PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

jueves, 7 de marzo de 2024

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «CUARTO DOMINGO DE CUARESMA» (10 DE MARZO DE 2024) ● CICLO “B”


4º Domingo de Cuaresma (10 de marzo)

07 MARZO 2024 | POR 

Queridos hermanos y hermanas,
entramos el próximo fin de semana
en la 4ª semana de cuaresma.

Juan, de forma sencilla
pero solemne nos habla
de un Dios enamorado
de la humanidad,
“todo un Dios
enamorado de
la humanidad”.

Y su implicación es
una luz referencial
que nos señala
el camino,
pero también
nos muestra
las debilidades.

Algunos/as no quieren
que esa luz aparezca
porque revelan
sus malas obras,
las injusticias,
las explotaciones
de las personas;
con el coro
de aduladores
de este sistema
que suelen ser
los medios de
comunicación…

Tus palabras, Señor,
no son propaganda
ni engañan.

Las tuyas, Señor,
son buena noticia
para los pobres.

Pero no olvidemos
lo importante:

“…tanto amó
Dios al mundo,
que entregó
a su Unigénito,
para que quien
crea en Él
no perezca,
sino que tenga
vida eterna”
.

Un Dios apasionado
que le duele el dolor
y el sufrimiento
de las personas
consideradas últimas.

Un abrazo y hasta mañana
en el altar… seguro. Jorge



Del evangelio según
san Juan 3,14-21:

«Dios mandó su Hijo al mundo
para que el mundo se salve por él».

Ante la Luz
solo caben
dos posturas:
dejarse iluminar por ella
o cerrarse a ella
y no aceptarla.

La conducta del ser humano
está guiada y juzgada
por la luz-Cruz.

La cruz descubre
la bondad y la maldad
de las acciones:

Bondad es bajar
a los crucificados
de la historia;
maldad es
ser indiferentes
a los que están
siendo crucificados.

No se puede ser
opresor del ser humano
y creer en Jesús.

No se puede ser
indiferente
al dolor del otro
y creer en Jesús.

Toda empresa
que tome por base
esta clase de personas
está condenada al fracaso.

Y, al contrario,
solo personas
libres y creyentes,
dispuestas a seguir
el camino de la cruz
por amor a los últimos,
pueden labrar
una sociedad digna
de hijos e hijas de Dios.

 

Compártelo en redes y entre tus contactos:

https://www.hoac.es/wp-content/uploads/2024/03/4o-Domingo-Cuaresma.pdf


«ORAR CON LA IGLESIA»
TIEMPO DE CUARESMA (Ciclo ‘B’)
Cuarta Semana de Cuaresma
Del 10 al 16 de marzo de 2024.


Domingo Cuarto de Cuaresma.
Santos Cayo y Alejandro, mártires.
San Víctor, mártir.
Santa María Eugenia Milleret de Brou, virgen y fundadora.
San Macario I de Jerusalén, 
obispo.
10 de marzo de 2024.

Dios es luz y nosotros necesitamos esta luz para comprendernos como obra suya y comprender a los demás.  Es la vista espiritual de una fe gozosa que se entrega y que recuerda agradecida la misericordia de Dios que se manifiesta a través de Jesús y su palabra.  Somos obra suya y estamos destinados a la vida eterna.  Jesús es la luz que ilumina las tinieblas de nuestra vida y de nuestro mundo, para que nos sintamos no juzgados ni condenados, sino salvados por su amor.  Por eso Jesús tiene que ser elevado en la cruz de igual modo que una lámpara tiene que ponerse en un lugar visible.



- 2ª Crónicas 36,14-16.19-23. El Señor sentía lástima de su pueblo.

- Salmo 136. R/. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti.

- Efesios 2,4-10. Dios, rico en misericordia, nos ha hecho revivir con Cristo.

- Comentario: Domingo de «Laetare» (Alegraos!)

Del Evangelio de san Juan 3,14-21.
“Dios mandó su Hijo al mundo para que el mundo se salve por él”.

Dijo Jesús: -"Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna.  Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida eterna.  Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.  Por eso, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios".

COMENTARIO

Dios viene a salvar y no a castigar.  Y lo hace por medio de la cruz de Cristo.  El hombre hace suya la salvación mediante la fe o la rechaza por la incredulidad en Jesús.  Pero solamente podrá salvar a quien le acoja con fe, a quien le acepte como "luz para su vida".  Si no cerramos los ojos a la luz de Cristo, estamos en camino de salvación.  El mensaje del evangelista San Juan, es de verdadera esperanza y confianza, a pesar de nuestra condición de pecadores.

ORACIÓN

Padre de misericordia, que nos enviaste a tu Hijo Unigénito para salvar al mundo; te suplico luz para nosotros pecadores; otórganos el poder de tu bendición como testimonio de tu amor y misericordia.  Gracias porque Tú nos has abierto el tesoro de tu perdón salvador.  Concédenos el poder de tu luz, para que no perdamos el tesoro de tu amor y el de la santa fe; concédenos tu bendición y rodéanos con tu protección para que ardamos de alegría en el corazón cuando contemplamos tu bondad infinita.  Amén.


Lunes 4ª Semana de Cuaresma.
San Eulogio de Córdoba, presbítero y mártir.
San Pionio, 
presbítero y mártir.
11 de marzo de 2024.

Del Evangelio de san Juan 4,43-54.
“Anda, tu hijo vive”.

Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún.  Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verle, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.  Jesús le dijo: -"Como no veáis signos y prodigios, no creéis".  El funcionario insiste: -"Señor, baja antes de que se muera mi niño".  Jesús le contesta: -"Anda, tu hijo está curado".  El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino.

COMENTARIO

La salvación de Dios transforma todo: El interior y lo exterior del hombre-mujer.  Si la fuerza de Dios es capaz de renovar la creación, también la fe en Jesús es capaz de renovar la vida del hombre-mujer.  La confianza en Jesús y la aceptación de su palabra realizarán la conversión interior del hombre-mujer.  Por eso si la fe en Jesús arranca milagros de las manos del Señor, también produce un efecto mucho más importante: El renacer a una vida nueva, iluminada por el Evangelio.  Porque en eso consiste la conversión: Nacer para Dios.

ORACIÓN

No te pido milagros Señor, te pido verte más cerca en mi vida para que no se me muera la ilusión, para que no se me muera la esperanza, la alegría; para que no se me mueran las ganas de luchar por un mundo más justo y más honrado… baja a mi vida Señor.  Otro favor Señor: Aumenta mi fe, para que me ponga en el camino de la salvación, de la fraternidad, de la conversión, para que me ponga en el camino hacia la Pascua, aunque tenga que pasar por la Cruz.  Aumenta mi fe, para que me ponga en el camino de la salvación, en el camino hacia la Pascua.


Martes 4ª Semana de Cuaresma.
San Gregorio I Magno, papa y doctor de la Iglesia.
San Maximiliano, 
mártir.
San Inocencio I, 
papa.
12 de marzo de 2024.

Del Evangelio de san Juan 5,1-3.5-16.

“Al momento aquel hombre quedó sano”.

 

Hay en Jerusalén, una piscina que tiene cinco soportales, y estaba allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.  Jesús, le dice: -"¿Quieres quedar sano?".  El enfermo le contestó: -"Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado".  Jesús le dice: -"Levántate, toma tu camilla y echa a andar".  Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.  Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: -"Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor".

 

COMENTARIO

El agua en tiempos de Jesús era considerada como signo y fuente de vida.  La acción de Jesús ante el enfermo se representaba con más fuerza que un manantial medicinal que da vida.  El enfermo que ha sido curado por la palabra de Jesús, cree en Él, acepta su palabra y le defiende frente a sus enemigos los fariseos.  Con la salud concedida al enfermo Jesús le hace una seria advertencia: No peques más no sea que te ocurra algo peor.  Y es que el pecado es peor que la enfermedad.  Jesús lucha contra ambos males.

 

ORACIÓN

Quiero que me cures Señor.  Ayúdame para que pueda coger la camilla y andar; que pueda coger mis defectos sin que me opriman, sin que me paralicen; quiero verme libre de mis cansancios y egoísmos.  Quiero ver que me has curado Señor que me has hecho revivir.  Quiero Señor verme libre de mis pecados.  Quiero echar andar hacia la Pascua, hacia la vida, hacia la plenitud de la resurrección; quiero caminar hacia la paz plena, al verdadero amor.  Quiero Señor echar a andar hacia la Pascua, hacia la vida, hacia la plenitud de la resurrección.


Miércoles 4ª Semana de Cuaresma.
San Leandro de Sevilla, obispo.
Santa Cristina, 
mártir.
Santos Rodrigo y Salomón, 
mártires.
13 de marzo de 2024.

Del Evangelio de san Juan 5,17-30.
Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida,
así también el Hijo da vida a los que quiere
.

Jesús dijo: -"Os lo aseguro: Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.  No os sorprenda, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio.  Yo no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

COMENTARIO

Las cosas sencillas son las que más nos sorprenden en Dios.  No nos sorprende que sea inmensamente sabio, poderoso o creador.  Sorprende el que sea “Padre nuestro”, el que sea “amigo nuestro”.  Ésta es su grandeza para nosotros/as.  Por otra parte, nuestra grandeza no consiste en hacer milagros o cosas extraordinarias, sino en aceptar a Dios como “Padre” y no quebrar su “amistad”.  La aceptación de Jesús como Hijo de Dios y nuestra voluntad de acoger las exigencias de la fe, hace que tengamos la vida de Dios en nosotros/as.

ORACIÓN

Gracias, Cristo Jesús porque haces lo que ves hacer a tu Padre Dios; dar vida, amor, comprensión, llenarnos de gracia y de misericordia.  Haz Dios nuestro, padre de bondad, que reconozcamos en tu Hijo resucitado tu perdón y la vida eterna obsequio de tu gracia.  Haz que reconozcamos que Tú eres la fuente del amor, la fuente de la vida.  Concédenos poder verte como Padre en esta tierra; concédenos poder vivir como hijos/as tuyos/as; concédenos un día tu misma vida en la resurrección gloriosa de Jesucristo tu Hijo que vive y reina por los siglos de los siglos.  Amén.


Jueves 4ª Semana de Cuaresma.
Santa Matilde de Sajonia, viuda.
Santa Paulina de Fulda, 
religiosa.
14 de marzo de 2024.

Del Evangelio de san Juan 5,31-47.
“Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza”.

Dijo Jesús: -“Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido.  Las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de Mí: Que el Padre me ha enviado.  Y el Padre que me envió, Él mismo ha dado testimonio de Mí.  Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que Él envió no le creéis.  ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios?”.

COMENTARIO

Cuando los hombres-mujeres se olvidan de Dios, necesitan inventarse otros “dioses”.  La superstición desplaza y sustituye a la fe.  La voluntad de Dios queda suplantada por el capricho de los hombres-mujeres que suscitan “dioses a medida de sus deseos”.  Se margina a Dios y se le sustituye por otros “dioses”, “ídolos” a los que se adora.  Jesús nos dirá que si no queremos ir a Él, si no le acogemos, no será Él quien nos acuse sino que lo hará el Evangelio que nosotros/as conocemos.  El Evangelio nos acusará de infidelidad para con Dios.  Acojamos a Jesús y alcanzaremos el perdón y la salvación.

ORACIÓN

Sé Tú Señor mi luz, en un mundo a oscuras; sé Tú mi paz en una tierra en guerra.  Quiero tener tus sentimientos, vivir el Evangelio, sembrar los caminos de la vida de tu Amor.  Quiero gozar un instante de tu luz, del testimonio de tu verdad, del amor de Dios que está en Ti; quiero comprender que todo lo haces Señor para que me salve.  Quiero estar preparado para la hora en que me pidas que lo dé todo hasta el final; para que así en mí triunfe la vida.  Sé tú Señor mi luz, en un mundo a oscuras; sé Tú mi paz en una tierra en guerra.


Viernes 4ª Semana de Cuaresma.
Santa Luisa de Marillac, viuda y fundadora.
Santa Leocricia, 
virgen y mártir.
15 de marzo de 2024.

Del Evangelio de san Juan 7,1-2.10.25-30.
“Intentaban agarrarlo, pero todavía no había llegado su hora”.

Después que sus parientes se marcharon a la fiesta de las tiendas, entonces subió Jesús también, no abiertamente, sino a escondidas.  Entonces algunos dijeron: -"¿No es éste el que intentan matar?.  Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada.  ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías?.  Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene".  Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.

COMENTARIO

Una conducta equilibrada y justa siempre choca con el comportamiento alborotado e injusto de muchas personas.  Los impíos no pueden admitir como buena la conducta del justo y le combaten duramente haciéndole la guerra.  Por eso es muy difícil mantenerse en una actitud inquebrantablemente justa.  Pero Dios está ahí.  Aunque no se le vea, en la dureza de la prueba.  Dios protege a quien camina por sendas rectas para defenderle de las trampas y obstáculos que le pongan los enemigos.

ORACIÓN

No dejes Señor que me inquiete por las dificultades de la vida, por sus altibajos, por sus decepciones, por su porvenir más o menos sombrío.  Ayúdame a querer lo que Tú quieres.  Te ofrezco en medio de las dificultades e inquietudes mi alma sencilla con el deseo de aceptar los designios de tu Providencia.  Quiero confiar plenamente en Ti Señor porque Tú me quieres.  Quiero agarrarme a tu mano, estar fuertemente cogido en momentos de inquietud y de alegría.  Señor quiero vivir en Ti.  Quiero confiar plenamente en Ti Señor porque Tú me quieres.


Sábado 4ª Semana de Cuaresma.
San Heriberto de Colonia, obispo.
Santa Eusebia de Hamay, 
abadesa.
16 de marzo de 2024.

Del Evangelio de san Juan 7,40-53.

“¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?”.

Algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: -"Éste es de verdad el profeta".  Otros decían: -"Éste es el Mesías".  Pero otros decían: -"¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?  ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje David y de Belén?.  Nicodemo, les dijo: -"¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?".  Ellos le replicaron: -"Estudia y verás que de Galilea no salen profetas".

COMENTARIO

Los maestros de Israel, intentan justificar, con las Escrituras en la mano, su radical rechazo de Jesús y llegan a la pretensión de arrestarlo.  Estudia le dicen a Nicodemo y verás que de Galilea no salen profetas.  Llama la atención la fuerza que se pone en el estudio de la Escritura para negar la evidencia.  Hay, pues, una manera de estudiar que es para cegar; hay una manera de estudiar que es para justificar las propias teorías; hay una manera de hacer la verdad que es pura mentira.  El pecado que el Evangelio denuncia hoy es la tentación del hombre-mujer de todos los tiempos dispuesto a encontrar argumentos para esquivar la verdad.

ORACIÓN

Acojo tu humanidad Cristo Jesús, proclamo tu grandeza, escucho tu palabra.  Gracias por haberme salvado, por haberme hecho Hijo de Dios y hermano/a tuyo/a y por haberme llenado de los dones del Espíritu Santo.  Te prometo vivir como cristiano/a en un esfuerzo de docilidad a tu gracia, de renovación de mi vida.  Quiero difundir entre mis conocidos/as tu mensaje de salvación y amor.


LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN

1.      Hago silencio, exterior e interior.

Estoy en la presencia del Señor:

Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.

2.      Petición:

«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad.  Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».

3.      Palabra de Dios:

Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia.  Me fijo bien en todos los detalles.

4.      Ante la Palabra leída:

Ø  ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).

Ø  ¿Qué me dice a mí personalmente? (Meditación).

Ø  Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).

Ø  ¡Quiero identificarme contigo, Señor!.  ¿Qué hacer?.

(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).

5.      Oración:

Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta al texto evangélico.  Al final puede añadirse la siguiente:

«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado.  Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».