PÁGINAS COMPLEMENTARIAS

miércoles, 28 de noviembre de 2018

ORAR EN EL MUNDO OBRERO: PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO CICLO “C” (02 DE DICIEMBRE DE 2018)

Primer Domingo de Adviento
(02 diciembre 2018)


29 NOVIEMBRE 2018 | POR 

Querida familia,

Con Mateo, nos abrimos a la enorme alegría que supone este tiempo de Adviento que empieza.  Mt 2,1-12: «Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría».

Esa dicha anida en lo más profundo de nuestro ser, y nos impulsa a mantenernos fieles en nuestra tarea, sin sentirla como una carga sino como la respuesta agradecida al amor de Dios, Padre y Madre.

Nuestro Consiliario General nos presenta así los Orar de Adviento:

“El papa Francisco nos recuerda que la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús.  Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría.  Y también nos dice que el santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor.  Sin perder el realismo, ilumina a los demás con un espíritu positivo y esperanzado.  Ser cristianos es “gozo en el Espíritu Santo”.

El Adviento que comenzamos es tiempo de esperanza y alegría, y es camino escarpado que requiere la confianza en el Amor de Dios que se hace carne de nuestra carne, para poder recorrerlo.  Es un tiempo para redescubrir las razones para la esperanza y la alegría, para mirar esperanzadamente la realidad de modo que podamos descubrir el rumor de la presencia cercana de Dios en nuestra vida”.

Un abrazo en Cristo Obrero y ¡Hasta mañana en el altar!


Mª Carmen Perea
Responsable de Organización
y Vida comunitaria

San Lucas 21,25-28.34-36:
«Alzad la cabeza, se acerca
vuestra liberación».

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https://issuu.com/hoac/docs/1er_domingo_adviento_634e3a80d16afe


martes, 27 de noviembre de 2018

«¿POR QUÉ HA FRACASADO EL LIBERALISMO?», por José Antonio Hernández Guerrero




¿Por qué ha fracasado el liberalismo?



En mi opinión, el título de este libro, no sólo sirve para que el autor nos responda mediante una exhaustiva relación de datos históricos y a través de unos detallados análisis críticos, sino también como un eficaz procedimiento pedagógico para que nosotros, los lectores, interroguemos críticamente sus afirmaciones aplicando nuestras ideas y, sobre todo, nuestras experiencias personales. Aunque es cierto que Patrich J. Deneen, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Notre Dame (Indiana, USA) se refiere principalmente a los procesos políticos desarrollados en los Estados Unidos y Gran Bretaña, los principios, los criterios y las pautas descritos en el funcionamiento histórico del liberalismo son aplicables a los diferentes regímenes de la Historia de Occidente.


Partiendo de su convicción inicial según la cual “los cimientos del orden civil que hemos heredado -las normas que hemos aprendido en nuestras familias y comunidades, a través de la religión y de la cultura de base- se erosionan inevitablemente bajo la influencia del Estado liberal social y político”, Deneen advierte cómo el liberalismo ha continuado reemplazando inexorablemente las normas culturales y las prácticas tradicionales gracias a acciones puntuales del Estado. Sus análisis, efectivamente, pueden ayudar a entender las líneas maestras que dibujan el momento actual y, quizás, a explicar el anhelo de un “líder fuerte” que recupere el control popular sobre las formas de gobierno burocratizado y sobre esa economía globalizada urdida por el liberalismo.


Especial fuerza posee -a mi juicio- la denuncia que el autor hace de la escasa reacción de los más perjudicados por el individualismo, debido a la quiebra de la familia, de la comunidad y de las instituciones religiosas. Él abre la posibilidad de que actualmente estemos asistiendo al colapso del sistema entero, debido a la quiebra de la filosofía política que le proporciona el soporte teórico. Sus explicaciones sobre “el liberalismo insostenible”, “la falsa elección entre individualismo y estatismo”, “el liberalismo como anticultura”, “la tecnología y la pérdida de libertad”, “el liberalismo contra las artes liberales”, “la nueva aristocracia”, “la degradación de la ciudadanía”, y su conclusión de que caminamos hacia el “nacimiento de una nueva ideología”, constituyen, en mi opinión, una oportuna invitación para que, no sólo los historiadores, los filósofos y los políticos se formulen y traten de responder a esa pregunta, sino también para que nosotros, los ciudadanos de a pie, preocupados por los asuntos importantes que a todos nos conciernen, reflexionemos sobre el presente y sobre el futuro inmediato de nuestros asuntos económicos, sociales, familiares e individuales.


El autor nos propone que reflexionemos para trazar y para recorrer esa senda orientada, no por una mejor teoría, sino por “mejores prácticas”. Él está convencido de que, tras un experimento filosófico que ha durado quinientos años y que ya está agotado, el camino está expedito para la creación de un proyecto nuevo y mejor: “la mayor prueba de la libertad humana en el día de hoy está en nuestra capacidad para imaginar y construir una libertad tras el liberalismo”.



Para leer los artículos publicados en el Blog de “Compañía 19”

Para leer todos los artículos de J.A. Hernández en buceite.com


Para leer la entrevista a José Antonio Hernández Guerrero, Catedrático de la Universidad de Cádiz




José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Actualmente, nos envía también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.

[Patrick J. Deneen. ¿Por qué ha fracasado el liberalismo? Madrid, Rialp, 2018]


CONSTRUYENDO EL FUTURO DEL TRABAJO

Construyendo el futuro del trabajo

27 NOVIEMBRE 2018 | POR 
El Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa (MTCE) participa en la jornada Construyendo el futuro del trabajo. Una contribución a la iniciativa para el centenario de la OIT desde la fe, que convoca la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) hoy, 27 de noviembre, en Bruselas.

El mundo del trabajo se enfrenta a profundos cambios. La digitalización, la aceleración de la globalización, la inteligencia artificial y la necesidad de una transición ecológica alteran las condiciones y el concepto del trabajo y el empleo. Para responder a estos desafíos, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzó la Iniciativa sobre el Futuro del Trabajo como parte del centenario de esta agencia de la ONU previsto para 2019.

En este sentido, las iglesias y las organizaciones religiosas en Europa pretenden contribuir a este diálogo global aportando la experiencia y los conocimientos de sus movimientos y organizaciones, así como sus reflexiones socioéticas. La conferencia Construyendo el Futuro del Trabajo reúne a representantes de las Iglesias, las comunidades religiosas, las organizaciones y movimientos que trabajan sobre el terreno para hacer una contribución a la iniciativa de la OIT. En tres paneles de debate, representantes de la UE, expertos de la fe cristiana, judía y musulmana discutirán los desafíos de un mundo laboral en constante cambio y evaluarán nuevas oportunidades para moldear la transformación actual en beneficio de todos los miembros de la sociedad.

Toni Santamaría, militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y coordinador del MTCE, participa en este encuentro. Para el MTCE, el reto del futuro del trabajo es un asunto de gran importancia, pues debe garantizar, salvaguardar y proteger la dignidad humana, ya que «la persona es sagrada, porque es la imagen de Dios». Para los trabajadores cristianos, el avance tecnológico tiene que estar «al servicio de las personas», una cuestión no menor cuando, por ejemplo, «los límites entre trabajo y descanso están difusos» o cuando en el proceso de digitalización de la economía se subestiman «las consecuencias en la ecología. El crecimiento debe estar vinculado al respeto a la dignidad humana y a la naturaleza que garantiza la base de la vida para todos nosotros». Los trabajadores cristianos de Europa afrontan el reto que plantea la digitalización desde un «enfoque activo», recogiendo la experiencias de los trabajadores y las trabajadoras; reforzando «la cooperación con los sindicatos, la Iglesia, la política y la sociedad civil», recordando los valores cristianos que pueden inspirar y reforzar la transformación que requiere la humanidad.

La Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) y el futuro del trabajo
En este evento, la COMECE presenta la reflexión Configurando el el futuro del trabajoun documento, en el que ha participado el MTCE, que propone configurar «las actuales tendencias hacia un mundo del trabajo decente, sostenible y participativo para todos», que debe favorecerse desde una «una economía que sirva al desarrollo humano integral y combine las siguientes características: Este mundo del trabajo será decente si promueve unas condiciones laborales dignas, incluyendo unos ingresos dignos orientados a la familia y un espacio suficiente para la vida en familia y en sociedad. Será sostenible si ofrece las condiciones para una vida fructífera y estable para las generaciones presentes y futuras teniendo en cuenta la dimensión ecológica del trabajo. Será participativo si los trabajadores y los empresarios son capaces de configurar juntos a todos los niveles las condiciones del empleo a través del diálogo social y cooperar en forma tripartita con el Estado en la formulación de políticas que afectan al trabajo. Será inclusivo si está centrado sobre el objetivo principal del pleno empleo y capacita a cada miembro a tomar parte en la sociedad y convertirse en un actor libre para el auténtico desarrollo de la sociedad».

La revista Noticias Obreras, implicada desde el año 2016 en favorecer e impulsar la iniciativa de la OIT, ha traducido esta aportación al castellano con el objetivo de seguir dinamizando el diálogo y acercar el compromiso por el trabajo decente a un mayor número de personas e instituciones interesadas en los retos inmediatos que tiene la humanidad en la albores de la Cuarta Revolución Industrial.

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lunes, 26 de noviembre de 2018

ACOMPAÑAR EN LA PRECARIEDAD: Comunicado de las XXIV Jornadas Generales de Pastoral Obrera

Acompañar en la precariedad

25 NOVIEMBRE 2018 | POR 
Comunicado de las XXIV Jornadas Generales de Pastoral Obrera.
Con el lema “Acompañar en la precariedad” el Departamento de Pastoral Obrera, de la CEAS de la Conferencia Episcopal Española ha celebrado, del 23 al 25 de noviembre en Ávila, las XXIV Jornadas generales de Pastoral Obrera, cuyo objetivo ha sido profundizar en cómo acompañar a las personas empobrecidas del mundo obrero.

La ponencia presentada por D. José Luis Segovia Bernabé, Vicario de Pastoral Social e Innovación de la Archidiócesis de Madrid, ha señalado la necesidad de reconocer que la precariedad, fruto de la injusticia en el trabajo y de la vulneración de los derechos personales de los trabajadores y los derechos sociales de las familias, es un elemento de este sistema que deshumaniza; evitable, por tanto.

Ha invitado a no olvidar que está en la misma naturaleza de la Iglesia acompañar en la precariedad la vida de tantos trabajadores desde la encarnación en sus mismas condiciones de vida, haciéndose sacramento de la impotencia compartida. Desde esta sacramentalidad, que hemos de vivir toda la Iglesia, hemos de ofrecer a Jesucristo, salvación para todos, en la tarea política de construir humanidad que sane, reconstruya, y reconcilie la relación humana, social y con la creación.

Hemos compartido la experiencia de acompañamiento en la precariedad, desde la Asociación de Barrios Ignorados de Andalucía, que nos ha llamado la atención sobre las fracturas vitales que la precariedad provoca, la pobreza que genera, el aislamiento y descarte social de familias enteras, especialmente de los jóvenes que los habitan, a quienes se aboca a un presente de exclusión, carente de sentido y un futuro sin esperanza.

La experiencia del acompañamiento al precariado desde el sindicato, que hemos escuchado, nos reafirma en la necesidad de pedir a las organizaciones sindicales que realicen su imprescindible función social, poniendo en el centro a los trabajadores precarizados, a los desempleados, a los trabajadores pobres, para, como pide el papa Francisco, construir justicia juntos.

Desde esas reflexiones y experiencias hemos acogido retos y llamadas:

A hacernos Sacramento de la impotencia compartida viviendo en la precariedad, como Iglesia que habita en medio de las casas de sus hijos e hijas para poder compartir en la esperanza su propio camino de humanización. La evangelización pasa por el camino de la compasión, de la pasión compartida, para crecer en comunión con los empobrecidos.

A recordar a toda la Iglesia el ineludible camino de seguimiento de Jesucristo en medio de los gozos y las tristezas de toda la humanidad y, especialmente, del mundo obrero que comporta nuestra fe. El mundo obrero precarizado y empobrecido sigue existiendo. Solo con los pobres podremos recorrer los caminos del Evangelio.

A exigir de todas las Administraciones la inclusión social de todos los descartados —personas, familias, barrios— mediante políticas que hagan reales los Derechos Humanos: derecho a trabajo decente, a vivienda, a educación, salud… Y a exigir que realicen su tarea ineludible al servicio del bien común desde la restauración de la dignidad del trabajo humano, de las personas trabajadoras y sus familias.

Como dice el papa Francisco, “cualquier forma de trabajo tiene detrás una idea sobre la relación que el ser humano puede o debe establecer con lo otro de sí.” (LS 125) “El hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-so­cial. No obstante, cuando en el ser humano se daña la capacidad de contemplar y de respetar, se crean las condiciones para que el sentido del tra­bajo se desfigure. (CA 37) Tenemos necesidad de preservar el trabajo humano, por eso es necesa­rio que se siga buscando como prioridad el objetivo del acceso al trabajo por parte de todos”. (LS 127)

“El gran objetivo debería ser siempre permitirles a los pobres una vida digna a través del trabajo, porque el trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de ma­duración, de desarrollo humano y de realización personal.” (LS 128)

En la precariedad, la esperanza. ¿Cómo hacer para no dejarse robar la esperanza en las «arenas movedizas» de la precariedad? Con la fuerza del Evangelio.1

En este día contra la violencia de género en que hemos orado desde el dolor de las víctimas, y con esta esperanza, nos convocamos para la celebración el año próximo de las XXV Jornadas, en la celebración del veinticinco aniversario de la publicación del documento de la CEE La Pastoral Obrera de toda la Iglesia.

Ávila, 25 de noviembre de 2018.


Fiesta de Jesucristo, rey del Universo.


1 Mensaje del santo padre Francisco a los participantes en el Congreso Nacional de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI),  24-26 de octubre de 2014, Salerno.

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domingo, 25 de noviembre de 2018

REUNIÓN DEL SECTOR: Martes, 27 de noviembre de 2018. A las 5:00 de la tarde. En Cádiz. Barrida de “La Paz”. Parroquia de San Francisco Javier C/ Avda. Del Guadalquivir, núm. 15 - Dpdo


REUNIÓN DEL SECTOR
CURSO 2018 – 2019
___________________________

CONVOCATORIA ___________________________


Querido/a compañero/a:

Conforme al calendario que tenemos establecido para el Sector, convocamos esta reunión, que tendrá lugar el próximo:

DÍA: Martes, 27 de noviembre de 2018.
HORA: 17:00 horas (5 de la tarde)
LUGAR: En Cádiz. Barrida de “La Paz”.
Parroquia de San Francisco Javier

C/ Avda. Del Guadalquivir, núm. 15 - Dpdo




Con objeto de poder tratar el siguiente:

ORDEN DEL DÍA:

1.- ORACIÓN INICIAL, a cargo del Consiliario Diocesano.


2.- MOTIVACIÓN Y CONTEXTO: UNA MIRADA A LA REALIDAD.

Realidad laboral en la provincia de Cádiz.

Diálogo sobre esta realidad y sobre las reflexiones…


3.- INSISTENCIAS PARA EL FUNCIONAMIENTO DEL SECTOR.

a. Para el Proyecto Evangelizador de los/as militantes.

b. Sobre el Quehacer Apostólico Comunitario.


4.- PROPUESTAS DE ACTOS O ACTIVIDADES A REALIZAR.

a. Carta a la prensa y medios de comunicación.

b. Documento para la difusión.




5- AVISOS, COMUNICACIONES, RUEGOS Y PREGUNTAS.


6.- ORACIÓN DE DESPEDIDA.


Contando con tu asistencia, recibe un abrazo fraternal.



La Coordinación del Sector
Diócesis de Cádiz y Ceuta





Una mirada a la realidad laboral en Cádiz de la EPA 4º TRIMESTRE 2017
al 3º de 2018



Mientras en España el paro se sitúa según la EPA en 3.766.700, el 11,12% de los trabajadores.


En Andalucía es 1.072.040 lo que es, el 26,94 %, es decir la tercera Comunidad autónoma con mayor tasa de desempleo tras Extremadura y Melilla.


Cádiz tiene un paro del 33,87% seguido de Córdoba con 27,53% y Sevilla con 26,37%. El resto de provincia tiene una tasa inferior. Visto estos datos, la provincia de Cádiz sigue liderando el paro. Sólo la Bahía de Cádiz: tiene un paro situándose en más de 41.268 trabajadores; Jerez más de 29.238; El Campo de Gibraltar: más de 31.298. La Costa noroeste, más de 13.465; La Janda: más de 12.369. La Sierra de Cádiz, que por su lejanía de la diócesis solo menciono a Arcos de la Frontera con 4.998 que es el 38,66% y Ubrique con 2.537, el 37,37%, aunque Prado del Rey y Algar también superan el 32%.


Centrándonos sólo en la Bahía de Cádiz, destacar a Chiclana que tiene el 32,10% seguido de Cádiz con el 29,40%, Puerto. Real con el 28,50% y S. Fernando con 28,23%. Y que en el tercer trimestre de 2018 el número de parado a nivel nacional es de 3.326.000 -10% y que por localidades, Cádiz a descendido un 1,39%, Puerto Real a subido un 0,79%, S. Fernando a subido un 0,13% y Chiclana a descendido un 1,64%.
Resalto estas porque son las localidades más cercanas a nosotros, por lo tanto hemos de prestar una mayor atención ya que la causa principal de preocupación en estas localidades es el paro, esto es debido a que el que generaba la mayor parte del empleo en esta zona era el sector industrial - naval, y que en la actualidad éste es mínimo, el sector que lo ha sustituidos es el de los servicio, dentro de él, el comercio y la hostelería, segmentos estos de empleo altamente precarizado y estacional. No es mayor el paro en nuestras localidades porque son ciudades con un número de población alto, que requiere de bastantes trabajadores públicos funcionarios en las distintas poblaciones.


Podemos ver la enorme desigualdad que por razón de género que se está produciendo, tanto en las contrataciones como en salarios, ello hace que en mayor proporción el número de mujeres jóvenes mejor formadas emigran a otras comunidades autónomas o países, mientras los que tienen una formación mínima, indistintamente del género, emigran a Comunidades autónomas con gran cantidad de turismo, sector que como sabemos es estacional, aunque a diferencia de nuestro marco de la Bahía e incluso de la provincia en esas comunidades están mejor retribuidas y valoradas, con excepciones como las empleadas del hogar o las camareras de habitaciones.


Ciertamente se está creando empleo, pero la mayor parte de estos son altamente precarios: contratos de fines de semanas, por horas, de lunes a viernes, estacionales, con bajos sueldos, miserables en muchos casos, con horas de trabajo en negro. Esto trae como consecuencia un gran empobrecimiento de los trabajadores a la vez que las aportaciones a la Seguridad Social van cayendo cada vez más, con el riesgo de la amenaza de las pensiones, de la sanidad pública y los gastos sociales.







INSISTENCIAS PARA EL FUNCIONAMIENTO DE LOS SECTORES:



1. Consolidar los sectores como un instrumento fundamental en la dinámica del Q.A.C. La experiencia que tengamos de ellos, en el próximo bienio es crucial, para que en la próxima Asamblea General podamos evaluar estas herramientas que nos hemos dado.


2. Dar pasos para VIVIR desde el Sector, como cauce para unir espiritualidad, formación y compromiso. O sea, se trata de vivir “apasionadamente” nuestra militancia desde la situación del sector en el que nos hemos encarnado. Tomar conciencia de que el Sector no solo son las reuniones.


Es un espacio de diálogo y compromiso que conlleva encuentros y reuniones, pero que no se agota en las mismas.


3. Hemos de tener en cuenta las situaciones especiales que viven militantes para acompañarles y ayudarles a que no se queden al margen de la vida del sector.


4. Seguir planificando el trabajo de los sectores para:


 Hacer propuestas para toda la HOAC diocesana y para el propio Sector. Desarrollar un proceso de reflexión-acción-reflexión, poniendo los medios para ayudar a discernir y actuar sobre el problema que trabajamos.


 Seguir implicando a otras personas en la dinámica del sector, en especial a las y los trabajadores más empobrecidos. También a simpatizantes, colaboradores/as permanentes o puntuales, y a personas de nuestro grupo de acción. El sector tiene que ser un espacio de encuentro con las víctimas, haciéndolas protagonistas de su proceso de politización. Hemos de incorporar dosis adecuadas de creatividad, originalidad y atrevimiento para encontrar “nuevos métodos” que faciliten la incorporación de estas personas.


 Ser cauce de orientación y cualificación de los Proyectos Evangelizadores. Lo que supone poner medios para que el compromiso de los y las militantes incorpore criterios orientaciones que emanan de la dinámica del Sector.


5. Mejorar la coordinación entre los sectores y la CD a través de los/as coordinadores/as de los sectores y el/la Responsable diocesano del Compromiso. También es importante mejorar la coordinación de los sectores entre las diócesis a través de la utilización del Banco de iniciativas y recursos.






INSISTENCIAS PARA EL PROYECTO EVANGELIZADOR DE LOS/AS MILITANTES:



1. El QAC es el marco, la orientación y el punto de referencia de la concreción del proyecto evangelizador de cada militante (PE). El QAC es inviable si no tomamos cada uno la decisión de vincular a él nuestro PE, que hemos de replantearnos, si es preciso, en función de esta dinámica. Esto es clave para descubrir y vivir lo que cada uno tenemos que aportar allí donde estamos y para evitar multiplicidad de tareas y favorecer la especialización.


2. Contrastar y cualificar nuestros Proyectos Evangelizadores en el sector en una doble vertiente:


 Cómo el militante recoge en su PE su implicación en las tareas comunitarias y las implicación de su Grupo de Acción.


 Cómo desarrolla las orientaciones que la HOAC va discerniendo sobre la situación y aspecto concreto del sector el que está centrado, el ambiente y organización en la que lleva a cabo su compromiso personal. También, por tanto, el sector hace propuestas y orienta el compromiso de los militantes.







INSISTENCIAS SOBRE EL QUEHACER APOSTÓLICO COMUNITARIO:



1. Necesitamos seguir clarificándonos y profundizando sobre la dinámica del QAC desde la reflexión y profundización de lo acordado. En este sentido, es muy importante tener presentes las orientaciones que nos dimos en la Comisión General de noviembre de 2009 y la ficha didáctica nº 10, sobre “El Quehacer Apostólico Comunitario y los sectores”.


2. Necesitamos seguir clarificándonos y profundizando sobre la dinámica del QAC desde la experiencia, sobre nuestra dinámica de encarnación y comunión con las víctimas de esas situaciones de empobrecimiento y deshumanización del mundo obrero. Ellas deben ser protagonistas. Es fundamental tomar conciencia de que toda la vida de la HOAC está en función de esta dinámica comunitaria que es expresión de nuestra misión evangelizadora. Una misión que se expresa comunitariamente a través de la vida, acción y difusión de la HOAC como Iglesia en el mundo obrero, y de la vida y compromiso de los militantes en las realidades obreras (personas, ambientes, organizaciones…) expresado en el Proyecto Evangelizador, dimensión clave de nuestros Proyectos Personales de Vida Militante.


La HOAC desarrolla un único Quehacer Apostólico Comunitario a través de la implicación en estas cinco situaciones compartidas que sufre el Mundo Obrero, sin perder de vista la íntima relación que existe entre ellas.


3. En esta dinámica comunitaria del QAC y en el desarrollo de toda nuestra vida hoacista, debemos seguir animando y consolidando la participación de todos los y las militantes para que nadie quede al margen.







“Pobreza generada por la situación de desempleo” 27/11/2018



En muchas ocasiones se ha pensado que el QAC y el Sector son cosas distintas, y existe una falta de identificación con la dinámica, la organización, el objetivo y el funcionamiento del Sector. Pero el QAC y los Sectores son una misma cosa, siendo el Sector el lugar donde acompañamos al MO y con quienes trabajamos. Si pensamos en el Sector como una reunión más es difícil engancharse, si creemos que el QAC es la suma de los PE y algo que hacemos juntos llegaremos a la cuestión de siempre: ¿qué es antes el PE o el QAC? Pero si pensamos en el QAC y los Sectores como la dimensión comunitaria de nuestro compromiso, como un elemento clave e imprescindible de nuestro “ser comprometido”, como el lugar de encuentro con los otros y con Dios mismo, no tiene razón de ser el sentirnos desvinculados o al margen.


En el fondo de todo este diálogo y debate está el acompañamiento -imprescindible en una sociedad del descarte- como lugar desde el que vivir nuestro PE y nuestro QAC, porque es desde la comunión desde donde surgirán las propuestas y las salidas.




Cuando miramos la realidad, no podemos dejar de hacernos las siguientes preguntas:


1. ¿Qué sociedad nos espera con personas que sabemos que no van a trabajar de forma remunerada nunca?

Un análisis de la sociedad que se está desarrollando puede llevarnos a pensar en el desastre, en la desesperanza, en el derrotismo. Pero desde nuestro ser humano y cristiano, debemos ser conscientes que tenemos en nuestras manos los medios e instrumentos suficientes para tener esperanza y certeza de la capacidad de construir una sociedad nueva y mejor. En todas las realidades se nos presenta el pecado y la gracia y, a partir de nuestros intentos y de nuestros fracasos, Dios libera unas fuerzas tales que son capaces de cambiar el mundo, por eso nada de lo que hacemos por amor caerá en saco roto. Dios nos habla permanentemente desde la injusticia, desde los pobres así como desde todo lo hermoso y bello que encontramos cada día. 



2. ¿Qué pistas nos pueden servir para orientar nuestra misión evangélica en el mundo obrero?

Tendremos que plantearnos cómo hacernos voz de los sin voz. Existen numerosas realidades en el mundo del trabajo donde los que sufren no pueden denunciar, por lo que se hace necesario:


 Incorporar la sociedad civil a la lucha obrera, en un mundo obrero que, desprovisto de derechos y amenazado por el desempleo, no puede luchar por sí mismo.


 Así mismo también habrá que incorporar a la sociedad civil en su conjunto, a ser consciente de la responsabilidad económica en nuestras acciones y actitudes. Qué practicas económicas apoyaremos y cuáles rechazaremos, tanto colectiva como individualmente.


 Construir iniciativas de acogida y primera ayuda, como concreción de la cercanía y comunión con los pobres del mundo obrero.


 Entrelazar con relaciones de justicia y amor a las personas, para recuperar la dignidad y el lugar central que todas y cada una de ellas tiene reconocida por Cristo.

 


3.- Si el modo y concepto de trabajo está cambiando, ¿cómo habrán de ser nuestros compromisos?

Así como la realidad, nuestro compromiso cambia. Además de la denuncia y la protesta, se hace necesaria la propuesta, que surge desde el contacto y la cercanía. Desde el acompañamiento del mundo obrero empobrecido han de surgir propuestas concretas para salir de esa situación.


Del 7º Encuentro del compromiso y sectores de Andalucía del 2017








sábado, 24 de noviembre de 2018

¡GRITA POR LAS MUJERES QUE SUFREN VIOLENCIA! GRITA POR LA JUSTICIA. 25N: En nombre de Dios, ni una víctima más

¡Grita por las mujeres que sufren violencia!
Grita por la justicia

22 NOVIEMBRE 2018 | POR  
Violencia de género: 52 MUJERES (y 2 niños, 5 niñas y 2 hombres) ASESINADAS DURANTE 2018.
(6 de ellas por hombres no parejas o exparejas)


«Sacramento Roca, la mujer de 36 años asesinada el viernes 16 de noviembre de 2018, por su expareja mientras trabajaba en una tienda de muebles en Palma, presentó hace cinco días una denuncia en la Jefatura de la Policía Nacional en la que apuntaba a su expareja, el vigilante de seguridad de 45 años Rafael Pantoja, como la persona que estaba detrás de los pinchazos en las ruedas de su coche y de varios carteles colgados por las calles de la capital en los que se ofrecía sexo con su número de teléfono.  La pareja había roto la relación a principios del pasado octubre, pero el hombre se había negado a aceptar los hechos y, según fuentes de la investigación, se había presentado en varias ocasiones en el puesto de trabajo de Sacramento para intentar convencerla de retomar la relación». Fuente: EL PAÍS, 17 NOV 2018

Año 2017: 55 mujeres asesinadasViolencia de género: 52 MUJERES (y 2 niños, 5 niñas y 2 hombres) ASESINADAS DURANTE 2018 (6 de ellas por hombres no parejas o exparejas).  Fuente: Ministerio del Interior

En total 971 desde el 1 de enero de 2003, cuando empezaron a contabilizarse.  Hasta 33 menores han quedado huérfanos y 27 niños y niñas han sido asesinados por violencia machista desde 2013.


25N: En nombre de Dios, ni una víctima más

Las violencias contra las mujeres constituyen una grave violación de los derechos humanos en cualquiera de sus manifestaciones afectando a todas las mujeres, a sus familias, sus comunidades y la sociedad.

Se estima que el 35 % de las mujeres del mundo han sufrido violencia física y/o sexual por parte de su compañero sentimental o una persona distinta en algún momento de su vida (OMS).  La violencia contra las mujeres afecta a familias y comunidades de todas las generaciones, y refuerza otros tipos de violencia prevalecientes en la sociedad.  La violencia contra las mujeres no se reduce a una cultura, región o país específico, ni a grupos particulares de mujeres en la sociedad.  Las raíces de la violencia contra la mujer yacen en la discriminación persistente contra las mujeres.

Las raíces de estas violencias yacen en la discriminación persistente contra ellas.  El papa Francisco, tanto en Evangelii gaudium como en Amoris laetitia, condena la violencia contra las mujeres «como una cobarde degradación del poder masculino y como la máxima expresión de relaciones de poder y desigualdad entre hombres y mujeres».

Como insiste el Papa Francisco «No podemos “naturalizar” la violencia, tomarla como algo natural.  No, no se naturaliza la violencia hacia las mujeres, sosteniendo una cultura machista que no asume el rol protagónico de la mujer dentro de nuestras comunidades.  No nos es lícito mirar para otro lado, hermanos, y dejar que tantas mujeres, especialmente adolescentes sean “pisoteadas” en su dignidad» (*Papa Francisco, Encuentro con la Población de Puerto Maldonado, Perú 19 de enero de 2018).

Como Iglesia estamos llamados a propiciar un cambio social y cultural, generando relaciones de igualdad.  Queremos que las mujeres víctimas de la violencia nos sientan radical, afectiva y efectivamente a su lado, mostrando nuestro firme compromiso de ser una comunidad transformada por el Dios manifestado en Jesús, que es amor liberador, uniendo esfuerzos con otros colectivos en la denuncia y reivindicación de medidas a favor de las víctimas de la violencia y de su prevención.

«La Iglesia quiere que las mujeres víctimas de violencia la sientan inequívoca, radical, afectiva y efectivamente de su lado».  Por ello, nos proponemos una vida libre de violencias contra las mujeres, con los siguientes objetivos:

1.- Sensibilizar y visibilizar que las violencias contra las mujeres son radicalmente opuestas al Evangelio de Jesús.  Participar en las campañas que se realicen

2.- Favorecer que las comunidades cristianas (parroquias) sean un lugar seguro protección y respeto para las mujeres víctimas y a sus hijas e hijos.

3.- Eliminar lenguajes y prácticas excluyentes discriminatorias.

4.- Visibilizar y participar con otros colectivos en la denuncia y en la reivindicación de medidas a favor de las víctimas de las violencias y de su prevención.


Reflexión

Cuando comencé a mirar el mundo con gafas violetas, entendí el verdadero drama que suponen las violencias de género.  Las nombro en plural porque son múltiples: humillaciones, insultos, vejaciones, acoso, ablaciones, violaciones, asesinatos.  Unas violencias que afectan a más mujeres de nuestros ambientes de las que pensamos, que no las reconocen o cuentan, aunque cada vez vayan rompiendo más su silencio. Fíjate en ti misma y en las mujeres de tu entorno, si viven relaciones igualitarias, si tienen trabajo decente, tiempo para sí.  Si no vamos siendo conscientes de que esto es resultado de un sistema de dominación y de que la violencia es la herramienta que los hombres utilizan para perpetuar esa situación de subordinación, difícilmente podremos combatir las causas.

Como cristianas y cristianos estamos llamados a propiciar un cambio cultural también en el seno de nuestra Iglesia, en su estructura, enseñanzas y prácticas.  Revisando las concepciones tradicionales de la mujer vinculada a valores de sumisión.  Superando la dualidad que asocia su cuerpo a lo «pecaminoso» e «impuro».  Reconociendo su exclusión de los ámbitos de toma de decisiones y favoreciendo su participación.  En muchos pasajes evangélicos podemos descubrir cómo Jesús transgredió las normas de su tiempo en su relación con las mujeres, cómo las reconoció, denunció su sufrimiento y las puso como modelo de fe.

La violencia de género tiene su mejor antídoto en el reconocimiento de la igual dignidad de todas las personas, hombres y mujeres.  El amor no se debe confundir con dominación, explotación o posesión, porque tiene que ser compatible con un absoluto respeto a que la otra persona crezca y se desarrolle tal como es.  Esta concepción está en la entraña misma del mensaje de Cristo y supone para la Iglesia una exigencia de compromiso en su erradicación.

Desde el Sector de la Mujer de la HOAC trabajamos por el empoderamiento de las mujeres trabajadoras, especialmente de aquellas que viven situaciones más desfavorables.  Lo hacemos desde la formación y el discernimiento colectivo, el acompañamiento, la denuncia de las situaciones de desigualdad e injusticia, colaborando a construir y dar visibilidad a experiencias alternativas en la forma de vivir.  ¡¡Por una vida libre de violencias contra las mujeres!!.


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viernes, 23 de noviembre de 2018

ORAR EN EL MUNDO OBRERO:
34º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO,
CICLO “B” (25 DE NOVIEMBRE DE 2018)

34º Domingo del Tiempo Ordinario
(25 noviembre 2018)

23 NOVIEMBRE 2018 | POR 

Querida familia,

Rovirosa nos ayuda a ver la invitación que nos hace el Señor “…la construcción del Reino se reduce siempre a estos términos: Libremente y por imperativo exclusivo de Amor, hacer la voluntad de Jesús y no la propia”.

Nuestro Consiliario General nos ayuda a situarnos en esa clave:

Seguir a Jesús supone desinstalarnos de ideas preconcebidas, de maneras de ser, despojarnos de estilos, de perspectivas, y situarnos en camino: “en éxodo”, en salida. Supone reconocer cuantas veces endiosamos personas, proyectos, y planes humanos e identificamos con el reino nuestros propios deseos y nuestras propias maneras de ver las cosas.

Supone estar dispuestos a reconocer que el reino comienza en esta historia y se realiza en ella, pero ni se agota, ni termina en ella. Nuestro horizonte es otro. Nuestra búsqueda del reino, incesante. Párate en tu vida. Reconócete en estas contradicciones, y siéntete invitado a acechar la cercanía del reino en la vida, como una gracia.”

Un abrazo en Cristo Obrero y ¡Hasta mañana en el altar!


Mª Carmen Perea
Responsable de Organización
y Vida comunitaria



San Juan 18,33-37:
«Mi reino no es de este mundo».
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jueves, 22 de noviembre de 2018

EL LUGAR DE LA IGLESIA SON LOS POBRES


El lugar de la Iglesia son los pobres

19 NOVIEMBRE 2018 | POR 
La Iglesia necesitamos crecer en tener una presencia pública en medio de nuestra sociedad mucho más coherente y fiel con el Evangelio, con nuestro ser y misión. Como en todo, también en esto necesitamos conversión. Hemos de reconocer sinceramente que con demasiada frecuencia andamos entretenidos y despistados en asuntos que no son los más importantes y encerrados en polémicas estériles que muy poco tienen que ver con lo esencial del Evangelio.

Para la necesaria conversión de la Iglesia lo más importante es preguntarnos cuál es nuestro lugar. ¿Cuál fue el lugar de Jesús? El lugar de la Iglesia, como Jesús, son los pobres, ser servidora de los pobres para construir una sociedad más justa, humana, fraterna, en la que todas las personas podamos vivir realmente de acuerdo a nuestra dignidad de hijos e hijas de Dios, sin excluidos. Ese es el deseo de Dios al que la Iglesia nos debemos. Un Dios que Jesús nos muestra que es amor misericordioso y compasivo que se conmueve y reacciona ante el sufrimiento de los pobres porque defiende la dignidad de toda persona.



Por eso el papa Francisco subraya algo que es muy claro: «No deben quedar dudas ni caben explicaciones que debiliten este mensaje tan claro. Hoy y siempre, “los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio”, y la evangelización dirigida a ellos es signo del Reino que Jesús vino a traer. Hay que decir sin vuelta que existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres. Nunca los dejemos solos» (EG 48). De ahí que insista en dos cosas esenciales para nuestra vida y para nuestra propuesta a la sociedad: «Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres» (EG 187). «Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres (…) atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverá ningún problema» (EG 202). Es lo mismo que planteó el Concilio Vaticano II sobre el ser y la misión de la Iglesia: «La Iglesia es en Cristo como un sacramento, o sea signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano» (LG 1). «Cristo fue enviado por el Padre a “evangelizar a los pobres y levantar a los oprimidos” (Lc 4,18) (…); así también la Iglesia abraza con amor a todos los afligidos por la debilidad humana; más aún, reconoce en los pobres y en los que sufren la imagen de su Fundador pobre y paciente, se esfuerza en remediar sus necesidades y procura servir en ellos a Cristo» (LG 8).

El lugar de la Iglesia es la realidad de los excluidos y descartados, la de los desempleados y trabajadores pobres defendiendo la dignidad del trabajo y el trabajo digno, la de los que no tienen una vivienda digna, la de los enfermos y frágiles, la de los inmigrantes y refugiados, la de las víctimas de la violencia machista, la de tantas personas y familias heridas en su dignidad, «pisoteados por la lógica perversa del poder y el dinero»[1]. Es cierto que la Iglesia, a través de muchas personas, comunidades, asociaciones, estamos en esos lugares. Pero necesitamos crecer en que toda nuestra presencia pública esté presidida por el caminar con los pobres, ya que «no son un problema, sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir la esencia del Evangelio»[2]; el colaborar a cambiar la mentalidad social hacia la solidaridad con los pobres y la fraternidad, en la transformación de las estructuras e instituciones para que respondan a las necesidades de los pobres, en promover formas de vida más fraternas. Necesitamos crecer en ser una Iglesia pobre y servidora, casa de los pobres, en permanente escucha y diálogo, proponiendo con humildad otra manera de vivir.
[1] Papa Francisco, I Jornada Mundial por los Pobres, 5.

[2] Ibídem, 9.

faldon portada y sumario
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