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32º Domingo del Tiempo Ordinario C
• 6 noviembre 2022
Queridos hermanos y hermanas:
A Dios lo encontramos
donde hay vida.
Donde late el deseo
de la vida plena,
humana y digna;
donde se lucha
y se trabaja
por esa
vida humana
posible cada día.
Lo encontramos
donde nos abrimos
a su amor y
a su presencia.
Lo encontramos también
donde es necesario
enfrentar
los signos de muerte
que amenazan la vida.
Donde esa
dignidad sagrada
de cada persona
es negada,
herida,
maltratada.
Lo encontramos donde
la vida se da por amor
para que otros
puedan vivir,
donde se trabaja
para que las instituciones
estén al servicio de la vida
de las personas.
Lo encontramos donde
con generosidad y gratuidad
hacemos de nuestra existencia
un don para los demás.
¡Hasta mañana en el altar!
Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y
Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.
Del evangelio según
san Lucas 20,27-38.
«No es Dios de muertos,
sino de vivos».
No es posible creer en la resurrección
sin un compromiso constante y vital
por la vida digna de cada ser humano,
por la vida cuidada de la creación.
¿Qué
necesito para vivir
como creyente
en la Resurrección?
¿Qué he de cambiar para ello
en mis actitudes y prácticas?
¿Qué he de pedir al Señor?
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32ª Semana del Tiempo Ordinario (Ciclo ‘C’)
Del 06 al 12 de noviembre de 2022.
Hoy, la liturgia de la Palabra está orientada hacia lo referente
al fin de los tiempos y a la resurrección de los muertos y la vida eterna. Dios nos ha regalado una gran esperanza, que
no es otra que la salvación eterna (2ª lect.).
Esa esperanza es la que nos ayuda a caminar en medio de las dificultades
de la vida: saber que un día veremos a Dios: «Al despertar me saciaré de tu
semblante, Señor» (sal. resp.). En el
Ev. Jesús proclama claramente la resurrección de los muertos y afirma que Dios
no es un Dios de muertos sino de vivos. De ello es un ejemplo lo que nos cuenta la 1
lect. de hoy. Los hermanos Macabeos
soportaron con fortaleza su martirio en esa esperanza: «Vale la pena morir a
manos de los hombres, cuando se tiene la esperanza de que Dios mismo nos
resucitará».
- 2º Macabeos 7,1-2.9-14: El rey del universo nos resucitará para una vida eterna.
- Salmo 16: R/. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Del Evangelio de san
Lucas 20,27-38.
“No es Dios de muertos, sino de vivos”.
Unos saduceos, que niegan la resurrección, le dijeron a Jesús: -"Había siete hermanos, el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con la misma mujer, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella". Jesús les contestó: -"Los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección no se casarán. Pues participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica, cuando llama al Señor ‘Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob’. No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos".
COMENTARIO
Hemos de comprender del Evangelio de hoy: Que no podemos aplicar a la vida definitiva y plena nuestros parámetros de aquí abajo. Hemos de comprender del Evangelio que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Y esto lo constata nuestra experiencia. Si Dios es amor, tiene que ser, necesariamente, vida. Porque el amor tiende a engendrar "vida". Por eso, vida es la creación. Es vida la Providencia, que cuida de animales y hombres-mujeres. Es vida la Encarnación: Acudían a Jesús como "fuente de vida", física o espiritual. Y vida fue, paradójicamente, su misma "muerte". Jesús vino "para darnos vida, y vida en abundancia". Por eso, proclamó: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en Mí, aunque haya muerto, vivirá".
ORACIÓN
¡Yo te alabo, mi Dios, Señor y dador de vida!. Creo en el don de una vida llena de sentido para todas las personas a las que Él ama tanto y en el futuro nuestro y de este mundo en Dios. ¡Yo te alabo, mi Dios, Señor y dador de vida!. Creó que me espera algo insospechado, la plenitud de vida; porque creo que Dios supera todos mis sueños, creo que su Espíritu da nueva vida; la vida de Dios. ¡Yo te alabo, mi Dios, Señor y dador de vida!. Creo en la resurrección de los muertos y en la vida nueva que Dios nos da en su seno. ¡Yo te alabo, mi Dios, Señor y dador de vida! ¡Yo te alabo, mi Dios, Señor y dador de vida!.
Del Evangelio de san
Lucas 17,1-6.
“Si siete veces en un día vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás”.
Jesús dijo: -“Es inevitable que sucedan escándalos; pero !ay del que los provoca!. Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día y siete veces vuelve a decirte: ‘Lo siento’, lo perdonarás". Los apóstoles le pidieron al Señor: -“Auméntanos la fe”. El Señor contestó: -“Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: Arráncate de raíz y plántate en el mar, y os obedecería”.
COMENTARIO
La corrección fraterna, tiene que conjugarse con saber perdonar y con tener un corazón generoso. A todos nos cuesta perdonar. Se nos da mucho mejor lo de juzgar, condenar y echar en cara. Jesús nos dice que tenemos que saber perdonar siempre. Para cumplir todo esto, desde luego, tendremos que decirle al Señor, como los apóstoles: “Auméntanos la fe”. Con la fuerza de la fe evitaremos el escándalo, perdonaremos al hermano. Será algo tan sorprendente, al menos, como lo de la morera trasplantada al mar.
ORACIÓN
Señor Jesús: Haz que tenga cuidado del débil en la fe, que tenga cuidado para que mi vida no sea una trampa para los más pequeños, porque ven que digo una cosa y hago otra. Pero me doy cuenta Señor que mi fe es escasa; aumente mi fe, para que perdone sin límites para que sea constructor de un mundo mejor, donde reinen la verdad, la justicia y el amor, donde se venza el mal con el bien, un mundo construido según tu voluntad. Señor, aumenta mi fe.
Del Evangelio de san Lucas 17,7-10.
“Somos unos
pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”.
Dijo el Señor: -"Suponed que
un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo,
¿quién de vosotros le dice: ‘En seguida, ven y ponte a la mesa’?. ¿No le diréis: ‘Prepárame de cenar, cíñete y
sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú’?. ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque
ha hecho lo mandado?. Lo mismo vosotros:
Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: ‘Somos unos pobres siervos, hemos
hecho lo que teníamos que hacer’".
COMENTARIO
El poder de la humildad y de la
confianza en Dios ha de ser el distintivo de los cristianos. La fuerza de nuestra fe ha de llevarnos a la
práctica del servicio humilde a todos sabiendo que no somos indispensables para
que el Reino alcance extensión y plenitud.
Es preciso no buscar privilegios ni vanagloriarnos de nuestra condición
de creyentes, ni buscar efectos extraordinarios en nuestras acciones, sino
reconocer nuestra pobreza para dar paso a la fuerza de Dios y a la confianza en
Él.
ORACIÓN
Bendito seas, Dios del cielo, tu gracia es nuestro auxilio y nuestra seguridad es tu promesa, apoyados en Ti queremos colaborar con nuestro servicio en la construcción de tu Reino. Danos cordura para reconocernos siervos y fe para que crezca nuestra fidelidad a Ti. Danos también las actitudes del siervo: Humildad, obediencia, entrega para que desde una actitud baja y humilde sirvamos a nuestros hermanos. Amén.
Fiesta de la Dedicación de la basílica de Letrán en honor de
Cristo Salvador, construida por el emperador Constantino como sede de los
obispos de Roma. Su anual celebración en
toda la Iglesia latina es un signo permanente de amor y de unidad con el Romano
Pontífice (elog. del Martirologio Romano).
Del Evangelio de san
Juan 2,13-22.
“Hablaba
del templo de su cuerpo”.
Jesús
subió a Jerusalén. Encontró en el templo
a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y,
haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y
a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían
palomas les dijo: -“Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de
mi Padre”. Intervinieron los judíos y le
preguntaron: -“¿Qué signos nos muestras para obrar así?”. Jesús contestó: -“Destruid este templo y en
tres días lo levantaré. Él hablaba del
templo de su cuerpo”.
COMENTARIO
Jesús
es el verdadero templo, el verdadero lugar de encuentro con Dios. Su actuación en el templo de Jerusalén nos
pone en guardia frente a manipulaciones del culto, frente a nuestras prácticas
de piedad. ¿Son nuestras Iglesias lugar
donde nos encontramos con el Padre de todos, que nos urge a preocuparnos de los
hermanos/as? Sólo hay una manera de que
nuestra iglesia sea “la casa del Padre”: Celebrar “un culto que nos comprometa
a vivir como hermanos”, a practicar la justicia que Dios quiere y a construir
su reino. Cuando esto no se da,
convertimos las iglesias y el culto, en un mercado.
ORACIÓN
No dejes Señor que nuestros rezos sean negociar contigo, o venir a decirte que ya hemos cumplido y que ahora nos tienes que dar la salud o el bienestar o… Que nuestras prácticas de piedad nos lleven a la práctica de la justicia; de la bondad, de la misericordia. Cristo Jesús se Tú el centro de nuestra comunidad, de nuestra Iglesia, el lugar donde nos encontremos con el Padre y con los hermanos/as. Cristo Jesús se Tú el centro de nuestra comunidad.
Del Evangelio de san
Lucas 17,20-25.
“El reino de Dios está en medio de
vosotros”.
Unos fariseos le preguntaban cuándo iba a llegar el Reino de Dios, Jesús les dijo: -“El Reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el Reino de Dios está dentro de vosotros. Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación.
COMENTARIO
ORACIÓN
Tu Señor, eres Rey de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia y la paz, y sobre todo, del amor. Si ese es tu Reino, Señor, que hoy venga ya tu Reino, para fortalecer nuestros pensamientos, nuestras voluntades, nuestros corazones. Construye en mi corazón un Reino de bondad y de fe, de misericordia y compasión, para que yo pueda hacer visible y presente en este mundo, un poco más de justicia y amor, de generosidad y de vida. Jesús Rey, recíbeme en tu Reino. Amén.
Del Evangelio de san
Lucas 17,26-37.
“El día que se manifieste el Hijo
del hombre”.
Dijo
Jesús: -“El día que se manifieste el Hijo del hombre, si uno está en la azotea
y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que
no vuelva. Os digo esto: aquella noche
estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán, estarán dos
moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán; estarán dos en el
campo: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán”. Ellos le preguntaron: -“¿Dónde, Señor?”. Él contestó: -“Donde está el cadáver se
reunirán los buitres”.
COMENTARIO
Hoy
las realidades temporales absorben nuestra atención por completo: Subsistencia,
dinero, familia, negocios y placer. Dios
está en el segundo plano de nuestros intereses, pero un día Él se manifestará
repentinamente con su juicio. Entonces
quedará patente el verdadero valor de la existencia humana y, sobre todo, lo
que hay en el fondo de cada uno y su conducta.
Ese día será muy dispar la suerte de dos que viven y trabajan juntos,
compartiendo los mismos afanes, aunque no las mismas actitudes. ¿Cómo será ese día para ti?
ORACIÓN
Tu venida final es la luminosa realidad que esclarece nuestras decisiones presentes, y da a todos nuestros actos su verdadero significado, su densidad, su peso de eternidad. Oh Señor, que te sientas en el trono de tu gloria, recuérdanos que el final de los tiempos comienza en cada instante en que tomamos conciencia de que debemos iluminar nuestras palabras, nuestros encuentros y nuestros actos con la luz de tu presencia actual, definitiva y permanente.
Del Evangelio de san
Lucas 18,1-8.
“Dios hará justicia a sus elegidos que claman ante él”.
Jesús dijo: -“Había un juez que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: Hazme justicia frente a mi adversario; por algún tiempo se negó, pero después se dijo: como esa viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara”. El Señor añadió: -“Pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?, ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?”.
COMENTARIO
Pedir favores a Dios: Salud y felicidad, éxito en los negocios, felicidad y seguridad, etc., es medir utilitaria y egoístamente la función de la oración cristiana, es olvidar que ésta es ejercicio de fe y expresión de religión en espíritu y en verdad. Tampoco la oración es magia o superstición. La oración, cuando es auténtica, brota de una fe viva, la expresa y la alimenta. Toda nuestra vida cristiana ha de ser oración y diálogo con Dios a nivel personal y familiar, comunitario y eclesial. La oración de tratar de amistad con quien sabemos que nos ama.
ORACIÓN
Vengo a hablar contigo, Señor, a escuchar lo que me quieras decir, pero, necesito que me ayudes para oír clara tu voz en mi conciencia… Quiero en la oración aprender cómo eres: Padre, hermano, amigo… bondadoso y fiel, misericordioso y perdonador. Que esta conversación contigo marque todo mi día… pero ya sabes que soy inconstante Señor; por eso te pido ayuda para estar siempre en diálogo contigo sin desanimarme haciéndome consciente de la necesidad de tu gracia.
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