«Con gran dolor recibimos esta triste noticia, del fallecimiento el 6 de enero de 2025 de quien fue un referente humano y de dignidad para toda la clase obrera bazanista.
Nuestro más sentido pésame a la familia y a todos/as cuanto lo querían.
'Y que los obreros muertos
en el campo de honor del trabajo,
del sacrificio y de la lucha,
descansen en paz'.
Un fraterno y cariñoso abrazo amigo Manolo.».
Fuente: DIARIODE CÁDIZ
Redaccion San Fernando
Pesar en San Fernando por la muerte de Manuel Ruiz Martínez, antiguo jefe de personal de Bazán
Cavada traslada sus condolencias a la familia:
"Fue un isleño ejemplar y un gran bazanero"
San Fernando/La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, ha expresado su pesar por el fallecimiento de Manuel Ruiz Martínez, a quien se ha referido como "una magnífica persona, un isleño ejemplar y, sobre todo, un gran bazanero, con todo lo que eso implicaba para él y lo que ha significado para la ciudad".
Cavada, que ha trasladado personalmente sus condolencias a la familia de Ruiz, ha subrayado que "dedicó su vida y su gran valía a su pasión, que era su trabajo en la Bazán", empresa a la que "defendió durante toda su larga y destacada trayectoria profesional y podríamos decir durante toda su vida".
Como ha recordado la regidora isleña, Manuel Ruiz Martínez destacó y tuvo responsabilidades desde muy joven en la empresa naval como Jefe de Personal en el astillero de San Fernando, ejerciendo altas responsabilidades posteriormente en Ferrol y, por último, en Madrid como director de Organización y Relaciones Industriales durante 20 años.
En todos sus destinos "ayudó siempre a cuantas personas pudo", ha destacado la alcaldesa. "En San Fernando, una ciudad en la que se suman generaciones de trabajadores en Bazán, muchísimos de ellos tienen que agradecer y así lo recuerdan, a Manolo las oportunidades que tuvieron gracias a él", ha dicho, agregando que se trataba de "una persona empática y comprometida con su pueblo".
"Tenía el puesto adecuado para todo aquel que estuviera dispuesto a trabajar en la factoría, tuviera ese trabajador mayor o menor capacidad o formación. Siempre encontró el lugar para cada persona, ayudando a todo el que podía a salir adelante y encontrar un futuro. Tal y como él lo veía, el que quería trabajar en Bazán venía a aportar a su ciudad, porque la Bazán era San Fernando y San Fernando era la Bazán".
Finalmente, la alcaldesa ha incidido en el compromiso de Manuel Ruiz con su ciudad a lo largo de toda su vida "defendiendo lo público en todos los ámbitos, la importancia del sector naval como tractora del empleo en San Fernando y la importancia de la incorporación de plantilla por la que batalló siempre". Además, la regidora isleña ha valorado que, en lo personal, siempre encontró en Manuel Ruíz "alguien en quien apoyarme, de quien aprender, compartir reflexiones y dispuesto a ayudar en todo lo que le era posible".
SEMBLANZA A MANOLO RUIZ,
por Ramón Outerelo Martínez
A los amigos y amigas bazaneros siento comunicaros una mala noticia. Después de muchos días hospitalizado anoche (6 de enero de 2025) se nos fue el compañero y amigo Manolo Ruiz Martínez.
Todos lo conocísteis y sobra decir lo mucho que hizo por los trabajadores de Bazán. Manolo supo como nadie de las penurias y calamidades de los trabajadores y trabajadoras de la época. Huérfano de padre desde muy pequeño vio como su madre se tuvo que buscar la vida trabajando de limpiadora durante muchos años.
Por eso no era gratuita su sensibilidad por la clase obrera, a la que dedicó su atención durante gran parte de su vida.
Su inteligencia natural y su enorme voluntad le llevó a ocupar cargos de responsabilidad en el área de Recursos Humanos de la Bazán, desde dónde hizo una gran labor social en apoyo de los trabajadores, sin olvidar nunca sus orígenes y su otra pasión, el pueblo de San Fernando.
Quiénes compartimos con él muchas horas desde el otro lado de la mesa de negociación, como sindicalistas, supimos de su dedicación y de su tenacidad para sacar adelante beneficios para los trabajadores, durante los años que permaneció en Bazán de la que se marchó cuando ésta fue absorbida por Izar primero y Navantia después. Manolo entendió que con ello se ponía punto y final a lo que había sido un gran empresa, socialmente de las más avanzadas de España, a la que había dedicado la mayor parte de su vida.
Su desaparición nos produce una amarga sensación a quiénes lo conocimos y tratamos con él durante tantos años. Ahora le ha llegado el descanso final a unos últimos años de amargura con su empresa, la E. N. Bazán, siempre presente.
Descanse en paz el compañero y amigo, y a Pepita, su mujer, y a sus hijos y demás familia trasladarles el pesar por tan irreparable pérdida.
HOMENAJE EN SU OCHENTA CUMPLEAÑOS
(11 de mayo de 2023), por Charo
Leira Gómez
Hoy queremos homenajear en su 80 cumpleaños a Manolo Ruiz, un cañailla y, sobre todo, un ilustre bazanero.
Ha tenido una larga trayectoria profesional vinculada a La Bazán. Comenzó en nuestra factoría de San Fernando, llegando a ser Jefe de Personal… siendo un chaval. A inicios de los años 80 inicia una etapa en la factoría de Ferrol; y al final de la misma década es destinado a la sede central en Madrid, donde sobre todo ejerció como Director de Recursos Humanos del Grupo.
Adicto al trabajo, con gran capacidad de esfuerzo, en la Empresa es recordado por su talante conciliador y unas privilegiadas dotes para la negociación; y, muy especialmente, por su gran tenacidad defendiendo los derechos de los trabajadores.
Ese interés por el bien del prójimo lo ha sabido extrapolar a su vida personal, siendo una persona a la que todos sus conocidos y allegados guardan un gran cariño.
Hace más de 15 años regresó a su tierra, la Isla, de la que también es un gran valedor. Aquí vive con su inseparable mujer, Pepita, que le acompaña desde hace más de 60 años: Ahora disfruta de su tiempo, leyendo, escribiendo, entrando en polémicas amistosas en Facebook, y pasando tiempo con sus amigos, hijos y nietos (repartidos entre Madrid y La Isla).
SEMBLANZA A MANUEL RUIZ,
por José Batista Richarte
Creo que, el acusado carácter social, fue un inventó suyo.
Soñaba con un centro de trabajo hecho a la medida de su pueblo y lo hizo realidad.
Por eso cuando vio como lo despojaban de su idiosincrasia, recogió sus bártulos y se marchó con la cabeza alta y el corazón roto por la misma carretera que tantas veces le vio cruzar de un lado a otro.
Al mirar hacia atrás sin embargo ya no se reconoció en los edificios que alcanzaba su vista.
Años después sabría que, tras su marcha, nada fue igual.
En realidad nadie mejor que él para saber que, el cambio de nombre, no fue un simple lavado de cara, se trataba de echar abajo una estructura que hasta entonces había funcionado bien, pero que a los nuevos inquilinos de la Moncloa de la época, le incomodaba.
Manuel Ruiz, nunca superó ese golpe, porque la empresa no es que fuera parte de su existencia, era su vida, y él la sintió como si se la arrancara.
Hoy, que ya no está con nosotros, me viene al recuerdo un relato suyo titulado “Carretera secundaria” que venía a decir algo parecido a esto: “que después de tantos años, le gustaba ir tranquilo a su empresa, entre sueños, recreándose en un camino que conocía como la palma de su mano.
Por eso cuando, dentro de esa carretera tan conocida, se encontró con una advertencia de desvío obligatorio, le produjo una cierta extrañeza”
La misma que nos ha envuelto a todos desde que nos enteramos de su último viaje.
MI PUEBLO.- por Manuel Ruíz Martínez
Paredes encaladas y sol brillante.
Azoteas que
parecen palcos vacíos.
Imágenes
caducas de un pueblo triste,
que, sin hallar
salida, reposa su pesar.
Salinas
olvidadas, sin sal ni peces,
tesoros
escondidos que ya no son.
Recuerdos de
otros tiempos nada lejanos,
cuando los caños
daban trabajo y pan.
Industria y
militares, juntos se fueron,
prometiendo
progreso, que nos iba a llegar.
Ya los barcos se
mecen en otros caladeros,
porque aquí
todo es caro y es difícil entrar.
Los marinos
volaron, buscando otro destino,
mi pueblo les
pesaba, aunque aquí vivirán.
El trabajo se ha
ido y con él los empleos;
pero ellos
nuestras tierras, no las devolverán.
Nos han hecho
perder señas de varios siglos,
nacimos y
crecimos para vivir del mar.
Así, durante
años, luchamos días y noches
buscando que
este pueblo tuviera su lugar.
Ahora sólo
parados adornan las esquinas.
Sordos y
jubilados, por las aceras van.
Sus hijos,
tristemente, mirando están la vida,
sin saber cómo
y cuándo su tiempo llegará.
Nadie les da
trabajo, ni siquiera esperanzas.
Pasa un día y
luego otro: hasta cuándo será...
Qué triste
panorama de un pueblo sin futuro.
Da pena de esta
Isla, sin saber dónde va.
Y mientras las
iglesias, con los curas adentro,
siguen con su
enseñanza de que todo da igual:
los pobres a
aguantarse, los ricos a sus medros.
Que nada cambie
y todo continúe como está.
Lo que aquí sí
tenemos son muchas cofradías.
Cera, pasos,
desfiles, nunca pueden faltar.
Qué importa que
la gente viva sin ilusiones,
las calles y las
plazas, siempre se llenarán.
Iglesias,
cofradías, qué absurda complacencia,
mientras que
tanta gente lo está pasando mal.
Esta es ahora mi
tierra, aquí es donde he nacido.
Viendo lo que ha
pasado, más vale no pensar.
https://www.facebook.com/manuel.ruizmartinez.311
https://www.facebook.com/media/set/?set=oa.838440442836023&type=3
16 de mayo de 2014
ACTO HOMENAJE A «MANOLO RUIZ MARTÍNEZ»
Buenas tardes.
Querido Manolo y Pepita, su señora
Estimados compañeros/as, amigos, todos:
Fue una satisfacción encontrarme ayer con Manolo al inicio de la manifestación de Navantia en San Fernando, poder saludarlo y abrazarlo junto a otros antiguos compañeros/as a quienes también tuve la oportunidad de saludar y abrazar a lo largo de la movilización de los tres astilleros de La Bahía y de otros colectivos que se manifestaban en La Isla.
Hace exactamente un año, el 16 de mayo de 2013, coincidí con Manolo en Cádiz en un Acto en “Tierra de Todos” después de algunos -quizás muchos- años sin vernos. Para los dos fue un encuentro muy gratificante y sorprendente. Aunque, anteriormente, habíamos conectado y contactado en “facebook”, en el muro que tenemos de E.N.BAZAN, que nos sirve para estar comunicados, compartir información e inquietudes, junto a muchos antiguos compañeros y compañeras. Quedamos en buscar otra ocasión para tomarnos una copa juntos, y que el destino ha querido que sea esta la ocasión, el acto que hoy celebramos. ¡Y que tanto merece la pena!
Mi vinculación con BAZÁN, es de hace ahora 50 años, que es cuando apruebo la beca de “Bazán” para entrar en la Escuela de “Las Canteras” de Puerto Real, como muchos de vosotros; y aprovecho para decir a los de mi curso, que el 4 de octubre de 2014 (sábado), tendremos la posibilidad de celebrar ese 50 aniversario.
La incorporación a la Escuela de Aprendices y posteriormente a la plantilla de la Empresa, surge también en momentos de falta de cargas de trabajo, recuerdo aquello de “pintar arbolitos”, “irse con la semana… (volviendo cada lunes)”…. Hasta que se comienza con la construcción de petroleros y cargueros. Enseguida tomé contacto con el movimiento obrero de Bazán integrándome en él, junto con muchos de los que hoy estamos aquí, nos reuníamos en horas de comida, también lo hacíamos fuera de la Factoría en los lugares más insospechados.
Llegará el momento de las últimas elecciones con el Sindicato Vertical, presentamos una candidatura unitaria democrática, que conseguimos sacar los 2/3 de los llamados entonces enlaces sindicales. En este contexto, conozco a Manolo Ruiz, como Jefe de Personal, denominación esta de “jefe de personal”, que me sigue gustando más que la actual de “jefe de recursos humanos”, que reduce al trabajador a objeto en la producción.
No me quiero prodigar en alabanzas hacia Manolo, indicar que en las relaciones laborales y sindicales, él nos hacía, olvidarnos hasta de la “lucha de clases” -qué ya es decir-, no lo sentíamos como alguien “en frente”, sino como un orientador, además de amigo; de él, recibí y me transmitió personalmente muchos valores de humanidad, de solidaridad, de democracia, de verdadero socialismo...
y lo que es más importante, conservar la fe en el mvto. obrero y ahora también en los nuevos mvtos. y redes sociales.
Las negociaciones colectivas con Manolo de interlocutor, servían para que los trabajadores y la Empresa avanzaran al unísono; no había retrocesos, no había pasos atrás, aunque si hubo momentos difíciles y algunos trágicos como los sucesos de “El Ferrol del 10 de marzo de 1972”(1); otros momentos que recuerdo: la readmisión de los despedidos por motivos sindicales o políticos, las reivindicaciones de subidas salariales que garantizaran la mayor linealidad posible, la elección por los trabajadores/as de las juntas de Comedor y Economato, la incorporación del personal de EE.AA. y contratas, el conseguir que los sábados no se trabajara, la jornada intensiva, la incorporación de nuevos aprendices, cubrir las bajas que se producían por jubilaciones con nuevos ingresos en plantilla, etc.
Invitamos a Manolo a nuestra boda, Carmen que me acompaña en este acto, y un servidor, nos casamos el 2 de octubre de 1976, recuerdo que Manolo asistió a la ceremonia y nos regaló una cubertería que todavía conservo, la utilizó la madre de Carmen, la sigue utilizando nuestras dos hijas y nuestro querido nieto Lucas que tiene ahora 4 años. Dejando lo familiar…
En Bazán no llegó a ver ningún vacio sindical, como pudo ocurrir en otras empresas; las nuevas organizaciones obreras y los sindicatos históricos que salían de la clandestinidad alcanzaron en su conjunto en la Factoría y en la Empresa una fuerte afiliación e implantación que los hacían representativos del colectivo, pero que sin la prudencia de Manolo y la tolerancia de la dirección de la Empresa, no hubiese sido posible que en la Factoría se propiciara la elección de quizás el primer Comité de Empresa en España, cuando todavía no existía una legislación al respecto.
Parta terminar, no cansar más y dar paso a la siguiente intervención, quiero dar las gracias Manolo por su amistad y por la huella que ha dejado y sigue dejando en nuestras vidas y en cada uno de nosotros.
Sin más, recibid todas y todos un abrazo grande y muchas gracias por escucharme.
Eduardo Soto Bordoy
RECUERDOS BAZANEROS, contados en 100 palabras.-
MIRANDO HACIA ATRÁS... NO SÉ SI CON O SIN IRA.-
Durante años, compartí la vida pública sin profundizar en aspectos políticos, aunque trabajé, desde muy joven, en cuestiones relacionadas con esa actividad.
Pero estábamos en pleno franquismo, cuando no se podía ni abrir la boca, aunque pronto descubrí la realidad de la vida en la que nos movíamos.
El mundo se manejaba por intereses económicos, mientras millones de personas solo tenían su trabajo...
cuando les dejaban.
Pasaron muchos años; pero poco cambió.
Los que más tenían aún tienen más y los trabajadores siguen luchando por defender sus derechos.
Ojalá sea posible que alguna vez acabemos con ese lamentable estado de cosas.
ALGO QUE RESULTA IMPOSIBLE OLVIDAR.-
Han pasado más de 20 años del momento en que a nuestra BAZÁN la quitaron hasta el nombre.
Trabajé en ella casi 50 años, considerándola como algo propio.
Cuando participé en las conversaciones sobre su futuro, organizadas por dirigentes del PP, comprendí que el objetivo era privatizarla, aunque intentaran encubrirlo, con una fusión de astilleros, llena de trampas.
No lo asumí... y perdí; pero defendí mantener aquella BAZÁN que fue mi vida.
Y la de nuestro pueblo.
Ahora parece haber noticias esperanzadoras sobre el futuro de la factoría, tan importante para La Isla.
Ojalá se confirmen, aunque nunca será igual.
LA VISITA DE "EL ESMERALDA".-
Fueron días dramáticos, que dejaron el regusto de una reacción obrera, contra la dictadura chilena, apoyando a los compañeros que tuvieron que soportarla.
Las
autoridades militares de la zona, atacaron la actitud del personal; pero la situación, tras muchas tensiones, pudo cerrarse sin mayores complicaciones, a pesar de las presiones que efectuaron esos mandos, intentando que se aplicaran severos correctivos.
Sin embargo, también entonces hubo motivos para la sorna típica de nuestra tierra.
Porque, cuando al jefe de guardas le ordenaron rodear el barco, para protegerlo, en medio de la rechifla general formó un equipo con 3 vigilantes: uno tuerto, otro cojo y otro manco.
MI FORMA DE ENTENDER LA POLÍTICA.-
Por mi edad, conviví con situaciones políticas muy variadas.
Durante muchos años, aquella cruel dictadura franquista; luego la esperada transición y ahora esta democracia, tan cuestionada, a veces.
Pero, a mi juicio, lo importante es respetar las opiniones ciudadanas, expresadas en las urnas.
Aunque, siempre intentaré apoyar a quienes mejor defenderán los derechos y libertades de trabajadores y necesitados, lo que equivale a votar a la izquierda.
Porque ya conocimos los efectos negativos provocados por Gobiernos de la derecha, dedicados a potenciar los intereses de quienes manejan el dinero a su capricho, con todo cinismo...
Algo que intentan repetir.
POR QUÉ ME SIENTO DE IZQUIERDAS.-
Decidir una opción en política, tiene que salir de dentro.
Entre otras cosas, si te sientes cercano de la gente, compartes sus problemas, intentas ayudar a solucionarlos, consideras que el Estado debe atender prioritariamente a los necesitados, rechazas los desahucios, exiges protección para los ancianos, una sanidad universal y gratuita, así como una enseñanza al alcance de todos y que se acaben las desigualdades
incontroladas y que se aplique una fiscalidad justa y proporcionada...
Si esos son tus ideales para mantener la convivencia democrática, tienes que sentirte de izquierdas, forzosamente.
Por eso, declaro que eso es lo que yo soy.
En aquellos años bazaneros, contábamos hasta con un cura.
Simpático y cordial, tenía una risa contagiosa y se hacía notar en la forma de viajar, porque usaba una moto grandísima, si consideramos la época.
Aunque su momento cumbre se producía, cuando organizaba conferencias.
Eran charlas en horas de trabajo, que tenían una nutrida asistencia, si bien, probablemente, con pocos resultados espirituales.
Por un lado, la audición solía ser bastante deficiente; pero, además, las recomendaciones del "páter", no tenían nada que ver con las necesidades de los trabajadores.
Sin embargo, fueron cosas de aquella "nuestra" BAZÁN, que dejaron recuerdos nostálgicos.
Muerto el Dictador, los dirigentes de aquel régimen rechazaban duramente cualquier reivindicación.
Un
14 de abril, unos sindicalistas colocaban carteles reclamando libertad, cuando fueron detenidos.
Entre ellos había algunos trabajadores bazaneros.
Un miembro de BAZÁN y un sacerdote, fueron a pedir al Gobernador que los liberara.
Estuvieron varias horas esperando, en la puerta del despacho, hasta que salió el Gobernador, diciéndoles:
-"A ustedes sería los que tendríamos que haber arrestado, aunque a estos TERRORISTAS, los tendré encerrados mucho tiempo".
Regresaron disgustadísimos; pero, llegados a La Isla, los detenidos estaban todos en sus casas.
Cosas de ese franquismo, que algunos añoran.
Habiendo fallecido el párroco de la iglesia de la barriada BAZÁN, el obispado mandó, para sustituirle, provisionalmente, a un sacerdote de la parroquia del Buen Pastor, del barrio de Gallineras.
Este
hombre, en el tiempo que ejerció allí su labor, demostró ser una persona excepcional.
Entre muchas situaciones que recuerdo, un día vino a verme a la factoría, a pedir un favor para alguien, cosa que hacía continuamente.
Llegó descalzo y al preguntarle por qué iba así, contestó que había visto a un hombre con unas alpargatas rotas y que le dio sus zapatos.
Así era siempre.
Ya fallecido, merece ser recordado.
UN MAESTRO DE OTRA ÉPOCA.-
Era pequeño de cuerpo y menudo de carnes y traía a sus trabajadores a maltraer, estando siempre encima de todos.
Le
criticaban porque era demasiado exigente; pero sacaba su trabajo adelante.
Tenía un estilo tan peculiar, que un día que necesitó un operario para hacer una faena, al ver que se negaba a hacer unas horas extras, le dijo:
-"Mira, fulano, (aquí un apodo), como no vengas esta noche, se va a enterar tu mujer de lo que haces los días que pides permiso." (El hombre, al parecer, tenía una amiga).
El afectado, insultándolo por dentro, acabó trabajando aquella noche.
Antes de llegar la Informática los presupuestos para las obras de la Armada, se enviaban con 7 copias, que se hacían utilizando las antiguas máquinas de escribir y el papel carbón.
El
jefe de Presupuestos, que era un personaje anticuado, intentaba estar pendiente de todo.
Por eso, siempre que el mecanógrafo le entregaba un presupuesto, le obligaba a leérselo, página a página, para comprobarlo, según él.
Una lectura monótona y reiterada; pero cuando el empleado intentaba pasar de página, el jefe, habitualmente, le frenaba, diciéndole:
- "Pare, pare. Léame usted las copias... que yo no me fío ni de mi padre".
CARENCIAS DEL CATOLICISMO.-
Durante años, fui un "meapilas", convencido de las bondades del catolicismo.
Pero abandoné esa idea, rechazando la postura de esa iglesia, ante los problemas de esta sociedad.
Porque no veo, con tristeza, abrir las puertas de algún templo para acoger, a algunos de los muchos miles "sin techo", que soportan esa desgracia.
Tampoco los obispos, denuncian la triste situación que sufren las familias que viven, prácticamente, sin ingresos.
Y, todavía peor, siempre apoyan a los dueños del dinero, que manejan la sociedad, presumiendo de católicos y comulgando, mientras intentan despedir a algunos de sus trabajadores, rebajando salarios y despreciando derechos.
LA EVOLUCIÓN POLÍTICA ESPAÑOLA.-
Viví muchos años aquel franquismo, enemigo de las libertades, cuando hablar de política suponía exponerte a una detención... O, por lo menos, a tener problemas.
Pero, muerto el dictador, soportamos una época manejada por intentos reaccionarios, que seguían queriendo dirigir nuestro país a su manera.
Superamos muchos problemas, el 23-F, por ejemplo. Y parecía que, por fin, conseguíamos vivir en un país democrático.
Pero reaparecen fantasmas, haciéndonos temer lo peor, con una ultraderecha dispuesta a romper la convivencia, como sea.
Ojalá seamos capaces de defender nuestras libertades, rechazando presiones del franquismo renacido, que intenta volver a manejarnos, desde la maldad.
Aquí, en mi pueblo, trabajé muchos años,
como tantos hicimos, unidos día tras día.
Era
un orgullo ver a tantos paisanos,
que en aquella BAZÁN su trabajo tenían.
Así, durante décadas, este pueblo y su gente,
al calor de esa empresa, trabajando vivían.
Se atravesaron, sí, momentos complicados;
pero nunca llegó a cuestionarse su vida.
Confieso que sufrí, estando en la distancia,
lo mucho que atacaban cosas de nuestra Isla.
Pero fue lo peor cuando llegó el momento,
en que aquella BAZÁN su nombre perdería.
Nada entonces fue igual, ni nunca podrá serlo,
porque toda una historia, con ello acabaría.
Mañana, 2 de noviembre, se cumplirán 41 años de mi incorporación a la factoría ferrolana, entonces bazanera, después de trabajar en la de La Isla durante más de 25 años.
Eran
momentos muy complicados, relacionados con el notable retraso en la construcción del buque "Príncipe de Asturias".
Reconozco que aquel traslado, me llenó de preocupaciones.
Sin embargo, tuve la satisfacción de trabajar a gusto, disfrutando de la maravillosa tierra gallega, al mismo tiempo que actuaba totalmente entregado a atender las necesidades de aquella "nuestra" BAZÁN.
Allí dejé bastantes amigos, a los que sigo considerando como tales, recordándoles con el mayor afecto.
UNA DE MIS MUCHAS ANÉCDOTAS FERROLANAS.-
Ya conté mi primera vivencia ferrolana, cuando me recibieron alrededor de una riquísima merluza, diciéndome aquello de "el que vale, vale... y el que no, a la BAZÁN".
Pero
en mi trabajo tuve colaboradores/as excepcionales, a los que nunca podré olvidar.
Recuerdo que el primer día, enseñándome documentos sobre la organización de aquella factoría, me dijeron, amablemente: "Si usted quiere, le podemos QUITAR una copia".
Lo cierto es que quedé sin saber qué contestar.
Entonces, entre risas, me aclararon que eso de "QUITAR", equivalía a "hacer" o "sacar".
Lo cierto es que pronto acabé entendiéndolos, sintiéndome como en mi tierra.
CONSECUENCIAS DEL BUEN "COMER".-
En Ferrol, un directivo regresa al despacho, después de almorzar.
Desde su ventana, veía el dique, donde estaba fondeado un buque.
Contemplándolo, observó que, al lado del dique había un coche, colocado en zona de aparcamiento prohibido.
Enfadado, salió de la oficina, dirigiéndose al vehículo, mientras vociferaba: "Váyase de aquí, inmediatamente".
Como el coche no se movía, se acercó a la ventanilla, gritando: "Usted no sabe quien le está hablando; pero se va a enterar, porque yo mando mucho".
Un vigilante, que observaba la escena, se atrevió a decir: "Perdone, señor; pero es que en el coche no hay nadie".
MADRID, MADRID, MADRID...
Después de mis años ferrolanos, me trasladaron a Madrid.
Si
algo conocía bien, era nuestra empresa, a la que me había dedicado siempre.
En Madrid trabajé muchos años, hasta que el Gobierno de Aznar decidió una fusión que nunca acepté.
El mismo día que BAZÁN dejó de existir como tal, me marché.
Luego, seguí en Madrid, trabajando en otras cosas; pero añorando "mi" empresa, hasta que, ya jubilado, volví a La Isla.
Siendo Madrid un emporio de actividad y posibilidades, mis recuerdos solo alcanzan a BAZÁN.
Sus problemas y su gente, me acompañarán siempre, como las cosas de mi pueblo.
MEMORIAL, AÑORANDO "MI" EMPRESA.-
Con la mirada atrás, perdida en la distancia,
me
encuentro esa BAZÁN, que fue mi vida.
Casi 50 años de trabajar en ella,
llenaron mi existencia, noche y día.
Allí viví momentos, que borrarse no pueden.
Dulces, como cuando ingresara, siendo un niño.
Aunque también los tengo difíciles y tristes,
en especial mi marcha, que fue dura y amarga.
No soporté que "mi" empresa, tan grande,
acabara, al final, diluida entre otras muchas;
pero el Gobierno aquel impuso su estrategia
y decidí marcharme, antes que compartirla.
Porque aquella BAZÁN, la llevaba tan dentro,
que acabé por llorarla, como si fuera mía.