
3er Domingo de Cuaresma
Queridas compañeras y compañeros: Compararnos es algo que resulta casi espontáneo, recuerdo aquella señora enfadada que me dijo en la parroquia un día –hace muchos años– que si fulanita iba a comulgar ella también porque era mejor persona que “aquella”, a veces lo decimos en alta voz y otras nos consolamos en nuestro interior, para todo, para la vejez o para la salud, o para la belleza o… compararnos muchas veces nos consuela y siempre hay alguien que aparenta más viejo que yo, más fea, o es peor persona que yo… El evangelio nos plantea algo que en el fondo es la clave ¿Qué quiere Dios de mí? ¿estoy dispuesto a convertirme a su propuesta? La conversión es un cambio que requiere la confrontación no con quienes me rodean, sino con Él… es más la medida de la perfección está fuera de nuestro alcance “sean perfectos como el Padre Celestial es perfecto” si nos queremos comparar ya sabemos dónde está el listón para cada uno, cada una. Dice Santa Teresa en las “Moradas primeras” en el capítulo 2º: “Y a mi parecer, jamás nos acabamos de conocer, si no procuramos conocer a Dios; mirando su grandeza acudamos a nuestra bajeza, y mirando su limpieza veremos nuestra suciedad; considerando su humildad, veremos cuán lejos estamos de ser humildes”.
Y al final hay una invitación a sentirnos cuidados por el viñador (de la ternura y la misericordia) para que demos frutos, y nos toca cuidar también… somos viña y viñadores… es una gran ventaja o responsabilidad. En este mundo hacen falta mas “cuidadanos”. Un abrazo y hasta mañana en el altar… Feliz día de San José. Jorge
Del Evangelio de san Lucas 13,1-9:
«Si no se convierten, todas y todos
perecerán de la misma manera».
No somos mejor que nadie, cada uno tiene que ir descubriendo en que tiene que cambiar para colocarnos en la senda de Jesús. El cambio es personal pero también es un cambio que se debe dar en la Iglesia y en la sociedad: ser testigos de la esperanza. Es posible otro mundo más humanizado.
Volvemos a la pregunta y «tú, ¿en qué estás invirtiendo tu vida? ¿Cuál es tu proyecto de vida?». Dar un paso significa que nos importa lo que a Dios le importa. Puede que estemos tan estimulados con tantas cosas, que nos olvidamos de que la zarza sigue ardiendo.
No olvidemos algo muy importante: Dios tiene su esperanza puesta en nosotras y nosotros. Somos la esperanza de Dios. Ser peregrinos de esperanza es ser capaces, también, de «organizar la esperanza» y visibilizarla.
Compártelo en redes y entre tus contactos:
https://www.hoac.es/2025/03/20/3er-domingo-de-cuaresma/
https://www.hoac.es/wp-content/uploads/2025/03/3-er-Domingo-Cuaresma_compressed.pdf

«ORAR CON LA IGLESIA»
«TERCERA SEMANA DE CUARESMA».
Del 23 al 29 de marzo al de 2025.
https://www.vaticannews.va/es/evangelio-de-hoy.html