TIEMPO ORDINARIO (Ciclo A)
33ª Semana del T.O.
Lunes, 16 de noviembre de 2020.
Del Evangelio de san Lucas 18,35-43
Había un ciego sentado
al borde del camino
pidiendo limosna.
Al oír que
pasaba gente,
le explicaron:
—«Pasa Jesús Nazareno».
Entonces gritó:
—«¡Jesús, hijo de David,
ten compasión de mí!».
Los que iban delante
le regañaban para
que se callara,
pero él gritaba
más fuerte:
—«¡Hijo de David,
ten compasión
de mí!».
Jesús le preguntó:
—«¿Qué quieres
que haga por ti?».
El dijo:
—«Señor,
que vea
otra vez».
Jesús le contestó:
—«Recobra la vista,
tu fe te ha curado».
En seguida recobró la vista
y lo siguió glorificando a Dios.
COMENTARIO
En el bautismo
pedimos la fe.
Fe es la visión
de las cosas
sobrenaturales
y visión sobrenatural
de las cosas naturales.
Pero la fe es ante todo
la aceptación de Jesús
como enviado del Padre
y redentor del mundo.
Y como la visión
que da la fe
es siempre
imperfecta,
la oración de la fe
encuentra
su formulación
en la oración
de este ciego:
"Señor, que vea
y cada vez con
más claridad
hasta el momento
de la visión directa,
cara a cara,
de Dios como Él es".
Vivimos en
permanente peligro
de hacernos ciegos
ante los verdaderos valores.
¡Señor, que vea!
Es una buena oración.
Ver a Jesús y a través de Él
la esencia de la creación
destinada a glorificar a Dios.
¡Señor, que vea!
OREMOS
«Señor que pasas
por mis caminos
ten compasión de mí.
Dirígeme también tu palabra
¿qué quieres que haga por ti?
Señor que vea otra vez.
Que vea la verdad de mi vida,
que vea que Dios es mi Padre,
que vea que Él es
misericordioso y compasivo,
que vea que me estás
salvando Señor.
Que vea en el prójimo
a un hermano
que vea con ojos de fe
el sentido de mi vida.
Necesito ver más allá
de las cosas materiales;
necesito verte a Tí Señor
concédeme ojos de fe;
corazón creyente,
luz en el alma.
Señor que vea.
Que después de ver
le siga a Cristo por
el camino de la vida
glorificando a Dios.
Señor que vea».
Capítulo primero:
LAS SOMBRAS DE
UN MUNDO CERRADO
Las
pandemias y otros
flagelos de la historia
34. Si todo está
conectado,
es difícil pensar que
este desastre mundial
no tenga relación
con nuestro modo
de enfrentar la realidad,
pretendiendo ser
señores absolutos
de la propia vida
y de todo
lo que existe.
No quiero decir
que se trata
de una suerte
de castigo divino.
Tampoco bastaría afirmar
que el daño causado
a la naturaleza
termina cobrándose
nuestros atropellos.
Es la realidad misma
que gime y se rebela.
Viene a la mente
el célebre verso
del poeta Virgilio
que evoca
las lágrimas
de las cosas
o de la historia[33].
TWITTER DEL PAPA FRANCISCO:
«La
bendición del Señor
desciende sobre nosotros
y la oración logra su propósito
cuando va acompañada
del servicio a los pobres.
#DíaMundialdelosPobres».
https://twitter.com/Pontifex_es
REZA: Ante esta pandemia del corona-virus:
reflexiona, ora, reza, se solidario, respetuoso y
RESPONSABLE con la salud propia y la
de los demás.
¡ACOGE, ABRAZA, CUIDA, ACOMPAÑA…!
LA VIDA DEL MUNDO OBRERO Y DE LOS POBRES,
CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.
ORAR CON LA
IGLESIA: lunes, 16 noviembre 2020
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