Domingo de Pascua de Resurrección
La Resurrección de Cristono es una fiesta con muchas flores.
Esto es bonito, pero no es esto, es más;
es el misterio de la piedra descartada
que termina siendo el fundamento
de nuestra existencia.
Cristo ha resucitado,
esto significa.
En esta cultura del descarte
donde eso que no sirve
toma el camino del usar y tirar,
donde lo que no sirve es descartado,
esa piedra —Jesús— es descartada
y es fuente de vida.
(Francisco. Homilía Domingo Resurrección 2017)
Del evangelio según
san Juan 20,1-9:
«María la Magdalena
fue al sepulcro
al amanecer».
Como hombres y mujeres resucitados
tenemos un mensaje que anunciar con nuestra vida
en los lugares de muerte que hemos atravesado:
Está vivo, y la última y definitiva palabra
es la del Amor que vence a la muerte.
Nuestras hermanas y hermanos
necesitan escuchar
este anuncio y necesitan sentir
la fuerza de la Resurrección
-de la que somos portadores-
en su propia existencia.
Sigamos derribando muros
de tanto sepulcro que nos atrapa,
sigamos tendiendo puentes
que hagan posible el encuentro
en la fraternidad.
Esta
Pascua,
que me convoca
a la vida,
me llama
a poner a punto
mi proyecto,
a hacerlo en clave
de resurrección
y esperanza.
¿Qué pasos
he de ir dando
para vivirlo así?
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PASCUA
DE RESURRECCIÓN (Ciclo ‘A’)
OCTAVA
DE PASCUA
Del 09 al 15 de abril de 2023.
Domingo de Pascua de Resurrección.
San Demetrio de Tesalónica, mártir.
Santa Casilda, virgen y ermitaña.
09
de abril de 2023.
Este es el día en que actuó el Señor, la solemnidad de las
solemnidades y nuestra Pascua: La Resurrección de nuestro Salvador Jesucristo
según la carne (elog. del Martirologio Romano).
Nuestra fe en Cristo resucitado nos viene a través de la Iglesia
que a lo largo de los siglos nos transmite el testimonio de los apóstoles que
vieron el sepulcro vacío y creyeron (Ev) y comieron y bebieron con él
después de resucitar (1ª Lect).
El primer día de la semana es el día en que actuó el Señor (Sal resp)
resucitando de entre los muertos, y será ya para siempre el día del Señor, el
domingo. En la segunda lectura san Pablo
nos recuerda que hemos resucitado con Cristo, lo que ha ocurrido por la fe y el
bautismo, y que, por ello, debemos buscar los bienes del cielo donde está
Cristo, la víctima propicia de la Pascua (cf. secuencia y aleluya).
- Hechos 10, 34a.37-43.
Hemos comido y bebido con él
después de su resurrección de entre los muertos.
- Salmo 117. R/. Este es
el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.
- Colosenses 3,1-4.
Buscad los bienes de allá
arriba, donde está Cristo.
Del Evangelio de san
Juan 20,1-9.
“Él había
de resucitar de entre los muertos”.
María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, y vio la losa quitada del sepulcro, y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo. Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro y, asomándose, vieron las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza. Hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
COMENTARIO
La resurrección de Jesús nos descubre, antes que nada, que Dios es alguien que pone vida, donde los seres humanos ponemos muerte; alguien que genera vida, donde los seres humanos la destruimos. Celebrar la Pascua y creer en la resurrección no significa explorar el sepulcro vacío, sino leer los signos que tenemos en la vida. Es decir, acoger el testimonio de los pobres, la esperanza de los que luchan por la justicia, el canto de los que aman la vida, la alegría de los que se entregan, el gozo de los que perdonan, la fe de los que no tienen miedo, la ternura de los que ofrecen misericordia, el esfuerzo de los que trabajan por una sociedad más justa… O sea, ponerse tras las huellas del Resucitado, reconocerlo en el que está al lado y… dejarse encontrar por Él. ¡Aleluya!. Cristo vive, ¡Aleluya!
ORACIÓN
¡Aleluya! Cristo vive, ¡Aleluya!, Alegría y paz. El Señor ha resucitado. ¡Aleluya!. Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad, para vivir el misterio de la nueva vida. Quiero contemplar Señor el misterio de tu amor, TU RESURRECCIÓN que me dio vida en plenitud. Gracias Padre, gracias por Jesús. Siento en mi interior que tu Espíritu está en mí renovando todo mi vivir. Llevaré tu don, el don de la vida, seré el eco de tu voz. Quiero ser reflejo de tu luz. ¡Aleluya! Cristo vive, ¡Aleluya!
Lunes de la Octava de Pascua.
San Ezequiel, profeta del AT
San Apolonio de Alejandría, presbítero y mártir.
San Macario de Gante, peregrino.
10
de abril de 2023.
Del Evangelio de san
Mateo 28,8-15.
“Comunicad
a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán”.
Las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; Jesús les salió al encuentro y les dijo: -"Alegraos". -"No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán".
COMENTARIO
Las mujeres en lugar del cuerpo encuentran el sepulcro vacío con los lienzos y un ángel que les comunica un triple mensaje: No temáis, ha resucitado, id y anunciadlo a los discípulos. Este mensaje expresa el triunfo definitivo de Jesús y sacia nuestros más profundos anhelos de resucitar y vivir para siempre. Ser cristiano es anunciar a los hombres-mujeres la propia vivencia de la fe en Cristo resucitado. No es el anuncio de lo que se ha oído o leído en un libro; es una íntima experiencia de Dios triunfador de la muerte y del mal. El futuro de la vida humana se llena de esperanza. Todo es nuevo: La fe, la vida, la alegría. El Cristo de nuestra fe es el Cristo muerto y resucitado.
ORACIÓN
Hoy rezamos con la Iglesia el himno de la mañana del oficio: «Sonríe de luz la aurora. Rompe en cánticos el cielo. Salta de gozos el mundo. Ruge de rabia el infierno. Porque el Señor poderoso, rotas las fuerzas más fuertes, pisoteando el abismo, salvó a todos de la muerte. Porque aquél que custodiaban los soldados y las rocas, triunfador esplendoroso se levantó de la fosa. Sé nuestro gozo, Jesús, en nuestra vida mortal. y llévanos junto a Ti en tu victoria pascual. A Ti el honor y la gloria que tras vencer a la muerte, con el Padre y el Espíritu vives y reinas por siempre. Amén Aleluya».
Martes de la Octava de Pascua.
San Estanislao de Cracovia, obispo y mártir.
11
de abril de 2023.
Del Evangelio de san
Juan 20,11-18.
“He visto
al Señor y ha dicho esto”.
Junto
al sepulcro, estaba María, llorando, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles. Ellos le preguntan: -"Mujer, ¿por qué
lloras?". Ella les contesta: -"Porque
se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto". Jesús le dice: -"’¡María!’. Anda, ve a mis hermanos y diles: ‘Subo al
Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro’".
COMENTARIO
María
llora en señal de duelo, le hubiera reconocido yacente, pero no es capaz de
reconocerle vivo. Sólo le reconoce
cuando la llama por su nombre, cuando se establece una relación de persona a
persona. Jesús vive en medio de todos
los que se reúnen en su nombre, pero apenas podemos reconocerle mientras no se
establezca una relación de persona a persona. No podemos retenerle porque Cristo pertenece a
todos. Nuestro actual conocimiento se
basa en la fe.
ORACIÓN
Alabado sea Dios en la victoria de Cristo Resucitado, alabado en el templo de la nueva creación. Alabado en la sabiduría de la cruz, alabado en la fuerza de la debilidad. Alabado en la alegría de ser pobre, alabado en la libertad de ser veraz. Alabado en el amor a los enemigos, alabado en el trabajo que construye la paz. Alabado en la mirada que desvela esperanza alabado en la superación del miedo a la muerte. Alabado en el sacrificio voluntario por el bien común, alabado en el llanto que florece en canciones. Alabado en los cielos nuevos al alcance del hombre-mujer, alabado en la tierra nueva habitado por la gloria de Dios. Alabado en el destino eterno de toda obra de amor, ¡Que el hombre-mujer resucitado/a irradie el gozo de su Señor!.
Miércoles de la Octava de Pascua.
San José Moscati, laico.
San Julio I, papa.
Santa Visia, virgen y mártir.
San Zenón de Verona, obispo.
12
de abril de 2023.
Del Evangelio de san Lucas 24,13-35.
“Lo reconocieron al partir el pan”.
Dos discípulos de Jesús iban comentando todo lo que había sucedido. Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Jesús les dijo: -"¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas!. Y, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció.
COMENTARIO
Ha muerto Jesús y ha muerto en los discípulos la fe y la esperanza. Vuelven a la rutina de su antigua vida. Han fracasado sus esperanzas en el futuro liberador. El desconocido, pone luz en la mente y fuego en el corazón. Le reconocen en la fracción del pan. Y comprenden el misterio de la cruz y de la resurrección. En este tiempo pascual no pedimos ver al Señor; sólo pedimos que su presencia y su palabra hagan arder nuestro corazón y que nos acompañes siempre en el camino. Muchos cristianos van tristes por la vida. Es el momento en que hay que dejar que Dios se acerque, nos acompañe, nos hable y nos interprete su palabra. Es entonces cuando hay que aceptarle especialmente a través de los signos, la Eucaristía, la meditación de su Palabra, los que nos hablan de Él.
ORACIÓN
Tú dices: "Yo soy la resurrección y la vida", y todo cambia ante nuestros ojos. En tus manos se transforma el mundo, Señor. Nuestra tierra, escenario del odio, se convierte en la semilla de tu Reino. En sus surcos Tú trabajas. Nuestra alegría, que tan pronto pasa se hace semilla de alegría eterna. De su luz Tú sacarás el sol. La muerte ya no pone término, porque en el término Tú siembras el comienzo. La vida y la muerte en duro combate. Vence la vida porque estás con ella. Y nosotros vencemos contigo. En Ti resucitó la tierra. En Ti resucitó el cielo. En ti resucitamos todos. Gracias Jesús.
Jueves de la Octava de Pascua.
San Hermenegildo, mártir.
San Martín I, papa mártir.
13
de abril de 2023.
Del Evangelio de san
Lucas 24,35-48.
“Así estaba
escrito: el Mesías padecerá y resucitará
de entre los muertos al tercer día”.
Se presenta Jesús en medio de los discípulos y les dice: -"Paz a vosotros". Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: -"¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior?. Mirad mis manos y mis pies: Soy yo en persona.
COMENTARIO
El hecho de la resurrección es la clave de todo. A los que sospechaban que era un fantasma, Jesús ofrece sus manos y sus pies. A los que fueron escandalizados por la Pasión les explica el sentido de las escrituras. A los que se encuentran titubeantes y tímidos les pide ser sus valientes testigos hasta el fin del mundo, predicando el perdón y la conversión. El que ha vencido la muerte corporal por la resurrección tiene que vencer la muerte del alma por el perdón de los pecados en todos los que le aceptan por la fe. Pero la fe necesita ser anunciada y esto es incumbencia de los testigos de la resurrección. ¡Señor, yo creo pero ayuda mi incredulidad!.
ORACIÓN
Puesto que Cristo ha resucitado, creemos en la vida, ¡para siempre!. Puesto que Cristo ha resucitado no creemos en la muerte. ¡En ninguna muerte, para nadie que quiera vivir!. Puesto que Cristo ha resucitado, creemos que el hombre-mujer es un proceso ilimitado y que nada de cuanto podamos imaginar es demasiado. grande para él/ella. Puesto que Cristo ha resucitado, podemos empezar una vida de resucitados ¡cuanto antes!. Puesto que Cristo ha resucitado, creemos en Él.
Viernes de la Octava de Pascua.
Santa Lidia de Schiedam, virgen
Beato Pedro González «San Telmo», religioso presbítero.
Santos Tiburcio, Valeriano y Máximo, mártires.
14
de abril de 2023.
Del Evangelio de san Juan 21,1-14.
“Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado”.
Salieron
los discípulos y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se
presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Él les dice: -"Echad la red a la derecha
de la barca y encontraréis". La
echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un
pescado puesto encima y pan. Jesús les
dice: -"Traed de los peces que acabáis de coger". "Vamos,
almorzad". Ninguno de los
discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el
Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se
lo da, y lo mismo el pescado.
COMENTARIO
Jesús
sigue siendo el amigo fiel que se pone a disposición de los demás. Les prepara un alimento porque Él es vida y a
todos invita a comer su Cuerpo que es su pan.
Toda actividad cristiana en nombre y con el espíritu de Jesús termina en
comunión de Eucaristía. En ella está
Cristo presente en medio de los suyos y se da como pan en alimento que unifica
y da eficacia. Es la unión de los suyos
con Él en el amor.
ORACIÓN
Puesto que Cristo ha resucitado hay un amor y una casa ¡para todos/as!. Puesto que Cristo ha resucitado, la fuerza del presente es el futuro, es Cristo. Puesto que Cristo ha resucitado, el mundo está en marcha hacia un final feliz. Puesto que Cristo ha resucitado, es preciso cambiar el mundo desde los criterios de Jesús. Puesto que Cristo ha resucitado hay que construir una ciudad sin clases, donde el hombre no sea lobo para el hombre, sino compañero/a y hermano/a. Puesto que Cristo ha resucitado, creemos en la Vida eterna.
Sábado de la Octava de Pascua.
San Telmo, Confesor.
San José Damián de Veuster (Padre Damián), religioso presbítero.
Santos Teodoro y Pausilipo, mártires.
15
de abril de 2023.
Del Evangelio de san
Marcos 16,9-15.
“Id al
mundo entero y proclamad el Evangelio”.
Jesús, resucitado se apareció primero a María Magdalena. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando. Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron. Después se apareció en figura de otro, a dos de ellos que iban caminando a una finca. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron. Por último, se apareció a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: -“Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”.
COMENTARIO
Los apóstoles no están muy dispuestos a creer la gran noticia de la resurrección de Jesús. Parece como si el evangelista quisiera subrayar esta incredulidad. También nosotros, en alguna etapa de nuestra vida, sintamos dificultades en nuestra propia fe. A todos nos puede pasar lo que a los apóstoles, que tuvieron que recorrer un camino de maduración desde la incredulidad del principio hasta la convicción que luego mostraron ante el Sanedrín. Ojalá tuviéramos la valentía de Pedro y Juan, y diéramos en todo momento testimonio vivencial de Cristo. Ojalá pudiéramos decir: “No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído”.
ORACIÓN
Señor Jesús, ¡cuántas veces estamos de vuelta de todo! ¡tantas veces estamos desengañados y tristes!. Ayúdanos a creer en tu resurrección, a descubrirte en el camino de la vida, en la lectura de tu Palabra y en la celebración de la Eucaristía, donde te ofreces a nosotros como alimento cotidiano. Que siempre nos lleve a Ti, Señor, un deseo ardiente de encontrarte también en los hermanos y hermanas. Danos la valentía de aquellas mujeres, su fortaleza interior para hacer frente a cualquier obstáculo. Que, a pesar de las dificultades, interiores o exteriores, sepamos creer, confiar y no nos dejemos vencer por la tristeza o el desaliento.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor:
Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia. Me fijo bien en todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».
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