30º Domingo TO • 24 octubre 2021
Queridos hermanos y hermanas:
“Ojos que no ven,
corazón que no siente”,
dice el refrán.
Y esta es
una de las verdades
de nuestra vida.
Si vivimos ciegos y sordos
ante lo que nos rodea,
terminamos por vivir
en la insensibilidad,
ante todo.
Nada nos afecta.
Podemos
pasar de largo
ante las personas
y sus sufrimientos.
Porque la mirada
nos hace conscientes,
y nos empuja a
la responsabilidad fraterna…
si miramos correctamente,
si estamos situados
donde debemos.
No es lo mismo
mirar desde fuera,
desde lejos,
o desde arriba,
que hacerlo desde dentro,
desde la cercanía
de la encarnación,
desde abajo.
"El mundo se ve
más claro desde
las periferias"
recuerda el papa.
Necesitamos que
la compasión de Dios
nos salve.
Un abrazo en Cristo obrero y
¡Hasta mañana en el altar!
Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y
Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.
San Marcos 10,46-52:
«Ten compasión de mí».
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«ORAR CON LA IGLESIA»
30ª Semana del
Tiempo Ordinario (Ciclo
‘B’)
Del 24 al 30 de octubre de 2021.
Domingo 30º del Tiempo Ordinario.
JORNADA MUNDIAL Y
COLECTA POR LA
EVANGELIZACIÓN DE LOS PUEBLOS
San Antonio María Claret, obispo,
fundador de los misioneros claretianos.
24 de octubre de 2021.
En la 1.ª orac. de hoy pedimos a Dios que aumente nuestra fe,
esperanza y caridad. A través de estas
virtudes —dones de Dios— alcanzaremos la salvación. El pueblo de Israel, y especialmente los más
pobres y necesitados (ciegos, cojos, preñadas y paridas…), experimentó el amor
de Dios cuando lo salvó del destierro y lo llevó de nuevo su tierra: «Vendrán
todos llorando y yo los guiaré entre consuelos» (1 lect.). Se anuncia aquí la plenitud de la salvación
que nos viene por la fe en Jesucristo.
Esa fe que curó al ciego de Jericó cuando le pidió a Jesús: «“Rabbuní”,
que recobre la vista» y que nos empuja a seguirlo por el camino de la vida
hasta que un día lo veamos cara a cara en el cielo (cf. Ev.).
- Jer 31,7-9. Guiaré
entre consuelos a los ciegos y los cojos.
- Salmo 125. R/.
El Señor ha estado grande con
nosotros, y estamos alegres.
- Heb 5,1-6. Tú eres sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec.
Del Evangelio de san
Marcos 10,46-52.
“Rabbuní, haz que pueda ver”.
El ciego Bartimeo hijo de Timeo estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús empezó a gritar: -“Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí”. Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: -“Hijo de David, ten compasión de mí”. Jesús se detuvo y dijo: -“Llamadlo”. Llamaron al ciego, diciéndole: -“Ánimo, levántate, que te llama”. Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: -“¿Qué quieres que haga por ti?”. El ciego le contestó: -“Maestro, que pueda ver”. Jesús le dijo: -“Anda, tu fe te ha curado”. Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
COMENTARIO
Hoy muchos han roto sus relaciones con "el Dios de su infancia", y se han quedado vacíos de vida religiosa; otros, en sus dudas o en su búsqueda, han hecho la oración del ciego y viven la nueva experiencia de creer en un Dios cercano que nos llena de paz en nuestras luchas diarias. En Jesús se nos ofrece luz para nuestra ceguera, para nuestras vacilaciones, para nuestras dudas, para nuestras limitaciones. Es la actitud del ciego de Jericó: Gritar a Jesús y decirle con fe: -“¡Maestro, que vea!”. Y Jesús hará brillar su luz sobre ti. La Iglesia, y cada uno de nosotros los cristianos, hemos de decir a todos los que dudan o vacilan o carecen de la luz de la fe: -“¡Animo, el Maestro te llama!”.
ORACIÓN
Que esté atento a tu paso por mi vida Señor. Que pueda ver dónde está la Salvación, donde está la vida, que pueda ver Señor. Ten compasión de mí porque no veo, estoy ciego; ciego de ambición, de orgullo; tal vez ciego de envidia; ciego para ver al prójimo que me necesita. Que sepa silenciar las voces de los que me dicen cállate; y que tenga oídos para escuchar a los que me animan diciéndome: ánimo, levántate, que te llama.
Lunes de la 30ª Semana T. Ordinario.
San Frutos, Santa
Engracia y San Valentín, mártires.
25 de octubre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 13,10-17.
Jesús al ver a una mujer enferma la llamó y le dijo: -"Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Pero el jefe de la sinagoga, indignado dijo a la gente: -"Seis días tenéis para trabajar; venid esos días a que os curen, y no los sábados". Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: -"Hipócritas: Cualquiera de vosotros, desata del pesebre al buey o al burro y lo llevaba a abrevar, aunque sea sábado. Y a ésta, que es hija de Abrahán, ¿no había que sanarla en sábado?". A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.
COMENTARIO
La actitud de Jesús curando a una enferma en sábado, muestra que ha venido a salvar, a liberar y a compartir la condición humana, aunque para ello haya que quebrantar unos preceptos de la ley erróneamente interpretados. Si el sábado ha sido hecho para el hombre, la importancia de la persona está por encima de las prescripciones humanas. Todos ven las cosas maravillosas que hace Jesús, pero no todos las interpretan como signo de la bondad de Dios.
ORACIÓN
Gracias Señor, porque me liberas del pecado que me tiene esclavizado, Tu enderezas mi vida y me llevas a glorificar tu nombre porque para ti Padre lo importante no son las normas sino las personas. No me dejes caer en la hipocresía del cumplimiento de unas leyes haz que imitando tu manera de ser me preocupe de las personas por encima de normas, de leyes y de preceptos. Alegrándome por tu manera de ser te alabo y te glorifico proclamando tu bondad. Gracias Señor, porque me liberas.
Martes de la 30ª Semana T. Ordinario.
San Evaristo,
Papa y Mártir.
26 de octubre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 13,18-21.
“Crece el grano y se hace
un arbusto”.
Decía
Jesús: -"¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre
toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en
sus ramas". Y añadió: -"¿A qué
compararé el reino de Dios? Se parece a
la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo
fermenta".
COMENTARIO
Dos
breves parábolas nos hablan de la extraordinaria fuerza de la semilla de Reino
y su imparable crecimiento a pesar de la sencillez y humildad de sus comienzos. El Reino, sí tiene algo misterioso y oculto
es el fruto, la cosecha, que la semilla produce exclusivamente por la fuerza
que lleva en su entraña. A nosotros se
nos entrega como semilla que hemos de sembrar, de cuidar. Pero la semilla lleva en sí misma la fuerza
para dar el fruto “sin que sepamos cómo sucede”. La fuerza del Evangelio la fuerza intrínseca
de la semilla nos invita a colaborar con optimismo y esperanza, porque el Reino
de Dios está en buenas manos.
ORACIÓN
Dios padre y mamá, haz que mis ojos vean lo que Tú ves: La fuerza imparable del mensaje de la salvación. Haz que mi voz sepa sembrar semillas de tu Reino y que mis labios canten los cantos de tu amor y tu alegría porque la fuerza interior de tu Reino se impondrá sobre los negros horizontes de la injusticia. Haz que tu Evangelio transforme este mundo en Reino de Dios. Haz que tu Evangelio transforme este mundo en Reino de Dios.
Miércoles de la 30ª
Semana T. Ordinario.
Santos Vicente, Sabina y Cristeta de Talavera (Toledo),
hermanos mártires del siglo IV
27 de octubre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 13,22-30.
“Vendrán de oriente y occidente, y se sentarán a la mesa
en el Reino de Dios”.
En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: -"Señor, ¿serán pocos los que se salven?". Jesús les dijo: -“Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán”.
COMENTARIO
Nunca dijo Jesús "qué es" el Reino de los Cielos, sino "a qué se parece". Y se parece a un banquete, allí donde se ofrece gratis la comida abundante y la alegría en el gozo de la amistad. Salvarse es entrar en la sala del festín. Para entrar en la sala hacen falta dos cosas: Recibir la invitación y encontrar la puerta abierta. La invitación se pasa a todos. La tarjeta de invitación es la fe y en este peregrinar hacia Dios cabe la posibilidad de hacer elecciones libres acertadas o equivocadas. Mientras hay vida es posible corregir lo equivocado. Tras la muerte ya no es posible elegir. Se cerrará la puerta: Unos quedarán dentro y otros serán excluidos fuera. La puerta cerrada o abierta por nuestras obras es incumbencia personal porque la estrechez de la puerta puede entenderse en el sentido de que la práctica del bien es costosa y supone esfuerzo. Esfuérzate por entrar en la vida.
ORACIÓN
Dios y Padre nuestro, ven a abrir las puertas selladas de nuestro corazón. Penétranos con el soplo de tu Espíritu, y que Cristo sea la puerta que abra nuestra existencia a la libertad y a la vida. Bendito seas Jesucristo, puerta del cielo. Dichoso el que camina hacia Ti y persevera en tu amor. Bendito seas Señor que a todos abres la puerta de la salvación. Gracias Señor por la invitación a la fe que nos abre la posibilidad de participar de tu vida. Dios y Padre nuestro, ven a abrir las puertas selladas de nuestro corazón.
San Simón y San Judas
Tadeo, apóstoles
Jueves de la 30ª Semana T. Ordinario.
28 de
octubre de 2021.
Fiesta de san Simón y san Judas, apóstoles, el primero
apellidado Cananeo o Zelotas, y el segundo, hijo de Santiago, llamado también
Tadeo, el cual, en la última Cena preguntó al Señor acerca de su manifestación,
recibiendo esta respuesta: «El que me ame, observará mi palabra, y el Padre mío
le amará, y vendremos a él y haremos nuestra mansión en él» (elog. del
Martirologio Romano).
Del Evangelio de san
Lucas 6,12-19.
“Escogió a doce de ellos
y los nombró apóstoles”.
Jesús
pasó la noche orando a Dios. Cuando se
hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró
apóstoles: Simón, al que se puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano,
Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado
el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Venían las gentes a oírlo y a que los curara
de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados,
y la gente trataba de tocarlo, porque salía de Él una fuerza que los curaba a
todos.
COMENTARIO
En
la lista aparecen los dos apóstoles que hoy recordamos: Simón Zelotes y Judas
el de Santiago (o Tadeo). A todos “los
nombró apóstoles”, o sea, “enviados”, “mensajeros”. Jesús es el verdadero pastor, luz, guía y
maestro de la humanidad y de la comunidad de sus seguidores. Él es el “apóstol”, el auténtico “enviado de
Dios. Y en Él se basa nuestra fe
cristiana y el edificio de la Iglesia. Pero
ha sido Él mismo quien ha querido que el grupo de los Doce fuera el fundamento
visible de la comunidad, colaboradores suyos, evangelizadores.
ORACIÓN
Creo en la Iglesia apostólica, a pesar de que en ella hay fallos y pecados. Creo en la Iglesia instituida por Cristo porque en ella está el Espíritu de Jesús resucitado. Creo en el colegio apostólico que hoy se hace visible en los obispos unidos al papa. Creo en la comunidad fundada sobre la roca apostólica. Creo Señor Jesús que Tú nos has dejado un medio a través del cual podemos vivir la comunión contigo. Señor aumenta mi fe en la Iglesia.
Viernes de la 30ª Semana T. Ordinario.
San Narciso,
Obispo de Jerusalén
29 de octubre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 14,1-6.
¿no lo saca, aunque sea sábado?”.
Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Jesús se encontró delante un hombre enfermo de hidropesía y, dirigiéndose a los letrados y fariseos, preguntó: -"¿Es lícito curar los sábados, o no?". Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió. Y a ellos les dijo: -"Si a uno de vosotros se le cae al pozo el burro o el buey, ¿no lo saca en seguida, aunque sea sábado?" Y se quedaron sin respuesta.
COMENTARIO
La mejor manera de honrar este día santo es practicar la caridad con los necesitados. Jesús les echa en cara a los fariseos que por interés personal -por ejemplo, para ayudar a un animal de su propiedad- sí suelen encontrar motivos para interpretar más benignamente la ley del descanso. Por tanto, no pueden acusarle a Él si ayuda a un enfermo. Una reglamentación, por religiosa que pretenda ser, que impida ayudar al que está en necesidad, no puede venir de Dios. ¿Qué excusas ponemos nosotros para no salir de nuestro horario, en ayuda del hermano, y tranquilizar así nuestra conciencia?
ORACIÓN
Padre bueno: Ayúdame a amarle al prójimo sin reservas, a recibirle con un corazón puro a renunciar a todo lo que podría impedir su propio bien. Envía sobre mí tu Espíritu de santidad, para que aclare mi camino, fortifique mi voluntad y me dé la perseverancia en tu servicio. Que sepa honrarte en el día de fiesta poniendo mi vida al servicio de los demás, especialmente al servicio de los más necesitados. Amén.
Sábado de la 30ª Semana T. Ordinario
San Alonso
Rodríguez, religioso
en la Compañía de Jesús
Santo Patrono de Mallorca.
30 de octubre de 2021.
Del Evangelio de san
Lucas 14,1.7-11.
“Todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido”.
Dijo Jesús: -"Cuando te conviden a una boda, no te sientes en puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: -‘Cédele el puesto a éste.’ Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: -‘Amigo, sube más arriba’. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".
COMENTARIO
El humilde es capaz de comprender y compartir los problemas del prójimo y por eso tiene una actitud servicial para todos; mientras que el soberbio se despreocupa de todos y solamente le interesa aquello que le favorezca a él, aunque perjudique a otros. Pero Dios sabe situar a cada uno en el puesto que le corresponde, tal como nos lo dice el Señor en el Evangelio de hoy. Por eso se realizará lo que Jesús dice: “El que se humilla será ensalzado y el que se ensalza será humillado”.
ORACIÓN
Abaja mi orgullo Señor, quita mis soberbias, enséñame a vivir con humildad, con sencillez, mirando siempre las necesidades y el bienestar del prójimo. Tú que colocas a cada uno en su puesto, abaja del trono a los soberbios y enaltece a los humildes. Tú que te revelas a los sencillos y humildes concédeme la sabiduría de los sencillos. Tú que ciegas a los arrogantes, no permites que “los poderosos” dominen y esclavicen a los más pobres. Abaja mi orgullo Señor, quita mis soberbias, enséñame a vivir con humildad.
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