PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

martes, 5 de diciembre de 2023

NAVIDAD 2023 | CONVIVENCIA DE NAVIDAD DE LA HOAC: MARTES, 12 DE DICIEMBRE DE 2023. EN CÁDIZ, PARROQUIA DE SAN FRANCISCO JAVIER. «LA TERNURA DE DIOS ES PUENTE DE HUMANIDAD»

 

CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD,
CONVIVENCIA Y COMPARTIR:
Vivir con alegría esta celebración
del Nacimiento del Mesías.
Cádiz, 12
de Diciembre de 2023 (martes)

¡¡Te invitamos a que participes con la HOAC!!

CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA, CONVIVIMOS Y COMPARTIMOS
Hora de comienzo: 17:00 horas (5 de la tarde) y
Lugar:
Parroquia de San Francisco Javier (Cádiz), Salón de Actos.
Avda. del Guadalquivir, 15 dpdo. (Barriada de La Paz)



¡Te deseamos una Gozosa y Solidaria Navidad
y un Feliz y Próspero Año 2024!

 

VIVAMOS LA NAVIDAD CON LOS EMPOBRECIDOS
DEL MUNDO OBRERO Y DEL TRABAJO



MENSAJE DE NAVIDAD 2023

 

«LA TERNURA DE DIOS ES PUENTE DE HUMANIDAD»

 

¡OJALÁ RASGASES EL CIELO Y DESCENDIESES!
(Is 63,19c)

«Eres nuestra esperanza, somos esperanza»

 

La XIV Asamblea General de la HOAC nos hace un informe potente de la realidad, de la realidad de las personas empobrecidas y la realidad del mundo obrero.  Coloca todos los acentos y sus causas, también los motivos de esperanza, pero la realidad no miente y es «tozuda», los datos nos hablan

Ø  Situación de desigualdad económica creciente y alarmante.

Ø  Una cultura de consumismo.

Ø  Una fragmentación del mundo del trabajo.

Ø  Normalización de aporofobia y racismo.

Ø  Violencia y desigualdad de género.

Ø  Una gran desmovilización social.

Ø  Cierta indiferencia ante el dolor de las personas más empobrecidas y excluidas socialmente.

Ø  Una polarización social que ya tiene rasgos de violencia.

Ø  Guerras que crecen a nuestros alrededores con un tinte de crueldad nunca visto en la historia.

Ø  Sensación de vulnerabilidad con distintas crisis que se salen del marco de las naciones, crisis financieras, pandemias.

 

 

«¡Ojalá rasgases el cielo y descendieses!»

 

Ante esta realidad el grito de Isaías lo hacemos nuestro, porque necesitamos al Dios apasionado y cercano a la historia de la humanidad y de cada hombre y mujer.  Le necesitamos, no para que nos haga lo que nosotras y nosotros podemos hacer, no.  No le necesitamos para que nos resuelva los líos en los que nos hemos metido rompiendo el proyecto, el sueño que Dios tenía antes de la fundación del mundo.

 

Le necesitamos para quedarnos preñados de Él, porque su fuerza, su poder, su Espíritu, es capaz de ayudarnos a la gran tarea de hacer Reino.  Necesitamos que sus sueños se encarnen en nuestras vidas, nuestros equipos, en la HOAC, en este potente nosotros y nosotras que es la Iglesia.

 

 

Necesitamos que se rompa el cielo y descienda el Espíritu para que, «sentir con Cristo», sea todo un proceso de «conversión» y el Adviento es conversión.  Y nos pongamos a preparar el camino, preparar la venida y preparar nuestras vidas para venir con Él.  Le gritamos que venga, pero sabemos que ya ha venido y ha hecho su apuesta por la vida, por un mundo nuevo, y nos invita a cada uno, a cada una de nosotras y nosotros a seguirle y ser criterio de verificación de esa apuesta de Dios.  Dios, en Jesús, nos ha hecho cómplices de sus sueños.

 

En este mundo donde la vida, el ser humano, el planeta no es lo primero.  Dios hace una apuesta «despojándose de su condición divina» (Fil 2) y se hace persona humana en y con nosotros y nosotras, hecho uno de tantos, hecho historia concreta. Este Dios con 33 años de carpintero, predicador, sanador; con 33 años de Dios transitando sin privilegios los caminos polvorientos de Galilea, para decirnos, con obras y palabras, que otro mundo es posible ¿puede fracasar porque se arriesgó a poner en nuestras manos sus sueños?

 

Al final el grito de Isaías también es el grito del Dios encarnado y de la tierra, de la humanidad herida y dolorida de injusticia, desigualdad, violencia y guerra, destrucción del hogar de la tierra, pobreza y marginación… ¿será el grito del poeta?

 

Sí, sí, y, como María, queremos, deseamos, necesitamos que vuelva a nacer, porque sigue apostando por esta humanidad que tiene brotes, signos, señales, que podemos «ir y ver», es más, podemos decir: «vengan y vean», es posible, porque hay experiencias alternativas, es posible otras formas de vivir personal y socialmente.

 

Ha confiado en nosotras y nosotros, y por eso también somos parte del Adviento, a Él le seguimos esperando, Él también nos espera, y somos motivo de esperanza para muchas personas que nos rodean.

 

Dios es Adviento en Jesús, el Cristo.

 

Nosotros y nosotras somos Adviento también en Cristo y con Cristo.

 

Somos tarea esperanzada de un Dios que ama apasionadamente la humanidad y confía plenamente en nuestra capacidad para amar como Él en Jesús nos ha amado.

 

Somos pues, esperanza de Dios en el mundo obrero, somos esperanza con y en el mundo obrero para el mundo obrero y para la humanidad.  Y somos con la Iglesia y en la Iglesia caminantes junto con otras y otros en sinodalidad.

 

 

Sentirnos responsables y que formamos parte de la tarea de Dios no nos libera de colocarnos en el camino del Espíritu, recordemos que, a Dios, le necesitamos como Padre/Madre creador y providente, como Hijo comprometido, presente en todo lo que somos y tenemos y como Espíritu Santo, fortaleza y desbrozador de caminos, luz y sabiduría en la construcción del Reino.  Y como Tres en esa «danza Trinitaria» que nos recuerda que somos un nosotros y nosotras, comunidad, Iglesia.

 

Vivimos esto desde la pobreza, la humildad y el sacrificio, porque «no cuentan ni el que planta ni el que riega; Dios, que hace crecer, es el que cuenta» (1Cor 3,7).  «Yo soy la vid ustedes las ramas.  Quien permanezca conmigo y yo con él, ése produce mucho fruto, porque sin mí ustedes no pueden hacer nada» (Jn 15,5).  Al final diremos «lo que teníamos que hacer lo hicimos» (Lc 17,10).

 

 

COMISIÓN PERMANENTE DE LA HOAC

  

 

FELICITACIÓN DE NAVIDAD DE LA HOAC DIOCESANA
¡GOZOSA Y SOLIDARIA NAVIDAD!
¡FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2024!


Querido amigo/a:

Que en esta Navidad
sigamos soñando
y haciendo posible
un trabajo digno
y que este trabajo
se reparta entre
todas y todos.

Que sigamos siendo testimonio
de esa comunidad de Iglesia
que nace entre los empobrecidos
del Mundo Obrero y del Trabajo,
tejiendo vínculos de fraternidad.

Que el Señor les llene
de bendiciones junto
a su familia y seres queridos…

Reciba junto a su familia
toda nuestra cercanía,
nuestro abrazo fraternal
y nuestras más sinceras
felicitaciones.

«LA TERNURA DE DIOS ES
PUENTE DE HUMANIDAD»


LA COMISIÓN DIOCESANA DE
LA HOAC DE CÁDIZ Y CEUTA


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