Fuente: LA VOZ DIGITAL. Autor: Antonio Juncal.
«Sólo nueve personas asumieron la protesta de casi un centenar que se concentró en la plaza»
En el transcurso del pleno, Barroso y Mosquera
les dijeron que tienen una solución para ellos
pero que no les podían adelantar nada
«A partir de ahora iremos al ataque, a muerte». Con este propósito, en un día recién amanecido, afrontaba ayer el colectivo de parados puertorrealeños la primera de sus jornadas de encierro en la Parroquia de San Sebastián. De las más de setenta personas que llegaron a concentrarse en la plaza de Jesús, apenas nueve han asumido este paso adelante en las protestas.
Ayer volvían al lugar, para colocar tres pancartas que recibían a todos los políticos a su entrada al pleno municipal. «Menos promesas incumplidas y más hechos», rezaba la más directa. Mientras, lo que queda del Movimiento Ciudadano por el Empleo hacía una sentada hacinados en unas pocas baldosas.
Después de la prudencia de los últimos días, Juan Carlos Lozano, uno de sus portavoces, mantuvo que «se ha excedido la paciencia; llevamos dos meses y medio, y van para tres». Y añade que «no le den a Apresa 21 tantas subvenciones, y que miren más por las familias». Para concluir asegurando que «ese tipo de ayudas se podían buscar para otras cosas». Sobre las posibles soluciones, Lozano ha empezado a desconfiar, después de varias prórrogas: «Dicen que lo tienen todo arreglado, pero que hay que esperar». Ellos no terminan de creérselo.
En el transcurso de la sesión plenaria de ayer, Barroso intercambió impresiones con uno de los integrantes. Al parecer, el primer edil les ha comunicado que «no pueden adelantar la solución». Lozano también ha hablado con Mosquera, pero la conclusión a la que han llegado no es otra que la de «esperar».
● Su nuevo hogar
Acababa el pleno y los nueve compañeros emprendían la senda hacia el que será su hogar durante el tiempo del encierro. Las colchonetas, sacos y útiles de primera necesidad les esperaban en los maleteros de los coches desde la despedida de sus mujeres e hijos.
Todo estaba preparado en la Prioral para dar cobijo al grupo. Tendrán un cuarto suficientemente amplio y un aseo. Han pedido permiso al párroco, y todo el que pase por la calle La Palma podrá ver las pancartas delante de la habitual entrada a los despachos de Cáritas.
«Lo que más me carga es no poder ver a mi nieto», empieza a añorar Ricardo Pérez. Ante un futuro incierto alberga las incertidumbres típicas que llegarán con el paso de los días. «A partir del tercero o el cuarto empezará a tocarnos la cabeza», se teme. Ya saben cuándo han empezado, pero nada hay sobre cuándo terminarán. «El tiempo que duraremos no está claro, pero sí que nos gustaría poder reunirnos con ellos la semana que viene», adelanta Lozano sobre una posible hoja de ruta con el equipo de gobierno. «Se acabó el tiempo de la reflexión y la negociación. Ya están agotadas todas las vías. Es el momento de las soluciones», deja dicho mientras prepara el colchón.
Ayer volvían al lugar, para colocar tres pancartas que recibían a todos los políticos a su entrada al pleno municipal. «Menos promesas incumplidas y más hechos», rezaba la más directa. Mientras, lo que queda del Movimiento Ciudadano por el Empleo hacía una sentada hacinados en unas pocas baldosas.
Después de la prudencia de los últimos días, Juan Carlos Lozano, uno de sus portavoces, mantuvo que «se ha excedido la paciencia; llevamos dos meses y medio, y van para tres». Y añade que «no le den a Apresa 21 tantas subvenciones, y que miren más por las familias». Para concluir asegurando que «ese tipo de ayudas se podían buscar para otras cosas». Sobre las posibles soluciones, Lozano ha empezado a desconfiar, después de varias prórrogas: «Dicen que lo tienen todo arreglado, pero que hay que esperar». Ellos no terminan de creérselo.
En el transcurso de la sesión plenaria de ayer, Barroso intercambió impresiones con uno de los integrantes. Al parecer, el primer edil les ha comunicado que «no pueden adelantar la solución». Lozano también ha hablado con Mosquera, pero la conclusión a la que han llegado no es otra que la de «esperar».
● Su nuevo hogar
Acababa el pleno y los nueve compañeros emprendían la senda hacia el que será su hogar durante el tiempo del encierro. Las colchonetas, sacos y útiles de primera necesidad les esperaban en los maleteros de los coches desde la despedida de sus mujeres e hijos.
Todo estaba preparado en la Prioral para dar cobijo al grupo. Tendrán un cuarto suficientemente amplio y un aseo. Han pedido permiso al párroco, y todo el que pase por la calle La Palma podrá ver las pancartas delante de la habitual entrada a los despachos de Cáritas.
«Lo que más me carga es no poder ver a mi nieto», empieza a añorar Ricardo Pérez. Ante un futuro incierto alberga las incertidumbres típicas que llegarán con el paso de los días. «A partir del tercero o el cuarto empezará a tocarnos la cabeza», se teme. Ya saben cuándo han empezado, pero nada hay sobre cuándo terminarán. «El tiempo que duraremos no está claro, pero sí que nos gustaría poder reunirnos con ellos la semana que viene», adelanta Lozano sobre una posible hoja de ruta con el equipo de gobierno. «Se acabó el tiempo de la reflexión y la negociación. Ya están agotadas todas las vías. Es el momento de las soluciones», deja dicho mientras prepara el colchón.
De: Oficina de prensa Arciprestazgo de Puerto Real
Enviado: mié, mayo 12, 2010 9:43:48 AM
Asunto: PARROQUIA RIO SAN PEDRO: NOTA DE PRENSA ANTE EL ENCIERRO DE LOS TRABAJADORES EN LA PARROQUAI DE SAN SEBASTIÁN
Buenos días:
Adjunto Nota de Prensa remitida por la Comunidad Parroquial de San Pedro Apóstol del Río San Pedro, ante el encierro de vecinos y feligreses de esta Parroquia.
Atentamente,
COMUNICADO DE PRENSA
APOYO ENCIERRO DE LOS TRABAJADORES
EN LA PARROQUIA DE SAN SEBASTIÁN DE PUERTO REAL
Puerto Real a, 11 de mayo de 2010
Ante la noticia del reciente encierro que mantienen diez vecinos de esta Barriada del Río San Pedro en la Parroquia de San Sebastián de Puerto Real, el párroco y el Consejo de Pastoral Parroquial manifiestan:
Somos conscientes de la gravísima situación que en estos momentos y a causa de la crisis económica está sufriendo nuestra sociedad con una alta tasa de paro. Esta realidad se acentúa en nuestra provincia y nuestra ciudad afectada y castigada con anterioridad a la crisis con un gran número de personas en situación de desempleo.
Esta situación de desempleo de larga duración en un gran número de casos desemboca en situaciones sangrantes de familias en las que crecen las necesidades y angustias ya que el trabajo es el medio natural de la adquisición de recursos para la subsistencia tiendo presente además que el trabajo es un derecho fundamental de la persona que lo dignifica.
La Iglesia Diocesana a través de nuestro Obispo D. Antonio Ceballos Atienza ha manifestado su preocupación, cercanía y solidaridad ante el tremendo azote que el paro está causando en las familias de nuestra Diócesis animando a los fieles a seguir compartiendo solidaria y fraternalmente el sufrimiento con los afectados de esta crisis económica indicando el gran esfuerzo que las comunidades parroquiales hacen por atender a través de Cáritas y otros medios a las necesidades básicas de las familias que quedan sin ayuda ni prestaciones y que tienen escasos recursos con los que subsistir.
Nosotros tampoco podemos permanecer ajenos ante este gran problema que hoy se manifiesta en el encierro de estos vecinos de nuestra feligresía, compartiendo con ellos sus sufrimientos y apoyándoles en sus justas reivindicaciones. Renovando en nuestra comunidad parroquial la misión de trabajar por “crear una sociedad fundada en el respeto a los derechos humanos, en la dignidad, la cooperación y la justicia. Una sociedad asequible para todos”. Como nos decía el Papa Benedicto XVI : “el empleo es una dimensión fundamental de la existencia humana”, y recordaba que el primer fundamento para el valor del trabajo es el ser humano. El trabajo es un bien para la persona, porque, entre otras cosas, “realiza y humaniza a la persona”.
El paro es una realidad compleja que nos interpela a todos sin excepción, las soluciones a este problema supera nuestras posibilidades pero desde aquí queremos hacer un llamamiento urgente y una interpelación a las autoridades políticas y a los sectores empresariales competentes en la creación de riquezas y empleo a que busquen soluciones, a que pongan todo el esfuerzo y empeño en actuaciones prácticas que puedan paliar estas graves situaciones por las que estamos pasando.
Nuestro Arciprestazgo a través de Cáritas Arciprestal está colaborando, prestando ayuda y apoyo a estos trabajadores que han emprendido este encierro de diversos modos. Desde esta líneas queremos también hacer una llamada a toda la ciudadanía para que se solidaricen y se sientan involucrados en esta grave situación. Os invitamos a mostrar vuestro interés y vuestro compromiso en estos momentos en los distintos acontecimientos que en este encierro se vayan desarrollando. Os solicitamos vuestra colaboración y solidaridad para con estos trabajadores acercándose a ellos en el lugar del encierro, mostrándoles vuestro apoyo y vuestra solidaridad en estos momentos difíciles y pidiendo vuestra participación e implicación activa en cuantas iniciativas se emprendan para conseguir el justo fin que ha provocado este encierro.
Fdo. Por el Consejo Pastoral de la Parroquia de San Pedro Ápostol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes enviar tu comentario a: