«CAMINAR EN LA LUZ».

“Él fue, se lavó, y
volvió con vista”.

TIEMPO DE CUARESMA

4º^. Domingo de Cuaresma (Ciclo A)

22 de marzo de 2020.

¿Cómo es la luz que
nos ofrece Jesús?

Podemos
reconocerla
porque es
una luz
humilde.

No es una luz
que se impone,
es humilde.

Es una luz apacible,
con la fuerza de
la mansedumbre;
es una luz que
habla al corazón
y es también una luz
que ofrece la Cruz.

Pidamos al Señor
que nos dé hoy
la gracia de su luz
y nos enseñe
a distinguir
cuándo la luz
es su luz.

(Papa Francisco, Meditación
3 septiembre 2013)

Del Evangelio de san Juan 9,1-41

Jesús vio a un hombre
ciego de nacimiento.

Escupió en tierra,
hizo barro con la saliva,
se lo untó en los ojos
al ciego y le dijo:

—«Ve a lavarte
a la piscina de Siloé».

Él fue, se lavó,
y volvió
con vista.

Los fariseos
comentaban:

—«Este hombre
no viene de Dios,
porque no guarda
el sábado».

Y volvieron
a preguntarle
al ciego:

—«Y tú,
¿qué dices
del que te ha
abierto
los ojos?».

Él contestó:

—«Que es
un profeta».

Oyó Jesús
que lo habían
expulsado,
lo encontró
y le dijo:

—«¿Crees tú
en el Hijo del
hombre?».

Él contestó:

—«¿Y quién es,
Señor, para que
crea en Él?».

Jesús
le dijo:

—«Lo estás
viendo:
el que te está
hablando,
ése es».

Él dijo:

—«Creo,
Señor».

Y se postró
ante Él.

COMENTARIOS

«EL SIGNO DE LA LUZ»

El domingo pasado,
el evangelio presentaba
el signo del agua,
el presente domingo
el signo de la luz.

El cristiano desde el bautismo es luz
que debe iluminar las tinieblas,
por haber recibido la luz de la fe.

El profeta no debe dejarse llevar
por las apariencias humanas
sino por la inspiración divina.

Dios ilumina al profeta
para que unja a la persona
escogida por Dios.

David es ungido y
descubre su misión
(1 Lect.).

El que cree y confía en
la palabra de Jesús
se le abren los ojos.

Es el caso del ciego (Ev.).

La luz pone
al descubierto
las cosas.

La luz ilumina la vida
y realiza las obras que
agradan a Dios (2 Lect.).

2º COMENTARIO:

Cristo Jesús
se nos ofrece
como luz.

Nosotros no siempre
caminamos iluminados
por su resplandor,
sino que recaemos
en la oscuridad
del pecado.

El Señor, que es
luz para los hombres,
también ofrece la fe,
que es la luz para el alma.

El proceso de curación del ciego
nos ofrece el ejemplo
del proceso de “conversión”
que hemos de ir realizando
y que consiste en:

-querer ver,
tener deseo de la luz,
no estar a gusto
en la ceguera;
dejarse iluminar.

-encontrarse con Cristo;
porque todo proceso
de conversión
culmina en Cristo;
la fe es adhesión a Él.

OREMOS

V./ Señor abre mis labios.

R./ Y mi boca proclamará tu alabanza.

«Lávame los ojos Señor,
para que recobre la vista,
para que vea la luz.

Quiero verte Señor,
contemplar tu rostro.

Dame tu luz para caminar
por sendas de esperanza.

Dame tu luz para
purificar mi pecado,
para hacer de mi vida
un encuentro de amor
entregando a todos.

Tú que eres la luz del mundo
ilumínanos Señor para qué
viendo la injusticia trabajemos
por hacer un mundo más justo.

Haz que con tu luz
descubramos que Tú
eres el Mesías
el hijo de Dios,
el Salvador.

Haz que con tu luz
descubramos que Tú
eres el Mesías
el hijo de Dios,
el Salvador».

V./ Bendigamos al Señor.
R./ Demos gracias a Dios.

«PROPÓSITO»

“Me propongo
un plan y un compromiso
que concrete lo que voy a hacer,
para que mi Proyecto de Vida
esté constantemente iluminado
por la manera de ver de Dios,
para mirar y ver como
Él mira y ve la vida.”.

http://es.catholic.net/

Ver todos los días:

«Hoy rezamos por las familias
que no pueden salir de casa,
para que sepan encontrar
el modo de comunicar bien
y vencer juntos
las angustias de este tiempo.

#OremosJuntos
por la paz y la creatividad
en las familias de hoy,
en esta crisis».

https://twitter.com/Pontifex_es

REZA: Ante esta pandemia del corona-virus:
reflexiona, ora, reza, se solidario, respetuoso y
RESPONSABLE con la salud propia y la de los demás.

http://www.rezandovoy.org/

http://www.verbodivino.es/videos

¡Aquí nos tiene Padre!
Para ACOGER, ABRAZAR,
CUIDAR Y ACOMPAÑAR
LA VIDA DEL MUNDO OBRERO
CON MISERICORDIA Y COMPASIÓN.

¡Cuenta siempre con nosotros!

ORAR CON LA IGLESIA, domingo 22 marzo 2020