2º Domingo de Navidad (3 enero 2021)
Querida hermana y hermano:
Nuestra historia
es una historia
habitada por Dios.
Nuestra casa
y familia,
nuestro barrio,
nuestro trabajo,
nuestra Iglesia,
esta HOAC,
nuestras asociaciones
e instituciones,
nuestra precariedad,
holgura, o desempleo.
Nuestros dolores
y nuestras esperanzas.
Solo hay que
afinar los sentidos
para percibir
esa presencia
que seguimos
celebrando.
Haz silencio, escucha,
acoge y acuna la vida
que te rodea.
¿Qué música
ha resonado
esta semana,
estos días,
en tu vida?
¿Qué palabras
has encarnado
en tu vida?
Hasta mañana en el altar.
¡¡Feliz Año Nuevo 2021
en Esperanza!!
¡A cuidarse para cuidar!
Fernando Carlos Díaz
Abajo
Consiliario General HOAC, y
Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.
San
Juan 1,1-18.-
«La Palabra se hizo carne
y habitó entre nosotros».
Reviso
mis palabras
y mis silencios.
Lo que expreso y callo
con mi vida.
Reviso si es
la Palabra
quien me habita.
Y mi proyecto de vida,
¿qué necesita callar?,
¿qué necesita acoger?,
¿qué debe expresar?
■ Accede a más oraciones aquí.
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«ORAR CON LA IGLESIA»
TIEMPO
DE NAVIDAD (Ciclo ‘B’) II Semana de Navidad
Del 03 al 09 de enero de 2021.
II
Domingo después de Navidad
03 de enero de 2021.
El segundo domingo de Navidad nos ofrece la posibilidad de seguir
contemplando el acontecimiento del Verbo hecho hombre; de hecho, se proclama el
mismo evangelio que el día de Navidad. Además,
las lecturas nos ofrecen la contemplación de la Sabiduría de Dios personificada
en Jesucristo, que pone su tienda en medio de su pueblo (1 lect.) y nos
recuerdan que, gracias a la encarnación y nacimiento del Señor, todos podemos
ser hijos de Dios (2 lect.).
Del Evangelio de san
Juan 1,1-18.
“La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”
En el principio ya existía la Palabra, y la
Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. En la Palabra había vida, y la vida era la
luz de los hombres. La luz brilla en la
tiniebla, y la tiniebla no la recibió. La
Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo
se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder
para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor
carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado
su gloria: Gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
COMENTARIO
Hoy, también, necesitamos alguien en quien
confiar; una luz para caminar; una esperanza para nuestros anhelos. Por eso se nos ofrece la Palabra de Dios hecha
carne: Como modelo para nuestras vidas; luz para nuestro caminar; y meta para
nuestra esperanza. Ahora, al terminar
los días de Navidad, se nos vuelve a recordar que: El mundo vive en discordias
y guerras, que abundan los sufrimientos, las muertes, los secuestros, los
atropellos, que los hombres se hacen unos a otros. Y nosotros, "los suyos", también a
veces preferimos la tiniebla a la luz, las discordias a la fraternidad, la
guerra a la paz, el pecado a la gracia...
Las fiestas de navidad se acaban, pero no debemos olvidar la realidad de
estas fiestas: Que Jesús nace como Palabra, como Redentor y como Luz de
salvación.
ORACIÓN
En este primer domingo del año quiero recibirte Señor como luz, como vida, como palabra de salvación. Quiero recibirte Señor Jesús para poder ser hijo de Dios. En ti Señor no hay tinieblas; quien te contempla queda envuelto por tu luz. Tú eres la vida, el manantial de toda transparencia. Enseñamos a verte tal como eres y báñanos en la claridad de tu gracia; entonces viviremos en comunión contigo y en el deseo de amarnos unos a otros en este mundo nuevo que Tú has creado para que perdure por los siglos de los siglos. Bendícenos Señor en este día y santifícanos con tu gracia para que te alabemos en este nuevo año y por los siglos sin fin. Quiero recibirte Señor como luz, como vida, como palabra de salvación.
Lunes
antes de Epifanía
04 de enero de 2021.
Del Evangelio de san Juan 1,35-42.
“Hemos encontrado al Mesías”
Estaba Juan con dos de sus discípulos y,
fijándose en Jesús que pasaba, dice: -“Este es el Cordero de Dios”. Los dos discípulos oyeron sus palabras y
siguieron a Jesús; Él se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: -“¿Qué
buscáis?”. Ellos le contestaron: -“Rabí
¿dónde vives?”. Él les dijo: -“Venid y
lo veréis”. Entonces fueron, vieron
dónde vivía y se quedaron con Él aquel día; serían las cuatro de la tarde.
COMENTARIO
"Seguir a Jesús significa vivir con Él,
compartir con Él, conocer la voz de Jesús y seguirla en medio de las voces con
que nos rodea el mundo. Es confiarse a
la palabra de Dios, colocarla por encima de la ley del dinero y del pan y vivir
según ella". "Se quedaron con
él". Fue un seguimiento total, una
entrega sin condiciones. Vieron en Jesús
a una persona que reclamaba la entrega de sus vidas y que en palabras de Juan
bautista es el cordero de Dios. Aquel
pequeño grupo es ya la Iglesia. Cristo
vive en la Iglesia. Es allí donde hay
que encontrarle y seguirle.
ORACIÓN
Yo me consagro a ti, Señor. Aquí tienes mi boca para hablar las palabras que Tú quieres que hable; tienes mis pies para llevarme a donde Tú quieres que vaya; tienes mi mente para que piense lo que Tú deseas que piense. Te ofrezco mi corazón para que Tú ames en mí a todos los hombres con los cuales me encuentre hoy. Es así como deseo seguirte Señor y quiero ver en Ti al cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Porque a Ti te busco, a ti Señor. Quiero quedarme contigo y habitar donde Tú habitas. A ti te busco, a ti Señor. Quiero quedarme contigo.
Martes antes de
Epifanía
05 de enero de 2021.
Del Evangelio de san Juan 1,43-51.
“Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”
Jesús encuentra a Felipe y le dice: -“Sígueme”. Felipe encuentra a Natanael y le dice: -“Aquel
de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado:
Jesús, hijo de José, de Nazaret”. Natanael
le replicó: -“¿De Nazaret puede salir algo bueno?” Felipe le contestó: -“Ven y verás”. Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de
él: -“Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”.
COMENTARIO
Este evangelio nos describe la vocación de
Natanael. La primera noticia que tiene
de Cristo, la recibe con escepticismo. No
concibe que el Mesías viva en un pueblo tan pequeño como Nazaret. Tampoco habría entendido que, al nacer,
hubiera tenido por cuna un pesebre. Sin
embargo, vence sus prejuicios y cuando Felipe le dice: -"Ven y
verás", se pone en camino hacia el Señor.
El proceso de la fe va progresando con el trato personal de Jesucristo. Así ocurrirá con nosotros. Cuanto más tratemos a Jesucristo en la
oración, mayor será nuestra fe.
ORACIÓN
Señor Jesús, oímos tu palabra que nos dice como a Natanael: -“sígueme”, pero como él somos escépticos. Haznos dóciles, acogedores de tus planes, abiertos a lo imprevisible, cercanos a tu corazón. La indiferencia que nos aprieta sabemos, Señor, que no es impedimento para continuar tras tus huellas, para seguirte cuando estamos desbordados. Señor, ayúdanos en la fragilidad, sal a nuestro encuentro, para vivir en Ti cuando el sinsentido aprieta, sabiendo que eres Tú el sentido de nuestra vida.
Epifanía
del Señor.
Miércoles, 06 de enero de 2021.
Solemnidad de la Epifanía del Señor, en la que se recuerdan tres
manifestaciones del gran Dios y Señor nuestro Jesucristo: en Belén, Jesús niño,
al ser adorado por los magos; en el Jordán, bautizado por Juan, al ser ungido
por el Espíritu Santo y llamado Hijo por Dios Padre; y en Caná de Galilea,
donde manifestó su gloria transformando el agua en vino en unas bodas (elog.
del Martirologio Romano).
En este día celebramos la manifestación de Jesucristo como
Salvador de todo el mundo y no solo del pueblo judío. Esto ya fue profetizado en el Antiguo Testamento:
«Se postrarán ante ti todos los pueblos de la tierra» (cf. 1 lect. y sal.
resp.). Y se cumplió con la venida de
los Magos de Oriente, que adoraron al niño en brazos de María, su madre. Así, «ahora ha sido revelado que los gentiles
son coherederos» (2 lect.). Cristo es
luz de las gentes y, a través de la Iglesia, sigue iluminando a todos los
hombres con su claridad, mediante el don de la fe que debemos seguir
extendiendo, evangelizando por todo el mundo.
Del Evangelio de
san Mateo 2,1-12.
“Venimos de Oriente para
adorar al Rey”
Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey
Herodes. Unos Magos de Oriente se
presentaron en Jerusalén preguntando: -"¿Dónde está el rey de los judíos
que ha nacido? Al enterarse el rey
Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él. De pronto la estrella que habían visto salir
comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa
alegría. Entraron en la casa, vieron al
niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo
sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
COMENTARIO
La fe cristiana es, descubrimiento de la bondad
de Dios, experiencia agradecida de que sólo Dios salva. El gesto de los Magos ante el Niño de Belén
expresa la actitud primera de todo creyente ante Dios: “Adorarlo”. Adorar es, agradecer el don recibido y reconocer
el misterio de amor que nos supera, nos envuelve y se nos da gratis. Ante un Dios del que sabemos que es amor, no
cabe sino la adoración, el gozo y la acción de gracias. Si en algún momento vives tal frustración, que
ya ni siquiera eres capaz de orar, debes tener, al menos, la certeza de que
siempre hay una estrella que brilla en el horizonte.
ORACIÓN
Te pido Señor por los niños, para que vivan con ilusión, con alegría, con juguetes. Que nunca les falte una estrella que les guíe por el camino de la salvación. Que los adultos recuperemos nuestra alma de niño y que todos juntos sepamos adorarte Señor. Adorarte en la humanidad de cada persona, en la debilidad de cada persona; adorarte sobre todo en tu Hijo Jesús hecho hombre por salvarnos. A todos Señor guíanos con tu luz, que tu presencia nos llene de inmensa alegría, y que hoy sepa ofrecerte Señor mis regalos: Una sonrisa, un corazón paciente, una fe fiel, un corazón cercano a los hermanos. Te pido Señor por los niños, para que vivan con ilusión, con alegría, con juguetes. A todos Señor guíanos con tu luz.
Jueves
después de Epifanía.
07 de enero de 2021.
Del Evangelio de san
Mateo 4,12-17.23-25.
“Está cerca el reino de los cielos”
Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan
se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se
estableció en Cafarnaún, junto al lago. Así
se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: -"El pueblo que habitaba
en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de
muerte, una luz les brilló". Jesús
comenzó a predicar: -"Convertíos, porque está cerca el reino de los
cielos". Recorría toda Galilea,
enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las
enfermedades y dolencias del pueblo.
COMENTARIO
Jesús empieza la predicación por esta tierra
marginada, encrucijada de pueblos diferentes por origen, religión y cultura. Su ocupación consistía en ir, desplazarse
allá donde la humanidad doliente más le necesitaba: Le traían toda clase de
enfermos y Él los curaba. Desde tus
enfermedades y dolencias, desde tus debilidades interiores y exteriores; pide
al Señor la gracia de recibir su luz para dar un paso más hacia Él. Y haz el esfuerzo de convertirte al Señor, es
la primera petición que él te hace. ¿Le
responderás convirtiéndote?
ORACIÓN
Conviérteme a tu luz Señor, ayúdame a dar el paso fundar mi vida en tu poder y en tu bondad para que Tú seas el manantial interior que me haga comenzar cada día de nuevo con esperanza. Que mi mente y mi corazón se vuelvan a Ti Señor, para que deje de habitar en tinieblas y sombras de muerte. Señor misericordioso, dame luz para conocer tu palabra que alimenta, que fortalece, que libera, que salva. Dame fortaleza en las debilidades y constancia en la conversión. Conviérteme a tu luz Señor.
Viernes después de Epifanía,
08 de enero de 2021.
Del Evangelio de
san Marcos 6,34-44.
“Al multiplicar los panes Jesús se manifiesta como profeta”
Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos,
porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Cuando se hizo tarde se acercaron sus
discípulos a decirle: -"Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de
alrededor y se compren de comer". Él
les replicó: -"Dadles vosotros de comer". Después tomando Él los cinco panes que tenían
y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los
panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces.
COMENTARIO
Jesús se compadece y alimenta al pueblo con pan y
enseñanzas. Entre los alimentados unos
le seguían por el pan material, otros creyendo en Él. Hay, pues, una religión-utilidad y una
religión-amor. La religión de amor pide
nuestra colaboración ¿Qué puedes
presentar tú al Señor para que lo transforme y multiplique a favor de los
necesitados?, debes, sí, preguntártelo. Aliméntate
cada día con la doctrina del evangelio con el pan de la eucaristía, sin
olvidarte de regalar al Señor lo que tienes para que Él lo transforme y
multiplique en beneficio de todos.
ORACIÓN
Alimenta mi vida interior Señor con el pan de tu palabra, con el cuerpo de Cristo. Aliméntame para dar sentido a lo que hago, para que mi vida no esté vacía, para robustecer mi fe y mi confianza en ti Señor. Que sepa ver lo que tengo y sea generoso para compartirlo; que vea que tengo casa y vestido, familia y bienes materiales, cualidades y bondad; fe y esperanza en un futuro mejor. Tengo Señor unas monedas, unos minutos, una palabra, una mirada cercana. Sé que es poco Señor, pero Tú harás el milagro de transformarlo.
Sábado
después de Epifanía
09 de enero de 2021.
Del Evangelio de san
Marcos 6,45-52.
“Lo vieron andar sobre el mar”
Llegada la noche, la barca estaba en mitad del lago
y Jesús solo en tierra. Viendo el
trabajo con que remaban, porque tenían viento contrario, va hacia ellos andando
sobre el lago, e hizo ademán de pasar de largo.
Ellos, viéndolo andar sobre el lago, pensaron que era un fantasma y
dieron un grito, porque al vedo se habían sobresaltado. Pero Él les dirige en seguida la palabra y
les dice: -“Ánimo, soy yo, tengáis miedo”.
Entró en la barca con ellos y amainó el viento.
COMENTARIO
Los discípulos son testigos de cómo Jesús camina
sobre las aguas, sube a su barca y domina las fuerzas cósmicas haciendo amainar
el recio viento del lago. En nuestra
vida también pasamos a veces por el miedo que experimentaron aquella noche los
discípulos. A nuestra barca particular,
y también a la barca de la Iglesia, le vienen a veces vientos fuertes en
contra, y tenemos miedo de zozobrar. Como
para aquellos apóstoles, la paz y la serenidad nos vendrán de que admitamos a
Jesús junto a nosotros, en la barca. Y
podremos oír que nos dice: -«Ánimo, soy yo, no tengáis miedo».
ORACIÓN
Bendito, glorificado y santificado seas Padre,
por la mirada de tu Hijo, reflejo insondable de tu amor. Bendito seas Jesús por tu palabra que me
dice: -“Animo soy yo no tengas miedo”. Con
fe confieso que Tú eres el Hijo de Dios y quiero pedirte Señor por los que te
han seguido y permanecen fieles; por los que nos sentimos asustados ante las
fuerzas del mal. Te pido por los que
tienen dudas de fe y se hunden, por los que viven asustados ante la fragilidad
de la Iglesia. Señor dinos de nuevo: -«Ánimo, soy yo, no tengáis
miedo».
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