PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

viernes, 2 de agosto de 2024

«LAS DIEZ PLAGAS SOBRE EGIPTO», por José Manuel Carrascosa Freire.




«Las diez plagas sobre Egipto»



Normalmente, esta intervención de Dios cómo otras tanta de la Biblia, especialmente en el A.T. nos muestra el poder de Dios, siendo capaz de producir mucho dolor y muerte, pero no más que el que los egipcios y el faraón como cabeza visible de Egipto estaba ocasionando a su pueblo.


Son muchos los textos del A.T. en que se ven las muchas crueldades que Dios provocaba en los enemigos de su Pueblo, como también, son muchos sus silencios ante las atrocidades que su pueblo y otros de la tierra provocan en sus congéneres por multitud de causa de manera inconcebible.


En la actualidad estas causas que ciertamente son rechazables, son utilizadas por no creyentes para atacar a las religiones, en especial a las cristianas, ya por personas doctas o no, lo cual demuestra el grado de desconocimiento que tenemos sobre Dios y sobre si esos hechos son ciertos o son señalados por personas o religiones, yo mismo cuando se producen las tragedias que desangran los pueblos y las personas, me pregunto ¿Señor porque callas ante tantas muertes? Naturalmente no recibo respuesta, no puedo comprenderlo, pero Dios no puede ser responsable de ello, como podemos ver, por ejemplo: las matanzas que los israelitas han realizados de los distintos pueblos por los que pasaron, desde su llegada a la “Tierra prometida”, y en la Biblia tenemos constancia de la multitud de pueblos que masacrados desde que entraron en Jericó. Cómo también la multitud de víctimas que provocaron los cristianos durante las “cruzadas y la inquisición”, o “las guerras santas” de los radicales musulmanes. Dios fue al que todas esas barbaridades se le adjudicaron y se le adjudican para su causa.


Una de esas matanzas que se le adjudica a Dios y muy conocida por todos fue las diez plagas de Egipto, las cuales se producen en un contexto hipotético de lucha entre el Dios de los judíos y los dioses egipcios, debido a las injusticias que recibían el pueblo judío por parte de los egipcios. Dos poderes, el del Dios de Abrahán de 
Isaac y de Jacob, contra los dioses egipcios.


Esta lucha tiene un preámbulo en el que se presentan los enviados de Yahveh, Moisés y Aarón le dijeron al faraón: ‘Mi Dios te ordena que dejes salir a los judíos de Egipto’, ante la negativa del faraón, Moisés arrojó al suelo su callado y al caer este al suelo se convirtió en una serpiente, dos de los sacerdotes del faraón arrojaron también sus bastones, los cuales, para satisfacción del faraón se convirtieron en dos serpientes, más la serpiente del bastón de Moisés se comió a las dos serpientes de los sacerdotes, estas dos recientes representan a los dos reinos egipcios, el del alto Nilo, y el del bajo Nilo, con lo cual Yahveh el Dios hebreo había vencido a los dioses de Egipto.


Naturalmente, como ya sabemos el faraón egipcio no aceptó dejar en libertad al pueblo judío, con lo que, entra en juego de nuevo Yahveh en la lucha contra los dioses egipcios enviando una serie de plagas a Egipto, más en concreto a los egipcios, porque ninguna de ellas afectó al pueblo judío:

-La primera plaga: “La del agua ensangrentada”, ésta afectaba a la deidad “Hapi”, responsable de las crecidas del Nilo, considerado este como maravilloso pues, mientras este tiene crecidas los demás ríos decrecen, considerando esto como la presencia de sus espíritus encarna "Hapi" también a “Hatmehyt”: protectora de los peces y especies acuáticas; a “Osiris”: cuyo sistema circulatorio es el Nilo, cuya crecida tenía relación con la resurrección continua de la deidad “Satet”, responsable de las inundaciones, igualmente, la sangre representa la vida, con lo que el derramamiento de sangre sobre el río sagrado de los egipcios es como una bofetada a las creencias egipcia.


-Segunda plaga, "Plaga de las ranas". Cuya deidad era “Hegt”, “Phat” y “Thot” representados por la cabeza de una rana, era símbolo de la eternidad. “Kek”, dios anfibio, personificación de las tinieblas, el equilibrio del cosmos y la oscuridad.


-Tercera plaga: "Plaga de los piojos", “Geb”, dios de la tierra y responsable de la abundancia, “Harpocrates”, protector contra los animales salvajes. “Imhotep”, sacerdote y médico protector de la sanidad y otros.


-Cuarta plaga: “del tábano”, la mosca, las hembras pican al ganado son capaces de perforar la piel: estas cayeron sobre el faraón, sus funcionarios, sus casas por todo el país quedando este arruinado, excepto en la región de Gosėn que era donde habitaban los hebreos.


-La quinta plaga: “La Peste del ganado” los egipcios despreciaban a los pastores y ganaderos. De cuyo trabajo se encargaban los hebreos, por lo que el ganado muriera fue un duro golpe a su economía, también a sus dioses, “Hator” y “Apus”, dioses de la fertilidad y después funerario.


-Sexta plaga: “ulceras, enfermedad cutánea”. Moisés y Aarón tomaron dos puñados de hollín y lo arrojaron al aire, provocando ulceras en el ganado y en el pueblo. La diosa “ISIS” tampoco se escapó de la acción del Dios hebreo, ella diosa de la sanación, pero no pudo curar a sus adoradores egipcio.


-Séptima plaga: “De granizo y fuego”. “Set” el dios de las tormentas, una divinidad negativa enemiga de “Osiris”, no pudieron ayudar a su pueblo, como tampoco “Thot”, el regulador del tiempo y de los ciclos estacionales.


-Octava Plaga: “de la langosta”. Fue un atentado contra los siclos de las cosechas y de los dioses de la fertilidad. El dios “Min”, relacionado con la fecundidad de la tierra, representado por el toro.


-Novena plaga: “Tiempo de oscuridad”. Atentó contra el poder de las divinidades solares, símbolo de lo masculino, la salud y el orden. Atacó la dualidad de “Amón-Ra” y a las manifestaciones de “Horus”, “Isis” y “Osiris” que funcionaban como la voluntad poderosa, el soplo vital y los fenómenos brillantes.



-Décima plaga: “Muerte de los primogénitos”. Fue un golpe contra la dinastía del faraón y de los egipcios. El hijo del faraón era “Horus, el disco solar alado”, el astro naciente. Nuevamente a “Isis”, nada pudo hacer por su hijo-esposo, tampoco “Osiris” pudo detener la llegada del Ángel destructor de Yahveh. Solo los primogénitos hebreos pudieron salvarse siguiendo las instrucciones que recibieron de untar el dintel de sus casas con la sangre de un cordero sacrificado antes del anochecer. De este hecho surge la Pascua hebrea.


¿Podemos decir que Dios, Yahveh es un Dios cruel, o está poniendo en evidencia a los falsos dioses que había en Egipto?



José Manuel Carrascosa Freire, presidente diocesano de la HOAC (de 2014 a 2019), Representante de la HOAC en el Secretariado diocesano de Pastoral Obrera y Coordinador del Sector 2: «Paro, pobreza‑marginación y exclusión social generadas por el mercado de trabajo».


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