29º Domingo del Tiempo Ordinario
(21 octubre 2018)
Querida familia,
Esta semana nos sentimos interpelados por la
lectura que está al inicio del Orar: “elige a Dios una y otra vez. No te
desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible”.
Nuestro Consiliario general presenta así el Orar:
Lo verdaderamente decisivo es crecer en lo que
realmente somos; en lo que estamos llamados a ser en plenitud: hijos y
hermanos. Creemos que para afirmar
nuestra vida debemos dominar necesariamente a los demás. El evangelio nos recuerda que existen otros caminos
para encauzar la vida, para ser verdaderamente grandes, importantes y primeros:
renunciar a cualquier deseo de poder y dominación, de utilización de los demás,
y aprender sencillamente a servir por amor a los hermanos, porque en ellos
descubrimos vivo al mismo Cristo, al mismo Dios.
De esa manera, entre todos, haremos una
Iglesia que sea, realmente, servidora de los pobres; una iglesia pobre, y de
los pobres”.
Un abrazo en Cristo Obrero y ¡Hasta mañana en
el altar!
Mª Carmen Perea
Responsable de Organización
y Vida comunitaria
Responsable de Organización
y Vida comunitaria
San Marcos
10,35-45:
«El hijo del hombre ha venido
para dar su vida en rescate por todos».
«El hijo del hombre ha venido
para dar su vida en rescate por todos».