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7º Domingo de Pascua
Temporalizar todo lo que ocurrió después de la Resurrección es perder la globalidad del acontecimiento de la Resurrección que es la clave fundamental, apariciones, ascensión, pentecostés… todo, es una forma de expresar pedagógicamente la intensidad de la experiencia fundante del cristianismo: el hombre Jesús de Nazaret que recorrió los polvorientos caminos de Palestina anunciando el Reino, que murió asesinado, en una cruz, de una forma cruel e injusta por los poderes religiosos y políticos y experimentó todos los tipos de abandonos posibles del ser humano, ese, ese mismo está vivo, Dios lo ha resucitado y vive la Vida de Dios y estamos empujados por esa experiencia a anunciar “hasta los confines de la tierra” que vivir como Él, amar como Él es salvación para la humanidad… y para poder hacer esto necesitamos al Espíritu Santo que nos ayuda, cada día a vivir y anunciar esa salvación. En cada domingo hemos ido recalcando claves que profundizan este “misterio” este don inabarcable que se nos ha dado… Este finde... hay un matiz (entre otros) que creo que es clave para nuestra espiritualidad, la mística genuinamente cristiana es de “ojos abiertos”, pero hacia la tierra; una espiritualidad “con carne”, una espiritualidad de profetas… hasta mañana en el altar un abrazo Jorge
Del Evangelio de san Lucas 24,46-53:
«Mientras
los bendecía,
iba subiendo al cielo».
Dos
claves de la misión son en comunidad, un envío comunitario, y en el
Espíritu. La experiencia de Jesús es para ser anunciada, ser
transmitida; pero tampoco es un esfuerzo prometeico, un esfuerzo
personal: el Espíritu Santo, al que tenemos que dejar entrar en
nuestra vida, nos dará la fuerza necesaria para ser buena noticia y
solo hay buena noticia cuando es proclamada con obras y palabras y da
referencialidad a la comunidad.
Hoy,
también la gente, las más empobrecidas, las personas migrantes, las
que trabajan en condiciones de precariedad, quienes están sin
vivienda, las víctimas de las guerras, del descuido de la tierra,
las víctimas del odio racial, de la violencia cotidiana, las
sufrientes de nuestra sociedad puede que nos pregunten: ustedes
cristianas y cristianos «¿por qué se han quedado mirando al
cielo?». Si la realidad no nos interpela, estamos mirando al cielo.
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[Oraciones de y para la semana]
«SEPTIMA
SEMANA DE PASCUA».
Del 01
al 07
de
junio
de 2025.
https://www.vaticannews.va/es/evangelio-de-hoy.html
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