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UNA MIRADA CRISTIANA DEL TRABAJO HUMANO Y EL BIEN COMÚN
¡ACOGE, ABRAZA, CUIDA, ACOMPAÑA...!
LA VIDA DEL MUNDO OBRERO Y DE LOS POBRES,
CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.


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jueves, 1 de septiembre de 2022

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO» (04 DE SEPTIEMBRE DE 2022) CICLO “C”


23º Domingo del Tiempo Ordinario C
4 septiembre 2022

01 SEPTIEMBRE 2022 | POR 

Queridas hermanas y hermanos:

Cada comienzo de curso
vuelvo a retomar
mi vida donde la dejé,
aunque el tiempo de verano
no ha dejado de ser vida.

Vuelvo a trufarla
con deseos,
proyectos,
esperanzas…

Vuelvo a hacerme consciente
de mis ataduras y resistencias,
y también vuelvo a renovar
mi deseo sincero de renunciar
a lo que no seas Tú,
de seguirte, de despojarme,
de hacer mías tus urgencias,
y poner en Ti mi confianza.

Cada comienzo de curso…
Hoy vuelvo a hacerme
consciente de lo que me pides.

Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y

Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.



Del evangelio según
san Lucas 14,25-33.
«Quien no carga con su cruz
no puede ser discípulo mío».

El camino del discipulado
es un camino de crecimiento
en pobreza, en humildad, en sacrificio,
para que sea, cada día más,
Cristo quien viva en mí.
Para que cada día más
nuestro vivir sea Cristo.

Todo lo demás, son trampantojos y engaños
en los que seguimos dando vueltas
sin llegar a construir ese proyecto de vida
que Dios nos ofrece y propone.

 

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«ORAR CON LA IGLESIA»

23ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘C’)
Del 04 al 10 de septiembre de 2022.


Domingo 23º del Tiempo Ordinario.
Santa Rosalía, virgen.
04 de septiembre de 2022.

La liturgia de este domingo nos recordará que Cristo es luz del mundo y que el que lo sigue no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida (ant. de la comunión).  El auténtico progreso del hombre –la luz– está en el seguimiento pleno a Jesucristo: «Aquel que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío» (Ev.).  Tenemos que renunciar incluso a la intención de querer encerrar el Evangelio en los moldes de siempre, con actitudes fundamentalistas, sin querer discernir, unidos a la Iglesia, los «signos de los tiempos».  A través de ellos descubriremos la voz del Espíritu Santo, que es quien nos ayuda a comprender lo que Dios quiere (cf. 1ª lect.).  Así alcanzaremos la libertad verdadera (cf. 1ª orac.), que nos hará capaces de no anteponer nada ni nadie a Jesucristo.

- Sabiduría 9,13-18: ¿Quién comprende lo que Dios quiere?

- Salmo 89: R./ Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

- Filemón 9b-10.12-17: Recíbelo, no como esclavo, sino como hermano querido.

Del Evangelio de san Lucas 14,25-33.
“El que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío”.

 

Mucha gente acompañaba a Jesús; Él se volvió y les dijo: -“Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.  Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío”.

 

COMENTARIO

La condición básica para seguirle a Jesús es: Amarle a Él más que a todas las cosas: Familia, bienes, y también: Estar dispuestos a tomar la cruz, como él lo hizo.  Todo eso exige una preparación intensa y una sincera y serena reflexión.  Jesús expone con claridad lo difícil de su Evangelio y lo costoso del camino que nos ofrece.  No está preocupado por conseguir muchos seguidores.  Expone, simplemente, la verdad de su Evangelio con sus durezas y con sus alegrías y satisfacciones.  Demasiadas veces queremos compaginar nuestros criterios con los de Dios; e, incluso, tratamos de someter a Dios a nuestras personales opiniones y juicios.  Y eso no lo acepta el Señor.  Nos dice que hemos de ponerle a Él en el primer puesto de nuestras preferencias.

 

ORACIÓN

Señor, quiero seguirte, pero cuántos apegos tengo: Mi casa, mi familia, mi trabajo, mi prestigio…  Te pido Señor que te ponga a Ti como el primer valor de mi vida.  Que sepa poner el Evangelio en el primer puesto de mis preferencias.  Que te ame Señor más que a la familia a los bienes.  Y la cruz Señor; lo que me pides es que esté dispuesto a tomarla.  Hoy quiero decirte sí; ayúdame para que esté dispuesto, para que te ame a ti Señor, más que a todas las cosas.  Hoy señor quiero ser tu discípulo, quiero decirte sí.


Lunes de la 23ª Semana T. Ordinario.
Santa Teresa Gonhxa Bojaxhiu,
«Madre Teresa de Calcuta», virgen y fundadora.
05 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 6,6-11.
“Estaban al acecho para ver si curaba en sábado”.

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar.  Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho.  Los letrados y fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado y encontrar de qué acusarlo.  Él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: -“Levántate y ponte ahí en medio”.  Él se levantó y se quedó en pie.  Jesús les dijo: -“Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?”.  Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: -“Extiende el brazo”.  Él lo hizo, y el brazo quedó restablecido.  Ellos furiosos discutían qué había que hacer con Jesús.

COMENTARIO

Hacer prevalecer la estructura legal sobre el bien del hombre-mujer es traicionar la voluntad de Dios.  Y cuando prevalece la ley sobre el bien del hombre-mujer, no podemos quedar callados.  En su obstinada ceguera, aquellos hombres-mujeres celosos de la ley estaban lejos de entender que la gloria de Dios es el hombre-mujer, su bienestar y su vida plena y feliz.  El impacto causado por Jesús tuvo que ser muy fuerte cuando osó poner en tela de juicio la interpretación religiosa de la ley sabática.  Jesús nos recuerda que el sábado es para liberar, para salvar, para hacer el bien a la persona, para ayudar a vivir.

ORACIÓN

Señor: Quiero pasar las horas, los días, los años de mi vida haciendo el bien, mejorando el mundo, dejando huella de evangelio, agrandando el espacio de comunión.  Quiero que no se gaste mi sensibilidad hacia el hermano/a, sino que la acreciente y la viva en acciones de servicio.  Que no me deje llevar por la cerrazón o la insensatez sino por la sabiduría de la fe y la misericordia con el prójimo, por la atención a cada persona y el cuidado de cada situación.  Que por tu amor, el cuidado de cada persona sea mi primera ley.


Martes de la 23ª Semana T. Ordinario.
San Eleuterio, abad.
06 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 6,12-19.
“Pasó la noche orando.  Escogió a doce, y los nombró apóstoles”.

Subió Jesús a la montaña a orar y pasó la noche orando a Dios.  Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso el nombre de Pedro; y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón apodado el Zelotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.  Bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano.  La gente venía a oírlo y trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

COMENTARIO

La elección de los Doce, se asocia a la fundación de la Iglesia.  Ante un hecho tan decisivo; no podemos olvidar el gesto de Jesús de orar; el contacto en profundidad de Jesús con el Padre.  El nuevo pueblo de Dios, tiene un fundamento visible los Doce apóstoles, y una piedra angular que es Cristo.  Se apunta así una ya incipiente estructura eclesial: Cristo, los apóstoles, los discípulos y la gran masa del pueblo sencillo, destinatario de la salvación de Dios para toda la humanidad.  Hoy, apoyado en Jesús, confiesa que crees en la iglesia apostólica.

ORACIÓN

Creo que la Iglesia es la comunidad de Jesús, santa y pecadora al mismo tiempo, enviada a anunciar la buena noticia y a ser signo eficaz de fe y de justicia.  Creo que la Iglesia continúa la tarea de Jesús de anunciar la buena noticia y la salvación.  Creo en la Iglesia enviada para servir e iluminar a todos, para cargar con los males del mundo, para plantar y cultivar la paz en la tierra.  Creo en la Iglesia Señor y te pido que en ella no haya más Judas, no haya más traición.


Miércoles de la 23ª Semana T. Ordinario.
Santa Regina, mártir.
07 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 6,20-26.
“Dichosos los pobres; ¡ay de vosotros, los ricos!”.

Jesús, les dijo: -"Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.  Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.  Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis.  ¡Ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo.  ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre.  ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis.

COMENTARIO

¡Estas son las sorpresas y paradojas que plantea Dios frente a nuestros modos de pensar y juzgar!.  El Señor nos sorprende con su rotunda afirmación: que es "¡dichoso quien pone su confianza en el Señor!": Será feliz aun siendo pobre, estando afligido, teniendo hambre o estando enfermo, porque no podemos identificar la "felicidad" con el bienestar".  ¡Por algo el Evangelio es Buena Noticia pata todos los hombres-mujeres, sea cual sea la situación en la que se encuentren!.

ORACIÓN

Hoy Señor te pido por los que dedican su vida a proclamar las bienaventuranzas de Cristo para que encuentren en ellas el verdadero camino de felicidad.  Por los que lloran, o sufren; por los tienen hambre y sed de justicia, para que su súplica sea oída y sus necesidades cubiertas.  Por los pacíficos de alma y de cuerpo, para que sean ejemplo en un mundo cruel y feroz.  Por los perseguidos, por los encarcelados, por los hambrientos, los pobres, los enfermos, los humildes.  Por los alegres, los cordiales, los que siempre tienen una palabra de consuelo para el hermano-hermana solo o triste, para que reciban premio a su alegría y bondad.


Natividad de la Santísima Virgen María.
Jueves de la 23ª Semana T. Ordinario.
08 de septiembre de 2022.

Fiesta de la Natividad de la Bienaventurada Virgen María, de la estirpe de Abrahán, nacida de la tribu de Judá y de la progenie del rey David, de la cual nació el Hijo de Dios, hecho hombre por obra del Espíritu Santo, para liberar a la humanidad de la antigua servidumbre del pecado (elog. del Martirologio Romano).

Del Evangelio de san Mateo 1,1-16.18-23.
La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo”.

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: “María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.  José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.  Apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: José hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo.  Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados”.  Esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa Dios con nosotros.

COMENTARIO

La Natividad de la Virgen María es como la aurora que precede al Día.  Los cristianos vemos en este nacimiento el inicio de la salvación: El nacimiento de la Virgen María fue para el mundo esperanza y aurora de salvación “cuando nació la Santísima Virgen, el mundo se iluminó.  Como en todas las celebraciones marianas, el centro de nuestra fe sigue siendo Cristo: “Tu nacimiento, Virgen Madre de Dios, anuncia la alegría a todo el mundo: de ti nació el sol de justicia, Cristo, en el que “el Verbo se ha hecho hombre”, en quien hemos visto y experimentado la plenitud del amor de Dios.  Miramos a María con esperanza porque ella supo ser dócil al plan de Dios y colaboró humilde y gozosamente diciendo: “Hágase en mí según tu palabra”.

ORACIÓN

María, en tu nacimiento, haznos amar nuestros propios comienzos.  Ellos entrañan la verdad de nuestra vida, temporal y eterna.  En este día de fiesta nos alegramos contigo y te decimos: Alégrate, María, llena de gracia.  Eres, María, la Tienda del Encuentro.  la Madre de la Iglesia.  Aliento y suave brisa.  Eres, María, cisterna de agua viva.  Eres la Madre de Jesús, el Cristo.  Eres caricia de nuestro Dios.  Fuente de vida y salvación.  Alégrate, María, llena de gracia...


Viernes de la 23ª Semana T. Ordinario.
San Pedro Claver, religioso presbítero.
09 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 6,39-42.
“¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?”.

Dijo Jesús a sus discípulos una parábola: -"¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?  ¿No caerán los dos en el hoyo?  ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?  ¿Cómo puedes decirle a tu hermano?: "¿Hermano, déjame que te saque la mota del ojo", sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo?  ¡Hipócrita!  Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano".

COMENTARIO

El Señor nos insiste en que no debemos juzgar a los demás con rigor.  Es demasiado fácil ver los defectos de los demás y decirles lo que deben hacer para corregirlos.  Resulta bastante más difícil y costoso reflexionar sobre los nuestros y procurar corregirlos humildemente.  Pero ése es el camino de la sinceridad y de la coherencia cristiana: Mejorar nuestra conducta moral para que los demás puedan tener un ejemplo para su propia vida.

ORACIÓN

Perdona Señor nuestros juicios apresurados, superficiales, sin piedad.  Enséñanos a juzgarnos a nosotros mismos y a hacerlo con misericordia.  Gracias porque nos juzgas con misericordia, gracias porque nos juzgas para salvarnos, no para condenarnos, gracias por las personas que actúan de la misma manera.  Dame una mirada de fe, limpia de hipocresía, para ver con limpieza mi vida y la de mis hermanos y hermanas.  Gracias porque nos juzgas con misericordia.


Sábado de la 23ª Semana T. Ordinario.
San Nicolás de Tolentino, religioso presbítero.
10 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 6,43-49.

“¿Por qué me llamáis «Señor, Señor», y no hacéis lo que digo?”.

Decía Jesús: -“No hay árbol sano que dé fruto malo, ni árbol dañado que dé fruto sano.  Cada árbol se conoce por su fruto.  ¿Por qué me llamáis "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo?.  El que escucha mis palabras y las pone por obra, se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida.  El que escucha y no pone por obra, se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y en seguida se derrumbó desplomándose”.

COMENTARIO

No pueden existir frutos, es decir, eficacia en el campo de la fe y del espíritu, si no se escucha la palabra de Dios en lo más profundo de uno mismo.  ¿Cómo lograr esa escucha sino en el silencio que nos llena de Dios?.  Es el silencio interior.  Necesitamos el silencio para captar la presencia y la voz de Dios, para escuchar su palabra; para no dejar pasar de largo al Señor, para que, el corazón rebose de Dios.  La escucha de Dios nos hace buenos; y “El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal, porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca”.

ORACIÓN

Señor Jesucristo: Cuanto ruido hay en mi vida, de preocupaciones estériles, de deseos frívolos, de inútiles cuidados.  Tantas cosas que me distraen, de construir mi vida cimentada en ti Señor…  Cuando alborota mi orgullo, que me impide aceptar la ayuda de los demás; la timidez, que me impide crecer.  Pero, a pesar de todo, Tú eres más fuerte que todas esas cosas.  Haz que desde la escucha de tu palabra modele mi corazón, construya mi vida sólidamente y de frutos de bondad.


martes, 30 de agosto de 2022

JESÚS DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS, por José Manuel Carrascosa Freire




Jesús descendió a los infiernos.



«Dios ha muerto, nosotros lo matamos». Esta afirmación de Nietzsche con la que pretendía negar la existencia de Dios nos muestra su desconocimiento de la causa de Dios Jesús, porque este aunque parte de una situación real en cuanto que, la experiencia de muchos, entre ellos Jesús nos recuerda el dolor y el sufrimiento, como Jesús muerto y abandonado en la cruz. Nosotros como Nietzsche nos podríamos preguntar dónde está Dios, sin embargo este misterio de la muerte de Jesús, cómo lo es su Encarnación nos quedaríamos en su superficie, no queremos entender que tanto el niño nacido en Belén como el muerto clavado en la cruz son Dios mismo, por lo que a la pregunta ¿dónde estaba Dios cuando moría Jesús? La pregunta es fácilmente respondida: allí mismo, clavado en la Cruz es el Dios que buscamos que había abandonado su cuerpo para acudir a los que no habían sido liberados en la antigüedad.


Jesús tras su muerte descendió al infierno y de entre ellos resucitó, esto hace suponer que antes de la resurrección permaneció en la morada de los muertos, este es el sentido que se dio a la predicación apostólica sobre que se dio al descenso al infierno, que, ciertamente no es exacto que lo hiciera al infierno, porque ese es el lugar donde habita Satanás y sus seguidores, lógicamente Jesús no iba a ir a tal lugar, por lo que lo hizo a ese lugar donde aguardan los que esperan el juicio de Dios y que unos irán al infierno por su no seguimiento de Jesús, por sus maldades, etc. El lugar al que bajó y a quienes se dirigió fue a los justos que aguardaban su liberación, aquellos que ya murieron físicamente antes de su llegada al mundo, como fueron los patriarcas, los profetas, su mismo padre José el carpintero de Nazaret. No hubiera sido justo que aquellos que vivieron como Santos corrieran la misma suerte que los que decidieron seguir a Satanás. Entre los justos bajó y con ellos se reunió, a estos les anunció la liberación, a éstos descendió, a éstos les habló, para que oyendo al Hijo de Dios vivan. Jesús tenía que morir y con ello derrotó a la muerte y hasta entonces señor de la muerte, Satanás que tenía esclavizados a los muertos, Jesús arrebato las llaves de la muerte y del lugar donde habitaban los muertos.


Este tema curiosamente tiene su origen en textos apócrifo del NT. Concretamente en “Descenso de Cristo al infierno” en el apócrifo Evangelio de Nicodemo difundiéndose durante la Baja Edad Media, también en el apócrifo evangelio de Bartolomé entre los siglos V-VII. También en algunos Salmos: 9, 24, 30, 107.

Mateos 27,52.
«Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de Santos difuntos resucitaron».
Carta a los Romanos 10,7.
«¿Quién bajará al abismo?, es decir: para hace subir a Cristo de entre los muertos».
1ª Pedro 3,19-20.
«Cristo: En el Espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados, en otro tiempo incrédulos, cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el Arca, en la que unos pocos, es decir ocho personas fueron sacado a través del agua».
Éfeso 4,8-9.
«Por eso dice: Subiendo a la altura, llevó cautivos y dio dones a los hombres ¿Qué quiere decir subió, sino que también bajó a las regiones inferiores de la tierra».

Los Padres de la Iglesia de Oriente y autores de la Iglesia Católica también reflexionaron sobre esto:

«Pero el tema de la muerte que sienten los seres humanos no podía dejar de ser abordado por Cristo, Él era también un hombre más y como todo ser humano el miedo a la muerte expresa el miedo a una soledad radical, porque si muero nadie me puede escuchar y tampoco sé si volveré a escuchar alguna voz del otro lado, sino estaré profunda y radicalmente solo. No se si voy a la nada o a donde voy. Comprender esta experiencia puede darnos una idea de que la médula de la pasión de Cristo era la pasión de su alma… En su pasión entró en el abismo aterrador de nuestro abandono. Desde que Cristo descendió a la muerte, todo ha cambiado. La muerte que se tragaba a los hombres para siempre, ahora se ha tragado al autor de la vida, y lo destruyó por dentro, porque ahora en la muerte habita la vida. La muerte ya no conduce a la soledad, la puerta de la muerte está abierta, desde que en la muerte habita la vida, está el amor… Levántate, tú qué dormías porque no te he creado para que permanezca aquí en el infierno. Levántate de entre los muertos, yo soy la vida de los muertos». (Ratzinger Joseph. “Introducción al cristianismo”)



José Manuel Carrascosa Freire, presidente diocesano de la HOAC (de 2014 a 2019), Representante de la HOAC en el Secretariado diocesano de Pastoral Obrera y Coordinador del Sector 2: «Paro, pobreza marginación y exclusión social generadas por el mercado de trabajo».


NUESTROS TEMORES, por José Antonio Hernández Guerrero




Nuestros temores.



Está claro que también nosotros los ancianos, a veces nos asustamos con lo que está pasando. Pero, en mi opinión, es importante que distingamos los temores razonables y controlados, de los otros miedos paralizantes de quienes están permanentemente asustados, de quienes, ante el menor cambio, sienten un desmedido pavor.


Es normal que, conscientes de nuestra fragilidad, experimentemos temor a las enfermedades y a la muerte. Es explicable que sintamos desconfianza por los cambios que nos obligan a variar nuestras costumbres y a cometer errores.


Pero deberíamos buscar procedimientos para controlar esos temores irracionales y para evitar que se conviertan en unos miedos paralizantes que nos impidan alcanzar, mantener y aumentar nuestro bienestar. En el fondo, el miedo esa preocupación, ese estremecimiento incontrolado por lo que todavía no ha pasado y quizás nunca pasará, es el vértigo originado por la oscuridad ante el abismo de lo extraño, de lo insólito y de lo desconocido y que sólo se alivia por la presencia reconfortante, estimulante y consoladora de las personas próximas, de los seres queridos, de los familiares y de los amigos.


José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Nos suele enviar, también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.

PARA VER OTROS ARTÍCULOS DE JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ GUERRERO, PULSAR »AQUÍ«


jueves, 25 de agosto de 2022

ORAR EN EL MUNDO OBRERO «XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO» (28 DE AGOSTO DE 2022) CICLO “C”


22º Domingo del Tiempo Ordinario C
28 agosto 2022

25 AGOSTO 2022 | POR 

Nuestra vida militante transcurre,
con el pasar de los años,
en dirección a una cierta lejanía y acomodo,
que nos hace algo más insensibles
a la suerte de las personas empobrecidas,
sin que nos demos cuenta.

El cansancio, la fatiga,
los compromisos
una y otra vez empeñados
sin, aparentemente, ver resultados,
acaban por cansarnos
y normalizar lo que no es normal.

Necesitamos volver a escuchar
la tierna voz de Dios
que nos dice bienaventurados
cuando sólo podemos sentirnos
bien pagados por su amor,
por el amor que nos llega
en los pobres.

Acojo mis fatigas y cansancios,
mis desalientos militantes,
y los pongo, una vez más,
ante la misericordia de Dios.



Del evangelio según
san Lucas 14,1.7-14.
«Serás bienaventurado
porque no pueden pagarte».

Jesús nos invita a actuar desde
la gratuidad y la comunión solidaria
opuesta a toda lógica de este mundo;
opuesta a la lógica del individualismo
y del capitalismo en que vivimos.

 

https://www.hoac.es/wp-content/uploads/2022/08/22o-Domingo-TO.pdf

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«ORAR CON LA IGLESIA»

22ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘C’)
Del 28 de agosto al 03 de septiembre de 2022.


Domingo 22º del Tiempo Ordinario.
San Agustín de Hipona, Obispo y Doctor de la Iglesia.
28 de agosto de 2022.

La 1ª lect. de hoy nos invita a proceder con humildad y sencillez porque así alcanzaremos el favor de Dios, que revela sus secretos a los humildes, y el afecto de los demás.  El Evangelio nos invita a ocupar los últimos puestos porque el que se humilla será enaltecido, como Jesucristo, que no vino a ser servido sino a servir.  También se nos llama a dar y a darnos gratuitamente sin esperar a cambio recompensa alguna en esta vida.  Es lo que ha hecho Cristo por nosotros, que se entregó gratuitamente por todos, solamente por su deseo de ser nuestro Salvador.  La 2ª lect. opone la experiencia de los israelitas en el Sinaí con la de los cristianos en la eucaristía, pues la liturgia que celebramos en esta vida es un anticipo de la liturgia del cielo, como lo expresamos, por ejemplo, en el canto del Santo.

- Eclesiástico (Siracusa) 3,17-18.20.28-29: Hazte pequeño y alcanzarás el favor de Dios.

- Salmo 67: R./ Tu bondad, oh, Dios, preparó una casa para los pobres.

- Hebreos 12,18-19.22-24a: Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo.

Del Evangelio de san Lucas 14,1.7-14.
“El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido”.

Jesús notando que los convidados a una comida escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: -"Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: ‘Cédele el puesto a éste’.  Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.  Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’.  Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.  Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".

COMENTARIO

Jesús nos presenta la humildad como la actitud indispensable para presentarnos ante Dios.  La humildad, la sencillez, la generosidad, son virtudes muy queridas por Dios y muy gratas a los ojos de los hombres-mujeres.  Porque el humilde se sabe solidario y abierto a los demás; mientras que el soberbio, el orgulloso, el que aspira a los primeros puestos cueste lo que costare, no tiene en cuenta a los demás a no ser para utilizarlos en su provecho.  El humilde es capaz de comprender y compartir los problemas del prójimo y por eso tiene una actitud servicial para todos.

ORACIÓN

Señor, no te pido brillo ni triunfo, ni fama ni poder.  Te pido humildad para acoger con sencillez cada día tu gracia, tu palabra, tu voluntad.  Hazme sensible a las necesidades y al cuidado de los que no cuentan para este mundo.  No me dejes caer en la tentación de quedar bien, de justificar mis actitudes, de acumular méritos engañosos.  Aléjame del orgullo y la vanidad.  Hazme andar en la verdad.  Hoy, te pido humildad Señor.


El Martirio de san Juan Bautista.
Lunes de la 22ª Semana T. Ordinario.
29 de agosto de 2022.

Del Evangelio de san Marcos 6,17-29.

“Quiero que ahora mismo me des en una bandeja
la cabeza de Juan, el Bautista”.

Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio.  Herodes respetaba a Juan, sabía que era un hombre honrado y santo, y lo defendía.  Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete.  La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados.  El rey le dijo a la joven: -“Pídeme lo que quieras, que te lo doy”.  La joven instigada por su madre dijo al rey: -“Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista”.  El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan.  Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.  Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

COMENTARIO

Juan Bautista es admirable por su ejemplo de entereza en la defensa de la verdad y por su valentía en la denuncia del mal.  Hoy recordamos su muerte, su "martirio".  El profeta había denunciado públicamente la unión de Herodes y Herodías:  "Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano".  Hay que tener claro que al proclamar la Buena Noticia de la salvación, a veces tendremos que denunciar también la injusticia y la falsedad.  El Evangelio nos hace estar dispuestos a decir palabras valientes, a dar testimonio con una vida coherente de la justicia y la verdad.

ORACIÓN

Señor Jesús, Tú por medio de Juan Bautista nos invitas a vivir desde la valentía y el testimonio.  Nos invitas a servir desde la coherencia y la fidelidad, a confiar en Ti, porque nos pueden quitar la vida del cuerpo, pero no podrán arrebatarnos la vida del Espíritu.  Señor, Tú eres nuestra fortaleza, nuestro refugio, nuestro defensor; Tú eres nuestra justicia y la vida nueva, Tú eres la esperanza que tenemos de tener la plenitud de tu Reino.  Señor, con Juan Bautista quiero dar testimonio de tu Reino.


Martes de la 22ª Semana T. Ordinario.
San Pammaquio, laico.
30 de agosto de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 4,31-37.
“Sé quién eres: El Santo de Dios”.

Jesús bajó a Cafarnaúm, y los sábados enseñaba a la gente.  Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad.  Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo, y se puso a gritar a voces: -“¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno.  Has venido a destruirnos?.  Sé quién eres: el Santo de Dios”.  Jesús le intimó: -“Cierra la boca y sal”.  El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacerle daño.  Todos comentaban estupefactos: -“¿Qué tiene su palabra?.  Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen”.

COMENTARIO

El significado más profundo de la curación de los “endemoniados” por Jesús es su dimensión liberadora de la persona.  El anuncio del Reino hoy, como en vida de Jesús, debe acompañarse con gestos de liberación del hombre-mujer actual, “poseído” por el mal, es decir, alienado por todo lo que es inhumano: La tiranía de la injusticia y del fatalismo, de la desesperanza y la indiferencia, del tener y gastar, del acaparar y consumir, de la soberbia y del sexo, de la insolidaridad, del egoísmo y del desamor.  Que hoy vivas la palabra salvadora del Evangelio.

ORACIÓN

Que tu palabra de autoridad nos libere hoy del consumismo agobiante, y nos haga comprender las necesidades de todos los hombres-mujeres.  Que nos libere de la injusticia reinante y nos haga compartir con generosidad tus planes, para comprometernos en promover la paz y la justicia.  Que la autoridad de tu palabra nos haga superar el materialismo que impregna nuestras vidas para sumarnos al esfuerzo actual de solidaridad.  Que tu palabra arraigue en nuestro corazón para responder al Evangelio con la confesión de la fe.


Miércoles de la 22ª Semana T. Ordinario.
San Ramón Nonato, presbítero y religioso.
31 de agosto de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 4,38-44.
También a los otros pueblos tengo que anunciarles
el Reino de Dios, para eso me han enviado”.

Al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón.  La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta, y le pidieron que hiciera algo por ella.  Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles.  Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera, se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando.  De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: -“Tú eres el Hijo de Dios”.

COMENTARIO

Los milagros de Jesús deben enfocarse, desde la liberación integral que el Reino de Dios, trae para el hombre-mujer a quien Dios ama.  El milagro es una manifestación del poder salvador de Dios.  Porque Jesús estaba ungido con la fuerza del Espíritu, se mostró señor de la naturaleza, señor de la vida, vencedor del diablo y de la muerte.  La historia evangélica de los milagros está íntimamente vinculada a la fe y nos estimula al compromiso liberador de la fe.

ORACIÓN

Señor no te pido milagros, te pido que ilumines la mañana con tu esplendor y el mediodía con el fuego de tu luz.  Apaga en nosotros los fuegos de la discordia, apacigua el calor de las disputas, danos la salud de los cuerpos y la paz verdadera a nuestros corazones.  Fortifica Padre clementísimo, nuestra fe, sánanos de nuestros egoísmos, levántanos de nuestras fiebres.  Con una fe confiada en Ti queremos confesar que Jesús es el Hijo de Dios.


Jueves de la 22ª Semana T. Ordinario.
San Egidio o Gil, monje, abogado de los pecadores.
01 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 5,1-11.
“Dejándolo todo, lo siguieron”.

Jesús dijo a Simón: -“Rema mar adentro y echad las redes para pescar”.  Simón contestó: -“Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes”.  Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que reventaba la red.  Al ver esto, Simón Pedro, se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: -“Apártate de mí, Señor, que soy un pecador”.  Jesús dijo a Simón: -“No temas: desde ahora serás pescador de hombres”.  Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón, sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

COMENTARIO

La vocación cristiana a la fe y al bautismo es la vocación universal y básica a la santidad evangélica mediante el seguimiento de Cristo, que se va especificando en los diversos estados de vida.  A pesar de nuestros errores y mezquindad, el Señor nos renueva su amor y su llamada en todo momento.  Siempre es tiempo de responderle generosamente y de empezar de nuevo cada mañana el seguimiento.  Dios te confía una misión.  Y te dice hoy en Jesús: -“Remad mar adentro y echad las redes para pescar”.

ORACIÓN

Ayúdanos Señor: A limpiar nuestras redes de todo desaliento.  Aprender a cuidar la barca del desgaste de golpes y vientos.  A buscar las respuestas, yendo a fondo, mar adentro.  A darnos a nosotros mismos la oportunidad de un nuevo intento.  A escuchar siempre tu voz que nos manda, REMA MAR ADENTRO.  A seguirte dejándolo todo, por Ti el Dios eterno.  Ayúdanos, Señor: A arrojarnos a tus pies y reconocer que somos pecadores.  Amen.


Viernes de la 22ª Semana T. Ordinario.
San Justo de Lyon, monje y obispo.

02 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 5,33-39.
Llegará el día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán”.

Dijeron a Jesús los fariseos y los letrados: -"Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber".  Jesús les puso esta comparación: -"Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo, porque se estropea el nuevo, y la pieza no le pega al viejo.  Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque revientan los odres, se derrama, y los odres se estropean.  A vino nuevo, odres nuevos”.

COMENTARIO

A la acusación de no guardar el ayuno precede un altercado dialéctico entre los discípulos de Jesús y los del bautista.  Eran dos concepciones distintas de la espiritualidad.  La ascética de Juan representaba lo antiguo, la de Jesús lo nuevo.  Lo fácil, enseña Jesús, es instalarse en la rutina, aunque ésta sea buena.  Lo mejor consiste en la adaptación a las exigencias de cada momento.  Tras estas sencillas comparaciones late una permanente sabiduría.  Jesús invita a la renovación haciendo ver las incompatibilidades entre lo nuevo y lo viejo, entre los usos antiguos de la Antigua Alianza y la Nueva.

ORACIÓN

Quiero alejarme de la rutina Señor y vivir hoy lo novedoso del Evangelio.  Quiero vivir hoy contigo Señor, atento a tu llamada, fijos mis ojos en los tuyos, anhelando tus caricias y tus besos.  Quiero estar pendiente de tus labios para escucharte decir que Dios es mi Padre y mi mamá, para oírte decir: “Te Quiero”.  Quiero hacer nueva la alegría y nuevo el anuncio de tu amor a todos los hombres-mujeres.  Quiero hacer nueva la alegría y nuevo el anuncio de tu amor a todos los hombres-mujeres.


Sábado de la 22ª Semana T. Ordinario.
San Gregorio Magno, papa y doctor de la Iglesia.
03 de septiembre de 2022.

Del Evangelio de san Lucas 6,1-5.
“¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?”.

Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano.  Unos fariseos les preguntaron: -“¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?”.  Jesús les replicó: -“¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y sus hombres sintieron hambre?.  Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados -que sólo pueden comer los sacerdotes-, comió él y les dio a sus compañeros”.  Y añadió: -“El Hijo del hombre es señor del sábado”.

COMENTARIO

Jesús no admite que el sábado, día de liberación, se haya convertido por la acción de los leguleyos, en día de esclavitud.  La santificación del día del Señor, no es solo una obligación, sino una necesidad vital de expresar y compartir la fe en comunidad mediante el culto y la alabanza a Dios.  También para el cristiano el domingo es un memorial de la liberación definitiva, gracias a la resurrección de Jesucristo en ese día como vencedor del pecado y de la muerte.  El sentido cristiano del domingo se centra en la celebración eucarística.  Ella es fuente y culmen para la vivencia de la fe del Evangelio de la vida familiar, la comunidad cristiana, la oración, la caridad...

ORACIÓN

Gracias Señor por recordarnos en este día que estamos llamados a la libertad y no a la esclavitud, a vivir el Espíritu y no la ley; a estar al servicio de las personas y no de las normas que esclavizan.  Danos tu ayuda Señor para celebrar en el domingo la resurrección de Cristo y la esperanza de participar de la vida resucitada.  Celebrar la vida, el encuentro con los hermanos y hermanas y en la alabanza a la obra salvadora de Dios.  Señor, queremos santificar este día; celebrar la fe y la Buena Noticia de la redención, celebrar el domingo con el descanso y el encuentro contigo Señor.


martes, 23 de agosto de 2022

LOS GÉRMENES DE LA AGRESIVIDAD Y DE LAS GUERRAS, por José Antonio Hernández Guerrero


Mariano Peñalver Simó



Los gérmenes de la agresividad y de las guerras.



El 17 aniversario del fallecimiento de nuestro filósofo Mariano Peñalver me brinda la oportunidad de reflexionar sobre las guerras en unos momentos que, sin duda alguna, son especialmente oportunos. En mi opinión, de acuerdo con los antropólogos más cualificados, los dos “instintos humanos” más primarios -y, por lo tanto, los más irreprimibles- son el de supervivencia (individual y colectiva) y el de identidad (individual y colectiva). Mientras tenemos vida, en el sentido más elemental de esta palabra, nos sentimos enérgicamente impulsados a conservarla y, en la medida de lo posible, a prolongarla. Paradójicamente podríamos afirmar que estamos dispuestos a perder la vida con el fin de lograr los medios indispensables para mantenerla. El otro instinto, no mucho menos irrefrenable, es el de la identidad, un impulso que consiste en ser uno mismo y en exigir respeto a la propia condición personal y colectiva. Ahí radican, a mi juicio, los gérmenes y la explicación de la agresividad y de las guerras.


En la actualidad, debido a la movilidad y a los permanentes cambios de residencia, el conocimiento de los complejos mecanismos psicológicos y sociológicos que intervienen en la composición de las diferentes identidades individuales y colectivas alcanza una importancia decisiva, ya que, como sabemos, tienen graves y complejas repercusiones tanto en la convivencia social como en las relaciones políticas. Tengo, sin embargo, la impresión de que, tanto los gobernantes como los líderes de opinión, en sus análisis de las múltiples situaciones y en la adopción de las medidas para encauzarlas de manera razonable y justa, caen, con excesiva frecuencia, en una ingenua, inútil y, a veces, peligrosa simplificación.


Especialmente acertada es la distinción que establece Mariano Peñalver entre la agresividad personal y la violencia institucional. Él se pregunta si la primera es consecuencia de una baja o de una alta autoestima. Para responder a esta compleja cuestión, parte del supuesto de que la violencia institucional es el resultado no sólo de las decisiones de los poderosos sino también de las respuestas que éstos obtienen de sus destinatarios o de sus víctimas. Establece una clara diferencia entre la violencia tiránica, que no se fundamenta en el principio de la obediencia debida, y la violencia institucional que, a veces, se excede impulsada también por las pasiones. Duda de que hayan existido guerras limpias y opina que una de las claves de la agresividad y de la violencia se ahonda hasta ese fondo psicológico en el que se aloja nuestra impaciencia. Llama la atención sobre el actual regreso a las promesas medievales de los “paraísos celestiales”, le sorprende la creciente manera de excitar la venganza y de alimentar el resentimiento hacia los poderosos, y rechaza el uso de la violencia como un medio adecuado para alcanzar cualquier fin estimable.


También él explica cómo los políticos, además de administrar los bienes de la colectividad, deberían ejercer una labor pedagógica estimulando el control -¿ascético?- de las pasiones y la protección frente a la codicia propia y ajena. Condena por igual todos los terrorismos y nos pone en guardia ante los fundamentalistas de cualquier creencia. Peñalver nos advierte con claridad e insistencia cómo las consecuencias de la violencia, además de truncar vidas sanas, destruye la tranquilidad de las familias, despierta la rabia y la indignación en los padres, y el desánimo y la inquietud entre los hijos e, incluso, perturba la conciencia de las ciudades.


Mariano Peñalver Simó

José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Nos suele enviar, también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.

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