PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

miércoles, 6 de noviembre de 2024

«CUÁNTO HICIERON CON UNO DE ESTOS MIS HERMANOS MÁS PEQUEÑOS,
CONMIGO LO HICIERON»
(Mateo 25,40),
por José Manuel Carrascosa Freire.




«Cuánto hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron»
(Mateo 25,40).




El poder de dominio como tendencia que ha llevado al ser humano al acaparamiento y la violencia. El Pueblo de Israel a pesar de ser consciente de esta debilidad, nunca fue capaz de renunciar a la tentación de dominar. Desde las connotaciones que adquieren los conceptos “centro-periferia” y poder de dominio, se reconoce darle respuesta a esa realidad de injusticia y de opresión.


Leonardo Boff dirá ‘que la encarnación de Dios en Jesús es un acto de protesta contra el mundo’. Será la máxima protesta de Dios sobre la forma concreta en que este mundo se ha organizado. Jesús es presentado, por las narraciones de los evangelios, como portador de un proyecto liberador de todos aquellos marginados y empobrecidos de las periferias.


Con su praxis busca contrarrestar y destruir el proyecto de muerte que habían echado a andar los del centro como dueños y señores de todas las cosas… Jesús no dudo en pedir la conversión de las estructuras sociales y religiosas de su pueblo. Propuso una comunidad y relaciones humanas basadas no cimentadas en el poder de dominio. Una propuesta que no tardó en tener reacciones… principalmente por los grupos de poder “político y religioso” …


Victor Codina hace una síntesis de la vida de Jesús exponiendo las razones de su identificación con las periferias: “Jesús se abrió a la vida y al mundo desde este ángulo particular de Nazaret, un contexto provinciano, campesino, no como terrateniente ni de la clase sacerdotal… vivió el hecho de ser nazareno, sospechoso y despreciable; vio que la fe estaba distorsionada por una legalidad que no permitía descubrir el rostro misericordioso del Padre. También presenció los gestos de amor y solidaridad de la gente tenida de pecadores y marginada”.


Juan José Tamayo, nos muestra una condena firme sobre el colonialismo y genocidio de Israel al pueblo palestino, así como el silencio cómplice de los EE. UU y Europa y nos muestra esta corriente de la teología de la liberación Ecuménica creada en 1991 entre cristianos y palestinos que trabajan por la justicia y la solidaridad con el pueblo palestino.


Naim Stifann Ateek teólogo cristiano definía la teología Palestina como contextual, surgida a partir de la experiencia de la opresión de Palestina por el Estado de Israel. De la Liberación, se busca liberarse de la situación colonialista e injusticia estructural que vive el pueblo palestino, de no violencia activa en la defensa de la justicia y la paz ecuménica, que convoca a todos los cristianos de Palestina para construir la iglesia autóctona, interreligiosa que reúne a los creyentes de las tres religiones abrahámicas en el trabajo por la justicia y la paz. No identificada con partidos políticos. basada en la Biblia, profética, crítica con el sionismo cristiano y de la teología que sustenta su mal en un uso de la Biblia al servicio de la violencia y del racismo, anti imperial.


La teología Palestina cuestiona la imagen de exclusividad y violencia de Dios y elabora una cristología del Siervo sufriente como alternativa a la del Hijo de David. La teología Palestina hace una redentora critica-liberadora de la Biblia hebrea y revisa la idea de Israel como único pueblo elegido por Dios. Israel pierde la condición de pueblo elegido cuando ya instalado en la Tierra Prometida, institucionaliza la esclavitud y oprime a quienes la Ley manda proteger: los huérfanos, las viudas, los extranjeros…” (Juan José Tamayo. “Teología del Sur. El giro descolonizador”. Ed. Trotta)


Páginas consultadas:






José Manuel Carrascosa Freire, presidente diocesano de la HOAC (de 2014 a 2019), Representante de la HOAC en el Secretariado diocesano de Pastoral Obrera y Coordinador del Sector 2: «Paro, pobreza‑marginación y exclusión social generadas por el mercado de trabajo».