PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

martes, 22 de agosto de 2023

«DOCETISMO», por José Manuel Carrascosa Freire.




«Docetismo»



Docetistas. Que proviene del griego como “apariencia”. Estos tenían una fe contraria a los ‘ebionistas’, estos enfatizaban la divinidad de Cristo y le negaban su humanidad real del Hijo de Dios. Eran cristianos de origen gentil, tuvieron gran actividad en los dos primeros siglos, influenciados por la filosofía griega tenían un concepto del dualismo de la realidad, por lo cual vivían una separación total entre lo material y lo espiritual. Para ellos era imposible que Dios siendo espíritu y perfecto, pudiera haberse unido con lo material y que él era una apariencia, que él ni pestañear, ni dejaba huella de sus pasos al caminar, que por ser Dios no podía sufrir como lo hizo Jesús. Ya el apóstol Juan en sus epístolas de final del siglo primero dijo:

“Porque muchos engañados, han salido por el mundo que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo” (2ª Juan 7).


El docetismo fue considerado herético en el primer Concilio de Nicea En el año 325 d.C. El filósofo y orientalista Henry Corbi. Filósofo francés protestante amplió significado del término docetismo, para indicar una teoría del conocimiento visionario que sería común a las diferentes corrientes espirituales y gnósticas en las tres religiones habrahánicas: (judaísmo, cristianismo, islamismo). También ha habido quienes mezclan con el Islam y el docetismo utilizando versos del Corán:

Y por haber dicho: “Hemos dado muerte al Mesías, Jesús hijo de María, el mensajero de Alá”, siendo así que no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así. Los que discrepan acerca de él, dudan. No tienen conocimiento de él, no siguen más que conjeturas. Pero, ciertamente no le mataron. (Corán 4.157-158)



José Manuel Carrascosa Freire, presidente diocesano de la HOAC (de 2014 a 2019), Representante de la HOAC en el Secretariado diocesano de Pastoral Obrera y Coordinador del Sector 2: «Paro, pobreza marginación y exclusión social generadas por el mercado de trabajo».


JUAN MANUEL DÍAZ GONZÁLEZ, por José Antonio Hernández Guerrero





Juan Manuel Díaz González



Uno de los rasgos caracterizadores del perfil intelectual de Juan Manuel es su permanente interés por relacionar valores estéticos, éticos y sociales. Sus aportaciones ponderadas sobre cuestiones de actualidad están apoyadas en su profunda convicción de que los procedimientos estéticos y los recursos literarios de las diferentes culturas creadas por los hombres son plenamente válidos cuando están apoyados en unos principios éticos adecuados a su dignidad humana.


Es ahí donde nace su interés por las Ciencias Humanas y su permanente y explícito afán por conocer, jerarquizar y de difundir los valores que dignifican a los seres humanos que, guiados por unos deseos de autorrealización y de perfeccionamiento, aspiran noblemente a las metas de la armonía, de la justicia, de la paz y de la fraternidad.


Su preocupación por colaborar en la supervivencia de un humanismo actual nos orienta y nos estimula para que nos decidamos a abordar los temas que relacionan la literatura con las cuestiones palpitantes de las ciencias humanas. Sus análisis de textos señalan caminos por los que, además de transitar para seguir mejorando nuestros ejercicios de lectura y de escritura sobre obras literarias y sobre comportamientos humanos individuales y colectivos nos pueden servir para trazar puentes entre visiones plurales de la vida actual.


En mi opinión, estos rasgos nos resultan más valiosos precisamente por la sobriedad con las que los traza, por la discreción con la que nos muestra esas propuestas, con el tacto y el gusto -el tacto cordial y el gusto estético- con los que nos muestra sus opiniones. Y es que Juan Manuel cultiva las palabras y los silencios sabe bien que la palabra germina en el silencio, que éste no es un desierto árido, sino una tierra fecunda de donde él extrae la savia que hace florecer las sensaciones, los sentimientos y las ideas.


Por eso busca principios sólidos y, por eso, es flexible en la aplicación de criterios, por eso él lee y relee los libros y la vida con la intención de interpretar las claves de los episodios que nos inquietan, nos interpelan y nos estimulan. Estas son las claves que, a mi juicio, Juan Manuel aplica para respirar el aire libre del pensamiento y para sumergirse en el mar abierto de la fantasía: para lograr que las palabras sean fecundas simientes que, iluminando las cuestiones de actualidad, penetren en nuestras entrañas, germinen y, allí, produzcan frutos sabrosos, gratos y provechosos.



José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Nos suele enviar, también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.

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