Acto de Pastoral Obrera con
motivo del
«Día Internacional de
la Mujer Trabajadora»
«Día Internacional de
la Mujer Trabajadora»
Al que te invitamos
a participar.
Y que tendrá lugar
el:
DÍA: Viernes, 8 de marzo de 2013
HORA: 5:00 de la tarde.
LUGAR: Paterna de Rivera
Local Social de la Asociación de Mujeres
Local Social de la Asociación de Mujeres
El acto constará de
dos partes:
1. Una charla o exposición llamada:
Día de la Mujer Trabajadora:
Un discernimiento cristiano desde las víctimas.
Ponente: Inma Louzado
Día de la Mujer Trabajadora:
Un discernimiento cristiano desde las víctimas.
Ponente: Inma Louzado
2. Experiencia de una mujer
trabajadora como presidenta de un comité en una empresa mayoritariamente de
hombres.
Ponente: Conchi Vallejo.
Ponente: Conchi Vallejo.
Organiza: El Secretariado diocesano de Pastoral Obrera,
Colaboran: Hermandad Obrera de
Acción Católica
Juventud Obrera Cristiana
Asociación de Mujeres de Paterna de Rivera.
Parroquia Ntra. Sra. de la Inhiesta.
Juventud Obrera Cristiana
Asociación de Mujeres de Paterna de Rivera.
Parroquia Ntra. Sra. de la Inhiesta.
Reproducimos el comunicado
emitido por JOC y HOAC
“FELICES LAS QUE TIENEN
HAMBRE Y SED DE JUSTICIA” (Mt 5, 6)
Celebramos nuevamente
el 8 de marzo, Día Internacional de la
Mujer Trabajadora. En esta fecha
recordamos a tantas mujeres anónimas que han
construido nuestra historia, muchas veces con sangre y sacrificio. Mujeres que han entregado su vida para que la
situación de la mujer y de la sociedad avanzara en pro de la justicia, la
igualdad, la paz y el desarrollo. Su
lucha no fue en vano y hoy podemos ver sus frutos y sentimos "admiración
hacia esas mujeres de buena voluntad que se han dedicado a defender la dignidad
de su condición femenina mediante la conquista de fundamentales derechos
sociales, económicos y políticos, y han tomado esta valiente iniciativa en
tiempos en que este compromiso suyo era considerado un acto de transgresión, un
signo de falta de femineidad, una manifestación de exhibicionismo, y tal vez un
pecado" (Carta a las mujeres, 2
Juan Pablo II 1995).
A pesar de ello observamos cómo el patriarcado y el capitalismo siguen
sometiendo a la mujer de diferentes formas: convirtiendo su vida en mercancía,
dando menos oportunidades por razón de su sexo, con trabajos precarios y mal
pagados, asignándole un papel de cuidadora y de sumisión por
"naturaleza". Además en
nuestra sociedad mercantilizada, el trabajo oculto del hogar y de los cuidados
realizado tradicionalmente por las mujeres, necesario para sostener la propia
vida y realizado desde la gratuidad, no es valorado ni considerado trabajo. Sólo se reconoce cuando se le pone precio,
cuando se convierte en empleo y es sometido a la lógica del mercado. Por ello, es necesario apreciar el trabajo del
hogar y de los cuidados realizado por hombres y por mujeres.
A pesar de lo mucho que se ha avanzado en materia de igualdad entre hombres
y mujeres en el plano normativo, constatamos que las mujeres siguen sin estar
adecuadamente representadas en muchos ámbitos sociales, laborales, políticos y
eclesiales. Por lo que son aún
necesarios avances en la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral y la
representación democrática, en la eliminación de estereotipos o en la
erradicación de esa lacra que es la violencia de género.
Al recordar
esta fecha nos duele ver cómo se van degradando los derechos sociales. Estamos en un momento muy delicado para el
presente y el futuro de esos derechos, porque en el actual modelo económico los
recursos necesarios para atenderlos se dedican al nuevo ídolo de la
rentabilidad económica y al pago de la deuda.
Sin
el reconocimiento justo de estos derechos se trastorna la justicia social y la
democracia se rompe. Pero es más, ese reconocimiento es camino de
humanización y libertad, de realización personal y desarrollo de la propia
identidad. En el caso de las mujeres,
por ejemplo, a ser madres. La realidad
de muchas mujeres del mundo obrero es que no tienen capacidad de vivir esa
dimensión de su vida desde la libertad porque la manera de concebir el trabajo
y la economía se la roba.
Las
políticas emprendidas en los últimos años (recortes sociales, reformas
laborales, supresión de las ayudas a la dependencia, …) han generado una
precarización y flexibilización del trabajo, especialmente en las mujeres, que
nos hace retroceder hasta épocas que pensábamos superadas, sobre todo en la
economía sumergida. El paro no cesa de
aumentar; España finalizó el año 2012 con la tasa de desempleo femenina más
elevada de Europa, del 26,55% (EPA). Así
mismo la tasa de desempleo juvenil, es alarmante, supera el 50% y más de la
mitad se da entre las mujeres. Ante esta
situación, entendemos que la educación es una de las principales claves para la
erradicación a largo plazo de las desigualdades todavía existentes entre
mujeres y hombres.
Por
otra parte, no avanzaremos en justicia global si no hay personas que nos
planteemos la vida teniendo presente, cada día, el empobrecimiento y la falta
de protección social que sufren miles de millones de hermanos y hermanas
nuestras, sobre todo las mujeres, que representan más del 70% de la población
mundial en situación de pobreza. Y es
precisamente en los países del Sur donde más sufren las mujeres esta falta de
justicia social global.
El hambre y sed de justicia de las
bienaventuranzas de Jesús de Nazaret se traduce en hambre de una vida liberada
e íntegra, libre de cualquier forma de dominación, liberada para amar, gozar y
crear más vida. Solo el reconocimiento
de la igual dignidad del hombre y la mujer nos permitirá construir un mundo más
justo y el pleno desarrollo de todos y todas. Como militantes de la HOAC y de la JOC, como
miembros de la Iglesia, queremos seguir abriendo cauces a la corresponsabilidad
de las mujeres en la sociedad y en la Iglesia y mostrando el rostro materno de
Dios.
Madrid, 8 de marzo de 2013