Bautismo del Señor
Queridas y queridos hermanos:
La fiesta del Bautismo del Señor
es la fiesta de nuestro bautismo,
de nuestra dignidad,
de nuestra condición laical
de ser miembros todos
del pueblo de Dios.
Es la fiesta de
nuestra fidelidad
y nuestra misión.
Es la ocasión de redescubrir
y revitalizar la vivencia
de nuestro bautismo,
que nos hace Iglesia
y capaces de fraternidad.
Fernando Carlos Díaz Abajo
Consiliario General HOAC, y
Mª Ángeles Bayo Valderrama
Responsable de Organización
y Vida comunitaria.
Del evangelio según san Mateo 3,13-17.
«Este es mi Hijo amado,
en quien me complazco».
Cada día seguimos escuchando
esa misma voz de Dios:
Tú eres mi hijo, mi hija, amada,
y me complazco en Ti.
Y en el cálido susurro de ese amor
que abraza nuestra existencia,
acunados en la ternura de Dios,
salimos a vivir cada día como un regalo
que podemos compartir
en la experiencia de la fraternidad.
¿Qué
necesito vivir,
en qué necesito crecer,
para que mi existencia
sea esa respuesta
de amor y fidelidad
desde mi condición
bautismal?.
Compártelo en redes y entre tus contactos:
https://www.hoac.es/wp-content/uploads/2023/01/Bautismo-del-Senor.pdfBAUTISMO
DEL SEÑOR (Ciclo ‘A’)
1ª Semana del Tiempo
Ordinario
Del 08 al 14 de enero de 2023.
BAUTISMO
DEL SEÑOR
Santos Teófilo y Eladio, mártires
Domingo,
08 de enero de 2023.
Fiesta del Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo, en el que
maravillosamente es proclamado como Hijo amado de Dios, las aguas son
santificadas, el hombre es purificado y se alegra toda la tierra (elog. del Martirologio Romano).
- Isaías
42,1-4.6-7. Mirad a mi siervo, a quien
prefiero.
- Salmo
28. R./ El Señor bendice a su pueblo con la paz.
- Hechos
10,34-38. Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo.
- Comentario: El Espíritu, el agua y la sangre.
El Padre, en el bautismo de Cristo en el Jordán, quiso revelar
solemnemente que él era su Hijo amado, su predilecto (cf. Co y Ev). En él se cumple la profecía de Isaías: «Mirad
a mi siervo, a quien sostengo». Él es el
ungido por el Espíritu Santo, el Mesías que «pasó haciendo el bien y curando a todos
los oprimidos por el diablo» (2 Lect).
Acercándose al bautismo como si fuera un pecador más, anuncia que
cargará en la cruz con peso de nuestros pecados y así nos salvará.
Del Evangelio de san
Mateo 3,13-17.
“Apenas se bautizó Jesús, vio que el Espíritu de Dios se posaba sobre
él”.
Fue Jesús de
Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole: -"Soy
yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?". Jesús le contestó: -"Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así lo que Dios
quiere". Entonces Juan se lo
permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió
del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una
paloma y se posaba sobre él. Y vino una
voz del cielo que decía: -"Este es mi hijo, el amado, mi predilecto".
COMENTARIO
Jesús al ser
bautizado por Juan nos muestra su solidaridad con la raza humana y en este
acontecimiento se implica Dios para descubrirnos que Jesús es su hijo, el
amado, su predilecto. En el bautismo de
Jesús se abre el cielo, se nos revela quién es Él. Se hace visible que el Espíritu de Dios estará
para siempre en Jesús. En darnos
bautismo Dios nos hace hijos suyos, nos incorpora a la Iglesia, nos constituye
en comunidad de hermanos y hermanas, nos une a Cristo en su mismo destino de
vida muerte y resurrección, nos hace partícipes de la vida de Dios. Hoy dale las gracias a Dios por su Hijo amado
dale las gracias a Dios por tu bautismo.
ORACIÓN
Tú que nos amas con ternura y pasión, pon tu mano sobre nosotros y danos tu espíritu y tu bendición para ser siempre dignos hijos tuyos bautizados en gracia y misión. Porque somos tus hijos renunciamos a envidias, odios y venganzas, a creernos siempre superiores a los demás, renunciamos al dinero, al placer o al negocio por encima de Dios y del bien común. Renovando nuestra fe bautismal, creemos Dios nuestro en la fuerza del perdón, en la gracia de la salvación, en el espíritu de comunión, en la luz de la fe, que se nos regala en el sacramento del nuevo nacimiento. Padre, para ser siempre dignos hijos tuyos, bautizados en gracia y misión; pon tu mano sobre nosotros y danos tu espíritu y tu bendición.
Lunes
1ª Semana T. Ordinario
San Eulogio de Córdoba, presbítero y mártir.
09 de enero de 2023.
Del Evangelio de san
Marcos 1,14-20.
“Convertíos y creed la Buena Noticia”.
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: -“Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed la Buena Noticia”. Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: -“Venid conmigo y os haré pescadores de hombres”. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
COMENTARIO
Jesús, la Palabra hecha carne, manifiesta que es necesario abrir los ojos, convertir el corazón, dejarse iluminar por la luz de la fe, para dar acogida a la Buena Noticia. Es necesario dejar las redes, como hicieron los primeros llamados por Jesús, y cruzar a la “otra orilla”. El anuncio del Reino se ha hecho realidad en Jesús. Él es: Enmanuel, el “Dios con nosotros”, la Buena Noticia que se nos anuncia como Evangelio hoy. Escucha desde dentro esta palabra de Jesús: Conviértete, cree la Buena noticia; síguele a Jesús.
ORACIÓN
Señor Jesús, haznos dóciles, acogedores de tus planes, abiertos a lo imprevisible, cercanos a tu corazón. Me reafirmo en mi opción clara por Ti. QUIERO SEGUIRTE, me comprometo por tu Reino de justicia, de verdad, de amor. Dame valor para dejar mis redes de lazos económicos, de seguridades, de comodidad, para que pueda pasar a la orilla de la entrega y la generosidad, a la orilla de la fe. Señor Jesús: Quiero seguirte. Ayúdame. Amén.
Martes 1ª
Semana T. Ordinario
San Gregorio de Nisa, obispo y confesor.
10 de enero
de 2023.
Del Evangelio de san
Marcos 1,21b-28.
“Enseñaba con autoridad”.
Jesús en Cafarnaúm, el sábado fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: -“¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios”. Jesús lo increpó: -“Cállate y sal de él”. El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: -“¿Qué es esto?. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen”.
COMENTARIO
Jesús no enseñaba unas lecciones para aprender de memoria, sino que enseña un modo de vivir, una Buena noticia que libera, cura, sana, salva. La “autoridad” de Jesús está asentada en que Él es la Palabra de Dios hecha carne. Por eso se le admira y se acepta a Jesús. Hoy día, ante la profunda crisis de autoridad existente en todos los ámbitos de la sociedad, es preciso volver los ojos a Jesús, el Señor, que sigue ofreciendo, con la misma autoridad de entonces, su Evangelio de paz y salvación.
ORACIÓN
Haz Padre que quienes creemos en tu Hijo sepamos anunciar, con firmeza y amor, a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, el Evangelio de la vida. Alcánzanos la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud en toda nuestra existencia, y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir la civilización de la verdad y del amor, en alabanza y gloria del Dios creador y amante de la vida. Señor que la Palabra del Evangelio suene con autoridad en mi vida. Amén.
Miércoles 1ª Semana
T. Ordinario
San Higinio, papa y mártir.
11 de enero de 2023.
Del Evangelio de
san Marcos 1,29-39.
“Curó a muchos enfermos
de diversos males”.
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar.
COMENTARIO
Según el evangelista Marcos, Jesús no quiere que la gente le busque por los prodigios que hace; ni que le busquen guiados ciegamente por el atractivo de su poder sobre las fuerzas del mal. Su misión es proclamar la Buena Noticia del Reino y se esfuerza en ofrecer un mensaje de esperanza y una palabra de consuelo afirmando en todo momento y en todas partes, que Dios es un Padre bueno que perdona y salva por el amor que nos tiene, y del que no se volverá atrás ni ante la muerte en cruz.
ORACIÓN
Padre, ayúdanos a no olvidar que el Evangelio tiene que ver con la causa de la vida; con los pobres a quienes se hace difícil vivir; los ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia de hombres; las mujeres víctimas de la violencia inhumana. Que el Evangelio tiene que ver con la salvación y que el Evangelio pasa por el camino de la fe y el compromiso; no por el espectáculo o el interés egoísta. Señor que sepa vivir abrazado al Evangelio.
Jueves 1ª Semana T. Ordinario
Santa Tatiana o Tania de Roma.
12 de enero de 2023.
Del Evangelio de san
Marcos 1,40-45.
“La lepra se le quitó, y quedó limpio”.
Se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: -“Si quieres, puedes limpiarme”. Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: -“Quiero: queda limpio”. La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: -“No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés”. Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones.
COMENTARIO
El episodio evangélico de hoy, está lleno de ternura y también de audacia. En esta escena vemos que solamente a Dios se le puede decir: “Si quieres, puedes limpiarme”, y solamente Dios puede responder: “Quiero, queda limpio”. Ante la humilde y confiada petición del “impuro”, se acerca y le comunica la pureza y la paz. Nosotros hemos de pensar si estamos en el mundo de la contagiosa enfermedad del pecado o del amor comunicativo de Jesús. El amor cristiano, amor a Dios y a los hombres-mujeres, es comunicativo.
ORACIÓN
A veces, Señor, en los momentos difíciles de la vida, pienso que lo he perdido todo, y que naufrago en este mar tempestuoso que es la existencia. Y sin embargo, todo cambia, cuando te acercas a mi vida, y me dices: Quiero, queda limpio. Contigo, Jesús, la vida tiene sabor a esperanza, a paz, a perdón. Préstanos tus ojos para mirar amanecida la luz y anunciada la paz. Así, hasta descubrir en ellos escondida la sonrisa de Dios, su rostro amigo, su mano salvadora.
Viernes
1ª Semana T. Ordinario
San Hilario de Poitiers,
obispo y doctor de la Iglesia.
13 de
enero de 2023.
Del Evangelio de
san Marcos 2,1-12.
“El Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados”.
Llegaron cuatro a la casa en que estaba Jesús llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: -“Hijo, tus pecados quedan perdonados”. Y añadió: -“Para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados...” Le dijo al paralítico: -“Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa”. Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: -“Nunca hemos visto una cosa igual”.
COMENTARIO
Jesús en un primer momento en vez de curar al paralítico le perdona sus pecados en atención a la fe que aquella gente expresa. Jesús no es un “curandero”. En esta ocasión, cura al paralítico para que no haya dudas de que “el poder de Dios se ha hecho presente”. Solamente Dios puede perdonar pecados y Jesús los perdona porque tiene el poder de Dios. Jesús ha venido a salvar. El perdón, alcanzado por la fe en el Señor, es el camino de la salvación. Todo lo demás (como la curación de la enfermedad), se da por añadidura.
ORACIÓN
Señor dime también hoy a mi: Tus pecados están perdonados; levántate… para que estrene el gozo de vivir, abra mis labios para alabarte, abra mis brazos para acoger a quien necesite de mí. Fortalece mi fe, mi capacidad de comprensión y de afecto. Señor dime también hoy a mi: Tus pecados están perdonados; levántate para que jamás pierda tu esplendor y la dignidad de saber que estoy creado a tu imagen. Infúndeme coraje en las dificultades, apoyo en la debilidad y gozo en el perdón. Amén.
Sábado
1ª Semana T. Ordinario
San Fulgencio de Écija, obispo.
14 de
enero de 2023.
Del Evangelio de san
Marcos 2,13-17.
“No he venido a llamar a justos, sino a pecadores”.
Jesús, al pasar, vio a Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: -“Sígueme”. Se levantó y lo siguió. Estando Jesús a la mesa en su casa, un grupo de publicanos y pecadores se sentaron con Jesús y sus discípulos. Algunos escribas fariseos, al ver que comía con publicanos y pecadores, les dijeron a los discípulos: -“¡De modo que come con publicanos y pecadores!”. Jesús lo oyó y les dijo: -“No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.
COMENTARIO
El poder de perdonar los pecados se hace realidad cuando el pecador acepta a Jesús con buena voluntad. Así ocurrió con Mateo (en el Evangelio de hoy) y con los primeros discípulos. Aunque Jesús fuera criticado por compartir la mesa con los pecadores (que era como compartir la vida ante los ojos del mismo Dios), no dejó de hacerlo porque también era la señal de la cercanía del Reino, ya que Él había venido a salvar lo que estaba perdido.
ORACIÓN
Confío en Ti Señor, porque me llenas de paz. Se que nunca fallará tu gran amor ni tu perdón. Tú me haces feliz. En Ti hallo siempre confianza y amistad. En Ti hallo gozo y amistad, a pesar de que sé que soy pecador. Tú me haces sentir tu bondad, tu fidelidad. Que sepa sacar un poco de alegría a la vida y pueda compartirla luego con todos. Que sepa hacer fiesta porque siendo pecador me ofreces salvación. Jesús, quiero decirte que me alegra mucho tu manera de ser. Gracias.
LECTURA DE LA PALABRA
EN CLIMA DE ORACIÓN
1.
Hago silencio, exterior e interior.
Estoy
en la presencia del Señor
Contemplo a Dios que me quiere, me acoge, me escucha, me habla.
2.
Petición:
«Humildemente te pido, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu Palabra, viva siempre en tu claridad. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».
3.
Palabra de Dios:
Leo tranquila y detenidamente el texto evangélico para hoy, en comunión con toda la Iglesia. Me fijo bien en todos los detalles.
4.
Ante la Palabra
leída:
Ø ¿Qué dice este texto? (Lectura honda: circunstancias, actitudes…).
Ø ¿Qué me dice a mí, personalmente? (Meditación).
Ø Desde esto, ¿qué te digo yo ahora, Señor? (Oración).
Ø ¡Quiero identificarme contigo, Señor!. ¿Qué hacer?.
(Contemplación, iluminación de mi vida concreta).
5.
Oración:
Hay una oración-reflexión propia de cada día, como inicio de respuesta
al texto evangélico. Al final puede
añadirse la siguiente:
«Gracias, Señor, por tu presencia y tu cercanía en este rato de oración; y por la luz y la fuerza que me has dado. Ayúdame a vivir según tu voluntad y sirviendo siempre a mis hermanos/as. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor».