“Ahí tienes a tu madre”.
TIEMPO
ORDINARIO (Ciclo A)
Santa María, Madre de la Iglesia.
9ª Semana del T.O.
Lunes
01 de junio de 2020.
Del Evangelio de san Juan 19,25-27
En aquel tiempo,
junto a la cruz de Jesús
estaban su madre,
la hermana de su madre,
María, la de Cleofás,
y María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su
madre
y cerca al discípulo
que tanto quería,
dijo a su madre:
—«Mujer, ahí
tienes a tu hijo».
Luego, dijo
al discípulo:
—«Ahí tienes
a tu madre».
Y desde aquella
hora,
el discípulo la recibió
en su casa.
COMENTARIO
María asistió
a la crucifixión
de su Hijo.
Los Evangelios
sólo dicen que María
estaba junto a la cruz,
y que estaba de pie.
María estaba
sufriendo junto
a su Hijo.
No se sabe qué es peor,
si, sufrir uno mismo
o ver sufrir a alguien
a quien se ama más
que a uno mismo.
No hay duda que
sufren
intensamente los dos.
María sufrió en su
corazón
lo que Jesús padeció
en su crucifixión.
El dolor no te lo
envía Dios
porque seas malo.
No es un castigo de
Dios.
Es más bien un
misterio
que hay que
adorar y aceptar,
y que, aquí en la tierra,
nunca llegaremos
a comprender.
OREMOS
V./ Señor abre mis labios.
R./ Y mi boca proclamará tu alabanza.
«Dios te salve María,
mujer de fe,
guíame por
los caminos
del mundo,
enséñame a
vivir y transmitir
el amor de Cristo.
Enséñame a
permanecer
contigo junto
a las innumerables cruces
en las que tu Hijo
todavía está crucificado.
Que contigo aprenda
a formarme
desde el interior,
en lo profundo
del silencio
y la oración,
en la alegría
del amor fraterno,
en la fecundidad
insustituible
de la cruz.
Virgen María enséñame
a permanecer contigo
junto a la cruz de Cristo».
V./ Bendigamos al Señor.
R./ Demos gracias a Dios.
«PROPÓSITO»
“Amar a la Madre de la Iglesia
la Bienaventurada Virgen María,
con un gesto hacia algunos
de sus hijos con más necesidad”.
Ver todos los días:
«Queridos
hermanos sacerdotes,
quiero compartir fraternalmente
con ustedes todas las cosas
que pensé y sentí durante
este tiempo de pandemia,
para ayudarnos en el camino
de la alabanza al Señor y del
servicio a los hermanos.
La
fe nos permite una realista
y creativa imaginación capaz de
abandonar la lógica de la repetición,
sustitución o conservación;
nos invita a instaurar
un tiempo siempre nuevo:
el tiempo del Señor.
Necesitamos
que el Espíritu Santo
nos dé ojos nuevos,
abra nuestra mente
y nuestro corazón
para enfrentar
este momento y el futuro
con la lección aprendida:
somos una sola humanidad.
Nadie se salva solo.
Nadie.
De
las grandes pruebas
de la humanidad,
y entre ellas
de la #pandemia,
se sale o mejores o peores.
No se sale iguales.
Y es por eso que hoy
nos abrimos al Espíritu Santo,
para que sea Él quien
nos cambie el corazón
y nos ayude a salir mejores.
Espíritu
Santo,
memoria de Dios,
reaviva en nosotros
el recuerdo del don recibido.
Líbranos de la parálisis del egoísmo
y enciende en nosotros
el deseo de servir,
de hacer el bien.
#Pentecostés
¡Ven,
Espíritu Santo!
Tú que eres armonía,
haznos constructores de unidad;
Tú que siempre te das,
concédenos la valentía
de salir de nosotros mismos,
de amarnos y ayudarnos,
para llegar a ser
una sola familia.
Amén.
Miremos
a la Iglesia
como la mira el Espíritu Santo,
no como la mira el mundo.
El mundo nos ve
de derechas y de izquierdas;
el Espíritu nos ve
del Padre y de Jesús.
El mundo ve
conservadores
y progresistas;
el Espíritu ve
hijos de Dios».
https://twitter.com/Pontifex_es
REZA: Ante esta pandemia del corona-virus:
reflexiona, ora, reza, se solidario, respetuoso y
RESPONSABLE con la salud propia y la
de los demás.
¡ACOGE, ABRAZA, CUIDA, ACOMPAÑA…!
LA VIDA DEL MUNDO OBRERO
CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.
ORAR CON LA IGLESIA, lunes 01 junio
2020
Para oraciones anteriores, PULSAR «AQUÍ»
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