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martes, 12 de diciembre de 2023

«TEOLOGÍA Y TRABAJO EN LA IGLESIA»1,
por José Manuel Carrascosa Freire.




«Teología y trabajo en la Iglesia»1.



“Lo anunciaba ya el Padre griego, S. Clemente de Alejandría, cuando en su famosa Homilía ¿quién es el rico que se salva?2. Ante la diatriba de las riquezas y la caridad con el prójimo, manifiesta:

«No deben consiguientemente, rechazar las riquezas que pueden ser de provecho a nuestro prójimo».


Se llaman efectivamente posesiones porque se poseen, y bienes o utilidades porque con ellas puede hacerse el bien y para utilidad de los hombres han sido ordenadas por Dios. Son cosas que están ahí y se destinan, como patria o instrumento, para uso bueno en manos de quien saben lo que es un instrumento. Si el instrumento se usa cómo arte, es beneficioso; si el que lo maneja carece de arte, la torpeza pasa al instrumento, si bien éste no tiene culpa alguna. Instrumento así es también la riqueza. Si se usa justamente, se pone al servicio de la justicia. Si se hace uso injusto, se le pone al servicio de la injusticia. Por su naturaleza está destinada a servir, no a mandar. No hay, pues, que acusarle de lo que de suyo no tiene, al no ser buena ni mala. La riqueza no tiene la culpa. A quien hay que acusar es la que tiene facultad de hacer bien o mal de ella, por la elección que hace; y esto compete a la mente y juicio del hombre, que es en sí mismo libre y puede, a su arbitrio, manejar lo que se le da para su uso. De suerte que lo que hay que destruir no son las riquezas, sino las desordenadas pasiones del alma que no permiten hacer mejor uso de ellas. De este modo, convertido el hombre en bueno y noble puede hacer de las riquezas uso bueno y generoso”.


En nuestro tiempo, lo ha refrendado con sus palabras y su Vida Guillermo Rovirosa,3 al señala que:

«La Pobreza, como virtud evangélica no es a la mera situación de menesterosidad en que muchos nacen o a la que por culpa de las circunstancias que sea que le viene a parar. Ni es la virtud humana de la austeridad o sobriedad, que tanto cuidaron los estoicos y los cínicos buscando con ella la libertad del espíritu. Es la imitación de Cristo en cuanto al uso de los bienes materiales, uno de cuyos aspectos esenciales es la fácil comunión o comunicación de ellos viene do a Cristo en todos los necesitados. Es un desprendimiento, viendo a Cristo, lo que necesariamente implica comunión y no un mero uso».


1. Teología y trabajo en la Iglesia. Álvaro Sánchez Bravo. Doctor en derecho.
2. Extracto de Teodoto –Écoglas profética. Fragmentos editorial Ciudad Nueva Madrid 2011.
3. Rovirosa, Guillermo. Mística de la HOAC, Pobreza, Humildad y Sacrificio.



José Manuel Carrascosa Freire, presidente diocesano de la HOAC (de 2014 a 2019), Representante de la HOAC en el Secretariado diocesano de Pastoral Obrera y Coordinador del Sector 2: «Paro, pobreza marginación y exclusión social generadas por el mercado de trabajo».


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