PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

viernes, 23 de diciembre de 2022

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «NAVIDAD»
(25 DE DICIEMBRE DE 2022) CICLO “A”

Navidad 2022

22 DICIEMBRE 2022 | POR 

Queridas y queridos hermanos:

María y José de Nazaret
abrazaron al recién nacido
mientras el abrazo de Dios
arropaba al mundo.

Las gentes de Belén
se acercaron al pesebre
cuando la cercanía de Dios
era absoluta en la historia.

Los sencillos se arrodillaron
para ver al Niño en el momento
en que la ternura de Dios
todo lo inundaba.

Los poderosos y ambiciosos
quedaron desconcertados
al quedar manifestado
el poder de Dios
como servicio.

Los extranjeros reconocieron
el lugar al que dirigirse
el día en que todos los caminos
conducían al amor de Dios.

El universo se llenó de luz,
se colmó de vida,
se mostró en verdad al tiempo
que la vida auténtica de Dios
disipaba nuestras tinieblas.

Jesús, tú que naciste
hace más de dos mil años
como Palabra y Carne de Dios,
nosotros te recibimos hoy,
como abrazo, cercanía,
ternura, servicio y
vida del Dios Amor.

Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y

Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.



Del evangelio según
san Lucas 2,1-14.
«Os anuncio una buena noticia
que será de gran alegría».

(Misa de Medianoche)

Una pareja pobre que tiene
que viajar para empadronarse,
no encuentra sitio en la posada,
y tiene que refugiarse
a las afueras de la ciudad
en un establo donde
dan a luz a su hijo.

Un niño, recién nacido,
envuelto en pañales,
acostado en un pesebre.

 

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«ORAR CON LA IGLESIA»

TIEMPO DE NAVIDAD (Ciclo ‘A’) Octava de Navidad
Del 25 al 31de diciembre de 2022.


TIEMPO DE NAVIDAD: Octava de Navidad (1er. Día).
Natividad del Señor: Nochebuena y Navidad

25 de diciembre de 2022 (Domingo).

 

Misa del Gallo: Misa de Medianoche

Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor (Ev y Sal resp).  Ese “hoy” significa que su primera venida se nos hace presente.  Efectivamente, en la celebración litúrgica él sigue viniendo en medio de la noche del mundo para iluminarnos con su gracia y prepararnos así para que un día podamos gozar en el cielo del esplendor de su gloria (Co).  El mismo niño que nació en la humildad del pesebre es el que volverá lleno de gloria.  Por eso debemos llevar una vida sobria, justa y piadosa, aguardando la dicha que esperamos y la manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo (2 Lect).

- Isaías 9,1-6. Un hijo se nos ha dado.

- Salmo 95. R/. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.

- Tito 2,11-14. Se ha manifestado la gracia de Dios para todos los hombres.

Del Evangelio según san Lucas 2,1-14.

“Hoy os ha nacido un Salvador”.

Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio…  También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta.  Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.  En aquella misma región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.  Apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad».

COMENTARIO

La liturgia de esta noche nos presenta las coordenadas histórico-teológicas del nacimiento de Jesús y el cumplimiento de las promesas.  Un triple anuncio: El profeta Isaías anuncia el nacimiento de un niño que es consejero y príncipe de la paz.  La noticia suscita un cántico de alegría (Is 9,1-3.5-6).  El ángel del Señor anuncia a los pastores el nacimiento del Salvador y un coro angélico canta: "Gloria a Dios en el cielo..." (Lc 2,1-14).  Pablo anuncia y explica el significado de la manifestación de la gracia de Dios y exhorta a los cristianos a hacer el bien (Tit 2,11-14).

 

ORACIÓN

En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor.  Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar.  Gracias por las personas que trabajan con nosotros.  Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el Nacimiento de tu Hijo.  Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza.  Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas.  Hoy al contemplar el pesebre recordamos especialmente a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad.  Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar.


Misa de Navidad

El Verbo, el Hijo de Dios, ha compartido con nosotros nuestra naturaleza humana para que nosotros podamos compartir con él su vida divina.  Una vida divina que nos trae también el don de la inmortalidad. (Co y De).  Así, por la fe y el bautismo somos en verdad hijos de Dios.  Por el nacimiento de su Hijo en la humildad de nuestra carne, Dios ha confundido nuestra soberbia y vencido al pecado del mundo.  Hoy, en verdad, nos ha amanecido un día sagrado.  Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.


-
Isaías 52,7-10. Verán los confines de la tierra la salvación de nuestro Dios.

- Salmo 97. R./ Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.

- Hebreos 1,1-6. Dios nos ha hablado por el Hijo.

Del Evangelio según san Juan 1,1-18.

“La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”.

En principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.  En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.  Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.  Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.  Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.  Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.

COMENTARIO

El Salvador nace en Belén.  Y la Palabra de Dios nos invita a vivir con gozo este acontecimiento.  El Salvador de la humanidad será, simplemente, un niño, hijo de la joven María y del carpintero José.  Pero será el Hijo de Dios que traerá consigo la paz para los hombres de buena voluntad.  El evangelista san Juan afirma que quienes le reciben son hijos de Dios.  Hoy podemos cantar con razón: Gloria a Dios en las alturas porque hay más paz en muchos corazones.

ORACIÓN

Te diré mi amor, rey mío, con una mirada suave, te lo diré contemplando tu cuerpo nacido entre pajas, te lo diré adorando tu carne; te lo diré con mis besos, te lo diré con el amor de tu Madre y con la fe más profunda de que soy capaz: bendito seas porque has venido en esta carne; bendito seas.  Bendito seas por venir a poner paz en tanta guerra, calor donde hay tanto frío, bendito seas por venir a plantar el cielo en la tierra.  Bendito seas niño Dios por venir a salvarme bendito seas mi redentor.  Por tu nacimiento Jesús: Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el señor.


SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR,
Octava de Navidad (2º Día).
26 de diciembre de 2022 (Lunes).

Fiesta de san Esteban, protomártir, varón lleno de fe y de Espíritu Santo, que fue el primero de los siete diáconos que los apóstoles eligieron como cooperadores de su ministerio, y también fue el primero de los discípulos del Señor que en Jerusalén derramó su sangre, dando testimonio de Cristo Jesús al afirmar que veía al Señor sentado en la gloria a la derecha del Padre, al ser lapidado mientras oraba por los perseguidores (elog. del Martirologio Romano).

Del Evangelio según san Mateo 10,17-22.
“No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre”.

Dijo Jesús a sus apóstoles: -“No os fieis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles.  Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: En su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.

COMENTARIO

En el evangelio hemos leído palabras que nos hablan de entregar, acusar, odiar, perseguir.  Parece que este porvenir, que Cristo predice a sus seguidores, suena mal al lado de los villancicos, que nos hablan de paz y de alegría.  La fidelidad a Cristo, una fidelidad constante, puede traernos esas consecuencias.  Así le ocurrió a san Esteban, el primer creyente que murió mártir por declarar que Jesucristo era Dios.  Tenemos que estar dispuestos a aceptarlas y saber que el Espíritu Santo nos asistirá de un modo especial y que "el que persevere hasta el final, se salvará".  Saber esto es también un motivo de fiesta y de alegría.

ORACIÓN

Señor Jesucristo, nacido en Belén, que concediste a tu primer mártir Esteban seguir tu ejemplo.  Concédenos que, como él, sepamos perdonar a nuestros enemigos, y rogar por los que nos maltratan.  Tú, glorioso mártir San Esteban que por proclamar tu amor a Cristo en la tierra te fuiste a acompañarlo a Él en el cielo. Haz que seamos muchos, muchísimos los que con nuestras palabras y buenas obras nos declaremos amigos/as y seguidores/as de Jesús en esta vida y seamos sus compañeros/as en el gozo eterno del Paraíso.  Amén.


San Juan, Apóstol y Evangelista.
Octava de Navidad (3er. Día).
27 de diciembre de 2022 (Lunes).

Fiesta de san Juan, apóstol y evangelista, hijo de Zebedeo, que junto con su hermano Santiago y con Pedro fue testigo de la transfiguración y de la pasión del Señor, y al pie de la cruz recibió de Él a María como madre.  En su evangelio y en otros escritos se muestra como teólogo, habiendo contemplado la gloria del Verbo encarnado y anunciando lo que vio (elog. del Martirologio Romano).

Del Evangelio de san Juan 20,1a.2-8.
El otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro”.

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro.  Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró.  Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: Vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.  Entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

COMENTARIO

En estos días de Navidad, meditamos y cantamos con alegría el misterio de la "Palabra que se hizo carne y acampó entre nosotros".  El apóstol san Juan, a quien hoy venera la Iglesia, nos transmitió en su evangelio y en sus cartas su profunda vivencia de Cristo; una vivencia en la que el oído, el tacto y la vista tuvieron también su parte.  Su convivencia con Cristo le hizo sentir la Luz, la Verdad, la Vida y el Amor, porque era el Señor.  Que nuestro encuentro con Cristo nos haga sentirnos amados también por el Señor y nos mueva a ser testigos de su amor y transmisores de su Verdad y de su Vida.

ORACIÓN

Dios y Señor nuestro, que nos has revelado por medio del apóstol San Juan el misterio de tu Palabra hecha carne; concédenos, te rogamos, llegar a comprender y a amar de corazón lo que tu apóstol nos dio a conocer.  Que con ojos de fe sepamos ver en Jesús al Hijo de Dios hecho hombre por salvarnos; que creamos que en Él tenemos vida nueva.  Que por encima de todo comprendamos que somos discípulos muy amados del Señor.  Amén.


Los Santos Inocentes, mártires,
Octava de Navidad (4º Día).
28 de diciembre de 2022 (Miércoles).

Fiesta de los Santos Inocentes, mártires, niños que fueron ejecutados en Belén de Judea por el impío rey Herodes, para que pereciera con ellos el niño Jesús, a quien habían adorado los Magos.  Fueron honrados como mártires desde los primeros siglos de la Iglesia, primicia de todos los que habían de derramar su sangre por Dios y el Cordero (elog. del Martirologio Romano).

Del Evangelio de san Mateo 2,13-18.

Herodes mandó matar a todos los niños en Belén”.

Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos.  Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: "Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven".

COMENTARIO

Herodes pensaba en sí mismo.  Su afán era mandar y el deseo de mantener el poder a toda costa, le hacía ver enemigos por todas partes y le empujaba a ahogar en sangre a sus posibles competidores, aunque éstos fueran unos pequeños inocentes.  Aprendamos nosotros a no usar nunca la violencia y a respetar a los demás, aunque puedan llegar a ser más importantes que nosotros.  Que los días de Navidad contribuyan a crear un ambiente de respeto, de amor y de paz.

ORACIÓN

En nombre de los inocentes de la tierra, que no haya más injusticia Señor.  En nombre de los inocentes de la tierra, que no haya más matanzas.  Que no haya más víctimas inocentes Señor.  Que la vida de los inocentes nos hable también hoy de tu bondad Señor; y que nos ayude a recuperar la misericordia que de ti procede.  En nombre de los inocentes de la tierra, que no haya más injusticia Señor.


Octava de Navidad (5º Día).
Santo Tomás Becket, obispo y mártir.

29 de diciembre de 2022 (Jueves).

Del Evangelio de san Lucas 2,22-35.

“Luz para alumbrar a las naciones”.

Cuando entraban con el niño Jesús sus padres; Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: -"Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.  Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel".

COMENTARIO

Simeón dice que Jesús producirá efectos diferentes: Luz para unos y ceguera para otros.  Será un signo desigual.  De su aceptación o rechazo nacerán dos maneras de entender la vida, dos comportamientos diferentes.  No optar por Él equivale a negarle; y seguirle es aceptarle con todas las consecuencias.  Simeón contemplando al Niño interpreta el pasado, el presente y el futuro.  Ese Niño es signo de contradicción, pero es siempre es luz para los hombres-mujeres.

ORACIÓN

Tu Señor, enciende una luz nueva en el mundo para guiar a todos los pueblos.  Guíanos Señor, abre nuestros ojos, para que podamos caminar en la claridad de tu hijo Jesucristo.  Virgen madre que conoces los sufrimientos y las esperanzas de la Iglesia y del mundo ayuda a tus hijos en las pruebas cotidianas que la vida reserva a cada uno, y que las tinieblas del pecado no prevalezcan sobre la luz.  Que podamos presentarnos ante Ti purificados y limpios y que tu luz salvadora ilumine todas nuestras vidas.  Que mis ojos Señor iluminados por la fe vean a tu Salvador.


LA SAGRADA FAMILIA

Octava de Navidad (6º Día).
San Félix I, papa.
30 de diciembre de 2022 (Viernes).

Fiesta de la Sagrada Familia, Jesús, María y José, desde la que se proponen santísimos ejemplos a las familias cristianas y se invocan los auxilios oportunos (elog. del Martirologio Romano).

La Sagrada Familia es modelo de virtudes domésticas y de unión en el amor (Co).  Con ella comenzó a existir la familia como Iglesia doméstica, en la que se evangeliza y se practica la vida cristiana.  La primera lectura nos recuerda que hay que honrar a los padres.  La segunda lectura nos recuerda la vida de familia vivida en el Señor, con el amor como ceñidor de la unidad consumada, aun en medio de los problemas y dificultades de la vida: así, en la huida a Egipto que nos presenta el Evangelio, la Sagrada Familia permaneció unida, cumpliendo en todo la voluntad de Dios.


Del Evangelio de san Mateo 2,13-15.19-23.
“Coge al niño y a su madre y huye a Egipto”.

El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: -"Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".  José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes.  Y, avisado en sueños, se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret.  Así se cumplió lo que dijeron los profetas, que se llamaría Nazareno.

COMENTARIO

La familia de Nazaret aceptó la voluntad de Dios en sus vidas y vivieron el espíritu de amor que confiere paz, aun en medio de dificultades y preocupaciones.  El gran mensaje de los cristianos hoy al mundo es que debemos ser reverentes, obedientes, generosos y respetuosos con los padres, como Jesús lo fue.  Y eso se alcanza si, como Él, se crece en edad y gracia ante Dios.  La familia, hoy, debe levantar los ojos a Dios con serenidad y esperanza; y la luz que iluminó el camino de la familia de Nazaret, también iluminará el camino de nuestras familias.

ORACIÓN

Señor Jesús nacido en el seno de una familia enséñanos a ser felices en este tiempo y en esta tierra que son nuestros.  Enséñanos a valorar nuestra familia, a ser felices con el perdón, con la paz, ser felices compartiendo, enséñanos a ser felices con la justicia, sin ella no hay humanidad; ser felices con la ternura, es el único sol necesario para nuestras noches y días, ser felices porque Tú has nacido en una familia como la nuestra.  Por tu bondad guarda y defiende nuestra familia de toda adversidad que veamos en ella un camino de felicidad plena y que no olvide Señor que Tú te has hecho de nuestra familia humana.


Octava de Navidad (7º Día).
San Silvestre I, papa,
31 de diciembre de 2022 (Sábado).

Del Evangelio de san Juan 1,1-18.

La Palabra se hizo carne”.

En el principio ya existía la Palabra.  La Palabra en el principio estaba junto a Dios.  En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.  La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.  La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre.  Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: Gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.

COMENTARIO

Este evangelio nos explica el sentido teológico de la Navidad, al hablarnos del misterio del Dios eterno y creador, que se hace visible y habita entre nosotros.  Designa a la segunda persona de la Santísima Trinidad con el nombre de Palabra que, al venir al mundo, se nos comunica de un modo real e inteligible.  Además, como Palabra de Dios que es, nos salva y nos trasciende, a la vez que, como palabra encarnada, indica proximidad y presencia fraternal.  Como palabra debe ser escuchada, recibida, participada, para que así, en cada uno de nosotros, se realice el plan maravilloso de Dios, que es la salvación; llegar a ser en plenitud hijos de Dios.

ORACIÓN

Habla Señor, Tú que tienes palabras de luz, de amor, de vida eterna.  Señor, hazte presente en mi vida para transformar mis oídos sordos al llamamiento del Evangelio; que mis oídos no se cierren al grito del hambre y la miseria; que sepa escuchar la llamada de quienes esperan mi amor.  Señor, hazte presente en mi vida para transformarme de arriba abajo y para que nazca en mí el Evangelio.  Que tu Palabra me haga nacer como Hijo de Dios. Amén.  Que tu Palabra me haga nacer como Hijo de Dios. Amén.



LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN

 

1.      Hago silencio, exterior e interior.

Estoy en la presencia del Señor

Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.

 

2.      Petición:

«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad.  Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».

 

3.      Palabra de Dios:

Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia.  Me fijo bien en todos los detalles.

 

4.      Ante la Palabra leída:

Ø  ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).

Ø  ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).

Ø  Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).

Ø  ¡Quiero identificarme contigo, Señor!.  ¿Qué hacer?.

(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).

 

5.      Oración:

Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta al texto evangélico.  Al final puede añadirse la siguiente:

«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado.  Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».





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