
La espiral de la razón: «La defensa de las convicciones irracionales».
Quizás sean muchos los que, durante la lectura de la introducción de esta obra, se pregunten igual que yo si se trata de un ameno e interesante relato de ficción elaborado por un literato dotado de una potente imaginación. Es más probable, sin embargo, que, después, si se adentran en los razonamientos de “la gente que quiere creer lo que ya cree” lleguen a la conclusión de que Yuval Noah Harari, además de científico social, es un hábil pedagogo que explica cómo los seres humanos, incluso los que se dedican al estudio de las Ciencias Humanas, somos unas personas bastante irracionales.
De manera clara y amena nos responde a unas preguntas que muchos nos hemos hecho: ¿Por qué nos creemos la desinformación, por qué la buscamos y la difundimos de forma activa? ¿Cuál es el proceso que sigue una persona, en apariencia racional, que, tras plantearse unas convicciones irracionales, las adopta y, después, las defiende? Insisto en que, además de la actualidad de estos asuntos, es importante la claridad de sus explicaciones sobre personalidad, psicología clínica y antropología, y la habilidad para lograr que las entendamos y las apliquemos quienes no somos especialistas en esas disciplinas.
¿Por qué la gente es tan susceptible? ¿Por qué nos creemos la desinformación, la buscamos y la difundimos de forma activa? ¿Cuál es el proceso que sigue una persona en apariencia racional al plantearse esas convicciones irracionales que, primero las adopta y, después, las defiende? La constatación de este hecho posee una importancia mayor en estos tiempos en los que está tan generalizada la desinformación, la polarización, la “indignación de gatillo fácil” y la accesibilidad generalizada a las redes que se refieren a unos hechos que nos afectan a todos. Lo más interesante, a mi juicio, es la claridad con la que explica cómo cada uno de nosotros damos forma –justificamos- nuestras convicciones, las reforzamos, las defendemos y las difundimos.
La lectura de los periódicos, la escucha de las radios, la visión de los telediarios durante estos días me ha confirmado que, más que información, buscaba la “confirmación” de mis convicciones previas y evitar las que las contradicen. Es probable que los políticos, los religiosos y los hinchas deportivos encontremos en esta obra un conjunto de herramientas para entender estos procesos, para interrumpirlos, para mitigarlos o, al menos, para evitar algunas de las convicciones infundadas que a todos nos amenazan.
De manera clara y amena nos responde a unas preguntas que muchos nos hemos hecho: ¿Por qué nos creemos la desinformación, por qué la buscamos y la difundimos de forma activa? ¿Cuál es el proceso que sigue una persona, en apariencia racional, que, tras plantearse unas convicciones irracionales, las adopta y, después, las defiende? Insisto en que, además de la actualidad de estos asuntos, es importante la claridad de sus explicaciones sobre personalidad, psicología clínica y antropología, y la habilidad para lograr que las entendamos y las apliquemos quienes no somos especialistas en esas disciplinas.
¿Por qué la gente es tan susceptible? ¿Por qué nos creemos la desinformación, la buscamos y la difundimos de forma activa? ¿Cuál es el proceso que sigue una persona en apariencia racional al plantearse esas convicciones irracionales que, primero las adopta y, después, las defiende? La constatación de este hecho posee una importancia mayor en estos tiempos en los que está tan generalizada la desinformación, la polarización, la “indignación de gatillo fácil” y la accesibilidad generalizada a las redes que se refieren a unos hechos que nos afectan a todos. Lo más interesante, a mi juicio, es la claridad con la que explica cómo cada uno de nosotros damos forma –justificamos- nuestras convicciones, las reforzamos, las defendemos y las difundimos.
La lectura de los periódicos, la escucha de las radios, la visión de los telediarios durante estos días me ha confirmado que, más que información, buscaba la “confirmación” de mis convicciones previas y evitar las que las contradicen. Es probable que los políticos, los religiosos y los hinchas deportivos encontremos en esta obra un conjunto de herramientas para entender estos procesos, para interrumpirlos, para mitigarlos o, al menos, para evitar algunas de las convicciones infundadas que a todos nos amenazan.

[Dan Ariely
La espiral de la razón
Barcelona, Ariel, 2025].
José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Actualmente, nos envía también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.
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