Editorial de Noticias Obreras
Núm. 1.506 [16-06-10 / 30-06-10]
«Lo que nos hace daño es la mentira,
los silencios cómplices motivados por
la supuesta defensa de la iglesia».
Cada creyente, sacerdote, religioso o laico, somos un símbolo de una vida nueva, de un nuevo modelo de ser humano que, viviéndose vinculado a Jesucristo por el bautismo, se vincula a todos los seres humanos para constituir la nueva familia de Dios, la que deja atrás la lucha por la existencia, para vivir el amor y el servicio al otro como camino de realización personal, modelo de organización social y de justicia, desde una opción profunda por los más pobres y débiles. La expresión «no puedo ser para mí sin ser para ti» compendia este sentido de la existencia. Aunque todos participamos del sacerdocio de Jesucristo, los sacerdotes y religiosos han sido especialmente revestidos para este fin por el sacramento del orden, han renunciado a todo para, desde la libertad que da esa renuncia, no tener ninguna traba en esta tarea.
Los abusos sexuales a menores, cometidos por sacerdotes y religiosos, constituyen un verdadero desastre humano. Es imposible evaluar el daño cometido a estos menores, pues se echa sobre ellos una carga que les acompañará toda su vida. Su proyecto de humanización ha sido marcado doblemente: por la experiencia del abuso físico, y por la experiencia de que ese abuso ha sido cometido por una persona cuya misión es protegerle de todo mal y ayudarle a descubrir y vivir que el otro, el amor y la entrega al otro no es sólo una tarea, es la única forma de vivir humanamente y de ser feliz. El abuso mata al menor y mata su inocencia.
Ante tamaña tropelía, la Iglesia no podemos tolerar ni la más mínima actitud de connivencia u ocultamiento. Vivimos desde la experiencia de que «la verdad nos hace libres», por ello lo que nos hace daño es la mentira, las medias verdades, los silencios cómplices motivados por la supuesta defensa de la Iglesia. La Iglesia no podemos defendernos con la mentira, ni con la injusticia, ni con la maldad, sólo podemos hacerlo con la verdad. Toda víctima debe ser resarcida. Todo pederasta, cómplice y encubridor deben ser puestos a disposición de la ley. La Iglesia debemos ser los más interesados en que se haga justicia, todos debemos celebrar los pasos y decisiones que se han tomado y se están tomando en esta dirección.
Lo que no podemos tolerar de ningún modo es que se trate de generalizar esta situación dando la idea de que todo sacerdote o religioso es un pederasta de hecho o en potencia, pues el celibato lleva inexorablemente a ello. La inmensa mayoría de sacerdotes y religiosos viven entregados y se dejan el pellejo en su tarea. Y aunque consideramos que debemos dar pasos hacia un celibato opcional, en ningún caso podemos admitir la relación entre celibato y pederastia.
Tampoco podemos admitir la imagen que se está dando de la Iglesia, en la que se magnifican las sombras y se silencian las luces. Ya hemos dicho en muchas ocasiones que la mayor parte de la vida de la Iglesia está unida a los pobres y a los que sufren. Pero tampoco podemos caer en el engaño de creer que todo es un complot contra nosotros. La Iglesia tenemos problemas que debemos solucionar, problemas relacionados con el papel del laicado, con el papel de la mujer, la relación comunidad-ministerios, el diálogo con el mundo, el respeto a la laicidad y el anuncio del Evangelio en este tercer milenio, entre otros. Es necesario que nos planteemos responder a ellos desde la fidelidad a Jesucristo y a los pobres, que es una única fidelidad, a la que no podemos renunciar. ■
Los abusos sexuales a menores, cometidos por sacerdotes y religiosos, constituyen un verdadero desastre humano. Es imposible evaluar el daño cometido a estos menores, pues se echa sobre ellos una carga que les acompañará toda su vida. Su proyecto de humanización ha sido marcado doblemente: por la experiencia del abuso físico, y por la experiencia de que ese abuso ha sido cometido por una persona cuya misión es protegerle de todo mal y ayudarle a descubrir y vivir que el otro, el amor y la entrega al otro no es sólo una tarea, es la única forma de vivir humanamente y de ser feliz. El abuso mata al menor y mata su inocencia.
Ante tamaña tropelía, la Iglesia no podemos tolerar ni la más mínima actitud de connivencia u ocultamiento. Vivimos desde la experiencia de que «la verdad nos hace libres», por ello lo que nos hace daño es la mentira, las medias verdades, los silencios cómplices motivados por la supuesta defensa de la Iglesia. La Iglesia no podemos defendernos con la mentira, ni con la injusticia, ni con la maldad, sólo podemos hacerlo con la verdad. Toda víctima debe ser resarcida. Todo pederasta, cómplice y encubridor deben ser puestos a disposición de la ley. La Iglesia debemos ser los más interesados en que se haga justicia, todos debemos celebrar los pasos y decisiones que se han tomado y se están tomando en esta dirección.
Lo que no podemos tolerar de ningún modo es que se trate de generalizar esta situación dando la idea de que todo sacerdote o religioso es un pederasta de hecho o en potencia, pues el celibato lleva inexorablemente a ello. La inmensa mayoría de sacerdotes y religiosos viven entregados y se dejan el pellejo en su tarea. Y aunque consideramos que debemos dar pasos hacia un celibato opcional, en ningún caso podemos admitir la relación entre celibato y pederastia.
Tampoco podemos admitir la imagen que se está dando de la Iglesia, en la que se magnifican las sombras y se silencian las luces. Ya hemos dicho en muchas ocasiones que la mayor parte de la vida de la Iglesia está unida a los pobres y a los que sufren. Pero tampoco podemos caer en el engaño de creer que todo es un complot contra nosotros. La Iglesia tenemos problemas que debemos solucionar, problemas relacionados con el papel del laicado, con el papel de la mujer, la relación comunidad-ministerios, el diálogo con el mundo, el respeto a la laicidad y el anuncio del Evangelio en este tercer milenio, entre otros. Es necesario que nos planteemos responder a ellos desde la fidelidad a Jesucristo y a los pobres, que es una única fidelidad, a la que no podemos renunciar. ■
EDITORIAL
Publicado en NOTICIAS OBRERAS:
Núm. 1.506 [16-06-10 / 30-06-10] pág. 5
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- SUMARIO: http://www.hoac.es/sumjun2.htm
- EDITORIAL: «Matar la inocencia»: http://www.hoac.es/pdf/Noticias%20Obreras/2%20junio/editorial.pdf
- LABORAL: Tres indios llevan un año en el Puerto de Alicante: «Ayuda sindical para volver a casa», por José Luis Palacios. Sanjay Kumar, Nijam Kasam y Neville Anthony, los marinos indios del buque Ecstacy, de bandera panameña y tripulación turca, amarrado en el Puerto de Alicante desde mayo de 2009, ya no confían en el armador. Sólo la solidaridad impulsada por UGT del Mar les devolverá a su país. http://www.hoac.es/pdf/Noticias%20Obreras/2%20junio/laboral1.pdf
- LABORAL: La activación (laboral): «Limitaciones y posibilidades de un concepto de moda en tiempo de crisis», por Gorka Moreno Márquez (E.U. Trabajo Social Universidad del País Vasco). En los últimos años, dentro de las políticas sociales, está tomando una gran relevancia el concepto de activación y el desarrollo de las Políticas Activas de Empleo –PAEs– para conseguir este objetivo. En la actualidad la definición que prevalece de la activación es aquella que subraya que hay que lograr el acceso al mercado laboral y la mejora de la empleabilidad de aquellas personas que perciben una prestación social y/o se encuentran en situación de desempleo. http://www.hoac.es/pdf/Noticias%20Obreras/2%20junio/laboral.pdf
- TEMA CENTRAL: El trabajo humano: «Un bien de la persona y de la sociedad al servicio de la vida», por la Comisión Permanente de la HOAC. Desde hace algunos meses venimos publicando en esta sección diversas reflexiones sobre la realidad política de nuestra sociedad a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), leída desde la vivencia de la HOAC en el mundo obrero y del trabajo. Son síntesis de algunos de los contenidos del Plan Básico de Formación Política de la HOAC. Continuando con ello, en este Tema de laQuincena y los siguientes vamos a ofrecer algunas consideraciones sobre el trabajo humano como cuestión política fundamental. Comenzamos por abordar cómo plantea la DSI el sentido y el valor del trabajo. http://www.hoac.es/temahoac.htm
http://www.hoac.es/pdf/Noticias%20Obreras/2%20junio/tquincena.pdf
- ENTREVISTA: A Pilar Zorita, de la Unión de Organizaciones Femeninas Católicas: «Compruebo que mi fe es universal», por José Luis Palacios. Pilar Zorita, pertenece al Consejo General de Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), además de a la Acción Católica General, en la que participa en la diócesis de Santander. Cumplidos los 100 años, la UMOFC sigue adaptándose a los tiempos, yendo en muchos casos, por delante del conjunto de la sociedad. http://www.hoac.es/pdf/Noticias%20Obreras/2%20junio/entrevista.pdf
- EXPERIENCIA: Acompañado a inmigrantes en la Diócesis de Astorga: «Una mano tendida», por José Luis Palacios. «Buscan trabajo con dolor e impotencia, y hasta con rabia, pero sólo podemos escuchar, estar a su lado», dice de unos inmigrantes, a los que acompaña desde hace dos meses, Consuelo Martínez, religiosa del Niño Jesús y militante de la HOAC de Bembibre, en la diócesis de Astorga. http://www.hoac.es/pdf/Noticias%20Obreras/2%20junio/experiencia.pdf
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