Dibujo: Cerezo Barredo
Los cristianos/as somos bienaventurados, es decir, felices.
Por definición, pues, somos cristianos/as
en la medida en que acogemos, disfrutamos y practicamos
el amor, la solidaridad, la justicia, la paz,
la fortaleza ante la persecución…
la felicidad.
Lecturas del Domingo, 30 de enero:
«El domingo de las Bienaventuranzas».
- So 2, 3; 3, 12-13. Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde.
- Sal 145, 7-10. R./ Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
- 1Co 1, 26-31. Dios ha escogido lo débil del mundo.
- Mt 5, 1-12a. Dichosos los pobres en el espíritu.
Hoy es el domingo de las «Bienaventuranzas».
Mateo presenta las condiciones necesarias para entrar en el Reino.
Dios quiere que su pueblo no sea autosuficiente ni orgulloso, sino humilde y amante de la justicia (1 lect.).
La felicidad no se encuentra ni en el poder, ni en el dinero, ni en las grandezas, ni en la fama, sino en la adhesión a los valores perennes del Reino (Ev.).
Dios ha escogido lo necio y débil del mundo para confundir a los sabios, poderosos y fuertes (2 lect.).
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