PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

jueves, 13 de abril de 2023

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «II DOMINGO DE PASCUA» (16 DE ABRIL DE 2023) • CICLO “A”


2º Domingo de Pascua (16 abril)

13 ABRIL 2023 | POR 

Queridas hermanas y hermanos:

El encuentro con el Resucitado
que nos da su paz
nos envía también
al encuentro
vital con los otros,
con nuestras
hermanas y hermanos,
y nos envía a tender
los puentes del encuentro
que hacen posible
la fraternidad.

Y no tenemos otro camino,
salvo que malbaratemos la Gracia
y acallemos la voz del Espíritu
que recibimos también
de mano del Resucitado.

Así pues, oramos
para vivir esa Paz.

¡Hasta mañana en el altar!

Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y

M.ª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.



Del evangelio según
san Juan 20,19-31.

«Paz a vosotros».

Cuando vivimos encerrados en nosotros mismos
es imposible crecer en fraternidad,
porque nos cerramos por miedo al encuentro
con quien es diferente a nosotros,
con quien hace tambalear nuestra autosuficiencia,
y con quien puede reclamar de nosotros
la vivencia de la fraternidad y, por tanto,
nuestra conversión y nuestra desinstalación.

 

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«ORAR CON LA IGLESIA»


Domingo Segundo de Pascua,
Fiesta de la Divina Misericordia.
Santa Engracia, virgen y mártir.
Santos Cayo y Cremencio, mártires.
16 de abril de 2023.

El domingo es el día en que san Juan tuvo la visión de Cristo que le encargó escribir el Apocalipsis (2 Lect).  El octavo día, el domingo, es el día en que los cristianos reunidos nos encontramos con el Señor resucitado a quien no vemos pero en quien creemos por la fe, como aquellos primeros cristianos que creyeron por el testimonio de los apóstoles y los signos que hacían (2 Lect).  Así, se apareció a los apóstoles reunidos la tarde del día en que resucitó y a los ocho días se les apareció otra vez. Los envía por el mundo a llevar la salvación, como el Padre lo envió a él, y les da potestad para seguir haciendo presente la divina misericordia en el perdón de los pecados (Ev).

- Hechos 2,42-47: Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común.

- Salmo 117: R/. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

- 1ª Pedro 1,3-9: Mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva.

- Comentario: «Hemos visto al Señor»

Del Evangelio de san Juan 20,19-31.
“A los ocho días, llegó Jesús”.

 

Al anochecer de aquel día, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.  Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: -"Paz a vosotros".  Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado.  Y, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: -"Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos".

 

COMENTARIO

Los que nos consideramos creyentes, a menudo, vivimos como los discípulos del Evangelio, "al anochecer", "con las puertas cerradas", "llenos de miedo", "temerosos de las autoridades".  Nuestras comunidades están plegadas, ocultas, sin dar testimonio; es como si no tuvieran alegría, perdón y vida que transmitir.  Necesitamos que el Señor se haga presente y reconocerlo en sus signos.  “La donación de la paz.  El soplo creador que infunde aliento de vida.  La experiencia del perdón.  Los estigmas de Jesús”.  Hoy se puede descubrir la presencia del resucitado en aquellos que llevan en sí estas señales de sufrimiento, amor y marginación.

 

ORACIÓN

Porque Cristo resucitó y es el Hijo, creo en el Padre y en los hermanos.  Porque Cristo resucitó y es la Vida, creo en la vida y no en la muerte.  Porque Cristo resucitó y es la luz, creo en la luz y en la belleza.  Porque Cristo resucitó y es la Verdad, creo en la verdad y no en la mentira.  Porque Cristo resucitó y es Palabra, creo en el diálogo.  Porque Cristo resucitó, creo en el futuro y no en el miedo.  Porque Cristo resucitó y está en la mesa, creo en la amistad.  Porque Cristo resucitó y está en el pan, creo en el compartir.  Porque Cristo resucitó, creo en la justicia y no en la opresión.  Porque Cristo resucitó y está en la comunidad, creo en la unidad no en la división.  Porque Cristo resucitó y es la Paz, creo en la paz y no en la guerra.  Porque Cristo resucitó y es el Hijo, creo en el Padre y en los hermanos.


Lunes de la 2ª Semana de Pascua.
San Inocencio de Tortona, obispo.
Santa Catalina Tekawitha, virgen.
17 de abril de 2023.

Del Evangelio de san Juan 3,1-8.
“El que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios”.

Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío.  Éste fue a ver a Jesús de noche y le dijo: -"Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él".  Jesús le contestó: -"Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios".  Nicodemo le pregunta: -"¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo?  ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?".  Jesús le contestó: -"Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios".

COMENTARIO

Creer en Jesús supone “nacer de nuevo”, “renacer” de agua y de Espíritu.  Nacer de nuevo indica la radicalidad del cambio que supone el “acontecimiento Jesús” para la vida de la humanidad.  El día de nuestro Bautismo recibimos por el signo del agua y la acción del Espíritu la nueva existencia del Resucitado.  La Pascua que estamos celebrando ¿produce en nosotros efectos profundos de renacimiento?.  Nacer de nuevo es recibir la vida de Dios.  Afecta a todo nuestro ser.  Debemos estar, pues, en continua actitud de renacimiento, para que esa vida de Dios, animada por el Espíritu, vaya creciendo en nosotros.

ORACIÓN

Señor, derrama tu Espíritu Santo, en nosotros para que nos haga ante el mundo testigos valientes del Evangelio de Jesucristo.  Tú que nos regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo y nos libraste del pecado escucha nuestra oración y llénanos de espíritu de sabiduría y de inteligencia, de espíritu de consejo y de fortaleza, de espíritu de ciencia y de piedad.  Haz que, viviendo en la santidad nos mostremos como hijos tuyos por la vida nueva recibida en nuestro bautismo.  Amén.


Martes de la 2ª Semana de Pascua.
San Eusebio de Fano, obispo y confesor.
Santa Atanasia, viuda.
San Perfecto, presbítero y mártir.
San Galdino de Milán, obispo.
18 de abril de 2023.

Del Evangelio de san Juan 3,7b-15.
“Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre”

 

Dijo Jesús a Nicodemo: -“Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.  Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna”.

 

COMENTARIO

El cristiano renacido por el Espíritu debe seguir el camino de la elevación, es decir, de la donación de sí mismo en favor de los demás.  El hombre-mujer, enseña Jesús a Nicodemo, no puede llegar a la plenitud de la vida por la observancia de la ley, sino por la capacidad de amar.  Las enseñanzas en torno al nuevo nacimiento las centra Jesús en el hecho de su muerte redentora.  Jesús será elevado para que cuantos le miren se salven.  Cristo en cruz es el argumento por excelencia de que el Padre quiere dar a todos la vida por su Hijo.  El hombre-mujer tiene que optar por la vida o la muerte.  Quien está por el hombre-mujer y por la vida se adhiere a Jesús.

 

ORACIÓN

Miro a la cruz, y te alabo Cristo resucitado que en el misterio pascual me das vida eterna.  Te alaba Cristo, vencedor del pecado, del odio, de la violencia, del egoísmo, de la injusticia, te alabo por tu gran obra de amor.  Te alabo Dios Padre, porque en Cristo resucitado la vida se hace fiesta, la luz vence a la oscuridad, el sentido de la vida adquiere su plenitud.  Te alabo Espíritu Santo porque en Cristo resucitado me resucitas al reino de la luz y de la vida.  Te alabo Dios Padre, Hijo y Espíritu por la resurrección de Jesús, mi Señor.


Miércoles de la 2ª Semana de Pascua.
San Elfego de Canterbury, obispo y mártir.
San Expedito, mártir.
San León IX, papa.
19 de abril de 2023.

Del Evangelio de san Juan 3,16-21.
Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por Él”.

Dijo Jesús a Nicodemo: -“Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida eterna.  Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él”.

COMENTARIO

Si Cristo murió por todos, por esta muerte se ofrece a todos la posibilidad de salvación.  No se trata de un hecho perteneciente al pasado sino de una realidad siempre actual, ofrecida a cada ser libre para realizar el designio de vida eterna.  Jesús asegura sin lugar a ambigüedades que la voluntad de Dios es salvar, no condenar.  No predica Jesús una religión de temor para los malos.  Lo que predica es el amor que salva.  Cada uno debe actuar responsablemente ante el amor generosamente ofrecido.  El amor de Dios se manifiesta en que envía a su Hijo al mundo y no para juzgar sino para salvar.  La cruz es revelación del amor de Dios y posibilidad del rechazo de ese amor.  Sólo se juega y se condena a sí mismo quien obstinadamente rechaza ese amor y salta por encima de la cruz.

ORACIÓN

Porque Cristo resucitó creo en el amor y no en el odio.  Porque Cristo resucitó creo en el que espera y no abandona.  Porque Cristo resucitó creo en la debilidad y no en el poder.  Porque Cristo resucitó y se apareció a Pedro creo en la Iglesia confiada a hombres-mujeres pecadores.  Porque Cristo resucitó y se apareció a los Once, creo en la misión abierta a todos.  Porque Cristo resucitó y es Perdón creo en los que salvan y no condenan.  Porque Cristo resucitó y nos da su Espíritu, creo que soy hijo amado para siempre.  Dios Padre, porque Cristo resucitó creo.


Jueves de la 2ª Semana de Pascua.
San Aniceto, papa.
San Secundino, mártir.
Santa Heliena, virgen.
Santa Inés de Montepulciano, virgen.
San Anastasio II de Antioquía, obispo y mártir.
20 de abril de 2023.

Del Evangelio de san Juan 3,31-36.
“El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano”.

Dijo Jesús a Nicodemo: -“El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra.  El que viene de lo alto ha visto, ha oído y da testimonio.  Su testimonio certifica la veracidad de Dios”.

COMENTARIO

Nicodemo, representa a los que interpretan la ley y la realidad con categorías terrestres.  Ser de abajo connota ausencia de conocimiento de Dios, es decir, a los que no han aceptado la doctrina de Cristo.  El lenguaje de abajo valora las virtudes humanas y desvalora las teologales; el cristianismo es de arriba, es sobrenatural en sus componentes esenciales como la fe, la gracia, la redención, los sacramentos, la visión de Dios.  Nadie puede ampararse en una espiritualidad pura para eludir sus compromisos temporales.

ORACIÓN

Resucítame Señor para las cosas del cielo.  Resucítame de mis apatías, miedos y envidias, de mi orgullo y soberbia.  Resucítame Señor, a una fe viva, a una esperanza alegre, a una alegría nueva.  Resucítame para que vea las sonrisas de Dios en mi vida, y sus miradas de amor limpio.  Resucítame Señor para que viva como hijo de Dios y como hermano.  Resucítame Señor contigo.  Hoy repite esta jaculatoria: Resucítame Señor contigo.


Viernes de la 2ª Semana de Pascua.
San Anselmo de Canterbury, obispo y doctor de la Iglesia.
San Apolonio, filósofo y mártir.
San Aristo de Alejandría
, presbítero y mártir.
21 de abril de 2023.

Del Evangelio de san Juan 6,1-15.
“Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron”.

Jesús levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: -"¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?".  Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: -"Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?".  Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.  La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: -"Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo".  Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró a la montaña él solo.

COMENTARIO

El milagro de la multiplicación va a ser interpretado como un “signo” revelador de la persona de Jesús, y en último término referido claramente a la Eucaristía que celebra la comunidad cristiana.  En un mundo también ahora desconcertado y hambriento, Cristo Jesús nos invita a la continuada multiplicación de su Pan, que es Él mismo, su Cuerpo y su Sangre.  Jesús se nos entrega como alimento vital y como la respuesta a las mejores aspiraciones de la humanidad.

ORACIÓN

Señor Jesús ayúdanos a dar todo su sentido a cada Eucaristía celebrada en la comunidad.  Que este sacramento sea sentarse a la mesa con el Señor y sea el impulso y la fuerza para vivir en un compromiso activo en la edificación de una sociedad más equitativa y fraterna.  Dios Padre y mamá que en la compasión de tu Hijo con nosotros, manifiesta tu bondad paterna, haz que el pan multiplicado de tu providencia sea partido con amor, y la comunión con el alimento bajado del cielo nos abra al diálogo y al servicio de los hermanos.  Por Cristo nuestro Señor.


Sábado de la 2ª Semana de Pascua.
San Sotero, papa.
San Cayo, papa y confesor.
San Agapito I, papa.
22 de abril de 2023.

Del Evangelio de san Juan 6,16-21.
“Vieron a Jesús caminando sobre el lago”.

Al oscurecer, los discípulos embarcaron era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando.  Habían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago, y se asustaron.  Pero Él les dijo: -"Soy yo, no temáis".

COMENTARIO

La multiplicación de los panes dejó admirados a los discípulos del poder de Jesús.  Poco después Jesús les deja y se sienten solos ante la vida y sus peligros.  Y es que la fe no elimina dificultades.  La fe no conlleva privilegios.  La Iglesia es simbolizada en una barca por los mares del mundo.  El mar es expresión bíblica de lo inestable.  Se usa para predecir adversidades y los grandes acontecimientos en la historia de la salvación.  El miedo de los apóstoles es el fenómeno natural de quien se encuentra frente a un peligro real.  La noche es ausencia de Dios.  Todo ello es la trama de la vida.  Pero de la fe profunda brota una firme convicción: Dios puede permitir luchas y fatigas, pero no fracasos definitivos.

ORACIÓN

No temas ante las adversidades de la vida, no temas, date cuenta que es Él que está a tu lado.  Cuando lleguen las dudas, cuando las olas de la indiferencia religiosa te rodeen, no temas.  Él, se acerca de mil maneras a la orilla de tu vida, incluso en medio de la tormenta para decirte: No temas, Soy Yo.  Dame Señor ojos de fe para verte caminando a mi lado, y ver que no eres un fantasma, que eres Tú quitando mis miedos y calmando mis ansiedades y angustias.  Dame Señor oídos de fe para escuchar tu palabra que hoy me dice: No temas Soy Yo.


LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN

1.      Hago silencio, exterior e interior.

Estoy en la presencia del Señor:

Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.

2.      Petición:

«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad.  Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».

3.      Palabra de Dios:

Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia.  Me fijo bien en todos los detalles.

4.      Ante la Palabra leída:

Ø  ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).

Ø  ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).

Ø  Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).

Ø  ¡Quiero identificarme contigo, Señor!.  ¿Qué hacer?.

(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).

5.      Oración:

Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta al texto evangélico.  Al final puede añadirse la siguiente:

«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado.  Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».



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