6º Domingo TO (14 febrero 2021)
Queridas hermanas y hermanos:
Jesús nos muestra la radicalmente
distinta manera cristiana
de situarnos en contextos
de marginación y con
las personas que los sufren.
Nos mueve a acompasar el paso
de nuestro ritmo vital
para que podamos hacernos
cercanos a quienes sufren,
para que puedan llegar
hasta donde podamos
escuchar su grito,
sentir su dolor.
Nos pide ser hombres
y mujeres compasivos,
capaces de escuchar,
de acoger,
de promover,
de integrar.
Capaces de sanar desde
la cercanía amorosa.
Nos anima a provocar
la recuperación,
la reintegración a la vida,
la comunión.
Para todo ello
necesitamos orar.
¡Hasta mañana en el altar!
Fernando Carlos Díaz
Abajo
Consiliario General HOAC, y
Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.
San
Marcos 1,40-45.-
«Si quieres, puedes limpiarme».
Mi
proyecto de vida se hace
instrumento de maduración
de mi propia existencia
cuando me abre a ser misión,
a construir puentes
y derruir muros
con misericordia y compasión
ante el sufrimiento humano.
¿De qué medios
he de servirme
para crecer
en escucha del dolor,
en cercanía al sufriente,
en misericordia,
en compasión?
¿Mediante
qué puentes
que he de tender
he de seguir
construyendo
comunión?
■ Accede a más oraciones aquí.
https://www.hoac.es/que-hacemos/espiritualidad/orar-desde-el-mundo-obrero/
■ También en Issuu
https://issuu.com/hoac/docs
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https://issuu.com/hoac/docs/6__domingo_to_5d54bb1da0ab0a
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«ORAR CON LA IGLESIA»
6ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘B’)
Del 14 al 16 de febrero de 2021.
TIEMPO
DE CUARESMA (Ciclo ‘B’) Miércoles de Ceniza
Del 17 al 20 de febrero de 2021.
Domingo
6º del Tiempo Ordinario
Santos Cirilo, monje, y Metodio,
obispo,
San Valentín, mártir. Patrono de los enamorados.
14 de febrero de 2021.
Memoria
de los santos Cirilo, monje, y Metodio, obispo, hermanos nacidos en Tesalónica,
que fueron enviados a Moravia por el obispo Focio de Constantinopla para
predicar la fe cristiana, y allí inventaron signos propios para traducir del
griego a la lengua eslava los libros sagrados. En un viaje que hicieron a Roma, Cirilo, que
antes se llamaba Constantino, enfermó y, habiendo profesado como monje,
descansó en el Señor en este día. Son
co-patrones de Europa.
En tiempos de Jesús, la lepra, aparte de una grave enfermedad,
era un motivo de aislamiento y algo que hacía al hombre impuro. Un leproso, saltándose las leyes, se acercó a
Jesús y le suplicó que lo curara. Y
Jesús lo hizo tocándole la cabeza. No es
la lepra la que nos hace a nosotros impuros, sino nuestros pecados. Llenos de fe, debemos acercarnos a Jesús para
que nos limpie, de modo especial en el sacramento de la penitencia. Por otra parte, la oblación de la eucaristía
también nos purifica y nos renueva (cf. orac. sobre las ofrendas). En ella está la fuente de donde brota la vida
verdadera (cf. orac. después de la comunión).
Del Evangelio de san
Marcos 1,40-45.
“La lepra se le quitó, y quedó limpio”.
Se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de
rodillas: -"Si quieres, puedes limpiarme". Sintiendo lástima, extendió la mano y lo
tocó, diciendo: -"Quiero: Queda limpio". La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó
limpio. Él lo despidió, encargándole severamente:
-"No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al
sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés". Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el
hecho con grandes ponderaciones.
COMENTARIO
Ante un enfermo de lepra, la comunidad se
defendía expulsándole de su seno. Jesús
actúa de modo distinto. Él se compadece
ante el sufrimiento de los hombres. Existen
demasiadas lepras que hacen infelices a los hombres y los sitúan en el grupo de
los marginados. Podemos ayudarles como
Jesús lo hizo. Pero por experiencia
propia y ajena sabemos que se huye de la cercanía de los marginados: Del
enfermo, del pordiosero, del mendigo, del drogadicto. Nos alejamos para que "no nos
contagie" y perdamos nuestra pequeña felicidad.
ORACIÓN
Guárdame Señor, limpio de la lepra del orgullo, de la suciedad del dinero, de la tentación del poder. Oye, Señor, la queja de los aplastados por el sufrimiento, líbralos de la miseria y de la desesperanza. Te pido por todos los excluidos de nuestra sociedad de abundancia, los pobres, los emigrantes, los minusválidos, a los que a veces evitamos como leprosos. Concédeme amarlos. Señor Jesús, Tú puedes cambiar la mancha de nuestra lepra en un vestido de gloria. Ten piedad de nosotros, te suplicamos. Extiende sobre nosotros tu mano, tócanos y seremos salvos.
Lunes
6ª Semana T. Ordinario
San Claudio de la Colombiere,
presbítero de la Compañía de Jesús
15 de febrero de 2021.
Del Evangelio de san
Marcos 8,11-13.
“¿Por qué esta generación reclama un signo?”.
En aquel tiempo, se presentaron los
fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron
un signo del cielo. Jesús dio un
profundo suspiro y dijo: -"¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta
generación". Los dejó, se embarcó
de nuevo y se fue a la otra orilla.
COMENTARIO
Los signos a través de los cuales
Jesús se revela son siempre un llamado a la fe, al compromiso, a dar muerte al
egoísmo y a sus idolatrías. Los signos
de Jesús no satisfacen ni la curiosidad ni el capricho, ni el orgullo ni la
vanidad. Jesús rehúsa un signo a los
fariseos porque tiene un respeto muy grande por la libertad de los hombres, y
no acepta imponerse por medio de sus milagros.
ORACIÓN
Señor, acepto con gratitud toda mi vida como regalo de tu Amor. En estos momentos vivo en Paz. No tengo nada, sólo tu cariño. No ansío nada, sólo tu Espíritu. Tu Espíritu para ver el gran signo de Cristo resucitado. Tu Espíritu para ver los signos diarios de tu amor. Deseo vivir en la serenidad de quien siembra en esta vida el trigo de la amistad y el vino de la alegría, para pasar por este mundo haciendo siempre el bien. Como Tú.
Martes 6ª Semana T. Ordinario
San Onésimo, Mártir. Obispo de Éfeso
16 de
febrero de 2021.
Del Evangelio de san
Marcos 8,14-21.
“Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes”.
A los discípulos se les olvidó llevar
pan, y no tenían más que un pan en la barca.
Jesús les recomendó: -“Tened cuidado con la levadura de los fariseos y
con la de Herodes”. Ellos comentaban: -"Lo
dice porque no tenemos pan". Les
dijo Jesús: -“¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los
oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos
de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil?”. Ellos contestaron: -"Doce". Él les dijo: -"¿Y no acabáis de entender?".
COMENTARIO
Al prevenirlos contra la levadura
de los fariseos y de Herodes, Jesús quiere educar a sus discípulos. A propósito de los últimos hechos, quiere
ayudarles a encontrar la actitud cristiana apropiada. Pero los discípulos están absorbidos por lo
inmediato, más allá de lo razonable. Por
eso, no entienden el mensaje de Jesús. Esta
escena es un buen relato de lo que sucede con nosotros. Perdemos de vista lo fundamental, el sentido
cristiano de las cosas, por la absorción en lo inmediato.
ORACIÓN
Danos, Señor Jesús, tu corazón sensible y arriesgado; líbranos de la indiferencia y la pasividad; haznos capaces de comprometernos y de apostar, también nosotros, por desenmascarar las ideologías de fariseos y Herodes de turno. Es hora de desafiar al materialismo con soluciones alternativas. Danos, la sabiduría de entender que compartir con los pobres es tejer una sociedad que puede vivir el Reino de Dios. Amén.
TIEMPO DE CUARESMA (Ciclo
‘B’)
Miércoles de Ceniza
Los Siete Santos Fundadores de
la Orden "Siervos de María"
17
de febrero de 2021.
Día de ceniza e inicio de la muy sagrada Cuaresma: he aquí que
vienen días de penitencia para la remisión de los pecados, para la salvación de
las almas; he aquí el tiempo favorable, en el que se asciende a la montaña
santa de la Pascua (elog. del Martirologio Romano).
Con la celebración de hoy comenzamos la Cuaresma, cuarenta días
de preparación para la renovación de las promesas bautismales en Pascua de
Resurrección, mediante la oración, la limosna y el ayuno. Estas prácticas
penitenciales debemos hacerlas en lo secreto: «Y tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará» (Ev.). Pero para encontrarles ese sentido
penitencial, antes tenemos que reconocer que somos pecadores: «Misericordia,
Señor, hemos pecado» (sal. resp.) y que necesitamos en este tiempo de gracia
dejarnos reconciliar con Dios (2 lect.). El mejor medio será celebrar el
sacramento de la penitencia, en el que expresamos que nuestra conversión no es
puramente exterior, sino que de verdad queremos rasgar nuestros corazones
arrepentidos (cf. 1 lect.).
Del Evangelio de san
Mateo 6,1-6.16-18.
“Tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará”.
Dijo Jesús a sus discípulos: -"Cuidad
de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos. Tú, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano
izquierda lo que hace tu derecha. Cuando
recéis, no seáis como los hipócritas. Tú,
cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre,
que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos. Tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y
lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está
en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará".
COMENTARIO
Tres prácticas intensivas deben
caracterizar nuestra vida en este tiempo de cuaresma: -El ayuno, que no se trata de sustituir, sino de eliminar y,
disponer así de más medios para ayudar a los necesitados. -La
limosna, que es apertura a las necesidades del otro. Es compartir los bienes materiales y los
espirituales: El tiempo, la inteligencia, la fe, el amor. -La
oración, es otra práctica que debe ser intensificada en este tiempo. Dar más tiempo a Dios. Todas estas prácticas deben realizarse con
sencillez de corazón. La Cuaresma es
preparación para la Pascua. Es tiempo de
conversión: Cambiar el corazón para transformar todo el hombre. Porque “es el hombre a quien hay que cambiar y
salvar”.
ORACIÓN
Yo sé que me quieres, Señor, porque eres bueno, porque tienes un corazón sensible, perdóname; limpia mis bajos fondos del pecado, y de mis caídas contiendas, levántame. Me siento pecador ante Ti, que eres Santo; y el pecado está agarrado a mi. ¡Como soy!: Contra Ti, contra Ti sólo pequé y tus ojos han visto con pena mi corazón manchado. Que alegaron que eres Padre, y también justo y recto lo siento; yo nací manchado por la culpa. Ya antes de nacer esto ve envuelto en las tinieblas. Tú me miras fijamente y me amas abrázame y tu amor me cambiará el corazón.
TIEMPO DE CUARESMA (Ciclo
‘B’)
Jueves después de Ceniza
San Simeón, obispo y mártir
18
de febrero de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 9,22-25.
“El que pierda su vida por mi causa la salvará”.
Dijo Jesús a sus discípulos: -"El
Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos
sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día". Y,
dirigiéndose a todos, dijo: -"El que quiera seguirme, que se niegue a sí
mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá;
pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero
si se pierde o se perjudica a sí mismo?".
COMENTARIO
El Evangelio nos dice sin
ambigüedades quién es Jesús: El Mesías de Dios, y viene a liberarnos por la
cruz. Vivir según el Evangelio es tomar
la cruz. El cristianismo sin cruz no es
más que una fantasía. Seguir a Cristo es
aceptar su doctrina e imitar su vida. Es
estar asociado a la misión de Jesús en servicio del Reino de Dios. Es renunciar a todo, incluso a sí mismo y a la
propia vida. En el Evangelio perder la
vida por la cusa de Cristo es salvarla. Pero
es necesario tener en cuenta la condición “por mi causa”.
ORACIÓN
Dios de vida no nos dejes caer en la facilidad del camino de la muerte. Que con Jesús vayamos decididamente viviendo en la esperanza que nunca se desilusiona. Te pedimos Señor, por los que pierden su vida acumulando lo inútil: Hazles descubrir la gracia de la pobreza. También te pedimos por los que no tienen nada, por aquellos a quienes la vida les ha quitado lo necesario: Tiende hacia ellos una mano fraterna. Te pedimos por nosotros: Que caminemos sin dudar y llevemos juntos el yugo de tu amor. Amén. Que comprendamos Señor, que toda cruz es señal de una resurrección en Jesucristo.
TIEMPO DE CUARESMA (Ciclo
‘B’)
Viernes después de Ceniza
San Auxibio, Obispo
19 de febrero de 2021.
Se
acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: -"¿Por qué
nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no
ayunan?". Jesús les dijo: -"¿Es
que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con
ellos? Llegará un día en que se lleven
al novio, y entonces ayunarán".
COMENTARIO
La
Iglesia ha limado asperezas en las disposiciones respecto al ayuno, al mismo
tiempo que ha subrayado la primacía del amor.
El ayuno es una forma de abrirse a los demás. No es pura renuncia. En el contexto evangélico, hoy lo veíamos, el
ayuno comporta sentido de tristeza por el hecho de que no poseemos totalmente a
Dios. En quien pertenece totalmente a
Dios no hay lugar a la tristeza. Ha
llegado la plenitud de los tiempos. A
tiempos nuevos corresponden nuevas categorías mentales.
ORACIÓN
Devuelve la libertad a los oprimidos, que caigan las cadenas injustas, ese es el ayuno que Tú quieres: Señor, hazme constructor de justicia. Compartir el pan con el hambriento, acoger en casa al que no tiene techo, ese es el ayuno que Tú quieres: Señor dame hambre de amor. Ten corazón misericordioso, oídos atentos para el hermano: Ése es el ayuno que Tú quieres: Señor hazme compasivo. Seguirte hasta la Cruz, vivir tu palabra siempre nueva, ese es el ayuno que Tú quieres. Señor condúceme y sálvame.
TIEMPO DE CUARESMA (Ciclo
‘B’)
Sábado después de Ceniza
Santos Jacinta y Francisco Marto
niños videntes de Fátima
20 de febrero de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 5,27-32.
“No he venido a llamar a los justos,
sino a los pecadores a que se conviertan”.
Jesús vio a un publicano llamado
Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: -"Sígueme". Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en
su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus
discípulos, criticándolo: -"¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y
pecadores?". Jesús les replicó: -"No
necesitan médico los sanos, sino los enfermos.
No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se
conviertan".
COMENTARIO
¿Qué vio Jesús en aquel hombre
considerado por la sociedad como un pecador público por su inmoral profesión? Quizá un enfermo necesitado de médico. O tal vez lo que podía llegar a ser. Leví lo dejó todo para seguirle, y su vida
tomó un nuevo rumbo; cambió de manera de pensar, de valorar las realidades
humanas, de interpretar la vida. En la
invitación de Jesús a Leví los pecadores y marginados comprenden que Jesús
también es para ellos. La conversión de
Mateo es una llamada a nuestra propia conversión.
ORACIÓN
Señor porque eres bueno mantén mi
corazón dirigido hacia Ti. Tú que velas
sobre quién te implora, alegra mi corazón que te llama. Tú que llenó de amor y ternura no dejas ningún
grito sin respuesta, atiéndeme. Tú que
eres el Dios que salva; sálvame. Tú que
sigues viniendo a llamar a los pecadores libérame de la autosuficiencia, abre
mis ojos para que el dinero no sea mi dios. Señor ten piedad. Tú pones la mesa del perdón y la convivencia.
Tu amor me ha seducido Señor, quiero
vivir siempre contigo, quiero seguirte siempre.
Tú que sigues viniendo a llamar a los pecadores libérame de la
autosuficiencia, abre mis ojos para que el dinero no sea mi dios. Señor
ten piedad.
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