Este año que conmemoramos el Día Internacional de los Derechos Humanos en condiciones tan oscuras, hemos convocado un acto reivindicativo para el sábado día 12 a las 12 de la mañana en la Plaza de San Juan de Dios
Queremos hacer una pequeña cadena humana con lazos de colores. Con ella podremos mantener la distancia de seguridad, al tiempo que la proximidad solidaria de quienes luchamos por la gente mas vulnerable y la defensa de los derechos humanos.
Son momentos difíciles para todos y todas, especialmente par los que menos tienen las que siempre pierden en todas las grandes crisis, los más débiles, los más humildes, las personas más vulnerables, aquellos y aquellas que tienen menos para resistir.
Queremos construir redes, crear complicidades y empujar para cambiar las cosas. Contamos para ellos con vuestra presencia el sábado. Gracias.
Los derechos humanos son el pilar para
una recuperación justa y digna
Con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos 2020, Justicia y Paz Europa ha publicado una declaración en la que manifiesta que la dignidad humana y los derechos humanos no son conceptos prescindibles, reservados solo para tiempos de paz, y exige mayor protección a las personas más afectadas por la pandemia.
Este año marcará un punto de inflexión en la historia de la humanidad. Tras décadas de reducción, la pobreza más extrema aumentará y se espera que lo haga por largo tiempo. La economía mundial se contraerá este año un 4,4% sin precedentes, y las economías europeas en más del doble de esa cifra. En todo el mundo unos 150 millones de personas ya han perdido su empleo solo en el sector del turismo. La COVID-19, junto con los conflictos y el cambio climático, provocará un aumento de la pobreza extrema en todo el mundo. Las medidas de distanciamiento social y la cuarentena están teniendo un gran efecto en la salud mental y la vinculación social. Por lo tanto, será crucial un alto nivel de protección y gasto social para compensar a los agentes sociales y apoyar sus respuestas, pide Justicia y Paz Europa.
El Comité Ejecutivo de la Conferencia de Comisiones Europeas de Justicia y Paz (Justicia y Paz Europa) recoge la afirmación del papa Francisco, en su carta encíclica Fratelli tutti: “el dolor, la incertidumbre, el temor y la conciencia de los propios límites que despertó la pandemia”. En esta situación, toma especial relevancia la declaración de este organismo católico: “la dignidad humana y los derechos humanos no son conceptos prescindibles hechos solo para los períodos de tiempo de paz. Son la columna vertebral moral de la sociedad humana”. Es más, afirman “la protección de las libertades fundamentales y los derechos humanos –en su unidad e interconexión– trasciende las situaciones específicas y precede a otros objetivos políticos”, por lo que cualquier limitación o restricción sea “una empresa extremadamente delicada”.
Justicia y Paz Europa ha querido expresar su preocupación por “el respeto de los derechos de las personas mayores y sus necesidades especiales en una crisis de salud pública, las especiales dificultades que sufren migrantes y solicitantes de asilo debido a las restricciones de la COVID-19 las graves repercusiones de la pandemia en la pobreza y la discriminación de romaníes y nómadas , la necesaria salvaguardia de los derechos de la infancia y el aumento de las desigualdades en materia de educación a causa de la COVID-19, el aumento de la violencia doméstica contra las mujeres y niñas durante el confinamiento”.
La vacuna, preferentemente para las personas más vulnerables
Las esperanzas ahora están puestas en la vacuna de la COVID-19, pero Justicia y Paz advierte que “habrá que desarrollar una estrategia de vacunación que despliegue la vacuna en función de la necesidad y no de los medios. “Si hay que dar preferencia a alguien, que sea a las personas más pobres, a las más vulnerables, a las que con tanta frecuencia sufren discriminación porque no tienen ni poder ni recursos económicos”, como dijo el papa Francisco el 25 de septiembre de 2020 en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta preferencia podría incluir también a quienes cuidan de las personas más vulnerables, ya sea por razones profesionales o familiares. No obstante, hay que tener en cuenta que “será imposible hacer cumplir la vacunación del 70% de la población, el umbral de la población necesario para lograr la inmunidad colectiva contra el virus. Cada ciudadano y ciudadana es responsable de su salud personal y de la de la sociedad como un bien público compartido. El programa de vacunación contra la COVID-19 está diseñado para servir, fomentar y proteger la salud personal y pública. Si bien la elección de vacunarse es personal, esa elección es un acto de generosidad y solidaridad hacia la el resto y un liderazgo moral por parte de quienes tienen responsabilidad de liderazgo en todos los sectores de la sociedad.
La pandemia actual puede cambiar el mundo, pero no los cimientos de la justicia y la paz, se puede leer en el comunicado.
https://www.diariodecadiz.es/cadiz/APDHA-Dia-Derechos-Humanos-actividades-reivindicativas_0_1527147467.html
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