#8M2022 | La HOAC y la JOC, en el día de la mujer trabajadora
¡Derribemos los muros de la precariedad y la desigualdad que vivimos las mujeres trabajadoras!
Manifiesto 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) – Juventud Obrera Cristiana (JOC)
“Me despidieron cuando pedí que cumplieran la ley” (Cristina, empleada de hogar que cobraba por debajo del salario mínimo interprofesional)
“Tenía miedo a enfermar, pero también a ser despedida por faltar al trabajo”. (Delia, trabajadora doméstica que durante el confinamiento siguió acudiendo a la casa donde trabajaba)
Estos testimonios ponen de relieve cómo las mujeres seguimos padeciendo la desigualdad, la precariedad, el empobrecimiento y la exclusión en el mercado laboral y que la crisis sanitaria ha agravado aún más. De hecho, la pandemia ha retrasado el logro de la igualdad en 135,6 años, según el Foro Económico Mundial (FEM), que en 2020 estimaba que se necesitarían 99,5 años.
Además, hemos estado más expuestas, y lo seguimos estando, a la COVID-19, pues trabajamos, mayoritariamente, en el sector servicios: sanidad, educación, hostelería, comercio, y sosteniendo los sistemas de cuidados y trabajo doméstico lo que significa que incluso en estos momentos, que, poco a poco se va notando cierta recuperación económica en nuestro país, a nosotras se nos sigue dejando fuera.
Los datos lo corroboran:
• La tasa de actividad se sigue manteniendo un 10% más baja que la de los hombres
• La temporalidad llega al 41% y los contratos a tiempo parcial al 74%.
• La tasa de desempleo alcanza el 16,36%, lo que supone un 3,5% más alto que el masculino.
• Las mujeres cobran 14,1% menos que los hombres de media, lo que equivale a dos meses de salario.
• Las mujeres trabajan gratis 43 días al año.
• Las mujeres de entre 25 y 44 años sin hijos tienen la más alta tasa de empleo (72,8%). A medida que aumenta el número de hijos e hijas, disminuye dicha tasa (con 3 o más hijos-as: 53,7%).
• El 27,2% de las mujeres se encuentran en riesgo de pobreza.
• La pensión media de las mujeres es de 837,98€ mientras que la de los hombres es de 1260,02€.
Estos porcentajes reafirman la situación de vulnerabilidad que vivimos: sufrimos más el paro, la temporalidad, la parcialidad, el desempleo; cobramos menos, trabajamos más; se nos castiga por ser madres; y la cuantía de nuestras pensiones son más bajas. Y si somos jóvenes e inmigrantes la desigualdad se duplica y/o triplica.
Por eso, en este 8 de marzo, más que nunca, la JOC y la HOAC:
• Reivindicamos el derecho a un trabajo digno y a la dignidad del trabajo como dimensión esencial para que se reconozca nuestra humanidad y no se nos impida aportar a la construcción de una sociedad decente desde nuestra singularidad.
• Compartimos el planteamiento de la OIT, que la salida a esta situación pasa por la recuperación con perspectiva de género, reflotando a las trabajadoras sumergidas, introduciendo subidas de salario mínimo, incrementando los servicios públicos que mejoren sus condiciones para la participación y asegurando la implantación de igual salario a igual trabajo .
• Demandamos un cambio de modelo en la organización y financiación de los cuidados, de manera que se convierta en una prioridad política y mejore las condiciones de empleo en este sector altamente feminizado.
• Hacemos una llamada a todas las mujeres para generar espacios seguros en los que nos encontremos y tomemos conciencia de que nuestra situación de desigualdad y discriminación está provocada por un sistema social (patriarcado) y económico (capitalismo) que nos ignora y utiliza.
• Nos comprometemos a seguir luchando junto a otros movimientos y organizaciones eclesiales, sindicales, sociales y políticas para acompañar a las mujeres; cambiar la mentalidad patriarcal y capitalista; trabajar para que las instituciones garanticen los derechos de todas las mujeres a un trabajo digno; y a seguir generando experiencias que vislumbren una sociedad más justa e igualitaria.
Queremos seguir construyendo, en nuestra Iglesia y en el mundo, la comunidad de iguales que Jesús creó; y, como aquellas mujeres discípulas que anunciaron su resurrección, seguir comunicando la esperanza en nuestros ambientes, promover la justicia social, los derechos humanos y la igualdad de género. Porque no hay esperanza sin lucha, la JOC y la HOAC seguiremos trabajando “hasta que la igualdad se haga costumbre”.
Manifiesto
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Seguir cuidando los hilos de la vida, reto que lanza el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos ante el 8M
Ante la celebración el 8 de marzo del Día Internacional de la Mujer, el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) ha lanzado un mensaje en el que se pone de manifiesto cómo la pandemia ha aumentado las desigualdades entre hombres y mujeres en todos los ámbitos, así como la violencia de género y anima a que, a pesar de ello, el camino sea construir esperanza y seguir cuidando los hilos de la vida.
El mensaje, que ha sido redactado por el MTC de Perú, recuerda que la pandemia sanitaria ha generado estragos en las economías y sociedades del mundo, y, que al mismo tiempo, ha visibilizado las desigualdades estructurales en el desarrollo de todos los ámbitos de la vida. Destacan cómo en esta crisis las mujeres han estado en primera línea dentro y fuera del hogar.
“En el ámbito privado, más del triple de las horas de trabajo de cuidado no remunerado ya recaían sobre sus espaldas, la pandemia las aumentó; y, en el ámbito social, su rol ha sido fundamental para atender los comedores populares, las ollas comunes, la autoorganización vecinal, la promoción de la salud en los vecindarios, aun cuando los recursos personales y la capacidad institucional han sido limitados y los derechos reconocidos también se han visto amenazados”, explican. Señalan asimismo cómo, a pesar de esta labor de las mujeres, se han desarticulado los sistemas sociales y los de protección y las llamadas de auxilio, las denuncias por violencia y el abuso sexual han aumentado.
“Las mujeres quedaron a merced de la violencia machista en condiciones de mayor vulnerabilidad”
La expresión más cruenta de todo ello, según indica el MMTC, es el repunte de feminicidios que se ha registrado durante la pandemia, fruto de que “las mujeres quedaron a merced de la violencia machista en condiciones de mayor vulnerabilidad”.
Con respecto al empleo, también han sido las mujeres en todo el mundo las más afectadas por los despidos y la reducción de salarios, recrudeciendo los desequilibrios y las consecuencias negativas. En el mensaje se pone como ejemplo que América tuvo la mayor caída regional en el empleo de mujeres debido a la pandemia. “Según datos de la OIT se espera que, durante el año 2022, el empleo de los hombres se recupere a los niveles del año 2019 (68,6% de los hombres en edad de trabajar con empleo), mientras que el empleo de las mujeres en edad de trabajar solo se recupere el 43,2%”, explican, considerando por tanto urgente enderezar los caminos, rectificar esas desigualdades históricas, romper con el silencio y construir un mundo más humano. “Es importante luchar contra otras pandemias que siguen matando mujeres, para que dejen de vivir en el espacio más precario”, puntualizan.
Así, en medio de estas diferencias que se hacen cada vez más profundas y que intentan quebrar la vida, los trabajadores y trabajadoras cristianas aseguran que la pregunta que puede marcar la pauta “solidaria y sororal” es “¿dónde está tu hermana?” Porque si la voz de la sangre del hermano (hermana) clama a Dios desde la tierra, habrá que hacer el intento de, teniendo oídos, oír el grito que se expresa frente a la violencia contra las mujeres, niñas y niños que mueren ante las injusticias”, aseguran.
Dar testimonio de la Buena Noticia es también construir esperanza y hacer retroceder la violencia y la injusticia
Recuerdan, por tanto, desde el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos que estamos llamadas y llamados a hacernos presentes en la historia todos los días y traen a este momento las palabras del Papa Francisco que llama a “no balconear la vida”, sino a “meternos en ella, como hizo Jesús”. Dar testimonio de la Buena Noticia es también construir esperanza y hacer retroceder la violencia y la injusticia, por ello ante este 8 de Marzo el MMTC anima a aproximarse a “nuestras hermanas”, “con el amor y la vocación de seguir cuidando los hilos de vida, aunque eso implique soltar comodidades y costumbres”.
#8M2022 Mensaje del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos
Mensaje del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
El reto de seguir cuidando los hilos de la vida
El “Día Internacional de la Mujer”, que tiene su origen en un hecho trágico del 8 de marzo de 1908, lo volvemos a recibir en el 2022 en medio de una pandemia sanitaria que ha generado estragos en las economías y sociedades del mundo, y, que al mismo tiempo, nos ha visibilizado las desigualdades estructurales en el desarrollo de todos los ámbitos de nuestras vidas.
En este particular tiempo de crisis, las mujeres han estado en primera línea dentro y fuera del hogar. En el ámbito privado, más del triple de las horas de trabajo de cuidado no remunerado ya recaían sobre sus espaldas, la pandemia las aumentó; y, en el ámbito social, su rol ha sido fundamental para atender los comedores populares, las ollas comunes, la autoorganización vecinal, la promoción de la salud en los vecindarios, aun cuando los recursos personales y la capacidad institucional han sido limitados y los derechos reconocidos también se han visto amenazados. A pesar de esta labor de las mujeres, se desarticularon los sistemas sociales, los de protección y las llamadas de auxilio, las denuncias por violencia y el abuso sexual aumentaron. Las mujeres quedaron a merced de la violencia doméstica en condiciones de mayor vulnerabilidad, produciéndose un repunte de feminicidios como la expresión más cruenta contra ellas.
En esa misma línea, en términos de empleo, es innegable que en todo el mundo han sido las mujeres las más afectadas por los despidos y la reducción de salarios antes y durante la pandemia, recrudeciendo los desequilibrios y las consecuencias negativas. De hecho, América tuvo la mayor caída regional en el empleo de mujeres debido a la pandemia. Según datos de la OIT se espera que, durante el año 2022, el empleo de los hombres se recupere a los niveles del año 2019 (68,6% de los hombres en edad de trabajar con empleo), mientras que el empleo de las mujeres en edad de trabajar solo se recupere el 43,2%. En tal caso, la situación de las mujeres en la región sigue siendo sombría. Por eso, urge enderezar los caminos, rectificar esas desigualdades históricas, romper con el silencio y construir un mundo más humano. Es importante luchar contra otras pandemias que siguen matando mujeres, para que dejen de vivir en el espacio más precario.
En medio de estas diferencias que se hacen cada vez más profundas y que intentan quebrar la vida, la pregunta que puede marcar la pauta solidaria y sororal es ¿dónde está tu hermano? (Gn 4, 9), o dicho de otra forma diremos: ¿dónde está tu hermana? Porque si la voz de la sangre del hermano (hermana) clama a Dios desde la tierra, habrá que hacer el intento de, teniendo oídos, oír el grito que se expresa frente a la violencia contra las mujeres, niñas y niños que mueren ante las injusticias.
Así, desde el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, estamos llamadas y llamados a hacernos presentes en la historia todos los días. Como dice el Papa Francisco, tenemos la impronta de “no balconear la vida, meternos en ella, como hizo Jesús”. Dar testimonio de la Buena Noticia es también construir esperanza y hacer retroceder la violencia y la injusticia. Por ello, la conmemoración de este 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, la hacemos aproximándonos a nuestras hermanas, con el amor y la vocación de seguir cuidando los hilos de vida, aunque eso implique soltar comodidades y costumbres.
Mensaje escrito por el MTC - Perú
ORACIÓN POR EL DÍA DE LA MUJER - 8 DE MARZO
Oración de Bernard ROBERT
Consiliario del MMTC