PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

lunes, 6 de octubre de 2014

«NO ES LO MISMO SER PROGRESISTA O CONSERVADOR QUE SER HONRADO»,
por Conchi Vallejo Quintero


En los últimos años observo con estupor e indignación la cantidad de políticos de uno y otro signo que son imputados y condenados por diversos delitos, amparándose precisamente en su condición de persona pública ó influyente, como por ejemplo el caso Pujol, Noos, Gürtel, Bárcenas, ERE.. 


Son personajes que en lugar de hacer política para prestar un servicio al pueblo, la utilizan para enriquecerse de una manera inmoral y escandalosa, aunque afortunadamente creo que la mayoría de los políticos de uno y otro signo, son honrados y que trabajan por la justicia y el bien común.





El progresista presume de ser avanzado, aplaude los avances científicos indiscriminadamente, y lógicamente los convencimientos y las ideas de un buen número de progresistas no pueden ir por el camino de la fe cristiana ya que es algo que no se lleva y que pertenece al pasado y a la historia, según ellos. Lo mismo podíamos decir del conservador, pero con signos contrapuestos.



Sin embargo, que claro está eso de ser honrado. El honrado es el recto, íntegro, cabal, limpio, la persona que piensa una cosa, la dice y la hace, sus intenciones palabras y hechos van en la misma dirección: “Bienaventurados los que tienen un corazón limpio, porque ellos verán a Dios”. Que yo sepa no existe ninguna bienaventuranza referida a los progresistas ni a los conservadores. 


Cuanto bien han hecho y siguen haciendo al mundo obrero, a la sociedad, a la ciencia y a la Iglesia las personas honradas, aunque muchas veces hayan tenido que pagar un precio, a veces, duro por su honradez y veo que muchos conservadores y progresistas no pagan el precio que deberían por no serlo.

Por eso, repito, no es lo mismo. 


Conchi Vallejo
Militante de la HOAC

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