los seguidores de las tres religiones habrahánicas las malas interpretaciones realizadas en nombre de Dios por expertos de las tres religiones, y que hace difícil mostrar la auténtica imagen del Dios amor, bondadoso, no dado a la venganza ni al castigo? Pienso que este es el gran trabajo a realizar por las religiones, el amor, el respeto, la solidaridad, la fraternidad. Ésta es sin lugar a duda la pretensión de Jesús de Nazaret para con todos los hombres, y no tantas normas, dogmas, condenas, violencia, que oculta la mayor de las verdades: que “Dios es Amor”, “que creó a la persona a su imagen y semejanza”, “Seres humanos libres e iguales en la libertad de Dios”.


En 1947 los británicos, ultimo país colonizador de Palestina, a partir de una resolución de la ONU se dio el testigo al pueblo judío que se encontraba dispersos por Europa y América, aunque no fue tal su pretensión, la cual era que en Palestina cohabitaran dos Estados el Palestino y el Judío, más no contaron con la voluntad del pueblo palestino, un pueblo orgulloso en su libertad al que se les imponía unos vecinos que no solo compartía su territorio, sino que también fueron anexionándose, más y más tierras de Palestina. Tampoco valoraron la idiosincrasia del pueblo judío: un pueblo conquistador y colonizador que poco a poco fueron arrebatando al palestino parte de Palestina hasta el tiempo presente, (Gaza, Cisjordania, etc.).


A partir de entonces no han cesado los enfrentamientos. De un lado las ocupaciones de los colonos judíos con la protección del ejército israelí, del otro lado las “intifadas”: (insurrección popular de jóvenes palestinos frente a las fuerzas israelí de ocupación).


El quinto Mandamiento de la Ley de Dios prohíbe la muerte, la agresión a la vida de todas las personas, pero tal prohibición no le afecta a quienes haciendo uso de su libertad para proteger sus vidas hacen uso de la defensa propia, así como defensa de sus propiedades si se pretendiera arrebatárselas injustamente igualmente si hace uso de la violencia en la defensa de su país. Entonces, ¿la defensa de sus derechos a la defensa de su país contra un Estado agresor sobre la vida y su país es un atentado contra el país agresor, y no puede considerarse atentados terroristas? Aunque no es aceptable aquellas acciones que atente contra la vida de las personas inocentes. ¿Y desde la Iglesia no debe entenderse que desde la teología de la liberación, como así sucede con la teología de la liberación de América del Sur y del Caribe, la teología del trabajo, la teología feminista, etc.? Si así lo entendemos no se puede considerar terroristas a quienes defienden sus derechos personales y de país, por mucho que el país agresor o de aliados del agresor en su estrategia contra los agredidos, como lo hacen Israel contra Gaza, Cisjordania, o Beirut, al igual que en el caso de Rusia contra Ucrania, etc. Pues cumplen con la premisa de la defensa personal y defensa de su país.

José Manuel Carrascosa Freire



José Manuel Carrascosa Freire, presidente diocesano de la HOAC (de 2014 a 2019), Representante de la HOAC en el Secretariado diocesano de Pastoral Obrera y Coordinador del Sector 2: «Paro, pobreza marginación y exclusión social generadas por el mercado de trabajo».