Dibujos de Cerezo
El pecado hay que afrontarlo cara a cara,
no con palmaditas en la espalda,
sino con la inflexible demanda de explicaciones.
VER
¿Pero existe África?
Hay como una penosa sensación de que nos importa un rábano
lo que pase en África...
¿Cómo puede ser que 11 millones de personas estén
amenazadas de muerte y esto no sea portada de todos los periódicos todos
los días? Desgraciadamente basta que
coincida, por ejemplo, con la noticia de la dimisión de Francisco Camps, para
que África quede relegada a la sección de breves de un diario de provincias,
con un poco de suerte. ¿Por qué este
desinterés? ¿Por qué esta
insensibilidad? “Ayer escuchábamos al
representante de ACNUR sobre el terreno declarar, derrotado, que muchas familias
deben elegir por el camino cuál de sus hijos dejar morir atrás, porque saben
que no podrán llegar con todos a los campos de refugiados”... El contrapunto de esta macabra elección la
encontramos en los que se dedican al terrorismo bursátil. Según Esther Vivas el 75% de la inversión
financiera en el sector agrícola es puramente especulativa. La elección de estos tipos de si ganar su
dinerito o no, dejando o no morir de hambre a los negros africanos, se resolvió
hace tiempo: Sus elecciones bursátiles tienen como único fin hacer negocio,
precisamente haciendo que la gente muera de hambre.
La FAO celebró ayer (27 de julio) una cumbre en Roma, a la
que asistieron representantes de los 191 Estados miembros. En comparación con los cientos de miles de millones
de euros que Europa y EEUU destinan a rescatar sus sectores financieros o los
billones de euros que se juegan a diario en el casino financiero internacional
(¿por qué al dar estos datos nos tratan de demagogos, los hijos de la Gran
Finanza?), lo que la ONU pide es una minucia: 1.600 millones de dólares a medio
plazo para resolver problemas más estructurales, y 300 millones en dos meses
para evitar una profundización de la catástrofe humanitaria... Los objetivos no se cumplieron. Francia, por poner un ejemplo, país que
en calidad de presiente del G-20, solicitó la convocatoria de la cumbre, sólo
había aportado 10 millones, cantidad que no hubiese bastado para comprar a un
futbolista mediocre. ¡Adelante, pues, con esta farsa!
(cf. Comentarios sobre una noticia aparecida en
diversos periódicos del día 28 de julio). C.
ORAMOS
Al
amanecer acudo a Ti, Jesús,
Antes
de salir a trabajar clamo en tu presencia:
Señor, que deteste a los que
chupan la sangre del obrero
Y envíe a hacer puñetas al
indecente explotador.
Que me mantenga en pie junto a
los proletarios
Y apoye con mi acción las
luchas solidarias.
Al
amanecer...
No existe lealtad en los
politiqueros, esos farsantes
Que hablan desde tribunas
hechas para sus cuentos.
Hazlos fracasar, Señor, en sus
maquinaciones,
Golpéalos con la punta del pie
En toda su boca mentirosa,
rómpeles sus labios embusteros.
Al
amanecer...
Fortalece, Señor, a las
trabajadoras, doblemente explotadas,
Saca de la cárcel del paro a
las expedientadas, las “erezadas”...
Oye el clamor lastimero de los
emigrantes...
Que acaben de una vez de andar
entre dolores, ¡por Dios!
Al
amanecer...
Por los niños del hambre, por
sus familias paupérrimas,
Que sólo entienden de escasez y
de escasez absoluta,
Levántate, levántanos, Señor, refriéganos
los datos en los ojos,
Golpea la injusticia en la
conciencia podrida de los ricos...
Al
amanecer...
Los músicos no modificarán las
causas del hambre:
Tras los conciertos amañados
por África volvemos a dormirnos, lo sabemos.
Despiértanos tú, Jesús, con tu
proclama profética, con tu evangelio diurno...
Despierta ya a tu Iglesia de
sus tontas idioteces.
PRIMERA MEDITACIÓN: Mt 18,15-20
Si tu hermano te ofende, pídele explicaciones, a solas
entre los dos. Si te hace caso, has
ganado a tu hermano. Si no te hace caso,
llama a otro o a otros dos, para que toda la cuestión quede zanjada apoyándose
en dos o tres testigos. Si no les hace
caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad,
considéralo como un pagano o un recaudador. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra
quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado
en el cielo.
Os lo digo otra vez: si dos de vosotros llegan a un
acuerdo aquí en la tierra acerca de cualquier asunto por el que hayan pedido,
surtirá su efecto por obra de mi padre del cielo, pues donde están dos o tres
reunidos en mi nombre, allí en medio de ellos, estoy yo.
Leer con
profundidad un texto (¿y de qué otra manera hemos de leer un texto evangélico?)
exige contextualizarlo; solo así evitaremos que nuestra lectura sea un pretexto
de nuestras filias y fobias personales, o de nuestras ignorancias consentidas. El primer paso, pues, imprescindible, es
memorizar el contexto, en este caso el capítulo 18 de Mateo. Leámoslo poniendo en ello nuestros cinco
sentidos, sin prisas... para que el agua de una atención amorosa lo riegue
todo...
Pequeña exégesis (lectura con lápiz)
El texto de este domingo (Mt 18,15-20) es el agregado de
dos partes:
a) la excomunión (vv. 15-18);
b) la oración sinfónica con presencia de Jesús (vv.
19-20).
Mateo, al colocar nuestro texto entre el pasaje de la
oveja perdida, que es buscada apasionadamente por el pastor (18,12-14), y el
texto del perdón pluscuamperfecto, infinito (18,21-22), nos invita a ver la
excomunión como una pieza que no encaja del todo en el contexto. ¿Qué nos querrá decir Mateo con ello? Veámoslo en cuatro ítems:
·
Si el pecador no hace caso por tres veces (primero
a solas, luego con testigos, por último delante de toda la comunidad) a la
“demanda de explicaciones” del ofendido, éste y toda la comunidad deben
considerarlo “como un pagano o un publicano”, pues ha roto la comunión. Tengamos en cuenta que no se especifica el
pecado, pues lo que importa aquí es la respuesta del ofensor a la demanda de
explicaciones. Es decir, lo que importa
es subrayar que el desenlace final está en manos del ofensor, pues es a
él a quien se pide que reconozca su insensata inconsciencia, su
responsabilidad. Aquí está la
especificidad de este texto de excomunión: que el ofensor eluda su
responsabilidad en el mal practicado, como si la cosa no fuera con él. Por su parte el ofendido es el que inicia
el asunto con su inflexible “demanda de explicaciones”. Esta exigencia se hace necesaria, pues la
cuestión del pecado no es asunto baladí, ni de darse palmaditas en la espalda. El mal hay que afrontarlo. ¿Cómo son nuestras liturgias penitenciales?
·
La expresión rara para nosotros de “atar” y “desatar”,
tiene aquí el sentido de “retener los pecados” o “perdonarlos” (a diferencia de
Mt 16,9, donde se refiere a resoluciones doctrinales). Según el tenor literal del v. 18, los
discípulos, al perdonar o retener, ¡atan a Dios, no sólo ahora, sino también en
sus sentencias del juicio final! Notemos
lo tremendo y delicado de lo que aquí se dice. ¿Cómo entenderlo, es decir, cómo entender este
dicho fuertemente jurídico de excomunión, con confirmación del cielo cuando
la comunidad no perdona, en un contexto que habla de la búsqueda de lo
perdido y del perdón sin límites?
Lo que exegéticamente podemos
decir es que en estos vv. 15-18 se refleja ya un estado inicial de
institucionalización sociológica de la comunidad cristiana, abocada a diferenciarse
de la mayoría del pueblo que no creía en Jesús.
Mateo hubo de reconocer que
no hay ninguna comunidad perfecta, tampoco las mesiánicas. Entre los seres humanos el conflicto parece
que es inevitable, y más dentro de una comunidad minoritaria y marginal,
sometida a fuertes embates. Mt 18,15-20
trata de señalar para su época, aunque sin desarrollarlo, un
procedimiento de reprobación y solución de conflictos...
·
Ahora bien, es en la segunda parte donde Mateo nos ofrece
genialmente la original manera de Jesús de afrontar las crisis comunitarias
(más allá de códigos de derecho canónico y de ordenanzas administrativas,
nacidas al socaire de esta realidad conflictiva humanamente insuperable).
Dice Jesús con solemnidad:
«En verdad os digo además, que si dos personas se ponen de acuerdo
(symfoneô) sobre cualquier cosa por la que oran, les “resultará”, por
obra de mi Padre del cielo» (v. 19). ¡De
esto se trata: de la “sinfonía” comunitaria en el pedir
orante!
Prestemos atención: lo que
subraya el texto no es tanto la mayor eficacia de la oración comunitaria,
frente a la oración individual, sino la importancia de que los orantes coincidan
en la intención de su oración. La
escucha de la oración depende, pues, del hermanamiento “sinfónico” de los
diversos miembros de la comunidad. Y
aquí se realiza el cambio imprevisto, pues la comunidad va a orar, no por la
destrucción, sino por la salvación y el retorno de los hermanos
irresponsables-descarriados. ¡La
manera evangélica de superar los conflictos consiste en el orar sinfónico al
buen Dios!
·
El v. 20 cierra la sección con un último razonamiento: la
promesa de la presencia de Jesús resucitado no vale sólo para los
orantes, sino para los dos o tres (número mínimo para que haya “comunidad” [los
matrimonios ya conforman ese mínimo, lo mismo que un equipo]) que se reúnen
en memoria de Jesús. Este v. 20 es
el centro teológico de todo el capítulo 18. «Nos reunimos en el nombre de Jesús», y por
tanto, somos “iglesia”: cuando nos reunimos en torno de la alegre mesa
eucarística, así como en la gastada del equipo; pero no menos cuando nos
reunimos comunitariamente en la tercera mesa, muchas veces ensuciada, del
compromiso, en comunión de acción entre nosotros (sinfonía), en QAC,
codo con codo con Jesús, empujando en la dirección del Reino.
REFLEXIÓN PERSONAL
(Escuchar y entender
para dar fruto)
1. Mateo me ha ofrecido algo más que un haz de
normas de acción para la comunidad. Al
final lo importante es que todo lo que haga con mis hermanos, lo lleve a la
oración comunitaria “del acuerdo-sinfónico”, poniéndolo bajo la promesa y la
gracia de Dios. Las tensiones
comunitarias debo vivirlas orando a Dios y recordando la promesa de la
presencia de Cristo: Él es dueño y fundamento tanto de la iglesia universal
como de mi equipo pequeño.
2. La HOAC, si quiere ser una comunidad viva,
debe incluir en su seno, por una parte, la verdad obrera que señala
inequívocamente los límites (18,15-17), por otro, el amor que franquea siempre
esos límites (18,10-14.21-22) y por último la oración al Señor y Juez (18,19s),
que con su presencia pone a los equipos en movimiento hacia la verdad de lo
real y el amor por los últimos. Una
comunidad viva está así transida de tensiones, que no se pueden eliminar, sino
que se han soportar con paciencia esperanzada, como hizo Jesús y tantos
seguidores suyo, como Rovirosa. En este
soportar, la línea directriz deber ser el amor, que a veces no podrá cubrir sin
más el pecado..., pero sí orar, siempre, reunidos en el nombre de Jesús.
3. Sé que un texto sin su contexto es sólo un
pretexto. Lo mismo puede sucederle a mi
oración, si la dejo sin su contexto vital, que es la vida de mis hermanos
empobrecidos por la injusticia del capital (oro sin prisas el ver y los
poemas).
4. Que aplique a los cristianos “tramposos” e
inductores al individualismo el «ay» de Jesús, juez universal, nunca puede ser
un acto definitivo, sino una acción intempestiva que emana en el presente de mi
amor a los “pequeños” seducidos.
SEGUNDA MEDITACIÓN: Formación hoacista (SALMO 1)
La Ley fue dada por Moisés;
el verdadero amor, sin embargo, ha existido por Jesucristo
el verdadero amor, sin embargo, ha existido por Jesucristo
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados
ni en el camino de los pecadores se detiene
ni en la sesión de los cínicos se sienta;
(cínico= el que se ríe de los perdedores del sistema y de
su Dios: el Dios de los pobres)
Sino que su gozo es la ley del Señor
y medita su ley día y noche.
Será como árbol plantado junto a acequias
que da fruto en su sazón
y su follaje no se marchita
todo cuanto emprende acaba bien.
No así los malvados, no así
serán como paja que arrebata el viento.
En el juicio, los malvados, no estarán en pie
ni los pecadores en la asamblea de los justos.
Porque el Señor cuida el camino de los justos
pero el camino de los malvados acaba mal.
••••••••••••
El tema de la formación es el de la felicidad y
cómo alcanzarla. El “justo” y el “impío”
como caminos de formación alternativos para alcanzar una vida lograda, feliz.
Existencia de diversas sabidurías formativas al alcance de
los hombres: la experiencia de la vida, la ley, diversas filosofías... Singularidad de la sabiduría cristiana:
Para nosotros, la Sabiduría y la Ley (Torah) se han encarnado en Jesús
de Nazaret, de manera que la búsqueda de sabiduría y el estudio amoroso de la Torah
se realizan en el Seguimiento del Crucificado.
La ideología y el comportamiento (ético y social) de un
cristianismo “helenizado” (=burgués, sin cruz ni pobres) están representados
por los malvados, pecadores y cínicos. ¿Hasta
qué punto este cristianismo “helenizado”, burgués, es una tentación real para
nosotros militantes de la HOAC? No por
lo que decimos, sino por lo que hacemos...
Mi gozo es “conocer a Jesús”, día y noche hago de su
Palabra una meditación continua. Esta
es la invitación del salmista (en traducción dinámica). Es una invitación apremiante a tomar en serio
nuestro proceso de Formación. ¿Qué
cambios habré de introducir en mi manera de realizarlos... para que lleguen a
ser mi alegría?
En la espiritualidad de los salmos hay un grupo pequeño
–“Los temerosos de Dios”–, que busca vivir según la Ley en medio de un mundo
que se dedica a otras cosas, “a sus asuntos”. También nosotros, obreros insignificantes de
la HOAC, otro pequeño grupo, buscamos vivir el Seguimiento de Jesús en medio de
nuestro mundo, comprometidos con esta historia que parece perderse en la
injusticia que no cesa...
La metáfora del árbol junto a los canales expresa ante
todo estabilidad. La paja, al contrario,
es algo que “dispersa el viento”. El
estudio amoroso de la Torah [= Formación] da estabilidad al fiel,
profundidad, enraizamiento. Porque no se
ha quedado en la superficie, sino que ha hundido sus raíces en lo profundo, él
es estable, consistente: no cambia de opinión según las modas del momento. La segunda dimensión de la Formación tiene que
ver con la fecundidad: las raíces profundas y bien regadas son la garantía de
ella. Le van naciendo las ramas, las
hojas, el fruto. La paja, es decir, la
experiencia formativa mediocre de un cristiano mediocre, no produce nada.
Diciendo “(Da fruto) en su sazón, en su estación”,
el salmista avisa que el fruto no viene sin más: vendrá, es cierto, pero “a su
tiempo”. Igual que el fruto necesita
tiempo para madurar, así la Palabra tiene necesidad de tiempo para realizar
sus frutos. Este tiempo necesario
puede producir en nosotros desesperanza, dejar de esforzarnos... al comprobar
que el tiempo para el fruto es más dilatado de lo que habíamos pensado...
Es el escándalo de Jeremías al no ver realizada la
profecía que Dios le había confiado, y al que Dios le muestra la visión del almendro
en flor: “Yo vigilo sobre mi palabra para que se cumpla” (Jer 1,12). En el invierno, el árbol aparece muerto, sin
hojas, pero en primavera (“en su tiempo”) saca afuera todas sus flores. La Palabra de Dios no está muerta, sino que
espera su estación para dar fruto. Mantener
la esperanza en su Palabra es vivir según ella en el presente, aunque es
de noche...
En el salmo aparece el solitario creyente en Dios (pocos
son los que creen de verdad en Dios) contra los muchos creyentes en el
sistema-Mammón. Nuestro plan de
formación ha de ayudarnos en dos aspectos:
Aspecto defensivo: sólo aquél que no se deja enredar
por la ideología del sistema, ni se entretiene en mezclas aguadas de valores
descafeinados, ni utiliza sus mismos métodos institucionales... podrá ayudar a
liberar a los que se han dejado engañar por este sistema.
Aspecto ofensivo: su forma de vivir es la alternativa
de Jesús: pensar, sentir, y actuar como Él. Nuestro plan de vida debe girar
alrededor de este aspecto. Es un camino
largo. Necesitamos el agua formativa de
la HOAC y el vino alegre del equipo.
No olvidemos nunca que Dios conoce nuestro compromiso y Él
es el que está más empeñado. Acabará
bien...
REFLEXIÓN PERSONAL
Meditemos en forma
de encuesta sobre nuestra personal experiencia formativa en la HOAC.
Dialogamos con el
Maestro nuestra experiencia formativa.
ORACIÓN
Señor Jesús, después de tanto
tiempo formándome
Aún tengo miedo a tu evangelio
radical,
A lo que exiges por seguirte.
Muéstrame de nuevo que das más
de lo que pides:
Das ojos transparentes y
corazón puro,
Manos abiertas y espíritu
libre,
Capaz de transformarlo todo,
hasta a uno mismo.
Nos hermanas con la justicia y
nos desposas con la igualdad,
Una familia nueva, presencia de
tu reino,
Y una nueva amistad, la de los
pobres y los don nadie
–Tu iglesia pura y virgen –, la
iglesia de verdad.
Y sobre todo nos das al Padre y
su Espíritu de Madre.
Una sola cosa perderemos
contigo: el miedo.
El precio de la verdad (Revista Latinoamericana
de Teología 77 [2009], p. 133)
«Las víctimas indefensas siguen siendo presas del cinismo
de quienes son responsables de las especulaciones de bolsa, del cambio
climático y del negocio de los agrocombustibles. En la cumbre de Julio del 2009, el G-8, el
club de las naciones industrializadas más ricas, ha prometido a los países
pobres veinte mil millones de dólares para promover la agricultura. Sin embargo, promesas semejantes en el pasado
no dan para mucha esperanza. A pesar de
solemnes afirmaciones, no aumentó la ayuda, sino que fue drásticamente
reducida. Y, en cualquier caso hay
que comparar –y no olvidar– los veinte mil millones de dólares (¡sólo
prometidos!) para combatir el hambre con los trescientos mil que ya han
sido gastados [el texto no podía prever la cantidad “billonaria” de vértigo
que los Estados habrían de seguir “regalándole” a la banca, con el camelo de
evitar la depresión] para salvar a un sistema financiero en bancarrota. En lugar de conversión, seguimos en la
cosmética del sistema».
Esta farsa debe ser
desenmascarada. Hace tiempo que terminó
el momento personal (profético) y el testimonial (encíclicas) de pedir
explicaciones.
Es hora de exigirlas
políticamente en presencia de los mismos pobres.
¡Formación política ahora más
que nunca!
- Ez 33,7-9. “El malvado morirá por su culpa,
pero a ti te pediré cuenta de su vida”.
- Salmo 94. R/. “Ojalá
escuchéis hoy su voz: «No
endurezcáis vuestro corazón»”.
- Rm 13,8-10. “El que ama tiene cumplido el resto
de la ley”
- Mt 18,15-20.
“Si tu
hermano peca, repréndele. Si te hace caso, le has salvado”.
Salvar
a tu hermano.
Es difícil ir edificando una buena
comunidad.
Nos enfrentamos cada día al mal y
a la malicia.
El derecho no basta para regular
las relaciones humanas; es necesaria la caridad, que da sentido a la unidad y a
los diversos preceptos morales y sociales (2 lect.).
La denuncia del mal personal y
colectivo (1 lect.).
Si se denuncia el mal es para
recuperar al hermano
y hacer que no dañe a la colectividad (Ev.).
y hacer que no dañe a la colectividad (Ev.).
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