Aunque no se tiene mucha información sobre éstos, si se sabe que fue una secta cristiana de origen judío que surgió en la segunda mitad del siglo primero, nombre este que proviene del hebreo, cuyo significado es: “los pobres”. Sus textos de los Evangelios predilectos eran: (Mateos 5,3). “Bienaventurados los pobres en espíritu”, o (Lucas 4,18 y 7,22), donde se habla de predicar el Evangelio a los pobres.
Sobre los ebionistas es interesante un trabajo realizado por la Escuela Tomista de Barcelona sobre la importancia que tuvo esta herejía y el agnosticismo en la evolución de la filosofía y la política marxista. En este estudio trata de reflexionar sobre “el error judío en la herejía ebionistas” y el problema escatológico en los primeros siglos del cristianismo. Un error judío que interpretaron los Evangelios en ámbitos del judaísmo que trajo como consecuencia las disputas entre los cristianos de influencia farisea. En este sentido y que influirá en la prolongación de la ideología marxista, Marx trata de dar respuesta histórica desde el materialismo. Marx diría que lo real no está conformado por la idea o conciencia que determina la vida real, de tal manera que el ser persona libre que es lo perfecto en toda la naturaleza, queda diluido en un materialismo de corte panteísta en la cual no hay diferencia esencial entre una persona y una mosca. Así la herejía ebonista se da un motor secularista de la esperanza cristiana que irá dejando huella en distintos momentos el pensar filosófico y político.
Esta negación de la divinidad de Jesús, de esta herejía supone un no reconocimiento de la salvación por la Gracia, sino un logro por la obediencia de la ley. Orígenes, erudito y teólogo cristiano en la Iglesia primitiva, en el siglo III escribiría:
“Los ebionistas se llamaban pobres por la pobreza en el entendimiento de la fe cristiana y que se aferraba a la fe judía más que a los Evangelios”
Sobre los ebionistas es interesante un trabajo realizado por la Escuela Tomista de Barcelona sobre la importancia que tuvo esta herejía y el agnosticismo en la evolución de la filosofía y la política marxista. En este estudio trata de reflexionar sobre “el error judío en la herejía ebionistas” y el problema escatológico en los primeros siglos del cristianismo. Un error judío que interpretaron los Evangelios en ámbitos del judaísmo que trajo como consecuencia las disputas entre los cristianos de influencia farisea. En este sentido y que influirá en la prolongación de la ideología marxista, Marx trata de dar respuesta histórica desde el materialismo. Marx diría que lo real no está conformado por la idea o conciencia que determina la vida real, de tal manera que el ser persona libre que es lo perfecto en toda la naturaleza, queda diluido en un materialismo de corte panteísta en la cual no hay diferencia esencial entre una persona y una mosca. Así la herejía ebonista se da un motor secularista de la esperanza cristiana que irá dejando huella en distintos momentos el pensar filosófico y político.
Esta negación de la divinidad de Jesús, de esta herejía supone un no reconocimiento de la salvación por la Gracia, sino un logro por la obediencia de la ley. Orígenes, erudito y teólogo cristiano en la Iglesia primitiva, en el siglo III escribiría:
José Manuel Carrascosa Freire, presidente diocesano de la HOAC (de 2014 a 2019), Representante de la HOAC en el Secretariado diocesano de Pastoral Obrera y Coordinador del Sector 2: «Paro, pobreza‑marginación y exclusión social generadas por el mercado de trabajo».
