Ordenar el mundo: Legislar es abrir cauces
por los que discurra la libertad.
Lo más importante, a mi juicio, es su conclusión de que, aunque, a veces, las leyes han servido para consolidar el poder de los poderosos, para ampliar sus dominios o para disciplinar a las poblaciones, también han ayudado a establecer un orden y una justicia que hicieran posible la convivencia social. La profesora Fernanda Pirie detalla en la primera parte de esta obra el surgimiento y la caída de los sistemas legales que sustentaron los antiguos imperios y las tradiciones religiosas en Mesopotamia, en Grecia y en Israel. Explica los contenidos de las leyes relativas al culto, a los ritos y a los sacrificios religiosos, y analiza las pautas que orientaban los comportamientos sociales e, incluso, las normas que servían para conservar la salud del cuerpo y del espíritu.
También nos cuenta cómo, tanto en el cristianismo como en el islamismo, fueron los reyes, los sacerdotes, los jueces y los juristas quienes elaboraron los principales sistemas jurídicos del mundo, aunque, a veces también, algunas personas que vivían al margen de las instituciones, aportaran sus propios proyectos y ambiciones, inspirándose en costumbres y en tradiciones. Tras estos análisis llega a la conclusión de que “lo que verdaderamente une a los seres humanos es nuestra fe en que las leyes pueden producir justicia, combatir la opresión y crear un orden a partir del caos”.
En mi opinión, esta obra constituye una herramienta imprescindible para que los profesionales del derecho, de la enseñanza y de la política ahonden en las raíces de las pautas que deben orientar las actividades políticas, sociales, laborales y familiares con el fin de que el mundo actual, tan entrelazado y tan interdependiente, sea, simplemente, más habitable: si queremos valorar la importancia de la ley y cómo se puede regir nuestro mundo, no tenemos más remedio que conocer la Historia.
[Fernanda Pirie.
Ordenar el mundo.
Cómo 4.000 años de leyes
dieron forma a la civilización.
Barcelona, Crítica, Editorial Planeta, 2022].
PARA VER OTROS ARTÍCULOS DE JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ GUERRERO, PULSAR »AQUÍ«