2º Domingo de Navidad (2 enero 2022)
Pidámosle a Dios
que derrame su bendición
sobre nuestros sueños.
No perdamos
las esperanzas.
Recordemos la promesa que
Jesús hizo a sus discípulos:
Siempre estaré con ustedes...
(Francisco, Mensaje IV EMP)
San Juan 1,1-18:
«El Verbo se hizo carne,
y habitó entre nosotros».
Sigo
celebrando
este tiempo de Navidad,
de alegría y esperanza,
empujado a ser consciente
del amor de Dios
que llena mi existencia,
que me habita.
¿Mi proyecto de vida
es reflejo de esa habitación?
¿Se nota que Dios vive en mí,
encarnado en mi existencia?
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TIEMPO
DE NAVIDAD (Ciclo ‘C’) II Semana de Navidad
Del 02 al 08 de enero de 2022.
II
Domingo después de Navidad
San
Basilio Magno y San Gregorio Nacianceno,
obispos y doctores de la Iglesia.
02 de enero de 2022.
Dios
está cerca de nosotros. Dios no nos salva
desde lejos sino que se hace nuestro compañero de camino. Tampoco nos salva sacándonos de nuestro
propio entorno vital. Nos salva en este
mundo y en nuestra historia. Las tres
lecturas convergen hacia un único anuncio: Dios está cerca de nosotros. La sabiduría desde el principio habitó en
medio del pueblo de Dios (1 Lect.). La
Palabra de Dios, la Sabiduría, plantó su tienda entre nosotros (Ev.). Dios nos ha hecho sus hijos adoptivos para
alabanza de la gloria de su gracia (2 Lect.).
- Ecles 24,1-2.8-12. La sabiduría de Dios habitó en el pueblo escogido.
- Salmo 147.
R/. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.
- Efe 1,3-6.15-18. Él nos ha destinado por medio de Jesucristo a ser sus hijos.
Del Evangelio de san
Juan 1,1-18.
“La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros”
En el principio ya existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. A cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: Gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
COMENTARIO
Al celebrar los misterios de Navidad abramos nuestros ojos a esa magnífica realidad que es la encarnación del Señor: Viene como Luz, como guía de nuestras vidas. La Palabra de Dios hecha carne, nos ofrece la “sabiduría divina”; una nueva luz y una vida diferente. Nos interpela y obliga a mirar al hombre y al mundo y a convertirlo en una casa fraterna para todos. Cuando dejemos que la Palabra de Dios ilumine nuestra vida, sí podemos afirmar que “se ha hecho carne en nosotros”.
ORACIÓN
Señor, gracias por cuanto nos has dado en este
año: Amor y alegría, salud y amistad, gracia y perdón a veces envuelto en
sufrimientos... Comprobamos que tu amor
sobrepasó nuestras expectativas; y de nuevo el nacimiento de tu Hijo,
Dios-con-nosotros, colma el vacío de nuestras vidas. Por tantas cosas como nos has dado en la
vida, ¡gracias, Señor! Que este año sea un renacer de nuevo como hijos
de Dios.
Segunda
Semana de Navidad
Antes de Epifanía
Santísimo Nombre de Jesús
03 de enero de 2022 (Lunes).
Del Evangelio de san
Juan 1,29-34.
“Este es el Cordero de Dios”
Al ver Juan a Jesús que viene hacia Él, exclama: -“Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Y Juan dio testimonio diciendo: -“He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y se posó sobre Él”. Yo no lo conocía; pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: -“Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre Él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo”. Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
COMENTARIO
Jesús nos libera del pecado, y de este modo desaparecerán todas sus consecuencias: Odio, violencia, injusticia, egoísmos... La liberación de Jesús tiende a implantar la justicia, el amor, la paz. Juan anuncia esa liberación: -"Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo". "Quitar" que se traduce para nosotros en "suprimir" y "perdonar". Hemos sido rescatados con su sangre para pasar de las tinieblas a la luz admirable de ser hijos de Dios.
ORACIÓN
Abre Señor nuestros ojos a la transparencia de tu luz. Haz que no cesemos de contemplar a Jesús, tu Hijo venido en nuestra carne, hasta el día en que seamos semejantes a Él, viéndole cara a cara, tal cual es. Bendito seas Dios y Padre nuestro que en Jesús tu Hijo nos engendras cada día como hijos tuyos. Infunde en nosotros tu Espíritu; bautiza nuestras vidas con el santo espíritu de Cristo Jesús a fin de que cada día podamos llamarte Padre por los siglos de los siglos. Bendito seas Padre, en Jesús el cordero inmaculado que quita nuestros pecados.
Segunda Semana de Navidad
Antes de Epifanía
San Rigoberto obispo
04 de enero de 2022 (Martes).
Del Evangelio de san
Juan 1,35-42.
“Hemos encontrado al Mesías”
Juan estaba con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: -"Éste es el Cordero de Dios". Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús; vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra a su hermano Simón y le dice: -"Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)". Y lo llevó a Jesús.
COMENTARIO
La fe mueve siempre a comunicar a otros las propias vivencias. Así lo vemos en este evangelio. El Bautista señala a Jesucristo a sus discípulos como una invitación a seguirle. Estos siguen a Jesús. Una vez que han conocido al Señor, correrán a comunicar la Buena Nueva a sus conocidos. Andrés lo anuncia a su hermano Simón; Felipe hará lo mismo con Natanael. No puede concebirse un cristiano que permanezca mudo, cerrado en sí mismo, sin sentido de su misión en el mundo. Que nuestro encuentro con Cristo nos impulse a comunicar a los demás nuestra fe.
ORACIÓN
Vengo a ti, Jesús, para que me acaricies antes de
que empiece mi jornada. Que tus ojos se
posen un instante en los míos. Déjame
que lleve a mi lugar de trabajo la certeza de tu amistad. Llena mi espíritu para que soporte el
desierto del ruido. Que tu resplandor
bendito recubra la cima de mis pensamientos.
Y concédeme la fuerza para amar a quienes necesitan de mí. Que hoy Señor anuncie con mis obras que Tú eres el cordero de Dios, el
Mesías, el salvador.
Segunda Semana de
Navidad
Antes de Epifanía
San Juan Nepomuceno Neumann,
Obispo, misionero redentorista.
05 de enero de 2022 (Miércoles).
Del Evangelio de san
Juan 1,43-51.
“Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”
Jesús encuentra a Felipe y le dice: -“Sígueme”. Felipe encuentra a Natanael y le dice: -“Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret”. Natanael le replicó: -“¿De Nazaret puede salir algo bueno?” Felipe le contestó: -“Ven y verás”. Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: -“Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”.
COMENTARIO
Este evangelio nos describe la vocación de Natanael. La primera noticia que tiene de Cristo, la recibe con escepticismo. No concibe que el Mesías viva en un pueblo tan pequeño como Nazaret. Tampoco habría entendido que, al nacer, hubiera tenido por cuna un pesebre. Sin embargo, vence sus prejuicios y cuando Felipe le dice: -"Ven y verás", se pone en camino hacia el Señor. El proceso de la fe va progresando con el trato personal de Jesucristo. Así ocurrirá con nosotros. Cuanto más tratemos a Jesucristo en la oración, mayor será nuestra fe.
ORACIÓN
Señor Jesús, oímos tu palabra que nos dice como a
Natanael: -“sígueme”, pero como él somos escépticos. Haznos dóciles, acogedores de tus planes,
abiertos a lo imprevisible, cercanos a tu corazón. La indiferencia que nos aprieta sabemos,
Señor, que no es impedimento para continuar tras tus huellas, para seguirte
cuando estamos desbordados. Señor, ayúdanos en la fragilidad, sal a nuestro
encuentro, para vivir en Ti cuando el sinsentido aprieta, sabiendo que eres Tú
el sentido de nuestra vida.
EPIFANÍA
DEL SEÑOR.
06 de enero de 2022 (Jueves).
Solemnidad de la Epifanía del Señor, en la que se recuerdan tres
manifestaciones del gran Dios y Señor nuestro Jesucristo: en Belén, Jesús niño,
al ser adorado por los magos; en el Jordán, bautizado por Juan, al ser ungido
por el Espíritu Santo y llamado Hijo por Dios Padre; y en Caná de Galilea,
donde manifestó su gloria transformando el agua en vino en unas bodas (elog.
del Martirologio Romano).
Hoy
se nos revela, por la estrella que guio a los Magos de Oriente hasta Cristo
(Ev.), que la salvación no es solo para los judíos sino también para todo el
mundo. En la adoración de los Magos se
cumple la profecía de Isaías: «La gloria del Señor amanece sobre ti. Caminarán los pueblos a tu luz; los reyes al
resplandor de tu aurora» (1 lect.). La
estrella simboliza la luz de la fe. Hoy
en Cristo, para luz de los pueblos, se revela el misterio de nuestra salvación,
pues al manifestarse Cristo en nuestra carne mortal, hemos sido hechos
partícipes de la gloria de su inmortalidad (cf. Pf.). Llevemos a todo el mundo la luz de Cristo,
que nos salva, anunciando su Evangelio.
- Isa 60,1-6. La gloria del Señor amanece sobre ti.
- Salmo 71.
R/. Se
postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
- Efe 3,2-3a.5-6. Ahora ha sido revelado que los gentiles son coherederos de la promesa.
Del Evangelio de
san Mateo 2,1-12.
“Venimos de Oriente para
adorar al Rey”
Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: -"¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo". Se pusieron en camino, y la estrella comenzó a guiarlos hasta donde estaba el niño. Llenos de alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: Oro, incienso y mirra.
COMENTARIO
Israel, rechaza a Jesús, mientras que los paganos le reconocen como Hijo de Dios. Los Magos sienten alegría, se ponen en camino, reconocen a Jesús como rey de los judíos y le adoran. Herodes, Jerusalén, planean la muerte del Niño. El Evangelista Mateo con el relato de los Magos nos transmite que: Dios se nos ha manifestado plenamente en Jesús de forma visible, cercana y palpable; se acerca a nosotros para, abrirnos su corazón, para hacernos partícipes de su vida. Nos dice también que Dios es para todos, no es propiedad de nadie.
ORACIÓN
Hoy vengo a pedirte Señor por todos los niños,
para que a ninguno le falte el regalo de la fe, para que todos tengan un padre
y una madre que les cuiden. Te pido que
aprendan con el oro a disfrutar de todos los bienes que poseen, que con el
incienso sepan adorarte y alabarte Señor y sepan acudir a ti en la oración; que
con la mirra comprendan que la vida a veces es sacrificio por amor a los demás. Señor en esta fiesta de los Reyes Magos que a ningún niño le falte un
juguete.
Segunda
Semana de Navidad
Después de Epifanía.
San Raimundo de Peñafort,
presbítero
07 de enero de 2022 (Viernes).
Del Evangelio de san
Mateo 4,12-17.23-25.
“Está cerca el reino de los cielos”
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: “El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombra de muerte una luz les brilló”.
COMENTARIO
Jesucristo es siempre la luz que ilumina nuestras dudas y tristezas, la luz que quita la oscuridad del pecado y de la muerte. Nosotros recibimos esa luz de Cristo y estamos llamados a transmitirla a todos los demás "proclamando el evangelio del Reino y curando las enfermedades y dolencias del pueblo".
ORACIÓN
Quédate, Señor, conmigo, porque Tú eres mi luz y
sin Ti estoy en tinieblas. Inunda mi
alma de espíritu y vida. Quédate, Señor,
conmigo, porque Tú eres mi vida y sin Ti con frecuencia decaigo. Quédate, Señor, conmigo, para que oiga tu voz
y la siga. Quédate, Señor, conmigo,
porque en esta noche de la vida y de los peligros, deseo ver tu claridad. Quédate, Señor, conmigo, para que te sea
fiel. Quédate, Señor, conmigo, porque Tú eres mi luz.
Segunda
Semana de Navidad
Después
de Epifanía,
San Severino abad, presbítero y monje
08 de enero de 2022 (Sábado).
Del Evangelio de
san Marcos 6,34-44.
“Al multiplicar los panes Jesús se manifiesta como profeta”
Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle: -"Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer". Él les replicó: -"Dadles vosotros de comer". Después tomando Él los cinco panes que tenían y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces.
COMENTARIO
Jesús se compadece y alimenta al pueblo con pan y enseñanzas. Entre los alimentados unos le seguían por el pan material, otros creyendo en Él. Hay, pues, una religión-utilidad y una religión-amor. La religión de amor pide nuestra colaboración ¿Qué puedes presentar tú al Señor para que lo transforme y multiplique a favor de los necesitados?, debes, sí, preguntártelo. Aliméntate cada día con la doctrina del evangelio con el pan de la eucaristía, sin olvidarte de regalar al Señor lo que tienes para que Él lo transforme y multiplique en beneficio de todos.
ORACIÓN
Alimenta mi vida interior Señor con el pan de tu
palabra, con el cuerpo de Cristo. Aliméntame para dar sentido a lo que hago,
para que mi vida no esté vacía, para robustecer mi fe y mi confianza en ti Señor. Que sepa ver lo que tengo y sea generoso para
compartirlo; que vea que tengo casa y vestido, familia y bienes materiales,
cualidades y bondad; fe y esperanza en un futuro mejor. Tengo Señor unas monedas, unos minutos, una
palabra, una mirada cercana. Sé que es poco Señor, pero Tú harás el milagro de
transformarlo.
«¡Acoge, abraza, cuida, acompaña…!
La vida del mundo obrero y de los pobres,
con misericordia y compasión».