
Domingo de Pentecostés
En el centro la Pascua, un comienzo un niño “la visita que nace de lo alto… para guiar nuestros pasos por el camino de la paz” y por el otro lado el fuego, la paloma… que guía en esta historia, nada circular sino siempre novedosa y abierta al futuro. Que necesita que la danza que bailemos sea una Buena Noticia para la mujer y hombre de hoy, sobre todo para aquellas y aquellos que están en las cunetas, periferias, márgenes… en esta danza trinitaria, no somos gente observadora, somos actores y actrices y en el Hijo danzamos, en esta tierra que pisamos, la música es del Padre, el Hijo la bailó hasta el final… ahora que sabemos los pasos, el Espíritu nos guía ya que en esta realidad y tiempo nuestro hay que bailar, y estamos dispuestos, pero ¿cómo danzar en esta tierra donde todo es agreste; dónde la música tiene poco volumen; y dónde aparecen tutoriales que enseñan el baile como siempre se ha hecho? Aquí está el Espíritu brioso que nos inspira, renueva, “primerea, nos involucran, acompaña, fructifica y festeja” “lo transforma todo…” necesitamos al Espíritu para “ser audaces y creativos en esta tarea (danza) de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades” (EG 33). Pentecostés es necesario, “hoy más que nunca” … ¡Ven Espíritu Santo!!! Hasta mañana en el altar y feliz Pentecostés… ¡que tu lengua de fuego se vea! Jorge.
La
Iglesia vive y celebra
el tiempo del Espíritu Santo.
Del
Evangelio de san
Juan
20,19-23:
«Como
el Padre me ha enviado,
así también os envío yo.
Recibid el Espíritu Santo».
Una Iglesia sinodal cree en el Espíritu, presente y actuante, requiere una Iglesia en escucha, en la diversidad, para caminar juntos y juntas.
El Espíritu está en cada creyente que permite que anide en él o en ella. Esa convicción facilita la actitud de escucha; escucharnos y así juntos buscar caminos. «El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido…» (Hch 15,28) esta convicción de la comunidad de Jerusalén es el reto de nuestras pequeñas comunidades, movimientos de cualquier grupo que se reúna en nombre del Señor.
Tenemos
que recuperar al Espíritu, la devoción al Espíritu como fuerza,
iluminación en el discernimiento, como guía, no solo en lo
comunitario y eclesial, sino en lo personal. Y solo en la práctica
haremos sacramento de la sinodalidad.
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[Oraciones de y para la semana]
«DOMINGO
DE PENTECOSTÉS».
8
DE JUNIO DE 2025
«DÉCIMA
SEMANA DEL T.O.».
Del
09
al 14
de
junio
de 2025.
https://www.vaticannews.va/es/evangelio-de-hoy.html