La gracia, espiritualidad
de encarnación y militancia.
Las preguntas de nuestro pueblo, sus angustias, sus peleas, sus sueños… poseen valor hermenéutico que no podemos ignorar; si queremos tomar en serio el principio de Encarnación. Sus preguntas nos ayudan a preguntarnos, sus cuestionamientos nos cuestionan. “Lo que no es asumido no es salvado” nos dice los Padres de la iglesia. “La historia de la salvación supone la Encarnación e inculturación de la fe en las alegrías, esperanzas y sufrimientos de los pueblos” (GS 1). Es la Encarnación en la humanidad como realiza Jesús de Nazaret, que nos revela al Dios del amor y de la misericordia que nos gane hijos y hermanos en el Hijo, Cristo.
La gracia asume todo lo creado, el Cosmo y la historia. La encarnación de la carne del Verbo-Jesús y su Gracia en la carne del mundo y la historia, del otro, del pobre…GS 37. La Gloria de Dios es que el ser humano y el pobre vivan, es la vida de las personas, de los pueblos y su comunión con Dios.
La gracia de Dios nos transforma y nos renuevan en la vida de santidad, de fe y justicia liberadora de toda esclavitud, opresión e injusticia. Por ello no es sano amar el silencio y rehuir el encuentro con el otro, rechazar la actividad, buscar la oración y menospreciar el servicio. Esa ideología del conservadurismo burgués y del espiritualismo desencantado, que reduce todo al culto y la oración, sin un auténtico compromiso cristianó y social, sin militancia por la fe y la justicia, un cristianismo incoherente, que oculta la credibilidad del amor en la entrega por el servicio profético de la fe y de la justicia con los pobres, que no defiende la vida, la dignidad y los derechos de los oprimidos, víctimas y empobrecidos.
En esa ideologización de la fe, el nocivo error de quienes viven sorteando del compromiso social de los demás cómo algo superficial, mundano, secularista, comunista… o lo relativizan como si hubiera otras cosas más importantes. La defensa del inocente no nacido debe ser clara… Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres ya nacido que se debaten en la miseria, el abandono...
“Con la excusa de una falsa prudencia, esta ideología impide la profecía y parresia del Espíritu… se cae en el conformismo… haciéndose así cómplice del mal, pecado e injusticia del mundo que destruye vida, dignidad y derechos de las personas, de los pueblos, de los pobres, como son los inmigrantes, los refugiados” (GE 102-103).
(Agustín Ortega, doctor. en ciencias sociales, humanidades y teología. Universidad pontificia de Ecuador. Entre paréntesis. Org/espiritualidad)
La gracia asume todo lo creado, el Cosmo y la historia. La encarnación de la carne del Verbo-Jesús y su Gracia en la carne del mundo y la historia, del otro, del pobre…GS 37. La Gloria de Dios es que el ser humano y el pobre vivan, es la vida de las personas, de los pueblos y su comunión con Dios.
La gracia de Dios nos transforma y nos renuevan en la vida de santidad, de fe y justicia liberadora de toda esclavitud, opresión e injusticia. Por ello no es sano amar el silencio y rehuir el encuentro con el otro, rechazar la actividad, buscar la oración y menospreciar el servicio. Esa ideología del conservadurismo burgués y del espiritualismo desencantado, que reduce todo al culto y la oración, sin un auténtico compromiso cristianó y social, sin militancia por la fe y la justicia, un cristianismo incoherente, que oculta la credibilidad del amor en la entrega por el servicio profético de la fe y de la justicia con los pobres, que no defiende la vida, la dignidad y los derechos de los oprimidos, víctimas y empobrecidos.
En esa ideologización de la fe, el nocivo error de quienes viven sorteando del compromiso social de los demás cómo algo superficial, mundano, secularista, comunista… o lo relativizan como si hubiera otras cosas más importantes. La defensa del inocente no nacido debe ser clara… Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres ya nacido que se debaten en la miseria, el abandono...
“Con la excusa de una falsa prudencia, esta ideología impide la profecía y parresia del Espíritu… se cae en el conformismo… haciéndose así cómplice del mal, pecado e injusticia del mundo que destruye vida, dignidad y derechos de las personas, de los pueblos, de los pobres, como son los inmigrantes, los refugiados” (GE 102-103).
(Agustín Ortega, doctor. en ciencias sociales, humanidades y teología. Universidad pontificia de Ecuador. Entre paréntesis. Org/espiritualidad)
Fuente: https://auladsi.net/gracia-espiritualidad-de-encarnacion-y-militancia-frente-a-las-ideologias
José Manuel Carrascosa Freire, presidente diocesano de la HOAC (de 2014 a 2019), Representante de la HOAC en el Secretariado diocesano de Pastoral Obrera y Coordinador del Sector 2: «Paro, pobreza marginación y exclusión social generadas por el mercado de trabajo».
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