Acompañar, ayudar y servir
a los niños y adolescentes,
víctimas de abusos sexuales
En medio de una atmósfera tan cargada de sorpresas, de indignación y de dolor, debido a las inacabables informaciones de abusos sexuales infantiles, echábamos de menos un estudio que, como éste, además de analizar su gravedad, nos proporcionara algunas claves para realizar el acompañamiento psíquico-espiritual de los supervivientes. Impulsado por esta inquietud he leído con detenimiento las detalladas páginas de esta obra que, tras informarnos de que este fenómeno no es nuevo ni limitado a un espacio geográfico. Cuenta cómo se detecta en la antigua Grecia, en la antigua Roma y en el contexto judío, y, cómo en la actualidad las estadísticas nos revelan que se puede calificar como una pandemia porque se observa en países tan diversos como los Estados Unidos, Chile y España.
Estos análisis nos descubren los agudos dolores individuales, psicológicos y morales, y nos relatan los intensos sufrimientos familiares que, a veces, son irreparables, en especial, cuando los abusos son cometidos en el seno de la Iglesia Católica como han sido denunciados por la Congregación para la Doctrina de la Fe, lamentados por el papa Benedicto XIV, condenados por el papa Francisco y afrontados en el encuentro celebrado este año en el Vaticano con representantes de todas las Conferencias Episcopales de, mundo.
Especial valor alcanza, a mi juicio, el detallado examen psicológico y moral que el autor realiza de los efectos devastadores ocasionados en los niños y niñas que han sufrido alguna experiencia de abuso. Importante también, sin duda alguna, la exhaustiva descripción de los factores que influyen en la profundización de unas heridas psico-espirituales cuyos daños persisten a lo largo de toda la vida.
Advierto, sin embargo, que, en mi opinión, el mayor valor de esta obra -seria, fundamentada y práctica- radica en las orientaciones claras y seguras que nos ofrece a los padres, educadores y sacerdotes para que acompañemos, ayudemos y sirvamos a los niños y adolescentes que ha sido víctimas de algún tipo de abusos sexuales. Son unas orientaciones que, fundamentadas en los amplios conocimientos psicológicos y, sobre todo, en la dilatada experiencia pastoral del autor -Luis Alfonso Zamorano, misionero-sacerdote de la Fraternidad Verbum Dei- nos proporcionan unas pistas, unos criterios y unas pautas precisas y prácticas para acompañar en el complejo itinerario de la recuperación de la salud mental y del bienestar espiritual. Estoy convencido de que quienes lean atentamente este libro, fruto maduro de la dilatada experiencia, de la permanente reflexión y de la esperanzada oración, se decidirán a acompañar con respeto y con cariño a las víctimas que encuentren, quizás no muy lejos, y experimentarán la serena alegría de quienes, con el silencio respetuoso o con la discreta palabra, alivian las heridas y suavizan los sufrimientos infundiendo paz y serenidad.
Estos análisis nos descubren los agudos dolores individuales, psicológicos y morales, y nos relatan los intensos sufrimientos familiares que, a veces, son irreparables, en especial, cuando los abusos son cometidos en el seno de la Iglesia Católica como han sido denunciados por la Congregación para la Doctrina de la Fe, lamentados por el papa Benedicto XIV, condenados por el papa Francisco y afrontados en el encuentro celebrado este año en el Vaticano con representantes de todas las Conferencias Episcopales de, mundo.
Especial valor alcanza, a mi juicio, el detallado examen psicológico y moral que el autor realiza de los efectos devastadores ocasionados en los niños y niñas que han sufrido alguna experiencia de abuso. Importante también, sin duda alguna, la exhaustiva descripción de los factores que influyen en la profundización de unas heridas psico-espirituales cuyos daños persisten a lo largo de toda la vida.
Advierto, sin embargo, que, en mi opinión, el mayor valor de esta obra -seria, fundamentada y práctica- radica en las orientaciones claras y seguras que nos ofrece a los padres, educadores y sacerdotes para que acompañemos, ayudemos y sirvamos a los niños y adolescentes que ha sido víctimas de algún tipo de abusos sexuales. Son unas orientaciones que, fundamentadas en los amplios conocimientos psicológicos y, sobre todo, en la dilatada experiencia pastoral del autor -Luis Alfonso Zamorano, misionero-sacerdote de la Fraternidad Verbum Dei- nos proporcionan unas pistas, unos criterios y unas pautas precisas y prácticas para acompañar en el complejo itinerario de la recuperación de la salud mental y del bienestar espiritual. Estoy convencido de que quienes lean atentamente este libro, fruto maduro de la dilatada experiencia, de la permanente reflexión y de la esperanzada oración, se decidirán a acompañar con respeto y con cariño a las víctimas que encuentren, quizás no muy lejos, y experimentarán la serena alegría de quienes, con el silencio respetuoso o con la discreta palabra, alivian las heridas y suavizan los sufrimientos infundiendo paz y serenidad.
[Luis Alfonso Zamorano
Ya no te llamarán “abandonada”.
Acompañamiento físico-espiritual a
supervivientes de abuso sexual.
Madrid, PPC, 2019]
José Antonio Hernández Guerrero, reflexiona, semanalmente en nuestro “blog”, sobre las Claves del bienestar humano el sentido de la dignidad humana y el nuevo humanismo. Actualmente, nos envía también una reseña semanal sobre libros de pensamiento cristiano, evangelización, catequesis y teología. Con la intención, de informar, de manera clara y sencilla, de temas y de pensamientos actuales, que gustosamente publicamos en nuestro “blog”.
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