Benedicto XVI Papa León XIII
19 de abril de 2005 - _................ 20 de febrero, 1878 – 20 de julio, 1903
CURSO DE DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA EN CÁDIZ,
PARROQUIA DE «SAN JOSÉ»
Nos hacemos eco, del Curso de Doctrina Social de la Iglesia, que se ha iniciado en la Parroquia de San José de Cádiz, sita en Avda. de Andalucía entre c/ Poeta Nieto y c/Jesús de la Paz. Cuyas sesiones tienen lugar todos los jueves de 18:30-19:30 horas en los salones parroquiales.
Los profesores que están impartiendo este Curso de D.S.I., son:
• Dña. María del Carmen Fernández Sánchez,
Directora del Instituto Internacional de Teología a distancia
(Centro asociado de Cádiz), y
• Manuel López López, Delegado Episcopal de Anuncio y Proclamación y Director del Secretariado de Catequesis.
Este curso de D.S.I., es continuación del temario básico del tronco común de la formación del Instituto de Teología a Distancia San Agustín de Madrid (extensión de Cádiz), que se ha venido estudiando durante los cuatro años anteriores y que son:
1. Revelación y Fe - Mensaje Cristiano I
2. Biblia y Jesucristo – Mensaje Cristiano II
3. Iglesia y Sacramentos – Mensaje Cristiano III
4. Moral cristiana – Mensaje Cristiano IV
El curso de D.S.I., lo forman 11 unidades didácticas y una introducción general.
Las personas interesadas, pueden dirigirse a dicha parroquia para recibir información.
El esquema de cada unidad didáctica es el siguiente:
CONTENIDO:
Los profesores que están impartiendo este Curso de D.S.I., son:
• Dña. María del Carmen Fernández Sánchez,
Directora del Instituto Internacional de Teología a distancia
(Centro asociado de Cádiz), y
• Manuel López López, Delegado Episcopal de Anuncio y Proclamación y Director del Secretariado de Catequesis.
Este curso de D.S.I., es continuación del temario básico del tronco común de la formación del Instituto de Teología a Distancia San Agustín de Madrid (extensión de Cádiz), que se ha venido estudiando durante los cuatro años anteriores y que son:
1. Revelación y Fe - Mensaje Cristiano I
2. Biblia y Jesucristo – Mensaje Cristiano II
3. Iglesia y Sacramentos – Mensaje Cristiano III
4. Moral cristiana – Mensaje Cristiano IV
El curso de D.S.I., lo forman 11 unidades didácticas y una introducción general.
Las personas interesadas, pueden dirigirse a dicha parroquia para recibir información.
El esquema de cada unidad didáctica es el siguiente:
CONTENIDO:
INTRODUCCIÓN GENERAL
U.D. 1: Aspectos generales de la Doctrina Social de la Iglesia:
- Definición de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI)
- Los documentos principales que contienen la DSI
- División de la DSI: General y Especial
- Las fuentes de la DSI: Revelación y razón
- El recurso a las Ciencias Sociales
- La legitimidad de la DSI
- Los géneros literarios
U.D. 2: La dimensión histórica de la DSI
- La DSI anterior al siglo XX
- La formación de la DSI en la época contemporánea
U.D. 3: Principios, criterios y orientaciones de la DSI
- Los principios generales de la DSI
- Los criterios de juicio para enjuiciar correctamente las realidades sociales
- Las directrices para la acción social
U.D. 4: La persona humana: derechos y deberes
- La antropología cristiana
- Los derechos humanos y la Doctrina Social de la Iglesia
- Cuadro de los derechos del hombre
- Los deberes del hombre
- Los derechos y deberes del gobernante
- Los derechos y deberes de los pueblos
U.D. 5: El principio de solidaridad humana
- Dos datos de situación
- Definición de la solidaridad
- La solidaridad como principio de la DSI Sus grados
- La opción preferencial por los pobres. Sus características
- El destino universal de los bienes de este mundo
- Corolario sobre el principio de solidaridad
- Derivaciones de carácter sociológico
U.D. 6: El principio del bien común (o de convergencia en el bien común)
- Presupuesto inicial del tema
- El hombre, como persona, sujeto capital de la vida en sociedad
- La autoridad también es sujeto capital de la vida asociada
- La definición completa del bien común
U.D. 7: El principio de la acción subsidiaria de la autoridad
- Análisis de la Quadragesimo Anno (nII. 79-80)
- Reflexiones sobre la naturaleza: trascendencia de la subsidiariedad
U.D. 8: El principio de participación
- Fijación, sentido y desarrollo del principio de participación
- Definición del principio de participación
- El principio de participación: causas de su relieve en la reciente DSI
- Proceso de ampliación del principio de participación
- El principio de participación: sus ámbitos y consecuencias
U.D. 9: El principio de la concepción orgánica de la vida social (I)
- Indicación cronológica líneas de desarrollo del tenia
- La tendencia asociativa y el derecho natural de asociación
- El derecho de asociación
- Las entidades intermedias, un término nuevo significativo
U.D. 10: El principio de la concepción orgánica de la vida social (II)
- La historia del término "socialización" en la DSI
- Contexto histórico de la socialización
- Definición de socialización
- Causas concretas de la socialización
- Valoración: juicio crítico sobre la socialización
U.D. 11: El principio de la justicia social
- El sustantivo, el adjetivo y el término compuesto: "Justicia social"
- La novedad semántica de la justicia social en la DSI
- La historia del término "Justicia social"
- en los documentos sociales del Magisterio
- Dinamismo de la justicia social: tres funciones del derecho justo la justicia social
La D.S.I., supuso para el Movimiento Obrero naciente de finales del siglo XIX, el poder construir una conciencia liberadora para los pobres; a los que dota de una identidad, de una esperanza y de una utopía.
La luchas inspirada en la D.S.I. generó una voluntad política, que va a conseguir la mayoría de los derechos que hoy tenemos: derechos de asociación, de voto, derecho de ejercer cargos políticos y públicos, la jornada de los tres ochos (8h. de trabajo, 8h. de vida familiar, 8h. de descanso) por los que murieron muchos trabajadores el 1 mayo de 1868, la asistencia sanitaria, la educación, las pensiones, la vivienda, el derecho al trabajo.
La reflexión sobre la situación de explotación, precariedad, pobreza y paro que sufre el mundo obrero y del trabajo, dio lugar a que el Papa León XIII publicara, en 1891, la Encíclica «Rerum Novarum» (Cosas Nuevas). Las cosas nuevas de las que también se hace eco Juan Pablo II, en la Encíclica «Laborem Exercens» (L.E. 8.2). Y que la Iglesia las condena de forma clara y contundente (en R.N. 2)
En el cuarenta aniversario de la Rerum Novarum, en 1931, el Papa Pío XI publicaba la encíclica «Quadragesimo Anno» (Sobre la restauración del orden social en plena conformidad con la ley evangélica) En ella se condena al liberalismo económico (Q.A. 37)
Esta doctrina de la Iglesia se ha ido profundizando y ampliando con el tiempo y constituye hoy uno de los principales tesoros de nuestra fe.
El razonamiento de la Iglesia descansa en dos postulados fundamentales de su Doctrina Social: El Destino Universal de los Bienes y el Derecho de Propiedad Privada.
En el primero, la Iglesia defiende que todos los bienes han sido creados por Dios para que sirvan a todas las personas. En el segundo, la Iglesia defiende que toda persona tiene derecho a poseer lo necesario para vivir con dignidad, porque esa posesión de lo necesario es lo que le permite ser libre y no depender de nadie.
En virtud de estos principios, la Iglesia siempre ha condenado la apropiación de lo superfluo y nos ha hecho responsables de la pobreza del otro.
Como muestra, tenemos lo que nos han venido diciendo los santos padres, y en especial San Basilio a principios del siglo IV
«Si cada uno tomara lo que cubre su necesidad y dejara lo superfluo para los necesitados, nadie sería rico, pero nadie sería tampoco pobre. ¿No saliste desnudo del vientre de tu madre? ¿No has de volver igualmente desnudo al seno de la tierra? Ahora bien, lo que ahora tienes, ¿de dónde procede? Si respondes que del azar, eres impío, no reconociendo al Creador y no rindiendo gracias al que te lo ha dado. Mas si confiesas que todo te viene de Dios, dinos la razón por que lo has recibido… …Del hambriento es el pan que tú retienes; del que va desnudo es el manto que tú guardas en tus arcas; del descalzo, el calzado que en tu casa se pudre. En resolución, a tantos haces agravios, a cuantos puedes socorrer» (S. Basilio [139] 7.1 - [140] 7.2)
Como conclusión, podemos resumir, que, cuando la persona usa su libertad para romper el proyecto humano que Dios ha creado, genera una terrible injusticia.
Vivir desde el poseer, el poder y el consumo instintivo es malo, porque genera injusticia, opresión y pobreza en el otro. Esta es la contraposición que Jesús hace entre acumular riquezas para sí o ser rico para Dios. (Mt 6,19-33 y Lc 12,15-21)
Rovirosa, el fundador de la HOAC, decía que una de las consecuencias es que se había introducido como principio organizador de la sociedad la lucha por la existencia en lugar de la colaboración por la existencia.
Esto es: las personas tienen que vivir enfrentándose unas a otras; cuando han sido creadas para amarse unas a otras, para vivir en comunión, para ser UNA.
Conectando con lo que nos dice nuestro obispo D. Antonio Ceballos Atienza en su Carta Pastoral: “Dando a la Familia su valor”, publicada con motivo de la XXXII Semana de la Familia de este año, en su punto 5:
La reflexión sobre la situación de explotación, precariedad, pobreza y paro que sufre el mundo obrero y del trabajo, dio lugar a que el Papa León XIII publicara, en 1891, la Encíclica «Rerum Novarum» (Cosas Nuevas). Las cosas nuevas de las que también se hace eco Juan Pablo II, en la Encíclica «Laborem Exercens» (L.E. 8.2). Y que la Iglesia las condena de forma clara y contundente (en R.N. 2)
En el cuarenta aniversario de la Rerum Novarum, en 1931, el Papa Pío XI publicaba la encíclica «Quadragesimo Anno» (Sobre la restauración del orden social en plena conformidad con la ley evangélica) En ella se condena al liberalismo económico (Q.A. 37)
Esta doctrina de la Iglesia se ha ido profundizando y ampliando con el tiempo y constituye hoy uno de los principales tesoros de nuestra fe.
El razonamiento de la Iglesia descansa en dos postulados fundamentales de su Doctrina Social: El Destino Universal de los Bienes y el Derecho de Propiedad Privada.
En el primero, la Iglesia defiende que todos los bienes han sido creados por Dios para que sirvan a todas las personas. En el segundo, la Iglesia defiende que toda persona tiene derecho a poseer lo necesario para vivir con dignidad, porque esa posesión de lo necesario es lo que le permite ser libre y no depender de nadie.
En virtud de estos principios, la Iglesia siempre ha condenado la apropiación de lo superfluo y nos ha hecho responsables de la pobreza del otro.
Como muestra, tenemos lo que nos han venido diciendo los santos padres, y en especial San Basilio a principios del siglo IV
«Si cada uno tomara lo que cubre su necesidad y dejara lo superfluo para los necesitados, nadie sería rico, pero nadie sería tampoco pobre. ¿No saliste desnudo del vientre de tu madre? ¿No has de volver igualmente desnudo al seno de la tierra? Ahora bien, lo que ahora tienes, ¿de dónde procede? Si respondes que del azar, eres impío, no reconociendo al Creador y no rindiendo gracias al que te lo ha dado. Mas si confiesas que todo te viene de Dios, dinos la razón por que lo has recibido… …Del hambriento es el pan que tú retienes; del que va desnudo es el manto que tú guardas en tus arcas; del descalzo, el calzado que en tu casa se pudre. En resolución, a tantos haces agravios, a cuantos puedes socorrer» (S. Basilio [139] 7.1 - [140] 7.2)
Como conclusión, podemos resumir, que, cuando la persona usa su libertad para romper el proyecto humano que Dios ha creado, genera una terrible injusticia.
Vivir desde el poseer, el poder y el consumo instintivo es malo, porque genera injusticia, opresión y pobreza en el otro. Esta es la contraposición que Jesús hace entre acumular riquezas para sí o ser rico para Dios. (Mt 6,19-33 y Lc 12,15-21)
Rovirosa, el fundador de la HOAC, decía que una de las consecuencias es que se había introducido como principio organizador de la sociedad la lucha por la existencia en lugar de la colaboración por la existencia.
Esto es: las personas tienen que vivir enfrentándose unas a otras; cuando han sido creadas para amarse unas a otras, para vivir en comunión, para ser UNA.
Conectando con lo que nos dice nuestro obispo D. Antonio Ceballos Atienza en su Carta Pastoral: “Dando a la Familia su valor”, publicada con motivo de la XXXII Semana de la Familia de este año, en su punto 5:
“La familia cristiana es una comunión de personas,
reflejo e imagen de la Trinidad”
reflejo e imagen de la Trinidad”
Que lo venimos reflexionando los militantes en la HOAC, en la que nos hemos hecho la pregunta: ¿cómo vivir la comunión en nuestro hogar y familia como camino para configurar y construir un proyecto de vida cristiano, profundamente humano y encarnado en la debilidad del mundo obrero?.
“Los militantes cristianos, como personas, no formamos parte de la realidad como individuos aislados. La familia es la comunidad primaria y fundamental donde los militantes viven y construyen su proyecto de vida, su humanización, tanto en la sociedad como en la Iglesia. Es necesario caer en la cuenta de que nuestras familias son parte fundamental de nuestra vida cristiana y nuestra militancia y por ello se han de convertir en espacios abiertos desde los que construir el Reino de Dios”.
“Los militantes cristianos, como personas, no formamos parte de la realidad como individuos aislados. La familia es la comunidad primaria y fundamental donde los militantes viven y construyen su proyecto de vida, su humanización, tanto en la sociedad como en la Iglesia. Es necesario caer en la cuenta de que nuestras familias son parte fundamental de nuestra vida cristiana y nuestra militancia y por ello se han de convertir en espacios abiertos desde los que construir el Reino de Dios”.
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HOAC - COMISIÓN PERMANENTE ALFONSO XI, 4 - 4º · 28014 MADRID Tlf.: 91 701 40 87 FAX: 91 522 74 03 e-mail: organizacion@hoac.es |