3er Domingo de Pascua (23 de abril)
Queridas hermanas y hermanos:
El viaje de los discípulos de Emaús,
al final del Evangelio de san Lucas,
es una imagen de
nuestro camino personal
y del camino de la Iglesia.
En el curso de la vida
—y de la vida de fe—,
mientras llevamos
adelante los sueños,
los proyectos,
las ilusiones
y las esperanzas
que viven en
nuestro corazón,
enfrentamos también
nuestras fragilidades
y debilidades,
experimentamos
derrotas y desilusiones,
y tantas veces
quedamos bloqueados
por un sentimiento
de fracaso que nos paraliza.
Pero el Evangelio
nos anuncia que,
precisamente
en ese momento,
no estamos solos,
el Señor sale
a nuestro encuentro,
se pone a nuestro lado,
recorre nuestro
mismo camino
con la discreción
de un transeúnte amable
que nos quiere abrir los ojos
y hacer arder nuestro corazón.
Así, cuando las decepciones
dejan espacio
al encuentro
con el Señor,
la vida vuelve
a nacer a la esperanza
y podemos reconciliarnos,
con nosotros mismos,
con los hermanos
y con Dios.
¡Hasta mañana en el altar!
Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y
M.ª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.
Del evangelio según
san Lucas 24,13-35.
«Era verdad,
ha resucitado
el Señor».
Jesús parte el pan,
abriéndoles los ojos
y mostrándose una vez más
como Dios de amor
que ofrece la vida
por sus amigos.
De este modo, los ayuda
a retomar el camino con alegría,
a recomenzar,
a pasar del fracaso
a la esperanza.
Hermanos y hermanas, el Señor
quiere también hacer lo mismo
con cada uno de nosotros
y con su Iglesia.
¿Cómo
pueden abrirse
de nuevo nuestros ojos?
¿Cómo puede nuestro corazón
inflamarse por el Evangelio
una vez más?
¿Qué hacer mientras buscamos
el camino hacia una sociedad
más justa y fraterna,
mientras deseamos
recuperarnos de nuestras
decepciones y cansancios,
mientras esperamos sanarnos
de las heridas del pasado
y reconciliarnos con Dios
y entre nosotros?
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Del 23 al 29 de abril de 2023.
Domingo Tercero de Pascua.
San Jorge, mártir.
San Adalberto de Praga, obispo y mártir.
San
Eulogio, obispo.
23
de abril de 2023.
El domingo, el primer día de la semana,
es el día de nuestro encuentro con Cristo resucitado en la eucaristía como
aquellos dos discípulos de Emaús; pero no hubieran podido reconocerle en la
“fracción del pan” si antes no le hubieran acogido como compañero de camino y
no hubieran escuchado su Palabra (Ev).
Así, en la misa nos acogemos mutuamente, escuchamos la Palabra de Dios y
participamos en la comunión eucarística.
Acogiendo a Cristo, con cuya Sangre hemos sido redimidos (2 Lect), Él nos enseña el
sendero de la vida y nos llena de gozo.
Y no nos entregará a una muerte eterna sino que resucitaremos con Él y
nos saciará de alegría perpetua (1 Lect y Sal resp).
- Hechos 2,14.22-33: No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio.
- Salmo 15: R/. Señor, me enseñarás el sendero de la vida.
- 1ª Pedro 1,17-21: Os rescataron a precio de la sangre de Cristo, el cordero sin
defecto.
Del Evangelio de san
Lucas 24,13-35.
“Lo
reconocieron al partir el pan”.
Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo: -"Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída". Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció.
COMENTARIO
Poner los ojos en Jesús triunfador, glorioso, vencedor de sus enemigos humanos, liberador de las esclavitudes humanas, es no reconocer al Señor en nuestro camino, es ignorar que está con nosotros, es recorrer de nuevo el camino de la decepción hacia Emaús. Las Escrituras que nos hablan del Salvador por el camino de la cruz y de la resurrección; que nos hablan de la Eucaristía como pan compartido, nos llevan a encontrarnos con el Jesús verdadero: que hace arder el corazón en fe y esperanza. Y este encuentro con el Señor resucitado transforma la decepción en esperanza, la duda en certeza, y el miedo en testimonio. El encuentro con el Señor cambia totalmente la vida.
ORACIÓN
Quédate con nosotros porque la tarde está cayendo. Se compañero de camino, guía nuestros pasos cansados. Haz que te sepamos ver cuando cae la tarde y la noche avanza. Repártenos el pan, enciende nuestro corazón, explícanos las escrituras, ilumínanos con tu espíritu. Quédate con nosotros, no desoigas nuestra oración, ahora que se hace tarde y el mundo nos atrae. Quédate con nosotros y te sabremos reconocer en tus gestos de amor al partir el pan. Señor quédate con nosotros. Amén. Quédate con nosotros porque la tarde está cayendo.
Lunes de la 3ª Semana de Pascua.
San Fidel de Sigmaringa, presbítero y mártir.
Santas María de Cleofás y Salomé, santas del NT.
San
Alejandro de Lyon, mártir.
24
de abril de 2023.
Del Evangelio de san
Juan 6,22-29.
“Trabajad
no por el alimento que perece, sino por el alimento
que perdura
para la vida eterna”.
-"Maestro, ¿cuándo has venido aquí?". Jesús les contestó: -"Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna". Ellos le preguntaron: -"Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?". Respondió Jesús: -"La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que Él ha enviado".
COMENTARIO
Buscar a Jesús es una ocupación laudable y necesaria a condición de hacerlo con fe. Buscar a Jesús por la fe es buscarle más por lo que Él es que por lo que nos da. La gente le buscaba porque veían en Él a un líder que da de comer sin esfuerzo. El pan que multiplicó es bueno, pero a quien hay que buscar es a Él mismo, verdadero Pan de vida. Ante todo, quiere Jesús atraer la atención sobre su propia persona y sobre la necesidad de aceptarle por la fe. Luego, apoyándose en el tema del pan, anuncia con solemnidad que Él es el nuevo pan que da la vida eterna. El pan material se gana con el trabajo; el pan de vida se gana con las obras de la fe: “Las obras que Dios quiere es que creáis en el que Él ha enviado”.
ORACIÓN
Creo en Ti, Jesús, creo en Ti. Y enciendo la vela de mi vida en tu vida resucitada para experimentar un nuevo modo de vivir. Porque Tú eres alimento y vida. No dejes Señor que busque la felicidad fuera de Ti. Haz que comprenda que Tú eres el regalo de Dios y su abrazo, su cercanía y promesa cierta de resurrección. Que solo a Ti te busque Señor. Que solo en Ti mi vida encuentre su verdadero sentido. Creo en Ti Jesús, y de corazón te busco.
San Marcos, Evangelista.
Martes de la 3ª Semana de Pascua.
25
de abril de 2023.
Fiesta de san Marcos, evangelista, que
primero acompañó en Jerusalén a san Pablo en su apostolado, y después siguió
los pasos de san Pedro, quien lo llamó su hijo.
Es tradición que en Roma recogió en su Evangelio la catequesis de Pedro
a los romanos y que fue él quien instituyó la Iglesia de Alejandría, en el
actual Egipto (elog.
del Martirologio Romano).
Del Evangelio de san
Marcos 16,15-20.
“Proclamad el Evangelio a toda la creación”.
Se
apareció Jesús a los Once y les dijo: -“Id al mundo entero y proclamad el
Evangelio a toda la creación. El que
crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado”. Después de hablarles, el Señor Jesús subió al
cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos
se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba
confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
COMENTARIO
Juan
Marcos era de familia judía oriunda de Chipre. Le tenemos que agradecer su evangelio. Marcos lo que pretendía era presentarnos el
evangelio (La Buena Noticia) de Jesús, el Mesías, el “Hijo de Dios”. Al final del Evangelio pondrá en labios del
centurión romano las palabras: “Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios”. A él y a los otros Apóstoles les debemos
imitar dando testimonio cada uno en su propio ambiente de la salvación de Dios.
ORACIÓN
En esta fiesta de San Marcos; compadécete de nosotros, Señor: Que decimos y no hacemos. Que vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro. Que apartamos el mosquito y tragamos el camello. Que somos sal insípida y luz que se esconde. Que amamos al amigo y aborrecemos al enemigo. Perdónanos las ofensas. Infúndenos la alegría del Evangelio. Concédenos el gozo de seguirte en comunidad. Centra nuestras vidas en la Buena Noticia de Jesús, el Cristo que nos anuncia que Dios es Padre y fuente de resurrección. Amén.
San Isidoro de Sevilla, obispo y doctor de la
Iglesia.
Miércoles de la 3ª Semana de Pascua.
26 de abril de 2023.
Fiesta de san Isidoro, obispo y doctor de
la Iglesia, que, discípulo de su hermano Leandro y sucesor suyo en la sede de
Sevilla, en la Hispania Bética, escribió con erudición, convocó y presidió
varios concilios, y trabajó con celo y sabiduría por la fe católica y por la
observancia de la disciplina eclesiástica (elog. del Martirologio Romano).
Del Evangelio de san Mateo 5,13-16.
“Vosotros sois la luz del mundo”.
Dijo Jesús a sus discípulos: -“Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?. No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.
COMENTARIO
Jesús es la verdadera luz del mundo. Pero quiere que sus seguidores, reflejando esa luz, iluminen a sus hermanos/as. Deben ser como la sal, que da gusto a la comida, evita la corrupción de los alimentos y es símbolo de la sabiduría. Deben ser como la luz, que alumbra el camino, orienta en las dudas, disipa la oscuridad. Deben ser como una ciudad puesta en lo alto de la colina, que guía a los que andan buscando camino y cobija a los viajeros. No todos seremos doctores y maestros como San Isidoro. Pero todos podemos ser testigos, sal y luz para los demás: Padres, educadores, guías sociales…
ORACIÓN
Señor Jesús que la luz de tu mirada ilumine los ojos de mi corazón; me enseñe a verlo todo a la luz de tu verdad y de tu compasión por todos los hombres-mujeres. Concédeme ser para la tierra el reflejo de tu luz. Ser para el mundo el rostro de tu amor. Que sepa edificar, en la ciudad del hombre-mujer, la ciudad de Dios. Que contigo Señor, colabore en la edificación de la civilización del amor. Que mi fe sea la sal que de sentido, que de sabor a la vida de los hombres-mujeres.
Jueves de la 3ª Semana de
Pascua.
Festividad de la Virgen de Montserrat.
Santa Zita, virgen.
San Simeón, obispo
y mártir.
San Pedro Ermengol o Armengol, religioso.
27 de abril de 2023.
Del Evangelio de san
Juan 6,44-51.
“Yo soy el
pan vivo que ha bajado del cielo”.
Dijo Jesús: -"Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo".
COMENTARIO
Jesús, el Señor, está con nosotros: Es pan de vida para nosotros; si creemos en su Palabra sentiremos su fuerza y protección en medio de dificultades y contrariedades. Si nos dejamos guiar por el Espíritu de Dios, aceptaremos con alegría que Jesús es “el pan bajado del cielo” y le recibiremos con gozo porque Jesús, el Señor, nos acompaña en nuestro caminar y nos da fuerza y confianza para alcanzar la meta a la que estamos destinados: El Padre. El pan sacramental que comemos restaura nuestra convivencia fraternal y la ilusión hasta que lleguemos a la casa del Padre.
ORACIÓN
Jesucristo, Tú lleno de Dios te has convertido en pan para nosotros. Haz que vivamos de tu Espíritu los que comulgamos en tu carne. Que la muerte no venga a agotar la vida que Tú prometes por los siglos de los siglos. Gracias por regalarte para la vida del mundo; gracias porque comer del pan que Tú nos das es vivir para siempre. Gracias porque un día nos darás la resurrección. Gracias porque comer del pan que Tú nos das es vivir para siempre.
Viernes de la 3ª Semana de Pascua.
San Pedro Chanel, presbítero y mártir.
San Luis María Grignion de Montfort, presbítero y fundador.
28
de abril de 2023.
Del Evangelio de san Juan 6,52-59.
“Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida”.
Jesús
les dijo: -"Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es
verdadera bebida.
COMENTARIO
Mi
carne es verdadera comida. Esta carne se
da para vida del mundo. El que la coma
tendrá vida eterna. Estas afirmaciones
han de entenderse en sentido realista. En
el sacramento está Cristo real, verdadera y sustancialmente presente, con su
humanidad y divinidad, su cuerpo y alma”. El que comulga recibe al Señor total como
alimento para la vida eterna. Se recibe
el cuerpo terrestre nacido de María; y el cuerpo glorioso. La Eucaristía es la base de la vida de la
Iglesia.
ORACIÓN
Vengo ante Ti Señor, a escuchar tu palabra que me asegura la vida. Quiero comer tu pan y beber tu sangre para participar de tu misma vida. Gracias Señor por el sacramento de la Eucaristía, memorial de tu pasión, prenda de gloria futura. Gracias Señor porque en la Eucaristía te tengo a Ti, que me llenas de tu gracia. Gracias Señor por la Eucaristía.
Santa Catalina de Siena,
virgen y doctora de la Iglesia,
patrona de Europa.
Sábado de la 3ª Semana de Pascua.
29
de abril de 2023.
Fiesta de santa Catalina de Siena, virgen
y doctora de la Iglesia, que, habiendo ingresado en las Hermanas de la
Penitencia de Santo Domingo, deseosa de conocer
a Dios en sí misma y a sí misma en Dios, se esforzó en asemejarse a
Cristo crucificado. Trabajó también
enérgica e incansablemente por la paz, por el retorno del Romano Pontífice a la
Urbe y por la unidad de la Iglesia, y dejó espléndidos documentos llenos de
doctrina espiritual (elog.
del Martirologio Romano).
Del Evangelio de san
Mateo
11,25-30.
“Has
escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla”.
En aquel tiempo, exclamó Jesús: -“Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
COMENTARIO
Celebramos hoy la fiesta de Santa Catalina de Siena, patrona de Europa. Mujer perteneciente a la Orden de Predicadores, luchó infatigablemente hasta su muerte para extender la paz, devolver a Roma la Sede Apostólica y conseguir la unión de la Iglesia. Es doctora de la Iglesia. Vive con humildad como santa Catalina, para que conozcas más a Dios, para que en tus cansancios y agobios Él sea tu alivio para que aprendas de Él mansedumbre.
ORACIÓN
Hoy nos unimos a santa Catalina de Siena para decirte Señor: Queremos seguirte, siendo constantes en la oración, convincentes con nuestra forma de vivir, generosos en servir a los hermanos y hermanas, valientes para emprender nuestras tareas. En la alegría queremos ser agradecidos, en el dolor, esperanzados, en el cansancio, fuertes, en el convivir, sinceros. Ayúdanos hoy con tu presencia. En la alegría queremos ser agradecidos, en el dolor, esperanzados, en el cansancio, fuertes, en el convivir, sinceros. Ayúdanos hoy con tu presencia Señor.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor:
Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia. Me fijo bien en todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».