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UNA MIRADA CRISTIANA DEL TRABAJO HUMANO Y EL BIEN COMÚN
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CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.


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lunes, 16 de marzo de 2009

Victoria histórica de la ex guerrilla izquierdista en El Salvador


Fuente: EL PAÍS
Autor: PABLO ORDAZ San Salvador

"Hoy hemos firmado un nuevo acuerdo de paz", proclama Mauricio Funes, líder del FMLN nada más confirmarse su triunfo


La antigua guerrilla salvadoreña logró anoche un triunfo histórico. Por primera vez desde que hace dos décadas dejara las armas y firmara los acuerdos de paz que pusieron fin a la contienda civil, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) conquistó la presidencia de la república de El Salvador. Nada más confirmarse su ajustada victoria -el 51,27% de los votos frente al 48,73% que obtuvo la derecha-, su candidato, el periodista Mauricio Funes, compareció ante la opinión pública escoltado por los viejos comandantes guerrilleros. Con la voz rota por el cansancio y la emoción, Funes dijo: "Esta noche debe tener el mismo sentimiento de esperanza y reconciliación que hizo posible los acuerdos de paz. Hoy hemos firmado un nuevo acuerdo de paz, de reconciliación del país consigo mismo. Por esta razón, invito desde este momento a las diferentes fuerzas sociales y políticas a que construyamos juntos el futuro. No me cabe ninguna duda que este día ha triunfado la ciudadanía que creyó en la esperanza y venció al miedo".

Funes vestía de chaqueta oscura y camisa blanca sin corbata. Ellos, los viejos comandantes guerrilleros, sus antiguas guayaberas rojas. El FMLN no sólo consiguió anoche derrotar por primera vez a la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), sino también a su propia obstinación inmovilista. Aunque con sus más y sus menos, la vieja guardia de la guerrilla aceptó presentar como candidato a un hombre joven, moderado, cuyo discurso está lleno de la palabra diálogo y de mensajes a la reconciliación nacional. Y ha sido ese hombre el que los ha llevado a la victoria. Durante toda la campaña, la derecha dura que ha venido gobernando este país desde que cesaron los tiros no ha hecho otra cosa que acusar al FMLN de querer vender El Salvador a Hugo Chávez y al comunismo internacional. Pero el discurso de Funes -ya sabiéndose presidente- ni siquiera tuvo un guiño con el presidente de Venezuela. Muy al contrario. La mirada cómplice estuvo dirigida a Estados Unidos, un país donde viven y trabajan más de dos millones y medio de salvadoreños. "Deseo", dijo el flamante ganador, "una política exterior independiente. Quiero la integración centroamericana y el fortalecimiento de la relación con Estados Unidos".


Funes, consciente del momento histórico que estaba protagonizando, empezó su discurso diciendo: "Esta es la noche más feliz de mi vida. Y quiero que sea también la noche de la más grande esperanza de El Salvador". Pero utilizó sus tablas como antiguo corresponsal de la CNN para hacer un discurso equilibrado, con las gotas justas de emoción, aplicándose desde el primer momento la loción de jefe de Estado. De ahí que tuviera unas palabras de homenaje para las Fuerzas Armadas de El Salvador, por su comportamiento durante la jornada electoral. Fue curioso observar el gesto serio de los viejos comandantes, que escuchaban a su joven y mediático líder hablando del Ejército -sus viejos enemigos- y de Dios. También encontró un hueco en su discurso para evocar unas palabras del arzobispo Óscar Arnulfo Romero, asesinado a tiros en 1980 cuando oficiaba una misa en la capilla del hospital de La Divina Providencia de San Salvador, un día después de pedir a los soldados que dejaran de matar. "Monseñor Romero", recordó Mauricio Funes, "dijo que la Iglesia tenía una opción preferencial con los pobres. Eso haré yo. Favorecer a los pobres y a los excluidos".


El discurso de Mauricio Funes no fue más que el histórico colofón de una jornada larga, donde la sensación de cambio estaba en todas las bocas. Sin embargo, la dureza de la campaña electoral le imprimió también al día una dosis de cierto riesgo que se hizo más patente una hora después de cerrar los colegios electorales. A las 5.53 de la tarde, las cámaras de televisión ya retransmitían en directo el recuento de algunas mesas electorales, en San Salvador, en San Miguel... Eran sólo unas mesas, pero la alegría que se respiraba alrededor de ellas, la contundencia con que las papeletas del FMNL iban saliendo una tras otra, los aplausos, la manera con la que el presidente alzaba cada papeleta para recibir la ovación de la gente arremolinada alrededor de la caja de cartón, los gritos -cada vez más contundentes- de "el pueblo, unido, jamás será vencido" iban confirmando la sensación, nada científica, de que el cambio se estaba produciendo en El Salvador.


Como se vio después, ese cambio no fue resultado de una victoria aplastante, sino de una pugna ajustada. Y había un peligro. Igual que la derecha había acusado sin pruebas a la izquierda de querer vender el país a Chávez, también la izquierda del FMLN había hecho correr la voz de que, si perdían, sólo sería producto de un pucherazo. Así que un hipotético vuelco electoral a favor de Arena hubiese provocado una situación difícil, casi con toda seguridad violenta. Por eso, cuando Mauricio Funes se adelantó unos minutos a la última comparecencia del Tribunal Superior Electoral y dijo las palabras mágicas -"soy ya y sin lugar a dudas en el presidente electo de todos los salvadoreños"- una sensación de alivio recorrió el país. Sobre todo cuando el candidato de la derecha, Rodrigo Ávila, aceptó democráticamente la derrota.


Los ciudadanos -los de izquierdas y los de derechas- demostraron una vez más estar a la altura de las circunstancias. Durante un mes, los políticos les ofrecieron una campaña sucia y violenta. Y ellos, los salvadoreños, les devolvieron civismo y paz. Supieron convertir el 15 de marzo de 2009 historia.








A FONDO
Capital: San Salvador.
Gobierno: República.
Población: 7,066,403 (est. 2008)

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lunes, 9 de marzo de 2009

8 DE MARZO: LA POBREZA AÚN LLEVA FALDAS

Editorial de Noticias Obreras
Núm. 1.475 [1-03-09 / 15-03-09]


Se llama Christine Delphy, junto con Simone de Beauvoir fundó el feminismo europeo. Recientemente ha manifestado: «Sí, mucha ministra, pero la pobreza aún lleva faldas». En este día de la mujer trabajadora, podemos constatar que tras el feminismo virtual que aparece en multitud de eventos y escaparates, la realidad de la mujer trabajadora sigue siendo la de siempre.


Las estadísticas nos dicen que la mujer padece más paro que el hombre, cobra menos desempleo que el hombre, menos pensión que el hombre, menos salario que el hombre, ocupa menos puestos de responsabilidad que el hombre, abandona el trabajo para ocuparse de la familia más que el hombre; aun trabajando, dedica más horas a la casa, a los hijos, a los mayores que el hombre; padece mayor precariedad que el hombre, mayor trabajo a tiempo parcial que el hombre, mayor pobreza que el hombre… El hombre aparece como el modelo de comparación, lo cual es inevitable, lo malo es que también aparece como modelo de realización.


Hay una comparación que nunca se hace: la mujer pare más hijos que el hombre. Y no se hace, no porque no sea cierto, sino porque el hombre no pare; no se hace porque el hombre no puede ser modelo de comparación. Pero esta realidad, conocida y silenciada al mismo tiempo, está condicionando todas las demás. Los economistas han elaborado engorrosos cálculos para demostrar que la vida laboral de la mujer es más corta que la del varón debido, precisamente, a la maternidad y cuidado de los hijos; y si es más corta, dicen, toda inversión en ella es menos rentable. Luego hay que compensar su menor rentabilidad pagándole menos salario, dándole menos formación, menos promoción, menos derechos, etc.


Para esta teoría, si el objetivo de la empresa es el trabajador con «lastre cero», el trabajador sin ninguna limitación para adaptarse a los requerimientos de la empresa, la mujer nunca podrá tener «lastre cero» a no ser que renuncie a ser mujer. Pero lo paradójico del caso es que muchos hombres pueden tener «lastre cero» porque la mujer asume todo el «lastre». Con lo que llegamos a una terrible paradoja: si mujer y hombre compartieran el «lastre», las empresas lo verían como un desastre porque les privarían de contar con trabajadores totalmente disponibles.


La Iglesia proponemos que «la organización del trabajo…, debe tener en cuenta la dignidad y la vocación de la mujer, cuya verdadera promoción…, exige que el trabajo se estructure de manera que no deba pagar su promoción con el abandono del carácter específico propio y en perjuicio de la familia, en la que como madre tiene un papel insustituible» (CDSI 295. «Laborem exercens», 19). Lo mismo habría que decir para el hombre, pues su papel como padre también es insustituible y tampoco puede ejercerlo.


La mujer no puede compararse al hombre ni tiene porqué hacerlo. La mujer no es igual al hombre ni tiene porqué serlo. La mujer es distinta, única e irrepetible, como todo ser humano lo es respecto a los demás. Lo que la mujer sí tiene, como todo ser humano, es el derecho a que se le reconozcan todos los derechos que son habituales en la sociedad en la que vive. La mujer tiene derecho a no ser penalizada por ser mujer.


A pesar de la realidad virtual, la opresión y lucha de la mujer trabajadora continúan.

EDITORIAL
Publicado en NOTICIAS OBRERAS:






sábado, 7 de marzo de 2009

Los filósofos y la crisis

Fuente: KOINONIA - 2009-03-06


Curiosamente, no son pocos los que ven la crisis actual más allá de sus distintas expresiones (energética, alimentaria, climática, económico-financiera) como una crisis de la ética. Crédito viene del latín "credere" que significa tener fe y confianza. Esa es una actitud ética. Nadie confía ya en los bancos, en las bolsas, en las medidas convencionales. La economía necesita créditos para funcionar, es decir, las instituciones y las personas necesitan medios en los cuales puedan confiar y que no sean víctimas de los Madorffs que pecaron contra la confianza.


Aunque la crisis exija un nuevo paradigma para ser sostenible a largo plazo, es urgente encontrar medidas inmediatas para que el sistema completo no zozobre, arrastrando todo consigo. Sería irresponsable no tomar medidas todavía dentro del sistema, aunque no sean una solución definitiva.


Veo dos valores éticos fundamentales que deben estar presentes para que la situación encuentre un equilibrio aceptable. Dos filósofos alemanes pueden iluminarnos: Immanuel Kant (+1804) y Martin Buber (+1965). El primero se refiere a la buena-voluntad incondicional y el segundo a la importancia de la cooperación.


Dice Kant en su Fundamentos para una metafísica de las costumbres (1785): «No existe nada en ningún lugar del mundo ni fuera de él que pueda ser considerado bueno sin reservas sino la buena voluntad». ¿Qué quiere decir con esto? Que la buena voluntad es la única actitud solamente buena por naturaleza a la cual no cabe poner ninguna restricción. O la buena voluntad es buena o no hay buena voluntad. Es el presupuesto primero de toda ética. Si se desconfía de todo, si se pone todo en duda, si no se confía ya en nadie, no hay modo de establecer una base común que permita la convivencia entre los humanos.


Vale decir: cuando los G-7 y los G-20, la Comunidad Europea, el Mercosur, el BRIC y las articulaciones políticas, sindicales, sociales (pienso en el MST y en la Vía Campesina y otras) se encuentren para pensar salidas para la crisis, hay que presuponer en todos la buena voluntad. Si alguien va a la reunión sólo para garantizar lo suyo, sin pensar en el todo, acabará no pudiendo siquiera garantizar lo suyo, dado el entrelazamiento que existe hoy de todo con todo. Repito una vieja metáfora: esta vez no hay un arca de Noé que salve a unos cuantos, o nos salvamos todos o pereceremos todos.

Entonces, la buena-voluntad, como valor universal, debe ser reclamada a todos. De lo contrario, no hay modo de salvaguardar las condiciones ecológicas de reproducción de la vida y asegurar razones para que vivamos juntos. En realidad, vivimos en un estado de permanente guerra civil mundial. Con la buena voluntad de todos podemos alcanzar una paz posible.


No menos significativa es la contribución del filósofo judío-alemán Martin Buber. En su libro Yo y Tú (1923) muestra la estructura dialogal de toda existencia humana personal y social. Es a partir del tú como se conforma el yo. El «nosotros» surge por la interacción del yo y del tú en la medida en que refuerzan el dialogo entre sí y se abren a todos los demás otros, hasta al totalmente Otro.


Es paradigmática esta afirmación suya: si vivimos uno al lado del otro (nebeneinander) y no uno junto con el otro (miteinander), acabaremos estando uno contra otro (gegeneinander).


Esto se aplica a la situación actual. Ningún país puede tomar medidas político-económicas al lado de otros, sin estar junto con los otros. Acabará estando contra los otros. O todos colaboran a una solución incluyente o no habrá solución para nadie. La crisis se profundizará y acabará en tragedia colectiva. El proteccionismo es el peligro mayor porque provoca conflictos y, en último término, la guerra. No podrá ser mundial porque ahí sí sería el fin de la especie humana, sólo regional, pero devastadora. La crisis de 1929, mal digerida, ocasionó el nazifascismo y la eclosión de la segunda guerra mundial. No podemos repetir semejante tragedia.

jueves, 5 de marzo de 2009

Chamizo afirma que las medidas de seguridad son insuficientes en los puestos de trabajo



El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo de la Rubia. EFE/Archivo

EFE Actualizado 05-03-2009 13:52 CET


Sevilla.- El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, ha denunciado hoy durante el encuentro con representantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Andalucía y familiares de víctimas laborales que "las medidas de seguridad son insuficientes en los puestos de trabajo".


La reunión se ha celebrado con el objetivo, según el presidente de la HOAC, Andrés Sánchez Munzón, "de destapar el problema de la siniestralidad laboral y concienciar a la sociedad para que no ignore ni olvide el sufrimiento y el desamparo de los familiares".


Otras de las acciones previstas por HOAC es una concentración el 25 de abril a las 11:00 horas a las puertas del Parlamento de Andalucía en el que entregarán las firmas recogidas en todas las provincia, ha informado en rueda de prensa Sánchez Munzón, para "hacer visible un problema invisible y que no tiene repercusión mediática".


Asimismo, el presidente de HOAC ha considerado "imprescindible" crear una organización de familiares de víctimas para "apoyar a las familias afectadas", por lo que "estamos en contacto con asociaciones de Zaragoza y Toledo para que nos ayuden a coordinarnos de manera idónea con su experiencia".


Por otro lado, Chamizo ha reconocido que "hay más inspecciones, pero todavía hay ámbitos laborales a los que no se llega", que "los procesos judiciales son interminables y caros para familias que pasan normalmente por una situación económica precaria", y ha exigido que las medidas de seguridad "prevalezcan sobre cualquier interés empresarial" y que lasa administraciones aporten "más ayuda psicológica a las familias" de los siniestrados laborales.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Presentación del libro «MUJERES Y HOMBRES EN CONFLICTO»



13 de Marzo


PRESENTACIÓN DEL LIBRO


  • LUGAR: CENTRO INTEGRAL DE LA MUJER

  • PLAZA DEL PALILLERO, CÁDIZ

  • HORA: 19:00 H.


  • ORGANIZA: H.O.A.C. (Hermandad Obrera de Acción Católica), con motivo de la conmemoración del día internacional de la mujer trabajadora.




Las desigualdades de género evidentes en nuestra sociedad en el ámbito laboral, sindical, político o doméstico, no son más que una manifestación del Conflicto Social. Este libro pretende desentrañar sus verdaderas causas, que no se explican sólo por el género, sino por la forma en que el sistema capitalista organiza el trabajo (flexibilidad) impidiendo el desarrollo del ser humano varón o mujer, la vida de familia, y la vida de la comunidad, mostrando una verdadera contradicción entre la estructura productiva y la estructura familiar. ¿Qué consecuencias se derivan para las personas y las familias? ¿Es posible entender y vivir de otro modo las relaciones entre personas, familia y sociedad?


FERNANDO DÍAZ ABAJO, CONSILIARIO DE LA HOAC DE SEVILLA, NOMBRADO DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO DE PASTORAL OBRERA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL



SEVILLA (27-02-09).- Con fecha 19 de febrero pasado, previa autorización de la Comisión Permanente del Episcopado español en su CCXII reunión, y a propuesta del obispo responsable del Departamento de Pastoral Obrera, mons. Antonio Ángel Algora Hernando, la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar (CEAS), presidida por mons. Julián Barrio Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela, ha acordado el nombramiento del sacerdote de la Archidiócesis de Sevilla, Fernando Díaz Abajo, como director del Departamento de Pastoral Obrera de la CEAS.


Fernando Díaz nació en Sevilla el 3 de marzo de 1959. Ordenado sacerdote el 12 de junio de 1993, es también licenciado en Derecho. Actualmente es párroco de Nuestra Señora del Pilar, secretario del Consejo Presbiteral, consiliario del Consejo Diocesano de Acción Católica y, hasta febrero de 2005, fue arcipreste de La Oliva-Bellavista.

lunes, 2 de marzo de 2009

Comunicado ante el día de la mujer trabajadora - 8 marzo 2009


Un año más celebramos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en recuerdo de 129 trabajadoras que murieron quemadas en un incendio, al parecer, provocado en la fábrica “Cotton Textile Factory” en 1908, en el transcurso de una huelga donde se protestaba, entre otras cosas, por las condiciones laborales, se pedía aumento de los salarios, una reducción de la jornada laboral y el fin del trabajo infantil.


Hechos similares hoy día se siguen repitiendo en nuestro mundo y nos hacen recordar la situación de desigualdad, injusta y discriminatoria, que tantas mujeres sufren en nuestros barrios, en nuestras ciudades, en nuestro país, en los países de nuestro entorno y en otros más lejanos.


Queremos tener un reconocimiento en este día hacia tantas mujeres, de todas las edades, que entregando parte o toda su vida, han sido protagonistas con sus luchas, para que la situación de la mujer avance de manera muy significativa en justicia e igualdad y hoy podamos ver sus frutos. Aún así, son muchas las situaciones en las que se sigue discriminando a la mujer. Debemos de seguir reivindicando igual salario, por igual trabajo, conciliación de la vida laboral y familiar para mujeres y hombres, igualdad de derecho, el final de la violencia de género…


Queda mucho camino por recorrer para que esta igualdad sea una realidad en todos los ámbitos y momentos de la vida cotidiana. Y basta echar una mirada a nuestras vecinas, a las familias de nuestros barrios, a nuestras compañeras de trabajo, a las trabajadoras de otros continentes para ver que todavía existen diferencias, discriminación y violencia por razón del sexo. Situación que hoy día se agrava porque la globalización en lo que afecta al mundo del trabajo, está creando una nueva situación en cuanto a su organización y el modelo de relaciones laborales que fomenta. la crisis económica, en la que los poderosos de este mundo nos han metido, azota sin piedad a la clase trabajadora, pero de manera más brutal y con mayor dureza a los colectivos más vulnerables y desfavorecidos, como son, entre otros, las mujeres, especialmente las jóvenes y las mujeres inmigrantes.


Los datos en nuestro país hablan por sí solos. La presencia de las mujeres sigue siendo minoritaria en el mundo laboral, con una tasa de actividad 18% menos que la de los hombres y una tasa de ocupación del 43,6% y perciben menos número de prestaciones por desempleo. Sin embargo las mujeres son mayoría en la economía sumergida, en el trabajo precario y en el trabajo a tiempo parcial donde representan más del 80% de dicha mano de obra.


La tasa de paro es por primera vez, ligeramente superior para los hombres. No obstante, suben los porcentajes entre las mujeres que tienen cargas familiares y las que buscan su primer empleo, sobre todo, mujeres jóvenes. El salario femenino es un 20% inferior al salario medio de los hombres, siendo menor entre la población asalariada a tiempo parcial donde la mujer es mayoría. A menor edad, se percibe menor salario, por lo que l@s. jóvenes tienen peores retribuciones y con menos derechos, según datos de la (EPA) Encuesta de Población Activa (IV trimestre 2008).

Las excedencias por cuidado de hijos, por permiso de maternidad-paternidad, son todavía en más del 94% para ellas. Crecen las denuncias por discriminación laboral, en su mayoría por causas relacionadas con el permiso por maternidad ("siendo esto un freno para la igualdad de la mujer en el mundo laboral”). La mujer dedica tres veces más tiempo al trabajo en la casa y casi más del doble al cuidado de la familia; la causa en el 96,4% de las inactivas que no buscan empleo, se debe a razones familiares. El 80% de las cuidadoras informales de personas mayores en España son mujeres. Ellas continúan siendo víctimas de malos tratos, vejaciones, incluso muertes por sus compañeros; crece su número cada día, a pesar de las medidas puestas en marcha para evitarlo.


No podemos olvidar a la población femenina inmigrante que, por ser mujer y por ser inmigrante, sufre un doble proceso de discriminación que las hace especialmente vulnerables. La pobreza continúa teniendo, en gran medida, rostro de mujer, joven e inmigrante.


"El reconocimiento y la tutela de los derechos de las mujeres en este ámbito (del derecho al trabajo) dependen, en general, de la organización del trabajo, que debe tener en cuenta la vocación y la dignidad de la mujer" (Compendio de la doctrina social de la Iglesia, 295)


Como Iglesia presente en el mundo obrero, como militantes de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), no podemos quedarnos impasibles ante estas situaciones injustas. Este día nos invita al compromiso, a la denuncia, a la reivindicación y a vivir nuevas experiencias que visualicen que los seres humanos estamos capacitados para una reorganización social donde prime la cooperación sobre la competencia, la construcción sobre la destrucción, la igualdad sobre la desigualdad, la justicia sobre la injusticia, y el sentido comunitario sobre el autoritarismo e individualismo. Sólo desde aquí es posible vivir la experiencia de la igualdad desde el respeto a la diversidad, vivir como seres complementarios y comunitarios. Seguimos reivindicando ante instituciones públicas y eclesiales políticas efectivas de igualdad.


Por eso, proponemos vivir este 8 de marzo unidos a las luchas y reivindicaciones de la mujer trabajadora, de todo el mundo, como un tiempo de cambio, que nos ayude a impulsar y potenciar, en todos los ámbitos de la vida, las posibilidades que se abren para recuperar el sentido más profundo del trabajo, que dignifica a la persona hombre o mujer), que valora su dignidad y que de ninguna forma deja al ser humano en manos de la producción y del consumo.


SECRETARIADO GENERAL DE LA JOC - COMISION PERMANENTE HOAC


DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA: 8 DE MARZO DE 2009



SECRETARIADO DIOCESANO DE PASTORAL OBRERA
Diócesis de Cádiz y Ceuta


8 DE MARZO de 2009
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA



El Día 8 de Marzo, es el Día Internacional de la mujer trabajadora. Desde aquel 8 de marzo de 1908 en el que 129 trabajadoras morían en el interior de su empresa por reivindicar unas condiciones de trabajo más dignas, se han dado y se dan muchos pasos gracias al esfuerzo y compromiso de muchas mujeres, a las que se han unido quienes sienten la justicia, la lucha por sus derechos como ciudadanas y como trabajadoras en cualquier lugar del mundo.

Somos y debemos sentirnos parte de una historia, de una memoria, de un presente y de un futuro que queremos hacer avanzar hacia la superación de tantas injusticias, discriminaciones, prejuicios, negaciones y violaciones contra las mujeres. Muchas mujeres sufren la pobreza, el paro, la desigualdad salarial, son segregadas a las categorías laborales más bajas, viven la precariedad en el empleo, las dificultades para compatibilizar vida laboral y familiar asumiendo dobles jornadas, no ven reconocido su papel a nivel de las organizaciones e instituciones, reciben un trato vejatorio, son victimas de la violencia sexista, perdiendo incluso la vida…

La celebración del 8 de marzo es una llamada a la reivindicación, la denuncia, el compromiso. Queremos como cristianos y cristianas, empeñarnos en construir una convivencia, una sociedad, una iglesia, un mundo desde el respeto, la tolerancia, la solidaridad, la justicia y la igualdad desde las diferencias. No es tarea fácil, necesitamos desde todos los ámbitos de la sociedad: valentía, esfuerzo, constancia, debate y esperanza.

Con motivo de este día el Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera, ha preparado diversos materiales para la reflexión y organizado algunos actos en los que se invita a participar a todas aquellas personas que de una u otra manera forman parte de la gran familia que es la Iglesia Diocesana.


Cine Fórum
El 6 de marzo de 6 a 9 de la tarde en el salón de actos del Centro “Tierra de Todos” antigua Casa del Obispo, en la C / Fray Félix (barrio del Pópulo) se proyectara la película “en tierra de Hombres” de Niké Caro (La lucha de una mujer por su dignidad en un ambiente machista), así como la exposición de la experiencia de una mujer en el comité de empresa y el sindicato.


Materiales
Asimismo, se os envía un documento de Reflexión y un Estudio del Evangelio para reflexionar sobre la situación en la que viven hoy las mujeres trabajadoras. Os adjunto también el cartel del Cine Fórum.


Un fuerte abrazo en Jesús Obrero.


SECRETARIADO DIOCESANO DE PASTORAL OBRERA
Diócesis de Cádiz y Ceuta


ESTUDIO DEL EVANGELIO



1.- INTRODUCCIÓN

El 8 de Marzo de 1908 en Nueva Cork se vivió el levantamiento de las mujeres trabajadoras en la fábrica de “Cotton” en demanda de sus derechos hasta entonces muy conculcados. La represión a la que fueron sometidas, con resultado de muerte para muchas de ellas, desato la solidaridad de las trabajadoras del mundo. En recuerdo de este trágico suceso quedo esta fecha como el Día de la Mujer Trabajadora.

Hoy, sigue siendo necesaria nuestra solidaridad con la causa de la mujer, porque social, económica, cultural y religiosamente persiste una infravaloración de la mujer respecto al hombre. Algunos indicadores de esta situación todos los conocemos en hechos concretos que nos suceden cotidianamente.

Con la intención de ayudar a los miembros de la parroquia a un “compromiso de renovada fidelidad a la inspiración evangélica” ponemos en vuestras manos este Estudio del Evangelio, para profundizar en la situación que vive hoy la mujer trabajadora.


2.- INVOCACION AL EXPIRITU SANTO

Ven Espíritu fuente de vida.
Ven, ven, ven Señor.
Ven Espíritu fuente de vida.
Ven, Señor, ven, Señor.



3.- LUCAS 13, 10-17

"Un sábado estaba Jesús predicando en una sinagoga, que era el sitio donde se reunían los judíos. Había allí una mujer que estaba enferma desde hacía 18 años a causa de un mal espíritu. Y la pobre mujer andaba encorvada, sin poderse enderezar del todo.

Al ver Jesús a la mujer, la llamó y la dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad.
Jesús la tocó con las manos. Y al momento se puso derecha y empezó a alabar a Dios.
Entonces intervino el jefe de la sinagoga, irritado porque Jesús había curado en sábado, y le dijo a la gente: Hay seis días de trabajo; vengan esos días a que los curen, y no los sábados".

Pero el Señor le dijo al jefe de la sinagoga: ¡Hipócrita! cualquiera de ustedes, ¿no desata del pesebre al buey o al burro, y lo lleva a tomar agua aunque sea sábado? Y a esta mujer, que es hija de Dios, y que Satanás la tenía atada hace ya 18 años, ¿no había que soltarla de su cadena aunque sea hoy sábado?

Según iba Jesús diciendo estas cosas, los judíos se pusieron colorados de vergüenza, mientras que toda la gente se ponía muy contenta de las maravillas que hacía Jesús."



4.- COMENTARIO

Antes del comentario es necesario, pararse en lo que más nos llama la atención y contemplar lo que dice y hace el Señor y el recto de los personajes.


5.- REFLEXION

En esta historia, que cuenta el evangelio, aparecen el mal espíritu y Jesús: los dos frente a frente. ¿Qué es lo que hace cada uno de los dos? El mal espíritu es la fuerza del mal y Jesús es la fuerza del bien. Lo que hace el espíritu del mal es poner cadenas. Lo propio de la fuerza del mal es encadenar; lo propio de la fuerza del bien es desencadenar.

En los evangelios, la palabra "cadena" o "atadura" (que en griego se dice desmós) aparece tres veces. Y las tres veces se repite la misma historia. Una vez, se cuenta que el espíritu del mal le había puesto una cadena en la lengua a un muchacho y por eso no podía hablar (Mc 7,35). Y Jesús fue y le soltó la cadena y el muchacho pudo hablar. Otra vez, resulta que el espíritu del mal tenía encadenado a un hombre y lo tenía atado en un cementerio, por eso el hombre no podía vivir con la gente (Lc 13, 16); pero llegó Jesús y le quitó las cadenas al hombre, lo sacó del cementerio, y pudo vivir como una persona normal.

En el evangelio que hemos leído hoy, el espíritu del mal tenía a aquella mujer encadenada. Y por eso, la pobre mujer andaba encorvada, como el que lleva encima un peso terrible. La mujer no podía levantar la cabeza, no podía mirar a los demás, no era libre. Estaba despojada de su dignidad. Jesús dice que a la mujer le pasaba lo que le pasaba a un buey o a un burro cuando están atados al pesebre.

En cuanto Jesús vio lo que sufría aquella pobre mujer, enseguida le quita la cadena de encima. Ni la mujer se lo pidió a Jesús, ni Jesús se para a pensar si es que la mujer era buena o mala; si es que aquello le pasaba por su culpa o si se trataba de una persona inocente. Lo único que aparece en el evangelio es que Jesús no soporta delante de sí a una persona encadenada. Y porque no soporta eso, enseguida la pone en libertad y le restituye su dignidad.

La conclusión que se sigue de todo esto es clara: El espíritu del mal es la fuerza que echa cadenas para quitar la libertad, para despojar la dignidad; por el contrario, el espíritu de Jesús es la fuerza que devuelve la libertad y la dignidad quitando todas las cadenas.

El espíritu del mal encadena la lengua de la gente, para que no hable ni diga la verdad; encadena a las personas y las ata a los cementerios y a las tumbas, para que no tengan vida y estén como muertos; encadena a la gente echándoles encima pesos insoportables, para que vivan como las bestias. Por el contrario, Jesús quiere que la gente sea libre para hablar y decir lo que tiene que decir; Jesús quiere que la gente viva derecha, con la frente levantada, como personas que no están abrumadas por el peso de cargas insoportables.

Muchas personas viven como aquella mujer: no miran nada más que al suelo, no pueden levantar sus ojos al cielo, no son libres, no tienen dignidad, están como el buey y el burro, atados al pesebre, muertos de sed.

Pero en el evangelio que hemos leído hay algo más importante: el jefe de la sinagoga, que era el jefe de la religión judía, se disgustó porque Jesús había curado a la mujer. Porque aquél día era sábado, y la ley religiosa de los judíos mandaba que los sábados no se podía curar a los enfermos. Esto quiere decir que al jefe de la religión judía le interesaba más la religión que la dignidad de las personas. Por el contrario, a Jesús le interesa más la dignidad que la ley religiosa.


6.- HECHO DE VIDA

7.- CONTEMPLACION

· ¿Cuáles son las causas y consecuencias?

· ¿Nuestra actitud personal, de grupo o parroquia ante estos hechos es igual a la del jefe de la sinagoga o a la de Jesús? ¿Estamos más preocupados por cumplir la ley religiosa que en restituir la dignidad a las personas?


8.- LLAMADAS

· ¿Qué llamadas nos hace este evangelio a nivel personal, de grupo y parroquia?

· ¿Qué podríamos hacer a nivel personal, de grupo y parroquia para poder dar respuesta a estas llamadas?



9.- PADRENUESTRO

PADRE, que miras por igual a todos tus hijos e hijas a quienes ves enfrentados.

NUESTRO, de todos. De los cerca de 5.000 millones de personas, que poblamos la tierra, sea cual sea nuestro sexo, color o lugar de nacimiento.

QUE ESTÁS EN EL CIELO, y en la tierra, en cada hombre y en cada mujer, en los humildes y en los que sufren.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, pero no con el estruendo de las armas, sino con el susurro del corazón.

VENGA A NOSOTROS TU REINO, el de la paz, el del amor. Y aleja de nosotros los reinos de la tiranía y de la explotación.

HÁGASE TU VOLUNTAD siempre y en todas partes. En el cielo y en la tierra. Que tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder.

DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA, que está amasado con paz, con justicia, con amor. Aleja de nosotros el pan de cizaña que siembra envidia y división, porque mañana puede ser tarde: la guerra, amenaza y la muerte injusta.

PERDONA NUESTRAS OFENSAS no como nosotros perdonamos, sino como Tú perdonas, sin dar lugar al odio, recuperando la Memoria, exigiendo Verdad, Justicia y Reparación.

NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN de almacenar lo que no nos diste, de acumular lo que otros necesitan, de mirar con recelo al de enfrente, de la violencia contra los que tenemos al lado.

LÍBRANOS DEL MAL QUE NOS AMENAZA: del poder dominador, de la sociedad de consumo, de vivir montados en el gasto, porque somos muchos, Padre, los que queremos vivir en paz, luchamos por la justicia.




DOCUMENTO PARA LA REFLEXIÓN


I. DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER



La historia de la Fiesta Internacional de la Mujer se remonta a mitad del siglo XIX, cuando en las fábricas trabajaban muchas mujeres mal pagadas y explotadas.

El 8 de marzo de 1.857, por primera vez, algunas operarias de Nueva York protestaron por la mejora de sus condiciones laborales (tenían una paga mísera para muchas horas de trabajo en unas condiciones pésimas). El resultado de esta primera manifestación fue un ataque por parte de la policía. Dos años después, también en marzo, estas trabajadoras se organizaron formando un sindicato para intentar mejorar sus condiciones de trabajo.

En 1.911, en Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza, se pensó dedicar un día a la mujer, con el intento de obtener el derecho de voto y terminar con la discriminación de género en el trabajo. Ese mismo año, el 25 de marzo en Nueva York, 129 trabajadoras de la empresa Triangle Shirtwaist Company murieron en un incendio provocado por el empresario al encontrarse aquellas ocupando la fábrica como medida de presión. Una multitud de 100.000 personas participaron en el funeral.

No fue hasta diciembre de 1.977 que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución proclamando el 8 de marzo como Fiesta Internacional de la Mujer.


II. MUJER Y SOCIEDAD

a) A buen seguro que si las trabajadoras de comienzos del siglo XX pudieran hoy contemplar las condiciones existenciales de las trabajadoras de comienzos del siglo XXI no dudarían en reconocer que los logros obtenidos se sitúan más allá de cualquier soñada utopía del primer cuarto de siglo que hemos despedido. Ahora bien, hay que reconocer que la consecución de esa utopía sólo es cierta para determinados lugares del planeta y ni siquiera, en esos casos, se puede hablar en términos absolutos. Porque en el mundo siguen existiendo lugares en que las condiciones de trabajo de las mujeres las convierten, sin necesidad de más calificativos, en esclavas. Y en nuestro propio país, donde por fortuna hemos avanzado inmensamente en los últimos lustros, aún estamos lejos de conseguir una situación de plena equiparación entre las condiciones laborales o profesionales del hombre y de la mujer.

En los últimos meses no dejamos de escuchar hablar de la crisis económica por todas partes. Nos inundan con noticias sobre los expedientes de regulación de empleo (E.R.E.) en grandes empresas. También nos hablan de los concursos voluntarios de acreedores (antigua suspensión de pagos) en algunas empresas. E incluso algunas de ellas se atreven a hablar de “nuevas formas o maneras de conciliar la vida laboral o personal en tiempos de crisis”.

Lo que casi nadie está diciendo (al menos claramente) es que la población más vulnerable a esta crisis van a ser las mujeres y la población trabajadora inmigrante. Las mujeres en general, pero las inmigrantes en particular serán las que peor paradas salgan de esta crisis.


b) Las mujeres son las “reinas” del trabajo sumergido. Cuatro de cada diez que realizan un trabajo asalariado lo hacen en condiciones irregulares, en su propio domicilio, en talleres clandestinos, en el servicio doméstico... Además está aumentando el empleo a tiempo parcial que es el que tradicionalmente han ocupado las mujeres con la excusa de la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, con lo cual el índice de pobreza femenina también aumentará considerablemente en los próximos años dado que las cotizaciones por desempleo van ligadas al tiempo de trabajo.

La tasa de ocupación femenina que tradicionalmente ha sido inferior a la de los hombres y con empleos, en general, peor retribuidos que los masculinos, ha dado paso a unas pensiones de jubilación paupérrimas para aquellas mujeres que dejaron la piel trabajando fuera de casa y además con el añadido de los lastres sociales de haber “abandonado” sus responsabilidades familiares de cuidado y atención.


c) La familia igualitaria sigue siendo una utopía. Las tareas domésticas siguen siendo muy mayoritariamente responsabilidad casi exclusiva de las mujeres y destinan cinco horas más por jornada laboral a estas tareas que los hombres. De modo que mientras que el hogar sigue siendo para el hombre “el reposo del guerrero”, para la mujer es un segundo centro de trabajo, en el que realiza un trabajo que no está remunerado y que, además, le impide descansar del trabajo que realiza fuera de casa.

La aprobación en su día de la Ley de Dependencia se consideró por algunos sectores como una ventaja de cara a la retribución que iban a percibir las cuidadoras informales de esas personas dependientes, que en su mayoría son mujeres. Pero el retraso de la puesta en marcha de esta ley en algunas comunidades autónomas tiene el efecto de no haber regularizado la situación de estas cuidadoras informales que, además, deben continuar haciendo su trabajo a pesar de que cada año van siendo más mayores ellas también.


d) Las mujeres siguen sufriendo malos tratos y siguen mayoritariamente excluidas de los centros de decisión políticos y económicos.

En esta cultura machista, hoy sigue siendo necesario denunciar las desigualdades que viven y sufren muchas mujeres en nuestros barrios y pueblos, en nuestro mundo. La realidad de tantas mujeres a las que no se les permite ocupar el lugar que realmente les corresponde, a las que en muchas ocasiones se recorta su participación a nivel político, social, laboral, eclesial. Mujeres víctimas de los malos tratos. Mujeres que han perdido incluso la vida a manos de sus compañeros


La mayoría del contenido de este II capítulo ha sido extraído de los siguientes documentos:

1. Bernardo del Rosal Blasco: 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

2. Teresa Mollá Castells: La crisis económica y el empleo de las mujeres.

3. Día de la Mujer Trabajadora (Noticias de la HOAC)


¿Cómo se refleja esta situación en tu familia, trabajo, organización, parroquia?



III. LA MUJER, A LA LUZ DE LA PALABRA Y LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA


1. Mirar como mira Jesús

Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. (Lc 13, 10-13).

Frente a un sistema que impide ser persona, frente a una Ley que domina, mirar como mira Jesús supone derrochar entrañas de misericordia para enderezar a toda mujer encorvada y oprimida.


2. Las mujeres y el derecho al trabajo

El genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral. El primer e indispensable paso en esta dirección es la posibilidad concreta de acceso a la formación profesional. El reconocimiento y la tutela de los derechos de las mujeres en este ámbito dependen, en general, de la organización del trabajo, que debe tener en cuenta la dignidad y la vocación de la mujer, …/…La persistencia de muchas formas de discriminación que ofenden la dignidad y vocación de la mujer en la esfera del trabajo, se debe a una larga serie de condicionamientos perniciosos para la mujer, que ha sido y es todavía « olvidada en sus prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a esclavitud ». Estas dificultades, desafortunadamente, no han sido superadas, como lo demuestran en todo el mundo las diversas situaciones que humillan a la mujer, sometiéndola a formas de verdadera y propia explotación. La urgencia de un efectivo reconocimiento de los derechos de la mujer en el trabajo se advierte especialmente en los aspectos de la retribución, la seguridad y la previsión social. (Compendio de la DSI, 295).


3. Mujer y hombre: iguales en la diferencia y complementarios

La mujer es el complemento del hombre, como el hombre lo es de la mujer: mujer y hombre se completan mutuamente, no sólo desde el punto de vista físico y psíquico, sino también ontológico. Sólo gracias a la dualidad de lo « masculino » y lo « femenino » se realiza plenamente lo «humano». Es la «unidad de los dos», es decir, una «unidualidad» relacional, que permite a cada uno experimentar la relación interpersonal y recíproca como un don que es, al mismo tiempo, una misión: «A esta “unidad de los dos” Dios les confía no sólo la opera de la procreación y la vida de la familia, sino la construcción misma de la historia». «La mujer es “ayuda” para el hombre, como el hombre es “ayuda” para la mujer»: en su encuentro se realiza una concepción unitaria de la persona humana, basada no en la lógica del egocentrismo y de la autoafirmación, sino en la del amor y la solidaridad. (Compendio de la DSI, 147).


Teniendo en cuenta los textos, ¿qué juicio te merece la realidad planteada?



IV. ¿QUÉ HACER?

Como seguidores y seguidoras de Jesús en nuestras familias, en medio del mundo del trabajo, en nuestras parroquias y organizaciones vivamos este 8 de marzo como una invitación a mirar lo que les pasa a las mujeres como lo hace Dios, Padre y Madre, buscando la justicia que hace posible una vida digna.

La indiferencia atropella la dignidad. Por ello, la celebración de este día debe ser una llamada a la reivindicación, la denuncia y el compromiso. Hemos de hacer lo posible para que el significado de la conmemoración de este día penetre en nuestros hogares, en nuestro ambiente vecinal, en los lugares de trabajo y allí donde nos movemos, incluida nuestra Iglesia.


Esta situación ¿a qué te llama? En lo personal, familiar, laboral, organizaciones y parroquia.



Bendita seas, hermana, compañera nuestra.
Bendito tu camino sea…
y ve pues, suavemente, hermana, compañera…

Y que el coraje sea tu canción…
Tienes palabras que decir a tu modo,
y estrellas para que iluminen tu noche…

Y si llegas a cansarte,
y si la canción de tu corazón no tiene estribillo,
acuérdate de que estaremos esperando,
para volver a levantarte,
y te bendeciremos y resucitaremos juntas,
hermana nuestra…

Marsíe Si




viernes, 27 de febrero de 2009

Cuaresma, camino de amor y compromiso cristiano


CARTA PASTORAL


Cuaresma,
camino de amor
y
compromiso cristiano



Cádiz, 25 de Febrero de 2009



+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta


ESQUEMA


Introducción.

Primera parte: Cuaresma, conversión y ayuno
1.- Necesidad de conversión.
2.- Subida a Jerusalén.
3.- Purificación para el camino.
4.- El ayuno.
5.- El ayuno que Dios quiere es ayudar a los parados.
6.- Los signos de los tiempos.


Segunda parte: Reflexión cristiana ante la crisis
1.- “Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo y he escuchado el clamor… pues ya conozco sus angustias y sufrimientos” (Éxodo 3,7).
2.- “Tu eres mi protector y mi escudo, yo confío en tu palabra” (Salmo 118, 114).
3.- “¿Qué tenemos que hacer, hermanos?” (Hechos 2, 37).


Tercera parte: “Algo nuevo está brotando ya, ¿no lo notáis?” (Is 43,19)
1.- ¿Hay una nueva alternativa?
2.- ¿Hay motivos para la esperanza?


Cuarta parte: A modo de conclusión
1.- Situación, esperanza y responsabilidad.
2.- María, Nuestra Señora de los Dolores.


Anexo para el trabajo personal y en los grupos.



Mis queridos diocesanos:

1. Al disponernos, un año más, a celebrar la Santa Cuaresma, escucho la poderosa llamada de Dios que me urge de nuevo a renovar mi fidelidad a su Palabra y a su amor. Y, como pastor de la Iglesia que peregrina hacia el reino en Cádiz y Ceuta, después de haber escuchado vuestras peticiones: la del consejo pastoral diocesano y del consejo de apostolado seglar, la de las delegaciones de caritas y apostolado seglar, la de los secretariados de pastoral obrera, migraciones, manos unidas, pastoral familiar, justicia y paz y la de los movimientos de hoac y joc, y la de las comunidades parroquiales, deseo invitaros a todos los fieles cristianos, presbíteros, diáconos, religiosos, personas consagradas y laicos, en esta Cuaresma de 2009, a fin de que juntos respondamos ante los acontecimientos y consecuentes sufrimientos de tantas personas y familias afectadas por la crisis económica y social.


2. Todos nosotros, en el Bautismo, fuimos incorporados al misterio pascual de Cristo de modo que, al compartir sus sufrimientos, pudiéramos también participar de su gloria. Este es el itinerario de la Cuaresma como preparación para la Pascua del Señor.




PRIMERA PARTE
CUARESMA, CONVERSIÓN Y AYUNO



1.- Necesidad de conversión

3. La Cuaresma nos invita a hacer un alto en el camino de nuestra vida para preguntarnos si caminamos en la dirección justa. Percibimos que algo nos habremos desviado del sendero recto porque, sin darnos cuenta, emprendemos caminos que no son caminos del Evangelio; y si esto nos ocurre en nuestra vida es, sin duda, porque nos falta fe en el Evangelio.


4. Necesitamos convertirnos, en primer lugar, personalmente. La conversión personal es la piedra angular para el cristiano y para la comunidad eclesial. Porque “no hay humanidad nueva, si no hay hombres nuevos con la novedad del bautismo y de la vida según el Evangelio” (EN 18). Convertirse es, ante todo, en primer término, rechazar el pecado, desdecirnos de todo aquello que en nosotros no coincide con el plan de Dios sobre nuestras vidas. Esta conversión personal tiene también una dimensión esencialmente comunitaria y evangelizadora. La iglesia comienza por evangelizarse a sí misma (cf. EN 15).


2.- Subida a Jerusalén

5. En esta Cuaresma de 2009, nosotros debemos pedir la luz del Espíritu que nos haga comprender mejor el sentido de nuestro camino cuaresmal, y nos haga ver que la Cuaresma debe consistir para nosotros en una “subida a Jerusalén” compartiendo, solidariamente, la situación de tantos y tantas familias que sufren ya en sus vidas esta situación económica y del paro, teniendo los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.

6. A este propósito, quiero recordar que durante tres años, 2006-2009, estamos trabajando en nuestras comunidades parroquiales y en los distintos movimientos el tema de la familia. Este curso se está trabajando sobre el proyecto de pastoral familiar que sea posible desde nuestra propia realidad. En el curso pastoral 2006-2007 se hizo un análisis de cómo se encontraban las familias de la diócesis en los aspectos social, pastoral y religioso. Me remito a la carta pastoral “Familia cristiana, buena noticia” de Agosto de 2007, donde hice una valoración y análisis de las aportaciones que habían hecho los grupos. Se hacía una denuncia de la situación laboral y económica en la que se encontraban muchas de nuestras familias y, entonces, la crisis no había dado la cara como lo está haciendo en estos momentos.


7. En un esfuerzo de aproximación a la realidad, constatamos que son las familias las que ya están sufriendo, de manera sangrante, las consecuencias de esta crisis económica y social. En todo lo que hagamos, para dar respuesta a esta situación, debemos tener muy presente a la familia, concretamente, en todo aquello que le afecta en lo económico, en lo religioso, en lo moral, en la transmisión de la fe y de los valores evangélicos y en todo lo que se refiere a las relaciones entre los esposos y de estos con los hijos. Es comprensible el desaliento, la angustia, las depresiones, y tantas otras preocupaciones por no poder llegar a fin de mes.



3.- Purificación para el camino

8. Vamos, pues, a emprender de nuevo ese camino cuaresmal que nos conduce hasta la Pascua. Un camino en el que nos ha precedido Cristo y que toda la Iglesia, tradicionalmente, ha concebido como una subida con Cristo a Jerusalén para participar en su misterio pascual.


9. La Cuaresma es un tiempo simbólico de cuarenta días que responde a lo que nos dice el evangelista Mateo (Mt 4,1) que “Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto” antes de comenzar su misión pública. Para la Iglesia es un tiempo de preparación para la celebración de la Pascua en el que los fieles cristianos Cuaresma 2009 practican la oración, la limosna y el ayuno para verificar la fe, avivar la esperanza y acrecentar la caridad. Es el tiempo del catecumenado para los que se han de bautizar en la Pascua, el momento de la conversión acercándonos al sacramento de la reconciliación y, finalmente, es el momento propicio para integrarnos más en la comunidad cristiana. De esta forma nos preparamos a la celebración de la Pascua de Resurrección.



4.- El ayuno

10. Cada año vivimos la experiencia de este camino cuaresmal hacia la Pascua, un camino que exige penitencia y conversión constante, purificación e iluminación de nuestros corazones.


11. El Papa Benedicto XVI nos recuerda en su Mensaje para la Cuaresma de 2009: “la Liturgia nos vuelve a proponer tres prácticas penitenciales a las que la tradición bíblica cristiana confiere un gran valor: la oración, el ayuno y la limosna”. Profundiza el Papa, en su Mensaje de Cuaresma, en las raíces que la tradición bíblica y patrística dedica a la práctica del ayuno. Nos dice que hoy el ayuno ha perdido algo de su valor espiritual, en cambio lo practicamos como una medida terapéutica para la salud.


12. “Al mismo tiempo, –nos sigue diciendo el Papa–, el ayuno nos ayuda a tomar conciencia de la situación en la que viven muchos de nuestros hermanos… Al escoger libremente privarnos de algo para ayudar a los demás, demostramos concretamente que el prójimo que pasa dificultades no nos es extraño”. En definitiva, ayunar voluntariamente para que otros no lo tengan que hacer forzosamente.



5.- El ayuno que Dios quiere es ayudar a los parados.

13. El Papa Benedicto XVI, en su Mensaje para la Cuaresma de 2009, nos ha hablado del ayuno a favor del prójimo, hagamos ayuno con el fin de apartarnos del resto del egoísmo, del apego excesivo a los bienes materiales o de cualquier otra clase. El verdadero ayuno debe ir unido con el amor al prójimo, como señaló, hace muchos siglos, el profeta Isaías: “el ayuno que yo quiero: partir el pan con el hambriento y recibir en tu casa a los pobres sin hogar” (Is 58,7), alcanza su pleno sentido cuando nos asemejamos a la cruz de Cristo, puesto que en nuestra sociedad actual hay muchos en el paro. Podríamos afirmar: el ayuno que yo quiero es ayudar a los parados.



6.- Los signos de los tiempos

14. Es precisamente esta dimensión solidaria de nuestra vuelta a Dios la que quiero subrayar ante vuestra consideración en este tiempo de cuaresma.


15. Los cristianos llevamos atravesado en nuestro corazón la solicitud por el destino, las angustias y las necesidades de todas las personas creyentes o increyentes, próximas o lejanas. A todos ellos nos envía Dios, ante todo, para comunicarles la grata noticia que dé sentido a toda su vida: “el hombre es amado por Dios”. Este es el profundo y sorprendente anuncio del que la Iglesia es deudora respecto al hombre y cómo ha de llegar a descubrirle en los “signos de los tiempos”.


16. Realmente, el descubrir los signos de los tiempos es una gracia de Dios. El hombre y la mujer de fe es aquella persona que sabe ver lo que Dios nos quiere revelar por medio de los acontecimientos, tanto personales como sociales y mundiales. ¿Pero cómo ver a Dios en la historia, si la forman hechos que dependen de la libertad humana llena, muchas veces, de ambiciones y crímenes? El Concilio Vaticano II cuando habla de los signos de los tiempos se refiere al mundo en el que vivimos “sus esperanzas, sus aspiraciones y contradicciones dramáticas” que con frecuencia le caracterizan. “Le corresponde a la Iglesia -sigue diciendo el Concilio- el deber permanente de escrutar los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio” (GS 4). Tan importante es esto que, en una de las Plegarias Eucarísticas, hacemos esta hermosa petición: “Que todos los miembros de la Iglesia sepamos discernir los signos de los tiempos y crezcamos en la fidelidad al Evangelio; que nos preocupemos de compartir en la caridad las angustias y las tristezas, las alegrías y las esperanzas de los hombres, y así les mostremos el camino de la salvación” (V/c).


17. Mirar la crisis económica y social como un signo de los tiempos puede llevarnos a depurar nuestros sistemas y estructuras económicas para llegar a un sistema que esté más de acuerdo con una comunicación de bienes y en coherencia con el proyecto del Padre Dios. Y, por otra parte, nos puede llevar también a descubrir la miseria del ser humano que se ha dejado llevar por el egoísmo, la codicia, la competitividad, el afán de posesión, su fuerza agresiva… causando tantas injusticias en los más pobres y más débiles de la sociedad. Y lo más dramático es que estos antivalores son propuestos en los medios de comunicación, en la escuela e incluso en la familia.





SEGUNDA PARTE
REFLEXIÓN CRISTIANA ANTE LA CRISIS



18. Los cristianos, como afirma un texto antiguo en la Carta a Diogneto: “somos lo que el alma para el cuerpo”, hasta tal punto que nos sentimos responsables de la suerte de todos los hombres y de la marcha del mundo. En esta Cuaresma, Dios nos llama y nos envía, como llamó y envió a Moisés para la liberación de su pueblo en Egipto, a fin de que conozcamos la situación económica y de paro por la que estamos pasando.


19. Ahora bien, en nuestro mundo actual, son muchos los obstáculos que impiden la plena realización del hombre y son demasiadas las cadenas que esclavizan, oscureciendo su glorioso destino de ser imagen y semejanza de Dios.



1.- “Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo y he escuchado el clamor… pues ya conozco sus angustias y sufrimientos” (Exodo 3,7).

20. Tratemos de ver esta situación con la mirada de Dios. Este conocimiento y responsabilidad actual, tal y como Dios la ve, nos compromete, además, a ser instrumentos de la fuerza del Evangelio para hacer posible el pleno conocimiento y ejercicio de la dignidad del hombre, a través de la defensa y protección de su vida y libertad y nos esforcemos por construir una sociedad más justa y solidaria.


21. En nuestro mundo actual son muchas las amenazas que se ciernen hoy sobre la vida humana: el hambre que padece un tercio de la humanidad; la violencia contra las mujeres, que en muchas ocasiones, terminan en tragedia; los accidentes de tráfico, consecuencia, casi siempre, de la irresponsabilidad; la muerte de trabajadores, en muchos casos, fruto de un liberalismo económico desbordado; las drogas que merman la libertad y arrancan la vida de tantos jóvenes; el drama del aborto que, a su gravedad intrínseca, por su dimensión voluntaria y querida de un ser humano por decisión de sus padres, se une la tragedia de su aceptación por parte de algunos. Y, en estos momentos, estamos viviendo la situación económica y del paro de forma global.


22. Según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo, en enero de este año, nos encontramos en la provincia de Cádiz con más de 151.000 parados, correspondiendo a la diócesis de Cádiz cerca de 84.000. Ha crecido más del 50% con relación al 2008 en poblaciones como Benalup, Conil, Chiclana, Jimena, San José del Valle y San Roque. Precisamente en estas poblaciones donde había crecido más el trabajo en épocas anteriores. Y en cuanto a lo que se refiere a la Diócesis de Ceuta son ya cerca de 7.500 las personas que están sin trabajo. Los expertos hablan de una posibilidad de 4 millones de parados en toda España, lógicamente, estos números aumentarán también entre nosotros. Sin duda, uno de los peores efectos de la crisis económica es el aumento del paro, porque lleva consigo el empobrecimiento y las dificultades vitales de las personas y de las familias.


23. Pero resulta aún más sangrante la situación de tantas familias donde han quedado todos sus miembros sin trabajo y no digamos nada de aquellos trabajadores y trabajadoras que ya no reciben ni siquiera la ayuda familiar. Los datos constatados que nos aporta caritas son tremendamente significativos: las familias que actualmente se atienden en las caritas parroquiales han aumentado en un 55%.


24. Esta situación se ceba más en los emigrantes, los jóvenes y las mujeres. Pero, qué decir del último informe APDHA en el que se denuncia que en Cádiz y provincia 111.000 personas se encuentran en situación de pobreza grave, malviviendo con 6 euros diarios.


25. No podemos olvidar que entre las víctimas de la crisis nos encontramos con los países más empobrecidos que van en aumento de forma imparable. Cerca de 1.000 millones de personas pasan hambre y lo más inmoral es que, de ellos, 10 millones son niños que mueren al año por falta de lo más elemental. ¡Dios mío, esto es para perder el sueño!


26. Desde hace unos años vengo denunciando, en mis cartas pastorales con motivo del 1 de mayo, la recesión económica que padece nuestras gentes. Esto era una crisis anunciada cuyos efectos más trágicos estamos padeciendo en estos momentos.


27. Pero por muy completas que sean las estadísticas y muy preocupantes los datos expuestos, hay unas causas externas o técnicas que han provocado esta situación de crisis económica y social. Por una parte la crisis financiera surge de la continua incitación al endeudamiento y, consecuentemente, a la falta de ahorro familiar. De esto se han beneficiado las multinacionales y los sectores más pudientes de la sociedad, tanto en España como en el mundo. Los expertos venían hablando ya de la burbuja inmobiliaria, cuyos efectos están sufriendo ahora tantos parados de la construcción. Los gobiernos de muchos países, entre ellos España, han pensado que una solución para tapar esta crisis financiera es la de inyectar grandes cantidades de dinero en las entidades financieras; es una cantidad de dinero 300 veces mayor que la que se entrega a la FAO para la emergencia contra el hambre en el mundo. Los expertos, según la posición en que se coloquen, dan una u otra razón de las causas, de los efectos y las soluciones de la crisis.


28. Considero que a nosotros, esta Cuaresma de 2009, nos invita a hacer un examen serio de conciencia y a cambiar aquellas orientaciones operativas de nuestra vida que contradicen la verdad fundamental del hombre. Se pueden cambiar las estructuras financieras y económicas; tenemos la esperanza que esto sea así para que se establezca la justicia social pero, además de este “pecado estructural”, existe el pecado personal del egoísmo, la codicia, la avaricia y el de la falta de control y sobriedad que deberíamos revisar en esta Cuaresma. Si los corazones de las personas no cambian y se convierten, se reformará la estructura pero, al poco tiempo, caeremos en la misma situación. Mucho tiene que cambiar el sistema económico actual y mucho tenemos que cambiar nosotros también. Es esta una ocasión para que todos revisemos nuestras actitudes según nos pide Dios al observar estos nuevos signos de los tiempos.



2.- “Tu eres mi protector y mi escudo, yo confío en tu palabra” (Salmo 118, 114).

29. Esta síntesis de los datos para el conocimiento de la situación no soluciona la situación actual de paro que sigue presente como uno de los grandes problemas sociales de nuestro tiempo, y manifiesta que “hay algo que no funciona y concretamente en los puntos más críticos y de mayor relieve social” (LE 18). Nuestra colaboración solidaria tampoco puede resolver tan gran problema social, pero los católicos estamos llamados a denunciar las causas y los efectos del mismo y a hacer cuanto de nosotros dependa para mitigarlo.


30. Los católicos, ante las dificultades reales para solucionar este problema, no podemos caer en el desánimo, pues tenemos la firme convicción de nuestra fe en la fuerza del Espíritu de Dios, que es el único capaz de transformar los corazones de piedra en corazones de carne y dar vida a los huesos inanimados. Por ello, permitidme, hermanos, que esta Cuaresma de 2009, como una subida a Jerusalén, os haga una llamada a compartir los sufrimientos y un esfuerzo de solidaridad con las familias que ya están padeciendo la situación económica y el paro, confiados en la Palabra de Dios, expresada en la Iglesia, que ilumina los signos de los tiempos y abre caminos nuevos a seguir.


31. Con humildad y valentía a la vez, os presento para el estudio y contemplación de esta subida a Jerusalén, unos pasajes iluminativos a tener presente en este camino que manifiesten que Dios no abandona a su pueblo, dado que cuenta con profetas que no se cansan de proclamar sus preferencias por los pobres. Así ante una crisis social y de identidad del pueblo de Israel, el profeta Jeremías grita: “Así dice el Señor: Practicad el derecho y la justicia, arrancad al oprimido del poder del opresor; no oprimáis al emigrante, al huérfano y a la viuda.” Y más adelante sigue diciendo: “¡Ay de aquél que edifica su casa con injusticias y sus pisos violando el derecho; que hace trabajar al prójimo de balde sin pagarle su sueldo” (22, 3 y 13). Dios no abandona a su pueblo que cuenta con profetas que no se cansan de proclamar sus preferencias por los pobres.


32. Jesús anuncia y practica en plenitud con su propia vida el amor preferencial por los enfermos y los pobres y se comprometió con los problemas sociales de entonces: “para dar vista a los ciegos, liberar a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor” (Lc 4,18). Jesús tiene credibilidad y autoridad para dictar principios a sus seguidores marcándoles su opción por los marginados: con los niños (Mc 10, 13-16); con los extranjeros y de otras culturas en la parábola del buen samaritano (Lc 10, 30-37); con los pecadores públicos en el caso de Zaqueo (Lc 19,1-10); y con los que sufren enfermedad (Lc 13,10-13).


33. Frente a un mundo de desigualdades y de miserias, volcado en el ganar, gastar y gozar, Jesús nos propone que sólo cabe compartir, como en la multiplicación de los panes (Mc 8,1-19); desacralizar las riquezas como en la escena del joven que quiere seguir a Jesús (Mt 19,16-22) y apasionarse por la justicia y la solidaridad, como nos describe el juicio de las naciones (Mt 25,34‑46). Finalmente, a aquellos que quieren ocupar puestos importantes, Jesús propone servir con sencillez a los demás, como en la escena de los hijos de Zebedeo (Mc 10,35-45).


34. Ya San Ambrosio en el siglo IV clamaba: “El Señor Dios quiso que esta tierra fuera poseída en comunidad por todos los hombres, ofreciendo sus productos para el bien de todos, pero es la avaricia la que reparte el derecho de propiedad”. Y, un siglo antes, San Clemente de Alejandría dijo: “Dios creó el género humano para la comunicación y la comunión de unos con otros, como Él que empezó a repartir de lo suyo, y a todos los hombres suministró su Logos común, y todo lo hizo por todos. Luego todo es común, y no pretendan los ricos tener más que los demás”.


35. A partir del siglo XIX hasta nuestros días, la Doctrina Social de la Iglesia viene dando respuestas a los problemas sociales y económicos del momento. Esta enseñanza social de la Iglesia más que una teoría está orientada a la acción, así lo propuso Juan Pablo II: “Para la Iglesia, el mensaje social del Evangelio no puede considerarse como una teoría, sino, por encima de todo, un fundamento y un estímulo para la acción” (CA 57). De esta enseñanza social de la Iglesia emanan una serie de principios fundamentales que iluminan y dan repuesta a la situación de crisis económica que estamos viviendo. De entre ellos:


36. El principio fundamental es el de la dignidad de la persona. La misión de Jesús y el ejemplo de su vida han dejado claro la dignidad de la persona humana, las necesidades de los más débiles y las víctimas de la injusticia (SRS 42). Esta dignidad de la persona humana se basa en el hecho de que ha sido creada a imagen y semejanza de Dios. El ser humano es sujeto de derechos y deberes, de ahí que todos los bienes de la tierra deban ordenarse en función de la persona, centro y cima de todos los bienes de la tierra.


37. La dignidad de la persona no se concretaría sin este otro principio: el destino universal de los bienes formulado por el Concilio Vaticano II de esta manera tan clara y precisa: “Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad” (GS 69). Este principio, para que sea efectivo, tiene que ser acompañado por la dimensión solidaria y fraterna de todas las personas y de todos los pueblos.


38. Juan Pablo II nos recuerda: “La Iglesia proclama y no cesa de trabajar por descubrir el valor del trabajo humano, y denuncia el fenómeno del paro, como resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano” (LE 8) Y más tarde dice: “Ante la realidad actual, en cuya estructura se encuentran profundamente insertos tantos conflictos, causados por el hombre, …se debe ante todo recordar un principio enseñado siempre por la Iglesia. Es el principio de la prioridad del trabajo sobre el capital… Este principio es una verdad evidente, que se deduce de toda la experiencia histórica del hombre” (LE 12). En cuanto a las relaciones económicas, resulta perverso e inmoral la explotación del trabajador en beneficio del capital. La falta de trabajo puede convertirse en una verdadera calamidad social, siendo particularmente dolorosa en lo que respecta a los jóvenes. La obligación de prestar subsidio a favor de los desocupados es una obligación que brota del principio fundamental de orden moral en este campo del derecho a la vida y a la subsistencia (LE 18). Si la Iglesia de Cádiz y Ceuta es solidaria con los parados, dejará entrever el reinado de Dios.



3.- ¿Qué tenemos que hacer, hermanos? (Hechos 2,37).

39. Cuando aquellos hombres y mujeres escucharon a Pedro su discurso sobre Jesús muerto y resucitado, quedaron tocados en el fondo de sus corazones y, fue entonces, cuando preguntaron qué debían hacer. Es cierto que, cuando nos llega la Palabra al fondo del corazón, nos formulamos la pregunta sobre lo que hay que hacer para ser consecuentes con esa experiencia personal de Dios.


40. Una vez que el clamor de las personas que sufren las consecuencias de la situación de crisis económica ha llegado hasta nosotros y que Dios nos ha revelado a través de su Palabra y de la Enseñanza de la Iglesia que todo esto es un signo nuevo de los tiempos, considero que somos interpelados por la pregunta de qué debemos hacer.


41. Somos conscientes de que la solución de la crisis económica y de paro en la que nos encontramos insertos, supera nuestras posibilidades. Pero estamos convencidos de que podemos hacer mucho más de lo que estamos haciendo.


42. Es verdad que las pequeñas cosas no cambian las estructuras, pero pueden cambiar a los hombres, que son los que deben cambiar las estructuras. Muchos nos hacemos a veces la pregunta: “¿Qué debe ser primero la reforma personal o la social?” La respuesta debe ir encaminada para acometer simultáneamente las dos. Se dice, con acierto, que si las estructuras no cambian, no podrán ser justas las personas. Si las personas no se convierten, no podrán cambiar las estructuras.


43. Teniendo en cuenta la situación descrita, os ofrezco algunas propuestas que pueden responder a la pregunta de qué podemos hacer:

● 1º Revisar nuestra vida personal en esta Cuaresma sobre nuestros descontroles: egoísmo, avaricia, codicia, deseos de aparentar, deseos de poseer cosas y la falta de vida sobria y sencilla. Esto lo podemos hacer personalmente o dentro de nuestros grupos de formación.

● 2º Conocer y saber lo que es pasar por la situación económica y de paro en las familias sin trabajo, jóvenes sin empleo ni esperanza, barrios marginados que carecen de casi todo lo necesario, promoviendo una adecuada toma de conciencia por parte de la comunidad cristiana que nos lleve a una actitud de solidaridad cristiana.

● 3º Atender, de manera especial, a las familias emigrantes. Y, para todos, crear unos espacios de atención y seguimiento para que entre todos se puedan encontrar soluciones conjuntas. Os propongo, con todo cariño, y sé que se hace, intensificar el acompañamiento de las personas y las de familias que vengan en busca de nuestra ayuda.

● 4º Recortar, por parte de los empresarios cristianos y de buena voluntad, las ganancias económicas en favor de mantener los puestos de trabajo, evitando los despidos. Es el momento de una justa negociación.

● 5º Entregar, empezando por mí, los sacerdotes, religiosos, religiosas y todos los cristianos de la diócesis, el 10% (el diezmo) de nuestro salario a Caritas Diocesana para los afectados por la crisis. Al menos podría hacerse esta acción durante toda la Cuaresma como limosna penitencial. Consumir menos para que otros puedan consumir.

● 6º Pongamos atención a las informaciones y propuestas que durante todo este tiempo de la crisis nos haga Caritas Diocesana que será la que distribuya entre las caritas parroquiales más necesitadas lo que generosamente vayamos entregando. Caritas nos indicará la forma más efectiva de hacerlo. Es fundamental la coordinación. Así aparece en el Plan Diocesano de Pastoral de este curso, como una tarea comunitaria de la mesa de los bienes.

● 7º Pero no basta con las acciones personales, también debemos tomar conciencia de esta situación Cuaresma 2009 en nuestras instituciones diocesanas. Por esto pido a las parroquias, a las hermandades y cofradías, a las delegaciones y secretariados, a las comunidades neocatecumenales y carismáticas, a los movimientos y asociaciones que, de sus propios ingresos, hagan también un signo visible de solidaridad y sobriedad. La Conferencia Episcopal Española ha distribuido entre las Caritas Diocesanas la cantidad de 2 millones de euros.

● 8º Concienciar, por parte de los párrocos y catequistas, a los que celebren algunos de los Sacramentos para que sean sobrios tanto en el momento de la celebración litúrgica como en la fiesta que, con tal motivo, se suele realizar.

● 9º Volver a releer en los grupos algunos textos de la Doctrina Social de la Iglesia para replantearnos los valores cristianos que siempre, pero ahora más, deberíamos tener presentes.

● 10º Hacer oraciones en la Eucaristía, en las celebraciones litúrgicas y en la catequesis de los niños, para que Dios inspire a los gobernantes y ayude a todos los hombres y mujeres a encontrar las justas soluciones al problema de la crisis económica y social.





TERCERA PARTE
“ALGO NUEVO ESTÁ BROTANDO YA¿NO LO NOTÁIS?” (Is 43,19)



1.- ¿Hay una nueva alternativa?

44. Juan Pablo II invitaba a la búsqueda de un “sistema justo” que eliminara “en su raíz” la antinomia entre el trabajo y el capital (cf. LE 13). ¿Cómo sería este nuevo sistema necesario para la hora presente? Aunque no corresponde esta tarea a la Iglesia, sino a los especialistas de la ciencia económica, sí se pide que se trate de buscar un sistema más justo donde aparezca una concepción nueva del ser humano, el hombre solidario y comprometido cuyo motor sea el amor y la misericordia; un ser humano luchador para conseguir una tierra nueva donde haya un nuevo orden económico, ecológico, político y social.



2.-¿Hay motivos para la esperanza?

45. “Esperar contra toda esperanza”, dice San Pablo dirigiéndose a los cristianos romanos (4,18). Como Abrahán esperó, a pesar de la esterilidad de Sara, nosotros tenemos que esperar a pesar de las dificultades de la situación.


46. En esta Cuaresma de 2009 os invito a descubrir de nuevo “cual es la esperanza a la que habéis sido llamados” (Ef 1,18-19). Aunque la situación y la extensión del paro pueda generar desesperanza, los cristianos tenemos la responsabilidad moral de ser germen de esperanza en la sociedad: “Nuestra esperanza debe ser sostenida, más que por la confianza que nos merece la ciencia económica y las nuevas tecnologías, por la fe en el hombre y en Dios. La esperanza de los cristianos nace, en primer lugar, de saber que el Señor está siempre obrando en nosotros y en el mundo, y, en segundo lugar, que también otros hombres colaboran en acciones convergentes de justicia y de paz, porque bajo cualquier aparente indiferencia, existe, en el corazón de cada hombre, una voluntad fraterna y una sed de justicia y de paz que es necesario satisfacer” (OA 48).


47. Por todo ello, debemos seguir predicando la esperanza cristiana, no como evasión de la realidad concreta y de sus problemas reales, sino como un principio de vida, de ilusión y de optimismo. Por otra parte debemos ser testimonio de la esperanza cristiana que se niega al fatalismo de dejar al mundo en su mal, debemos resistir al mal con el bien que lucha por superar la división entre ricos y pobres, entre poderosos y débiles. Debemos ser testimonio de apoyo a iniciativas y organizaciones de hombres de buena voluntad que intentan un mundo unido y fraterno. Debemos ser testimonio siendo profetas que urgen las necesarias reformas políticas, económicas y sociales para que la justicia alcance a todos los hombres y mujeres del mundo.


48. Estamos aún a tiempo de iluminar la sociedad actual de humanismo y racionalidad. A pesar de tanto dolor y sufrimiento de las personas y de las familias por causa de la crisis, no podemos renunciar a la esperanza. Podemos renovar, con nuestras actitudes, con nuestro testimonio y con la ayuda de Dios, una escala de valores donde predomine la responsabilidad y la solidaridad. Con nuestras actitudes cristianas estaremos alimentando la esperanza de un mundo mejor. Sabemos que Dios inspirará nuevos caminos y todos estamos convencidos de que el hombre es capaz de cambio y de más racionalidad.





CUARTA PARTE
A MODO DE CONCLUSIÓN



1.- Situación, esperanza y responsabilidad.

49. La situación que hemos descrito y contemplado nos deja muy claro que estamos en unos momentos de gracia y que es la hora y asunto de Dios.


50. Los cristianos vemos en esta nueva situación una referencia al fundamento de nuestra esperanza: Dios el Padre de todos los hombres. La espera de la llegada definitiva y gloriosa del Reino de Dios no podrá ser excusa para desentendernos de los hombres en su situación concreta en su vida social, nacional e internacional, más aún, nuestro compromiso con Dios nos exige el compromiso con los hombres.


51. Asumir la propia responsabilidad en la marcha del mundo es preguntarse sinceramente: ¿qué puedo hacer yo, según mis capacidades y mi propia vocación? Esa responsabilidad se ha de concretar, de forma real y práctica, en obras de justicia y de amor por pequeñas que parezcan. Siempre será, al menos, signo y testimonio.



2.- María, Nuestra Señora de los Dolores

52. La Virgen María subió a Jerusalén, silenciosa y anónimamente seguía a Jesús, acompañada de un grupo de mujeres. La tradición nos dice que lo encontró en la calle de la Amargura, cuando Jesús, bajo el peso de la cruz, caminaba hacia el Calvario. Ciertamente estaba allí, junto a la Cruz del Señor y, desde allí, el Señor nos la entregó como Madre. Ella participó de manera singular y excepcional del misterio de la muerte y resurrección del Hijo.


53. Que en nuestra subida a Jerusalén en la Cuaresma del presente año, Ella, modelo de familia trabajadora, esté con nosotros en esta situación de crisis económica y social que padecemos e interceda por nuestras familias. Ella, que sufrió en su carne tanta injusticia, nos conduzca por el camino de la esperanza.


54. Que el mismo Espíritu que condujo a Jesús al desierto aliente y fecunde nuestras intenciones y proyectos en sintonía con los deseos y esperanzas de nuestros hermanos y hermanas que sufren las consecuencias de esta crisis económica.




Reza por vosotros, os quiere y bendice.


+ Antonio, Obispo de Cádiz y Ceuta




Cádiz, 25 de Febrero,
Miércoles de ceniza, de 2009.





ANEXO


Para la reflexión personal y el trabajo en los grupos.

1.- Se inicia el encuentro con la invocación al Espíritu Santo.


2.- A continuación se hace una lectura reposada del documento.


3.- ¿Qué parte o párrafos del documento me han impactado e interpelado más? ¿Por qué?


4.- ¿Cómo está afectando la crisis en la comunidad parroquial o en el grupo donde planteo y vivo la fe? ¿Qué datos tengo?


5.- ¿Qué puedo hacer de las ofertas que plantea el documento en el número 43?


6.- Se concluye rezando todos juntos la oración diocesana para el Jubileo Paulino:





ORACIÓN AL APÓSTOL PABLO


Apóstol Pablo,
apasionado de Cristo y de su evangelio.
Intercede por nosotros los cristianos.


Que podamos decir contigo:

“Para mí la vida es Cristo”


Ayúdanos a convertirnos en apóstoles de Jesús,
en un mundo necesitado de Dios y de humanidad.
Que no nos cansemos de luchar en

el noble combate de la vida cristiana.
Que construyamos comunidades eclesiales auténticas
vivificadas por el Espíritu de Jesús.


Alabamos junto contigo a Dios, nuestro Padre.
A él la gloria y a Jesucristo, el Señor,
por los siglos de los siglos. Amén


jueves, 26 de febrero de 2009

CUARESMA: «BUSCA LO AUTÉNTICO»


Autor: Roberto Sayalero Sanz, agustino recoleto.
Chiclana de la Frontera (Cádiz, España)
Fuente: "Entra y verás"


Comenzamos hoy la travesía de la Cuaresma. Un momento privilegiado para encontrarnos con Dios y con nosotros mismos. No hemos de vivir estos días como una lista de prácticas pseudo ascéticas sino como un tiempo de gracia para poder mejorar.


El trabajo de los restauradores consiste en buscar con todo su empeño el aspecto primigenio de la obra en cuestión. Bisturí en mano poco a poco van levantando las distintas capas hasta que se topan con la original. Sobran los añadidos. Interesa buscar lo auténtico para dar a la pieza su aspecto original.


De igual manera sucede en este tiempo de cuaresma. Hacemos un alto en el camino de nuestro seguimiento de Jesús para mirar cómo vamos, en qué cosas nos estamos apartando de lo que es ser cristianos. Tenemos por delante cuarenta días para intentar corregir esas posibles deficiencias y renovar nuestro bautismo la noche del sábado santo. Cuarenta días para buscar lo auténtico en nosotros.


Se dice y se escribe tanto sobre la Cuaresma. Se aguza tanto la observancia que en muchos casos en vez de un tiempo de repensar, de sosiego, se convierte en una lista de prácticas externas, muchas de ellas fruto de la teología más rancia, más trasnochada, y más dañina para una espiritualidad sana y honesta, que conduce no se sabe muy bien a qué, o mejor dicho con el único fin de aplacar la ira de un Dios cascarrabias e iracundo.


Cuaresma es tiempo de conversión para acercarnos a un modo de vivir más comprometido; tiempo de ayuno para mirar alrededor de una manera más amplia; tiempo de dar a manos llenas y sin esperar nada a cambio, de actuar voluntariamente, de descubrir que el amor es lo único que no puede pagarse y lo hemos recibido de Dios gratuitamente; tiempo de oración, de silencio que nos ayude a encontrar a Dios, a escuchar y rumiar su Palabra y, por tanto, a encontrarnos con nosotros mismos...


Desde este punto de vista no acabo de comprender por qué tiene que ser un tiempo de caras largas y de persianas bajadas, como si la seriedad y la sobriedad fuesen sinónimos de tristeza. Curiosamente el evangelio nos anima a lo contrario: «Cuando ayunéis no andéis cabizbajos, perfumaos…» Intentar mejorar por propio convencimiento es un reto que exige renuncias, efectivamente, pero el punto de mira está puesto en conseguir un objetivo que a buen seguro va a hacernos más felices de lo que hasta ahora somos.


En estos días de Cuaresma hablamos mucho de sacrificios, de renuncias, ayunos y penitencias. No tanto de oración y de limosna. Por si todavía queda algún despistado, habrá que recordar que el espíritu de sacrificio no es la inmolación gratuita, ni la renuncia masoca, ni el amargarse, por parecer más virtuoso ante Dios o ante la panda de cotillas interesados en la vida del prójimo. Hay quien piensa que ayunamos para sufrir, que hay que meterse un garbanzo en el zapato para vencer no se cuantas cosas malas. Así, sin más, como si fuéramos masoquistas religiosos o seres del planeta de los papanatas espirituales. Como si tuviéramos que pasar incomodidad, malestar o dolor para tener a Dios contento. Dejemos de vivir la cuaresma como borregos, creyendo que ya la vivimos porque hemos metido el jamón en el baúl y sólo comemos langostinos. La Cuaresma implica poner en marcha el costoso ejercicio de relativizar nuestras prioridades, para ver dónde está lo necesario y eso es más complicado que quedarnos en la condena del embutido. Ayunamos para crecer. Ayunamos para recordarnos a nosotros mismos que las cosas no son el fin, sino el medio. Ayunamos como una forma de mirar alrededor, y recordar que la realidad es mucho más amplia que nuestra propia situación. Ayunar no es "dejar de comer", no es hacer dieta, es aceptar de manera consciente que no somos el centro del mundo.


Ojalá nos impliquemos a fondo por algo o alguien que nos importe. De este modo habremos aprovechado el tiempo y la Cuaresma nos habrá servido para algo más que guardar la línea y creer que tenemos a Dios en el bolsillo. Cuarenta días en los que restaurar nuestro espíritu, en los que buscar lo auténtico dejándonos de monsergas e infantilismos y poder renovar nuestro bautismo siendo mucho más auténticos y, sobre todo, estando más satisfechos y contentos con nosotros mismos porque hemos intentado mejorar, aunque sólo sea un poquito, y nos hemos acercado más a lo que Dios nos pide.


Roberto Sayalero Sanz, agustino recoleto.
Chiclana de la Frontera (Cádiz, España)

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